Acuciada por problemas económicos, Dulce Espinosa se vio obligada a compartir su apartamento frente al mar. Pero pronto se dio cuenta de que vivir con Christopher Uckermann no iba a ser fácil. Tenían puntos de vista contrarios con respecto a casi todo... Pero los opuestos se atraen. Dulce sabía que enamorarse solo le complicaría la vida y Christopher parecía estar de acuerdo... ¡hasta la noche en que dejó muy claro que su relación platónica estaba a punto de cambiar!