Por debajo del umbral de su conciencia Gregorio se sabe enfermo, carga con una maldición dulce minando su cuerpo; debe sacar adelante a un hijo como padre soltero y continuar tras el sueño de ser escritor. Contar historias con su pluma es su pasión, sin embargo también es su castigo. Gregorio ha escrito una larga saga de un mundo fantástico, pleno de homo equus, homo branquias, dragones y quimeras. La saga ha devorado la imaginación de Gregorio y quizá jamás vea la luz de su publicación.