-Me destruyes y luego me besas. Me das una razón para odiarte y luego me das una razón para amarte.
-Déjame arrodillarme y rogarte por otra oportunidad contigo.
-Me destruyes y luego me besas. Me das una razón para odiarte y luego me das una razón para amarte.
-Déjame arrodillarme y rogarte por otra oportunidad contigo.
El maldito NTR pocas veces hace justifica por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ¿Qué sucedería si esa historia no termina allí? ¿Qué pasar...