Un exorcista que odia a los demonios debe mantener a uno vinculado para su beneficio a corto plazo, con todo lo que conlleva, incluyendo alimentarlo y conocer más demonios. Tal vez con su convivencia ya no los odie tanto.
Un exorcista que odia a los demonios debe mantener a uno vinculado para su beneficio a corto plazo, con todo lo que conlleva, incluyendo alimentarlo y conocer más demonios. Tal vez con su convivencia ya no los odie tanto.