El era malo. Pero no cualquier chico malo. No del típico libro que leemos de adolescentes. El era un asesino. Hacía sufrir a sus víctimas. Las hacía sufrir hasta que no tenían ni fuerza de respirar. Ella no sería su excepción. Jugaría con ella. A tal punto, que haría que se enamorara para romper su corazón poco a poco y luego asesinarla.