Kagome sabe que su temperamento algún día la haría que sea asesinada. No pensó en consecuencias, después de todo era adolescente: una adolescente enamorada unilateralmente, que tiene un destino que cumplir y también en un tiempo que ella no pidió. Ella no pidió esto Y cuando por fin pide algo, algo que desea, se vuelve cenizas. La vida es una perra y le gusta joderle.