Hazel siempre estuvo enamorada de David, pero frente a sus ojos, solo era una niña. Años sin verse no fueron suficientes para que ella olvidara al único hombre que de pequeña le robaba suspiros y ahora que ha vuelto a casa, ella es quien espera robarle uno que otro gemido. David tomó la peor de las decisiones: entregar su corazón a la mujer de su hermano. Roto y amedrantado ha prometido no volver a enamorarse, no volver a salir lastimado. Sin embargo, la pequeña Hazel ha vuelto a casa y lo que había comenzado como un simple coqueteo, se terminó convirtiendo en el campo de batalla entre dos corazones donde solo uno saldría lastimado, y ese no sería él ¿cierto?