Sangre... Giré mi cabeza en busca de donde provenía ese molesto olor, me tapé la boca para impedirme vomitar, yo, más que nadie, sabía quien era el culpable. Podía sentirlo cerca de mí, como me observaba desde los lugares donde no podía verlo. Esos lugares oscuros, que te recordaban a aquellos monstruos que veías cuando eras una niña. Aquellos de los cuales nunca te creyeron y te hicieron pensar que no existían. Pero esto era mucho más grande que solo el monstruo del armario. Las voces a medianoche no eran una alucinación, tampoco las veces que lo había visto... Podía jurar sentir estar dentro de un sueño, pero era real, allí frente a mí, esperando que me dé la espalda para atacarme, saludando con una sonrisa siniestra. Sabía lo que quería, porque iba y donde iba, pero había solo una frase en mi mente, tratando de descifrar todo este enigma engañoso : ¿Podrías detener un monstruo que tu misma creaste? © TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. Este libro es completamente de mi autoría, cualquier intento de plagio o copia será denunciado. Créditos de la siniestra portada a : @rxsesharry