Y los pétalos despedían la fragancia más exquisita que alguna vez hubiese olido, porque aquel olor... era la fragancia del amor.
Las cartas eran los espejos de unos ojos enamorados, que con sus dedos las palabras de su corazón extrajo.
Y los pétalos despedían la fragancia más exquisita que alguna vez hubiese olido, porque aquel olor... era la fragancia del amor.
Las cartas eran los espejos de unos ojos enamorados, que con sus dedos las palabras de su corazón extrajo.
A veces la vida no nos da lo que queremos y nos quita lo que mas anhelábamos, pero eso no significa que sea mala, simplemente en algún momento nos da lo que verdaderamente merecemos lo que verdaderam...