Ella ya no era una bebé, la pequeña Emma ahora tenia 18 años y Harry no pudia evitar sacar los ojos de ella. El gran señor Harry Styles calló en los enredosos tristes ojos brillantes de la morena y desde ese momento juro que haría lo que fuera necesario para que esos ojos estuviera ese brillo de alegría e inocencia que el recordaba de la infancia de la pequeña... Harry. Sus ojos. Sus malditos ojos negro, su forma de caminar, sus movimientos tan delicados, su sonrisa, joder, su sonrisa. Sus largas pestañas negras revoloteando como dos huracanes furiosos. Su piel aterciopelada, sus manos adornadas con anillos brillantes. Yo pensaba que lo tenia absolutamente todo, pero cuando reapareció en mi vida supe que no tenia nada si no la tenia a ella. "No buscaba nada, pero de repente contigo lo tuve todo"