Natalia se levantó de la cama aproximándose a él. Cuando estuvo lo bastante cerca alzó el dedo pequeño, una sonrisa zorruna se había pintado en sus labios- Hasta que Siberia nos separe- dijo esperando que el moreno entrelazara con ella su propio meñique. James, tras poner los ojos en blanco, en parte divertido y en parte sorprendido, unió su dedo- Hasta que Siberia nos separe.