La sombra se posa en la oscuridad de la noche, o del día, eso es lo de menos, a esa sombra no le importa la luz, espera hasta que te duermas y despiertes paralizado de pies a cabeza, para atormentarte, para hacerte dudar de tu propia vida. En este pequeño conjunto de microrrelatos, narro algunas de mis experiencias más horribles con la parálisis del sueño.