En la era actual donde vivimos, la industria de la moda ha ido creciendo de una manera desenfrenada que ha llevado que la producción y el consumo de prendas de vestir hayan aumentado, mientras que toneladas de ropa vieja de buena calidad y aún con vida útil se acumulen sin que nadie sepa bien qué hacer con ella. Cada año se venden alrededor de 80.000 millones de prendas de vestir, esto convierte a la industria textil como la segunda más contaminante del planeta y haciéndola responsable del 20% de los tóxicos que se vierten en el agua.