Octavia Holler no conoce la palabra amabilidad. Es una jodida diosa, creada y moldeada para dominar y gobernar todo el maldito planeta si ella se lo propusiera. Deslumbra una sensualidad y belleza sobrehumana que cualquiera se le quedaría admirando, queriendo encontrar una explicación lógica al terrible espécimen femenino. Thomas Russell no conoce la palabra piedad. Es un hombre de pocas palabras y extremadamente calculador, con una belleza inexplicable ante los ojos de cualquier ser, siendo capaz de doblegar y poner a su merced a cualquier persona que se cruce en su camino. Dos mafiosos con personalidades fuertes que harán estragos cuando choquen.