Espero que estés bien aunque no sea conmigo, pero no he venido a soltar lágrimas fáciles sino a darte las gracias. Porque me enamoré de ti locamente y mis heridas lo confirman, yo era virgen en eso de tener mariposas, exactamente no sabía ni lo que era y de repente sin pedirlo el viento te trajo para quedarte aunque ese rato no durase toda la vida, aunque cuando te fuese a buscar una última vez ya fuera demasiado tarde.