Todos los involucrados en el negocio sabían que era cuestión de tiempo para que sucediera, pero esperaban alguna milagrosa intervención que pudiera mantenerlos a salvo. Incluso con las atrocidades espantosas que habían cometido. Cuando un traidor se rebela, amenazando con sacar a la luz oscuros secretos que destruirían la vida de muchos, estalla el pánico. La mayoría de los exterminadores, sumidos en la desesperación, comienzan la búsqueda de una persona sin nombre, sin expedientes y sin pasado. Un fantasma que se hace llamar Uno. Con los mejores agentes en el caso, ¿qué podría salir mal? Todos parecen olvidar que no hay descanso para los pecadores, y mientras Arabella Lowen persigue un anhelado perdón, es testigo de ello. * Todos los derechos reservados.