Nunca he creído en el destino, se que todas las cosas pasan por algo, pero tú puedes cambiar el curso de tu vida. Eso de tener un alma gemela esperando por ti, se me hace una idiotez, no entiendo como la gente puede comprar ese cuento. O al menos ese era mi punto de vista hasta que apareció él, el mayor gilipollas, con su porte arrogante, y sus aires de grandeza que me hicieron odiarlo... al principio, claro. Esta es mi historia cliché, en la cual les mostrare lo idiota que puedes volverte si te enamoras de la persona incorrecta o tal vez es la ¿correcta?, no se, en ambos casos te sumerges en un estado de gracia y pena, que te lleva a encontrarte a ti misma o a la ruina total. ¿En cual terminare yo?