Despertada de un sueño profundo por una gota, sin saber nada, la niña está totalmente desorientada, cualquier cosa le parece fascinante, y en su afán por descubrir lo que la rodea y entender donde se encuentra, una habitación oscura apenas iluminada por una rejilla superior, empieza a llenarse de dudas y se encuentra con un montón de emociones sin entenderlas, querrá salir de allí, pero hay algo que la detiene continuamente...el miedo. Esta historia metaforiza mediante la niña toda nuestra inocencia y curiosidad, y como esta nos lleva a querer salir de nuestra burbuja, o vivir en ella. El misterio envuelve tanto al lector como a la niña pues el lector va asumiendo solo que la niña sabe, y dentro de ese papel el receptor se ubica para intentar comprender la historia.