La gota de agua

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El vapor tomó peso, hasta formar una gruesa gota de agua, que se despego de las nubes, cayendo a mucha velocidad, el rose del viento la fue dividiendo hasta terminar en una minúscula partícula de agua que cayó en medio de la calle, se deslizó por el asfalto hasta besar los fríos fierros del alcantarillado. Siguió bajando por el extenso desagüe, aunque un poco angosto y oscuro, las difusas luces de la mañana nublada iluminaban suavemente la profunda carretera subterránea en que esta gota viajaba. De pronto la partícula se halló en un abismo y se abalanzó con fuerza hasta la nariz de una niña.

La chiquilla abrió los ojos y algo confundida comenzó a mirar hacia todos lados, luego de un momento toco su nariz con su dedo índice y sintió la humedad que la pequeña partícula de agua, entonces recorrió con su mano todo su rostro, pasando por las orejas, el cabello, la barbilla y el cuello. Algo era evidente, no tenía consciencia de sí misma, articulaba pequeños gestos algo instintivos, se observaba las manos y los pies para poder conocerse. Tras esto alzó la vista, vio una especie de ventanilla con una reja en el techo, aunque claro, ella no sabía de qué se trataba aunque pudo deducir que lo que le había hecho despertar de su sueño profundo había provenido de ese lugar.

Se hallaba recostada sobre una cama, bastante cómoda y agradable, por lo menos para ella, quien a pesar de aparentar unos siete o nueve años pareciera que experimentara cada sensación por primera vez, el ver, el sentir, oír...Bueno, no era mucho lo que podía oír en aquella habitación, oscura y estrecha, silenciosa por lo demás, y no percibía más que el ruido del roce de su mano con todo lo que tocaba.

Entonces intentó abalanzarse hacia afuera de la cama, vio el piso, una cerámica de un color claro, algo así como un naranjo pero muy gastado, naturalmente ella asimilaba todo por primera vez, así que solo sentía asombro y muchas ganas de seguir explorando. De pronto resbaló de las sábanas y cayó al suelo, con un golpe seco y todas sus reacciones a flote, dejó escapar un ensordecedor grito de dolor. Se quedó callada largo rato, se había oído a sí misma y estaba impresionada por el descubrimiento, empezó a jugar con su voz soltando una carcajada distinta a cada minuto, sonrió y fue feliz por un momento, pero entonces empezó a preguntarse qué hacía allí, y su mirada se apagó por un periodo. Pestañeó unas cinco o seis veces, respiró hondamente y miró a su alrededor, la habitación estrecha y oscura, la cama en un costado y ella en el centro de toda la escena, miró a la pared, y se arrastró hacia ella, intentó incorporarse, pero se caía con cada intento.

Las horas pasaban, y conforme envejecía el tiempo empezó a entrar más luz por la ventanilla enrejada, la chiquilla empezó a conocer más la habitación donde se encontraba, al igual que antes la incógnita sobre quien la había puesto allí volvió a asaltar su mente y no la dejó tranquila, había alguien más aparte de ella, eso era evidente, no era posible que ella hubiera aparecido allí por arte de magia o alguna dolorosa casualidad la hubiera formado en una estrecha habitación. Y algo menos simpático todavía, estaba allí por un propósito.

Entonces bañada por la curiosidad hizo un esfuerzo para sostenerse sobre sus delgadas y flácidas piernas, sin la fuerza pero con la determinación suficiente lo logró, y apoyándose por el muro se fue desplazando por los costados de la habitación, recorriendo las lisas paredes con sus pálidos dedos, sintiendo de vez en cuando un pequeño temor a lo que se encontraría, todo le era nuevo y por lo mismo, cualquier cosa por más inerte que fuera le causaba admiración y algo de miedo. Largos minutos estuvo moviéndose, besando las paredes con sus manos, había tomado mucha precaución y cuidado, si se caía iba a ser un delirio volver a levantarse, debido a que sus piernas le estaban doliendo por el esfuerzo, empezó a sudar desconsideradamente, apenas se sostenía a pesar de la ayuda que incondicionalmente le ofrecían las murallas del estrecho salón en que había despertado.

La Gota de Agua [Capítulo Único]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora