The Past Come Back {George Sh...

By sheIIeyz

19.6K 1K 84

More

The Past Come Back.
Capítulo 1.
Capítulo 2.
Capítulo 3. {Maratón 1/5}
Capítulo 4. {Maratón 2/5}
Capítulo 5. {Maratón 3/5}
Capítulo 6. {Maratón 4/5}
Capítulo 7. {Maratón 5/5}
Capítulo 8.
Capítulo 9.
Capítulo 10.
Capítulo 11.
Capítulo 12.
Capítulo 13. {Maratón 1/7}
Capítulo 14. {Maratón 2/7}
Capítulo 15. {Maratón 3/7}
Capítulo 16. {Maratón 4/7}
Capítulo 17. {Maratón 5/7}
Capítulo 18. {Maratón 6/7}
Capítulo 19. {Maratón 7/7}
Capítulo 20.
Capítulo 21.
Capítulo 22.
Capítulo 23. {1/3 mini maratón}.
Capítulo 24. {2/3 mini maratón}.
Capítulo 25. {3/3 mini maratón}.
Capítulo 26.
Capítulo 27.
Capítulo 28.
Capítulo 29.
Capítulo 30.
Capítulo 31.
Capítulo 32.
Capítulo 33.
Capítulo 34.
Capítulo 35.
Capítulo 36.
Capítulo 37.
Capítulo 39.
Capítulo 40.
Capítulo 41. [1/6]
Capítulo 42. [2/6]
Capítulo 43. [3/6]
Capítulo 44. [4/6]
Capítulo 45. [5/6]
Capítulo 46. [6/6]
Capítulo 47.
Capítulo 48.
Capítulo 49.
Capítulo 50.
Capítulo 51.
Capítulo 52.
Capítulo 53. {Maratón 1/5}
Capítulo 54. {Maratón 2/5}
Capítulo 55. {Maratón 3/5}
Capítulo 56. {Maratón 4/5}
Capítulo 57. {Maratón 5/5}
Capítulo 58.
Capítulo 59.
Capítulo 60.
Capítulo 61. {Capítulo final}
Epílogo.
Aviso.

Capítulo 38.

218 15 2
By sheIIeyz

George estaba sonriente mientras yo me mandaba miradas cómplices con mi madre.

Ambos estábamos sentados en el sofá reposando la gran comida que habíamos compartido.

-¿Y cómo se llama tu empresa, George? – Preguntó fascinado Bob.

-Lewis sport. – Contestó seguro de sí mismo.

-Bonito nombre. Quizás pueda participar en algún tipo de evento junto a mi empresa de fútbol. Y bueno, ya sabes que…

-Tengo que pensármelo, señor Bob. – Interrumpió el chico. – Pero muy amable por su oferta.

-Por supuesto. Ya sabes el tiempo que tienes para pensarlo.

Pero, ¿Cómo Bob estaba tan seguro de que George sería una buena inversión? No le conocía, ni siquiera le había visto jugar al fútbol. Vale, quizás tuviese buena resistencia física, ¿Pero y si luego no tiene puntería? ¿O no tiene artimañas?

Mi mirada se deslizó de nuevo a la de mi madre, quien contemplaba cariñosamente el rostro de Bob. Sonreí al verla ilusionada.

Mi móvil comenzó a sonar. Fruncí el ceño y le miré de reojo. Estaba en la mesa de mi izquierda.

Me incliné sobre mí misma un segundo y me atraganté con mi propia saliva cuando vi de quién se trataba.

Josh.

Mi boca se entreabrió y mis ojos estaban ardiendo.

-¿Quién es? – Preguntó curioseando mi madre.

-Es… es Josh. – Dije titubeante.

Las manos de George se oprimieron en sus rodillas. La rabia parecía mostrarse de nuevo en él. Esa rabia que había aprendido a controlar.

-¿Qué demonios quiere?

-No lo sé, mamá.

-Cógeselo, quizás cuelgue.

-No quiero cogérselo. Estoy demasiado enfadada.

George tragó saliva mientras esbozaba una poco disimulada sonrisa. Aun que lo intentó.

El teléfono dejó de sonar y la pantalla volvió a la oscura normalidad.

-Bueno, creo que yo ya me voy a ir. – Informó George levantándose.

Mi mirada se desplazó a la vez que él se incorporaba.

-¿A dónde?

-Tengo trabajo, ______. Mi empresa no se mantiene sola.

Respiré encajando toda la situación e intentando devolver la paz a mi cuerpo.

-Quédate un rato más, George.

La mirada de mi madre pareció atravesarme de un lado a otro. No parecía muy contenta por tener la presencia de George.

-O bueno, iré contigo. - Añadí.

George se acercó a mi madre y le dio dos cariñosos besos a los que ella respondió gratamente.

Después, se acercó a Bob y le estrechó la mano. El hombre se puso de pie y aceptó su despedida.

-Espero que me llames pronto, George. Ya estoy deseando ver en la camiseta de mi equipo “Shelley”

Mis ojos se agrandaron cuando el hombre pronunció eso. Oh, oh. Me levanté apresuradamente y le agarré de la espalda.

-Vamos George, vámonos. – Le apresuré.

El chico se dejó guiar por mis empujones. Grité a mi madre en forma de despedida y cogí una chaqueta de que había en el perchero junto a mi bolso, introduciendo en él mi móvil.

Respiré cuando ambos estábamos en el porche y pude cerrar tras de mí la puerta del exterior.

Examiné a George y vi como su mandíbula estaba totalmente apretada por sus dientes y sus ojos azules estaban casi negros por la dilatación de su pupila.

-Lo… lo siento, George.

Cerró los ojos e intentó mantener la calma. Respiró profundamente y abrió las manos deshaciéndose de esos tensados puños los cuales apretaba con fuerza.

-Nunca me desharé de esto. – Musitó.

-George, es tu apellido. Es imposible que te deshagas de él.

-No quiero que nadie me llame así. No quiero. Tengo más apellidos.

-Pero no siempre podrás evitarlo, y no siempre podrás salirte al exterior a calmarte. Es algo de ti. Es algo que vive contigo.

Abrí mi bolso y saqué un paquete de tabaco. Le ofrecí un cigarro.

-¿Quieres?

-Sí, por favor.

El chico aceptó y se lo colocó en la boca. Prendí el mechero y le encendí la droga.

Daba rápidas caladas y se iba consumiendo. Yo decidí por no fumar en esa ocasión.

-_____, creo que no debemos de vernos más. – Dijo.

Mi ceño se frunció mientras que él soltaba el humo por su boca y decía ese sinsentido. 

-¿Por qué dices eso?

Mi confusión debía de ser notable en mi gesto.

-Tu madre me ha reconocido, su mirada lo decía. Y, además, sé que no contestaste a Josh porque estaba yo.

Parecía que el cigarro le había tranquilizado y estaba dando las argumentaciones con paciencia y tranquilidad. Argumentaciones acertadas.

-Si yo acepto el contrato con Bob, quizás no te vuelva a ver.

-¿Por qué no?

-Porque no creo que te sea conveniente. Mi imagen sobre ti está dañada. Por mucho que intente demostrar que he cambiado, la gente de aquí me conoce como Shell… - El chico hizo una parada y cerró los ojos mordiéndose los labios. – Como Shelley. – Añadió con dolor.  - ______... Para mí nada ha cambiado. Para mí nada ha cambiado entre tú y yo. Y creo que lo mejor será que me vaya lejos y que no nos volvamos a ver, porque verte ha sido un error, pensé que te había olvidado y me equivoqué. No puedo seguir haciendo el papel de ser tu amigo, porque duele más que el no saber dónde estás, ni si estás bien.

¿George me estaba confesando lo que dudaba? ¿George le estaba dando la razón a JJ? ¿George me estaba diciendo y afirmando que aún me quería? ¿George estaba dolido? Sí, eso creía.

-Que te vaya bien, _____. Concretó la no obtener respuesta.

Tiró la colilla al suelo y la pisó con su zapato. Metió las manos en su chaqueta vaquera y comenzó a andar hasta su costoso coche que estaba aparcado enfrente de mi casa.

-Espera, George. – Grité.

El chico se paró en seco en medio de mi jardín.

-George, de verdad, no creo que sea necesario no volver a vernos…

-¿Sientes algo por mí? – Preguntó seca y directamente cuando me situé a enfrente de él.

-george…

-Respóndeme.

-No puedo responderte a esa pregunta.

-Entonces deja que juegue el destino, _______. Si quiere que nos volvamos a encontrar como esta vez, lo hará. Si no, quizás, sea la última vez que nos veamos.

-No, George, no digas eso. 

El chico de nuevo comenzó a andar hacia su coche y entró en él. Yo no estaba dispuesta a que se fuese tan fácilmente, ni a volver a perderle de nuevo.

Comencé casi a correr y, antes de que él arrancase el coche, abrí la puerta del copiloto y tomé asiento.

-¿Qué diablos haces? – Preguntó sorprendido.

-No lo sé, George.

-Sal de aquí.

-No, no me pienso ir. No quiero esa idea que me has sugerido. Ni el destino ni nada, George. ¿No podemos ser amigos y vernos y quedar y…?

-No. – Me interrumpió. – No puedo ser solo tu amigo, ______.

-Dame una razón.

-¿Una sólo? – Rió sarcásticamente. – Te quiero solo para mí.

Fruncí el ceño al escucharle decir eso.

-Y sé que es imposible. Verte con Josh me hace sacar mi instinto rabioso que, como bien sabes, debo de tener controlado. – Añadió.

Cerré mis ojos pasando mis palmas por la cara. Entendía de algún modo el comportamiento y la decisión de George. Pero no podía alejarme de nuevo de él. Era evidente que, si él sentía eso por mí, rechazase todas las opciones de estar conmigo sin ser algo más que su amiga.

-No sé si interpretar esos gestos que estás haciendo como confusión o como pánico producido por mis confesiones.

Solté una carcajada al escuchar lo que acababa de decir George.

-Estoy tan perdida, George…

-Por eso mismo creo que debo de desaparecer. No quiero que te pierdas por mi culpa. Todo en tu vida iba genial hasta que aparecí yo.

¿Cómo se podía estar dando cuenta de todo? Aparentemente fingía estar al margen de todo esto, pero estaba más implicado de lo que yo podía creer.

-Todo en mi vida es genial si estás tú. – Pronuncié.

Oh, oh. Eso debió ser a causa de los nervios. Eso lo quería mantener en secreto, entre mis pensamientos y yo. Pero pareció que la lengua se me adelantó y lo pronunció.

George estaba casi igual de perdido que yo. Su cara mostraba sorpresa y la mía era evidente que también.

-______, no sabes lo que dices… - Murmuró.

Fruncí el ceño y me moví sobre el asiento para llegar a abrazar al chico de manera más cómoda.  Fue lo único que se me ocurrió hacer después de la maldita frase que solo debí pensar.

-Lo dije sin pensar. – Añadí.

-¿Puedo darte un beso? – Preguntó.

-¿Qué?

-Que si puedo besarte, ______. Quizás sea la última vez que te vea y quiero aprovechar.

-George…

El chico no me dio tiempo a negarme. Sus extensas manos estaban sujetando mis mejillas y aproximándome a su rostro. Cerré los ojos para sentir el apasionado, dulce y tranquilo beso de George.

Sus labios carnosos estaban pegados a los míos mientras su lengua se abría paso en mi boca, y jugueteaba con la mía. Era un beso mucho más maduro que los que me solía dar.

Se retiró de mí aún con los ojos cerrados y quizás dudando de si lo que acababa de hacer era lo correcto.

Me pasé mis dedos por los labios mientras miraba fijamente a George, que comenzaba a abrir los ojos.

Pestañeé rápidamente como pude y abrí la puerta del coche.

-_______, no quería…

Abandoné el vehículo cerrando la puerta tras de mí y emprendí camino hacia mi casa. Mis ojos estaban oprimidos. Quizás alguna lágrima amenazaba con salir.

Entré en mi casa y anduve hasta el salón.

Me acerqué hasta donde pude. Una silueta me asustó. Restregué mis puños sobre mis ojos y me aseguré de que lo que estaba viendo era verdad.

Josh estaba sentado en mi sofá, junto a Bob y a mi madre. Mis ojos se agrandaron lo máximo que pudieron. 

¿Qué hacía él ahí? ¿Para eso sería su llamada?

El chico me miró esperanzado. Yo continuaba pegada al suelo y sin poder siquiera moverme. Sólo podían mostrar movimiento las lágrimas que habían aumentado cuando vi que era Josh quien estaba en la puerta de mi casa.

-_______.

-¿Qué haces aquí? – Pregunté aún anonadada.

El chico se puso de pie y se acercó a mí. Di pasos hacia atrás para que no pudiese tener ni el más mínimo roce conmigo bajo la mirada atenta de Bob y mi madre.

-No, Josh. ¿Qué coño haces aquí?

-Supe que estabas aquí al no estar en casa. Y, bueno, no me confundía.

-Estoy aquí. – Dije haciendo un gesto de evidencia.

-Quiero  hablar contigo. Te necesito más que nunca.

El chico tendió su brazo para coger mi mano y yo le rechacé.

-Yo contigo no.

-Por favor, _______. Te necesito.

-Mmm, ¿Por qué no te has quedado en la playa? Quizás encuentres a alguien a quien no tengas que dejar abandonada en una autopista.

-Lo hice sin pensar, ______.

-¡Ni siquiera me pides disculpas! – Le grité.

El chico cerró los ojos ante mi sobrecogedor grito.

-Lo… lo siento. – Dijo.

-Ahora no las quiero. Lo único que quiero que te largues.

-Dame una oportunidad, _______. Dame una oportunidad de explicarte por qué te necesito.

-Vete. – Le exigí.

-Escúchame, _____.

-¡Que te vayas! – Le grité más fuerte aún.

-Josh, creo que _____ quiere que te vayas… - Comentó mi madre.

-Sólo será un segundo, Julie. – Dijo él.

Me miró. Por un momento le miré como pude detrás de esas lágrimas que me impedían ver con claridad. La tranquilidad de sus ojos azules me miraba directamente. Fue justamente cuando Josh aprovechó para darme la noticia.

-Mi madre me ha confesado que soy adoptado. Te necesito más que nunca.

Mi cerebro estaba intentando captar la información que me acababa de lanzar Josh. ¿Adoptado? ¿Cómo que adoptado? Esa palabra se atragantó en mi garganta y quizás fuese la culpable de que no supiese articular ningún tipo de gesto ni palabra para poder responder a la inesperada información que acababa de pronunciar Josh. 

--------------------------------

Último capítulo del día, espero les guste. Gracias por leer, votar y comentar. Un comentario y/o voto no hacen daño a nadie, y ayudan a que suba capítulos más seguidos. 

Continue Reading

You'll Also Like

19.7M 1.3M 122
Trilogía Bestia. {01} Fantasía y Romance. El amor lo ayudará a descubrir quién es en realidad y su pasado hará reales sus peores miedos. ¿Podrá ell...
162K 6.1K 61
Chiara lleva tiempo sin ver a Violeta. Se vuelven a encontrar y todo sigue en el mismo punto que había quedado justo antes de que todo se desvanecier...
Nobilis By YinaM

Science Fiction

349K 32K 68
En un régimen estable, donde la calidad de vida es alta y la guerra es solo un mito de antaño, Aletheia es una adolescente a puertas de un compromiso...
171K 11.1K 193
Recopilación de cosillas originales del AU Chaquetrix de Ben 10, creado por TrixThe Alien. Incluye escenas reimaginadas, one shots, memes, capítulos...