— CAPÍTULO 21: UN PEQUEÑO AVANCE.
Un día después de lo sucedido, Nejire empezó a hablarme diciendo que era tarde, que ya era hora de levantarme. Sin muchos ánimos me senté en la cama con bastante pereza, abriendo los ojos poco a poco. Viendo a Mejores con las manos en la cintura mirándome desde la puerta con desaprobación, ¿acaso el cuerpo de mi mamá la poseyó?
—Pareces un zombi, ¿al menos pudiste dormir algo?— preguntó ella mirándome preocupada.
—Un poco, gracias por quedarte conmigo.
—Sabes que si fuese por mí me quedaría a vivir en tu casa— bromeó ella dando una ligera risita—. Por cierto, hice el desayuno para que te animes, vamos.
Le agradecí levantándome aún con pereza, fui al baño a hacer lo de siempre, me lavé la cara y me vi al espejo. Menudas ojeras... Voy de nuevo a mi habitación para agarrar el celular e ir a la cocina ya por fin a desayunar, aunque mientras iba caminando me di cuenta que tenía dos mensajes de Tamaki.
Cuando estaba por verlos solo por la notificación, sin querer había entrado al chat. Me desesperé un momento hasta ver los mensajes con miedo.
—Tamaki ♡— En línea.
—Buenos días ____, solo quería volver a pedirte disculpas por como me fui ayer, sé que fue muy repentino, pero era importante y tenía que irme rápidamente; de nuevo, lo siento... ✓✓
—Prometo que te compensaré lo de ayer cuando pueda. ✓✓
Cada vez que leía y leía empezaba a sentirme mal por pensar lo peor, quizás si había sido algo demasiado importante, pero... ¿Qué era? ¿Y qué se suponía que le contestaría? Tampoco era como si me haya dicho el porqué de su ida tan repentina. La mejor idea que se me ocurrió en el momento fue ir corriendo hacia Nejire.
—¡Nejire! Necesito tu ayuda. No sé que responderle... ¿Qué le digo?— ella me miró raro hasta que le di mi celular, leyó los mensajes, abrió sus ojos con sorpresa y me miró.
—Ya entiendo, pregúntale el porqué se fue así, dudo mucho que haya sido solo porque sí, ya que si lo viste tan mal ayer, de seguro fue algo muy importante. Aunque yo supongo que fue por...— susurró lo último.
—¿Qué dijiste?— pregunté intentando descifrar que había dicho.
—Nada, ahora ven a desayunar señorita— respondió dándose la vuelta hacia la mesa y dándome mi celular.
Eso no fue de mucha ayuda... Sin saber que hacer, al ver mi pantalla, me había dado cuenta que Nejire había tocado el botón de "llamar" a Tamaki. La miré enojada y ella solo había dicho un "ups" riéndose.
Intenté cortar la llamada rápidamente, pero Tamaki ya había atendido.
—¿Hola?
—¡Hola, Tamaki! Qué... ¿Tal?
—Estoy bien, gracias por preguntar. ¿Y tú? ¿Cómo estás?
—Bien, bien...
Hubo un silencio incómodo durante segundos en el que ninguno de los dos sabía que decir.
—Umh... No-No es por ser curiosa y eso, pero... ¿Puedo preguntar por qué te fuiste tan repentinamente?
—Yo... Realmente no sé...
—¿No sabes qué? Por favor, creo que tengo derecho a saber porqué me dejaste así ayer...
—Fue por mi madre.
—¿Tu madre? ¿Qué pasa con ella?
—La verdad es que mi madre siempre fue muy débil como tal, así que normalmente se la pasa en el hospital. Ayer en la tarde... Los médicos me llamaron, al ser hijo único y sin mis tías en Japón, solo le quedo yo. Al parecer estaba empeorando y no quería tomar sus medicamentos... Así que tuve que ir. Ese es la historia completa, pero sentía que no hacía falta contártelo ya que esto siempre ha sido así desde que te mudas-
—¡¿Y nunca me dijiste esto?! ¡¿Por qué?! Por Dios, ¡me diste el susto de mi vida! No entendía nada...— me calmé tomando aire para continuar—. ¿Al menos... Tu mamá está mejor?
—Sí... Ella está mejor. Y lo siento, no creí que sería algo muy relevante para contar...
—¿Algo muy relevante? ¡Es muy relevante! ¡Claramente me interesas! Es decir, me interesas y me interesa saber de ti... ¡C-Cómo sea! ¿Dónde estás ahora? ¿Estás con tu mamá? Quiero ir a visitarte.
—¿Ah? ¿Visitarme...?
—¡Claro! Quiero ver cómo estás tú y tu mamá, ¡por si no lo recuerdas siempre quise conocer a tu mamá! Aunque nunca estaba en casa por el trabajo...
—Pero no hace falta que vengas, no te preocupes.
—Insisto, por favor...
Después de él pensarlo por unos segundos terminó aceptando ante mi petición, dándome la dirección del hospital y despidiéndose.
Mientras entraba al hospital me puse a pensar que realmente no sabía el nombre de la madre de Tamaki, entonces... ¿Cómo se suponía que pediría a la recepción su habitación si ni siquiera sabía su nombre?
Entré no muy segura, a punto de sacar el celular para llamar a Tamaki, sin embargo él yacía parado a lado de recepción.
Al cruzar miradas inconscientemente sonrió y me acerco hacia él.
—¡Tamaki!
—Hola ____— saludó con la mano
Luego de una charla de unos pocos minutos, Tamaki me llevo hacia la habitación en la que se encontraba su mamá. Llegamos en frente de la puerta y de alguna forma me sentía nerviosa. Solo vería a su madre, la conocería, pero... ¿Y si le caía mal? Cada vez mis nervios aumentaban más y más, miles de pensamientos me atacaban sin piedad.
Pero todo paró cuando sentí un suave tacto en mi cabeza acariciándome el cabello.
—¿Estás bien?— preguntó inseguro ante mi respuesta.
—Ahora estoy bien, gracias— respondí sin más agradeciendo. Su tacto me había dado una pequeña chispa de valentía y calma.
Él abrió la puerta por completo, haciendo ver a una mujer pequeña, con una piel bastante pálida con rasgos finos y un hermoso cabello corto del mismo color que su hijo. Si tenía que admitir algo, la mujer era muy linda y sin duda se parecía mucho a Tamaki.
Empecé a entrar de a poco, y cuando vi la sonrisa de la mujer mirándome y saludándome con la mano, pude notar que era alguien muy amigable. Al ya estar en frente de ella la saludé con una reverencia.
—Un gusto señora, soy Saiko ____.
—¡Un gusto ____! Cómo ya podrás saber, soy la mamá de Tamaki, Amajiki Akira, el gusto es mío.
—Me alegra por fin conocerla Amajiki-san— respondí sentándome en la silla a lado de su camilla—. Le traje estas flores por la visita, espero que sean de su agrado— musité nerviosa poniendo las flores que había comprado de camino en una mesa a lado suyo.
Ella las miró con entusiasmo diciendo que era muy bonitas.
—Muy lindo gesto ____. Tamaki me habló mucho de ti, tú eres la chica con la que él jugaba de pequeño, ¿no?
—Así es, Tamaki y yo solíamos jugar mucho de pequeños.
Con las pocas palabras que intercambiaba con su madre ya podía notar notar que en definitiva, Tamaki y ella en cuanto a personalidad no se parecían en nada. Ella era más extrovertida y energéticas, lo contrario a su hijo, en lo único que se parecían era la apariencia.
Seguí hablando animadamente con su mamá mientras que Tamaki estaba sentado a un lado mío escuchando la conversación. Era un ambiente bastante cómodo y relajante a mi parecer; jamás había conocido a su mamá y en verdad era divertido hablar con ella, pues a veces se les escapaba momentos "vergonzosos" de Tamaki, que más que vergonzosos para mí eran graciosos y tiernos. Tamaki se ponía tenso cada que escuchaba como su mamá contaba feliz y reía, también la regañaba diciendo que no diga esa clase de cosas de él, aunque ella lo ignoraba continuado con lo suyo.
—Por cierto, ya que estamos... Te tengo una pregunta niña. Tú y Tamaki... ¿Son novios?
¿Novios? Ja, ya quisiera yo señora...
Ante tal pregunta me quedé callada sin saber que responder, pues no éramos novios, pero yo sentía que podía haber algo... Pero tampoco iba a responder que sí cuando no era así, sin embargo, Tamaki se me había adelantado a responder.
—Sí.
¿Sí...? ¡¿Sí?! ¡¿En qué momento?! A ver, a ver, ¡¿Qué pasó, cuándo, cómo, dónde?! ¿Acaso escuché mal?
—¡¿En serio?!— preguntó emocionada su madre—. ¿Y cómo fue? ¿Quién se declaró a quién? ¿Desde cuándo? Por Dios Tamaki, por fin tienes novia, me alegro por ti, y me alegro aún más que hayas conseguido una buena chica— su madre giró hacia mí tomándome las manos y mirándome fijamente—. ____, me alegra mucho que tú y mi niño sean novios, pero solo te voy a pedir un favor, cuídalo bien, ¿si? Probablemente él te haya comentado que soy muy débil, y... Realmente no sé cuánto tiempo más esté aquí...
—Mamá...— susurró Tamaki mirándola sin decir nada más.
—Sé que suena muy pesimista esto... Pero en serio, en serio quiero que mi hijo sea feliz. Si no es mucha molestia, espero que lo cuides por mí, ¿si?
Sin saber cómo reaccionar, asentí mirándola mientras derramaba unas cuantas lágrimas.
Sabía que era falso, sabía que probablemente le dijo que sí a su mamá para hacerla feliz, pero no me había comentado nada de esto así que estaba un poco descolocada.
—Yo...— agarré sus manos de la misma forma que hizo conmigo—. Le prometo que haré todo lo posible para que Tamaki sea feliz, cuidaré de él como usted me lo pidió, así que no se preocupe, lo que menos querría hacer es lastimarlo. Él es... Muy especial para mí— susurré pausando mis palabras—. Lo que quiero decir, es gracias por dejarme a su hijo, haré todo lo posible para mantener su felicidad, junto con usted. Así que no diga esas cosas por favor, juntas lo haremos feliz, ¿sí?
Ella en un silencio asintió efusivamente mientras soltaba más y más lágrimas agradeciéndone, me abrazó llorando por mi hombro, sin saber que hacer solo miré a Tamaki que me miraba con una sonrisa avergonzada agradeciéndome con palabras silenciosas.
Pasaron las horas y el tiempo de visita terminaba, sin más después de tanta charla, me despedí de la mujer con un abrazo y una reverencia. Tamaki de igual forma se despidió de su mamá, pues ella insistió que él me acompañase hasta casa.
De camino a casa todo era silencio y yo tampoco tenía mucho que decir... Estaba tan sumida en mis pensamientos que ni siquiera noté cuando a unos pasos delante de mí estaba Tamaki, si no fuese porque escuché mi nombre, no me hubiese dado cuenta.
Levanté la mirada del piso para mirarlo haciendo una reverencia en disculpa.
—¡Lo siento! No quería meterte en esto, pero al ver a mi mamá tan contenta hablando contigo... Y... Y esa pregunta... Lo único que pude contestar era que sí, y sé que no fue lo correcto, que debería haberte preguntado primero, pero no quería...
Antes de que siga lo interrumpí.
—No te preocupes Tamaki— contesté haciendo que alce la cabeza— Tampoco es que me haya molestado... Es decir, no me molesta que lo hagas... Si es por tu mamá está bien, ¿no?— cuestioné avergonzada, podría haberlo malinterpretado.
—¡A-Ah! Claro...— respondió mirándome sonrojado—. De igual forma lo siento de nuevo, ella siempre me hablaba sobre conseguir una novia rápido, y cuando lo hiciera... Ella quería verla para saber si era "la indicada", si supieses lo mucho que me molestó con eso...— murmuró soltando una pequeña risa amarga.
—Repito, no me molesta, no hace falta que te disculpes tanto. Aparte... Ahora sé que soy "la indicada", ¿verdad?— pregunté en un tono de broma.
Él me miró sorpresivo para luego reír levemente contestando:
—Supongo que así es.
Oh por Dios, oh por Dios. ¿Acaba de decir que sí lo soy? De repente sentí mis mejillas calentarse, la sangre subía mientras yo reía nerviosa. Giré mi cabeza de un lado a otro intentando ignorar ese comentario que me había hecho vueltas las mariposas.
Un impulso provocó tomar la muñeca de Tamaki y empezar a correr con él hasta mi casa.
—¡¿Qu-Qué haces?!— preguntó mirándome confundido. Podía notar sus mejillas sonrojadas también, que tierno.
Le contesté con una sonrisa mientras seguía corriendo.
Hubo un momento en el que casi me tropecé, aunque pude estabilizarme antes de caer.
Él respirando pesadamente al igual que yo, me miró con una sonrisa retadora.
—¿Quieres correr? Bien, corramos— dijo para posteriormente tomarme de la mano y empezar a correr mientras reía.
Estaba completamente sonrojada, me tomaba fuertemente de la mano mientras corría. Yo reía junto a él por lo absurdo que era el momento.
Las calles vacías y el atardecer haciéndose presente, la plaza totalmente desolada, haciendo ver solo los árboles y el lindo sol ocultándose.
Rápidamente llegamos a mi casa, al estar en frente me soltó de la mano, dándose la vuelta para mirarme.
—Gracias ____— dijo repentinamente Tamaki mientras respiraba detenidamente para calmarse.
—¿Q-Qué? ¿Por qué...?— pregunté un poco más calmada.
—Gracias por hoy y por la cita de ayer, que aunque fue un desastre porque me fui sin darte explicación, espero que se repita para poder recrearla mejor, sin nada que nos interponga... Si me dejas, espero que salgamos un día de estos.
Mirándolo impresionada asentí con una sonrisa de boba enamorada. Ay por favor creo que estaba siendo muy obvia...
—Gracias a ti por todo, y espero con ansias volver a tener una cita contigo— respondí acercándome hacía él, dejando todos mis miedos atrás, lo besé en la mejilla.
Apenada me separé un poco de él sonriéndole, fui corriendo a la entrada de mi casa mientras lo veía ahí parado como una estatua. Soltando una pequeña risita me despedí de él.
—¡Nos vemos luego!— grité mientras movía la mano de un lado a otro rápidamente, cerrando la puerta cuando él también se despedía con la mano, aún como una estatua, o casi.
Después de eso fui corriendo a mi habitación emocionada. Sin duda este día compensó aquella cita, y considero haber avanzado bastante. Si es posible... Me encantaría declararme pronto.
N/A: ¡Hola! Ha pasado mucho, eh... 4 meses de nada, pido disculpas. No tengo mucho que decir la verdad, aparte que estos días espero volver a actualizar, me encantaría terminar esta historia lo antes posible, así que quizás vuelvan a tener capítulos como antes, ya no tendrán que esperar meses nsp.
En fin, cualquier cosa de pq no actualizo y si les da curiosidad, les dejo mis redes sociales, aprovecho jiji (no suelo subir muchas cosas, pero si no actualizo quizás ven una historia o algo así y se sacan la idea del porqué).
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• Twitter: @/abdesi13
ORIGINAL: 24/11/2020
RE-PUBLICADO: 23/07/2022