Connor.
— ¿Está bien?, Su pulso se encuentra acelerado — Consulto, Lily también tiene la cara un poco ruborizada y su calor corporal ha aumentado.
Ella sonríe y aprieta su agarre en mi brazo. Estamos caminando por un parque, debido al clima, no hay muchas personas por aquí.
— Es una reacción normal — Responde.
¿Normal, dice?
— A los humanos el corazón se les acelera cuando están tan cerca de la persona que les gusta — Me explica al verme confundido.
— Qué peligroso — Comento y ella ríe — Usted también me gusta, si fuera humano, de seguro mi corazón también estaría acelerado.
Ella me mira sorprendida y su rostro se torna más rojo de lo que estaba, desvía su mirada claramente avergonzada.
— ¿Y aún así dices que no eres divergente? — Ella suspira — ¿Sigues pensando que es lo correcto perseguir a esos androides?
— No es mi decisión, Lily, sólo sigo órdenes, como la máquina que soy — Respondo pero noto que la hice molestar.
Lily se aparta de mi y con su ceño fruncido comienza a caminar delante con prisa dejándome atrás.
No entiendo.
— ¿Lily? — Acelero mi paso para estar a su lado otra vez.
— ¿No deberías comportarte como una máquina y dejar de cruzar la línea conmigo? — Dice furiosa.
— ¿Cruzar la línea?
— Que actues como si yo te gustara!
Me quedo quieto al no saber que responder ante eso y ella sigue caminando. En segundos vuelvo a acercarme a ella y le sostengo del brazo.
— No puedo evitarlo, Lily — Su rostro se ve más calmado ahora — Eres como un imán para mi, me atraes demasiado, no puedo no cruzar la línea.
Ella se suelta de mi agarre sin decir nada y se marcha, decido no volver a interrumpir su espacio personal y camino a paso lento detrás de ella.
Puedo escuchar como suspira un par de veces, pero no detiene su paso y tampoco se gira a verme.
Finalmente llegamos a una parada de taxis donde me posiciono junto a ella pero con una distancia considerable.
— No estoy molesta — Me afirma con voz serena asique le creo — Pero es mejor que dejemos de cruzar la línea.
______
Lil.
Apenas abro la puerta de casa me encuentro con una escena muy comprometedora, mi padre y Lisa están en el suelo, ella sobre él y ambos están mirándome.
— No es lo que crees! — Se apresura a decir mi padre.
Contengo una risa al ver como se levantan de manera torpe y apresurados, separándose de inmediato.
— Es que ella... bueno quería irse y la estaba deteniendo y Sumo pensó que era hora de jugar y...
— Papá — Le detengo haciendo una seña con mi mano — Sólo hagamos como que no vi nada, ¿De acuerdo?
Ambos asienten.
— Ahora, tienen mucho que explicar... — Me cruzo de brazos.
De alguna manera, terminamos los tres sentados en la mesa de la cocina, mi padre nos sirvió café a ambos y Lisa mantiene la mirada en sus propias manos, con miedo.
— No voy a entregarte ni nada — Le hago saber para calmarla — Ya lo hubiera hecho el día de hoy.
Ella asiente y veo que su cuerpo se relaja, no había notado lo tensa que estaba.
— ¿Ves? — Le dice papá con una sonrisa que ella corresponde sonriendo también — No es necesario que te vayas.
Alucino.
— ¿Debería empezar a decirle mamá a Lisa? — Pregunto volviendo a hacer incómodo el ambiente para ambos.
Dejan de mirarse avergonzados, papá casi bota su café.
¿De que demonios me perdí?
— No es...
— Ajá — Interrumpo a papá — Puedo sentir la tensión sexual entre ustedes, ¿Saben?
— Cre-creo que sacaré a Sumo afuera — Lisa se levanta apresurada y huye literalmente.
Mi padre se levanta por una botella de licor y le agrega un chorro a su café.
— ¿Quieres hablar al respecto? — Consulto quitandole la botella para echarle también a mi café.
— No hay nada de que hablar, estás sacando conclusiones equivocadas — Dice tomando un buen sorbo de su taza.
— Ajá — Suspiro — De todas maneras, no soy quien para juzgarte si es que te gusta Lisa.
— ¿Pasó algo con Connor? — Pregunta.
— Le dije que no quería que siguiera cruzando la línea conmigo — Cuento y el asiente prestándome atención — No quiero estar con él si sigue pensando que es una máquina.
— Comprendo — Dice tomándose el mentón pensativo — ¿Entonces deberíamos obligarlo a ser divergente?
— No — Le miro mal — Quiero que decida eso por si solo, quiero que quiera ser libre y que crea que lo que siente por mi no es solo una falla.
— Uff... buena suerte en eso, el chico se ve que es lento.
— ¿Que crees que pasará con los divergentes? — Cambio de tema — ¿Crees que sea correcto perseguirlos?
— No, pero eso es algo que está totalmente fuera de nuestras manos, lo único que podemos hacer es proteger a Lisa.
Asiento de acuerdo con él. Termino mi café y salgo para ver a Lisa, ha comenzado a oscurecer.
Ella se encuentra jugando con Sumo lanzándole una pelota, me posiciono a su lado en silencio pero no se sorprende al verme.
— Debe haber sido difícil ver lo que pasó hoy — Comienzo a hablar — Lo lamento.
— No es tu culpa — Dice.
— ¿Hace cuanto... ?
— Años — Responde — Viví oculta y protegiendo mis memorias para no perder quien soy.
Nos quedamos en silencio. Vemos como Sumo se tira al suelo cansado de jugar.
— ¿Crees que la rebelión de los divergentes funcione? — Me pregunta.
— No lo se — Suspiro — Pero mi padre y yo te protegeremos, no tendrás que volver al hospital en el que trabajabas.
— No quiero causar problemas, Hank y tú han sido muy amables...
— No es problema — Sonrio — Asique no intentes rechazar nuestra ayuda.
Ella asiente.
— Por cierto, mi padre y tú...
— Oh! No es lo que piensas... — Niega avergonzada.
— Pero... ¿Te gusta? — No responde, en cambio desvía la mirada.
Tomaré eso como un si. Meto mis manos en mis bolsillos.
— No es mi asunto pero... ni creas que voy a decirte mamá — Bromeo haciendo que se averguence.
De tal palo tal astilla quien lo diría. Mi padre y Lisa. Maldito Cyberlife y sus máquinas demasiado humanas y seductoras.
Llamó a Sumo con un silbido y entramos a la casa, Lisa me hace prometer antes de entrar que no diga nada a mi padre y acepto entre risas.
A todas las personas que comentan las historia, son un amor ♡♡♡ sus comentarios me hacen el día, muchas gracias.