THE GUARDIAN 3 || Steve Harri...

By Daphywritesff

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Stephanie Henderson creía que luego de los Demo-dogos nada peor podía presentarse en Hawkins, pero, hombre, e... More

Prólogo
¿Me copias, Suzie?
Ratas de centro comercial
El caso de la guardavidas perdida
La prueba del sauna
Los desollados
E pluribus unum
Batalla de Starcourt
Batalla de Starcourt
Prólogo

La picadura

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By Daphywritesff


                   Dustin condujo lo más rápido que pudo a través de las instalaciones en un montacargas, donde él y Erica habían empujado a los adolescentes en la parte trasera.

-Cielos, ve más despacio.- Se quejó Steve cuando él y Stephanie chocaron contra una de las paredes.

-Sí, ¿Qué es esto? ¿El Indy 500?- Preguntó Robin.

-Es Indy 300.-

-¡No, tonto, es 500!-

-¡Es 300!-

-¡Chicos!- Los interrumpió Stephanie.- Digamos un millón.- Los tres se carcajearon y Erica rodó los ojos.

-¿Qué les sucede?-

-No lo sé.-

-¡Dustin, cuidado!-

-Mierda.- Gracias a su distracción, Dustin estrelló el montacargas contra varios contenedores apilados, lo que causó que los tres adolescentes intoxicados estrellaran sus cabezas contra las paredes, quejándose de dolor.

-¿Están bien ahí atrás?- Preguntó Dustin, pero ellos le respondieron con quejidos. -Están bien.- Él y Erica bajaron primero para regresar hacia la parte trasera y guiar a los adolescentes hacia el elevador por el que entraron la primera vez. - Tenemos que irnos, ahora.-

-¡Vamos! ¡Salgan!-

      Steve fue el primero en salir, tropezando con el aire, mientras que Robin y Stephanie lograban mantener su equilibrio.

-¡Estamos yendo!- Gritó Steve, sosteniéndose con un agarre en la chaqueta de su novia.

-Aquí vamos.- Murmuró Dustin, colocando la tarjeta en el elevador, que, exitosamente, se abrió.

-Esto apesta.- Protestó Steve al entrar.

     Él y Robin festejaron felices cuando a la chica se le ocurrió que Steve podría subirse a un carrito mientras el elevador subía.

-¡Oye! ¡Parece que estás surfeando!- Le gritó Robin.

-¡Surfeando! ¡Sí!- Stephanie se carcajeó antes de girarse hacia su hermano.

-¿Dónde aprendiste a conducir así?-

-Tú... me estás enseñando, ¿Recuerdas?-

-Oh, sí.- Le dijo riendo.

-¿Están borrachos?- Cuestionó Erica.

-¿Por qué estarían borrachos?-

-¡Nací para esto! Ey, bebé, ¡Inténtalo!- Steve intentó saltar del carrito, pero falló con sus cálculos y cayó de cara al suelo. Y, en lugar de ayudarlo, Stephanie y Robin se rieron de su accidente.

-¡Revolcón!- Exclamó su compañera de trabajo.

      Dustin, siendo el único que parecía estar realmente preocupado por ellos - no solo por su hermana -, se acercó a él, colocando una mano sobre su frente para chequear su temperatura.

-Tienes fiebre.-

-Tú tienes fiebre.- Le dijo Robin mientras se sentaba en el suelo, mirando a Dustin con los ojos abiertos como platos. Stephanie se rió por lo bajo antes de ubicarse a su lado y recostar su cabeza sobre el hombro de la otra chica.

-Ouch.- Se quejó Steve cuando Dustin levantó su párpado para observar sus pupilas.

-Sus pupilas están súper dilatas.- Le dijo a Erica.

     Robin y Stephanie se miraron con los ojos completamente abiertos para verlas también, lo cual las hizo reír a carcajadas una vez más.

-Quizás los drogaron.-

-Boop.- Steve tocó la punta de la nariz de Dustin cuando él golpeó su mejilla para atraer su atención-

-¿Steve, te drogaron?-

-¿Cuántas veces debo decirlo, papá? No me drogo, solo es marijuana.-

-No es gracioso, ¿Okay? Necesitamos saber qué les han hecho. ¿Van a morir?-

-Boop.-

-Todos nos moriremos, mi extraño amiguito. Es solo cuestión de cómo... y cuándo.- Le dijo Robin con suspenso.

-Y si muero hoy, no puedes tener mi habitación.- Señaló Stephanie, causando que su hermano pusiera los ojos en blanco.-Si lo haces, mi fantasma te perseguirá.-

-Nos deben estar buscando ahí arriba, necesito saber dónde dejaste tu auto.- Le dijo a Steve.

-Uh, ¿Podemos pasar por el patio de comidas?- Preguntó Steve, ignorando al rizado completamente.

-Mataría por una salchicha en un palo.- Coincidió Robin.

-Ooooh, ¡Y palomitas! Las amo.-

-Muy bien, sí. Sí, pueden comer todo lo que quieran, pero solo si me dices dónde dejaste tu auto.-

-Uh oh.-

-¿"Uh oh"?-

-El auto está fuera de juego.-

-¿Qué?-

-Se llevaron las llaves.- Steve le enseñó sus bolsillos vacíos.- Los rusos se llevaron las llaves. Hace como mil años... Es una pena, ¿No?-

-¿Steph?-

    Su hermana revisó los bolsillos de su chaqueta dando golpecitos, pero los halló vacíos.

-Se llevaron mis chicles.- Protestó y los menores se miraron entre sí, irritados.

**

-Oh, Dios. Sabe muy bien...- Robin abrió su boca en cuanto regresaron al exterior.- Steve, Steph, ¿Pueden saborear el aire?- Ellos la imitaron, comenzando a reír.

-¡Lo siento!-

      Dustin y Erica comenzaron a caminar hacia la salida del centro comercial, pero se detuvieron en seco al ver a dos rusos, hablando en su lengua mientras corrían hacia ellos.

-¡Alto!-

-¡Mierda! ¡Vámonos! ¡Vámonos!- Dustin empujó a los adolescentes hacia el interior de Starcourt.

-¿Por qué corremos?- Les preguntó Steve sobre los gritos de Robin, que elevó los brazos en el aire como si estuviera en una montaña rusa. Dustin empujó más insistente a su hermana ya que se había distraído con las paredes, y cerró las puertas detrás suyo.

**

-¿Dónde vamos?- Volvió a preguntar Steve mientras los niños los guiaban a través de los pasillos de Starcourt por donde solo podían pasar los empleados.

-Confía en mí.-

     Entonces terminaron dentro de una sala de cine, donde "Volver al futuro" se reproducía en la pantalla. De camino, Steve había sacado una bolsa llena de palomitas del cesto de basura y las iba comiendo.

-¡Doc!-

-¿Qué te dije? ¡Ochenta y ocho millas por hora!-

-Vamos.- Susurró Dustin, guiándolos hacia tres asientos vacíos al principio de la sala.

-Siéntense aquí.- Ordenó.

-¡No, no, no! Estos lugares están muy cerca.- Protestó Robin.

-Amigo, estos lugares son horribles.- Añadió Steve.

-Sí, después me dolerá el cuello.- Le dijo Stephanie, robando un puñado de palomitas de la bolsa en manos de Steve, que no paraba de comer.

-Entonces no vean la película.-

-Pero queremos verla.- Discutió Robin, como una niña pequeña.

-¡Entonces mírenla!- Exclamó Dustin, para ser callado por el hombre sentado detrás de los adolescentes, por lo que ellos lo callaron de regreso.- Lo siento. Como sea, solo quédense aquí, no vayan a ninguna parte.-

-Okay, papá.- Las chicas rieron ante el comentario de Steve mientras el menor lo fulminaba con la mirada.

      Él y Erica se ubicaron en la primera fila de asientos, donde debían girar ligeramente la cabeza para vigilar a los mayores.

-Es oficial. Nunca tendré hijos. Y Steph se merece una medalla por aguantarnos a mí y a los chicos.-

-¿Qué estamos haciendo aquí?- Cuestionó la niña.

-Ocultarnos, hasta que pase todo. Como Oswald.-

-A Oswald lo hallaron en un teatro y le dispararon.- Le recordó Erica.

-Una semana más tarde.-

-El punto es que su plan no funcionó.-

-Solo porque era una trampa.-

-¿Qué?-

-Era solo un tonto.-

-Dime que estás bromeando.-

-Shhh.- Silenció la mujer detrás suyo, por lo que ellos imitaron a los adolescentes y le devolvieron el gesto.

-Tenemos que salir de aquí.- Insistió Erica.

-Muy bien, tú vigila a Larry, Curly y Moe. Asegúrate que no se vayan.- Dustin señaló al trío mientras ellos estallaron en risas por la película, incluso si las escenas no lo fueran.

-¿A dónde vas?-

-A conseguir un auto.- Respondió él, sacando su radio de la mochila.

-¡Repito... Es un código rojo!- Gritó Dustin en el walkie-talkie, intentando contactarse con alguno de sus amigos.


-¿Dustin?- El rizado se emocionó al oír la voz de Mike del otro lado de la señal. 

-¿Mike?-

-¡Dustin!-

-¡Mike! Por Dios, tienes que oírme. Sé que estuve alejado, y lo siento, no es porque esté enojado. Quiero decir, lo estaba. Pero también nos atraparon en una base rusa subterránea.-

-Dustin, vas demasiado rápido. No te entiendo.-

-Sé que suena loco, ¡Pero hay rusos infiltrados en Hawkins! ¡Malditos rusos!-

-Dustin, te estoy perdiendo.-

-Y ahora están detrás de nosotros y no tenemos una forma de salir, necesito que vengan a buscarnos. ¿Nancy sabe conducir?

-Dustin, no te oigo.-

-¿Mike?-

-¿Dustin, estás ahí?-

-¿Mike? ¿Mike, me copias?-

-¿Dustin...- El rizado revisó la batería de la radio, solo para hallarla casi inexistente.

-Mierda, ahora no. Por favor, ahora no. ¡Mike!-

-¡Dustin!-

-¡Mike!-

-¡Stephanie!- Dustin saltó por el susto que se llevó ante el grito de su hermana, que se carcajeó de su reacción.- ¡Tu cara!-

-¿Qué demonios haces aquí?-

-La boca, Dusty.- Se rió ella, levantando la radio que él había soltado por la sorpresa.-Está muerta.-

-¡Lo sé! Mierda...-

      Entonces ambos regresaron donde Erica los esperaba.

-¿Tienes baterías? ¿Doble A?-

-¿Por qué tendría baterías?- Preguntó ella.

-Siempre traigo baterías.-

-Ahora no.- Susurró su hermana, ganando una mirada fulminante por el menor por lo que parecía ser la milésima vez en la noche.

-¿Entonces cuál es el problema y qué hace ella aquí?-

-Necesito ocho y me siguió afuera.-

-¿Ocho?-

-Mierda, creo que tendremos que pasar al plan B.-

-¿Plan B? ¿Cuál es el plan B?-

Dustin iba a responder, pero entonces divisó los asientos vacíos donde deberían estar Robin y Steve.

-¿Dónde fueron?- Él se giró a su hermana, pero la encontró sin color en el rostro y con la mirada pegada al suelo.

-Dust... Quiero vomitar.


                 Steve tomaba el agua del bebedero fuera de la sala de cine, mientras Robin esperaba su turno detrás suyo.

-No estaba muy concentrada en la película, pero... Estoy segura que la mamá intentó acostarse con su hijo.

-Espera, espera, ¿La mujer sexy era la madre de Alex P. Keaton?-

-Sí, estoy bastante segura.-

-Pero tienen la misma edad.-

-No, pero él viajó al pasado.-

-¿Entonces por qué se llama "Volver al futuro"?

-Tiene que volver al futuro porque él está en el pasado. Entonces, el futuro es en realidad el presente, osea su tiempo.- Explicó Robin, moviendo las manos a medida que hablaban, pero solo dejó más confundido a Steve.

-¿Q... Qué?-

-No, no, no. Es mi turno.- Protestó ella, empujándolo hacia un costado para beber el agua.

Mientras tanto, Steve se distrajo con las luces del techo, que había comenzado a girar sobre él.

-Wow, oye, Robin. Tienes que ver esto.- Ella se acercó hacia donde estaba él, mirando hacia arriba.- Tienes que... Esto... El techo es hermoso.-

-Oh, wow.- La chica rió por lo bajo, comenzando a girar sobre su eje para imitar la ilusión que creaban las drogas en su sistema. Pero, de repente, comenzó a marearse, y juntos corrieron hacia el baño más cercano.


                    Robin se recostó sobre su espalda, con las piernas contra un costado del cubículo de baño, mientras que Steve estaba sentado en el contiguo.

-El techo dejó de girar para mí.- Comenzó ella, con los ojos pegadas a las luces sobre ellos.- ¿Sigue girando para tí?-

-No... ¿Ya habremos vomitado todo?-

-Quizás. Pregúntame algo.- Entonces añadió con un acento ruso:- Interrógame-

-Okay, te interrogo. Claro. Uh, ¿Cuándo fue la última vez que te has hecho encima?-

-Hoy.-

-¿Qué?-

-Cuando el doctor ruso sacó la sierra.- Confesó ella, haciéndolo reír.

-Oh, por Dios.-

-Pero fue solo un chorrito.-

-Definitivamente aún nos afecta.- Volvieron a reír.

-Muy bien, mi turno.-

-¿Alguna vez... estuviste enamorado? Quiero decir, aparte de Stephanie.-

-Eso creo... Nancy Wheeler. En el primer semestre. Ignoré lo que sentía por Steph y salí con ella en su lugar.- Steve imitó el sonido de un disparo. Sin embargo, se sentía mal; Robin se había confesado en la sala de interrogaciones y él le hablaba de su, supuesto, amor hacia Nancy.

-Oh, por favor. Es una remilgada.-

-Hmm, resultó que no... Pero definitivamente no sentía lo mismo que con Steph. - Admitió Steve, incluso sabiendo que amaba a otra persona.

-¿Y le has dicho? Que la amas... Nunca los oí decirlo, lo siento.-

-No... Supongo que todavía me da miedo que me rechace, ¿Sabes? Siempre fue mi mejor amiga y ahora... no lo sé. Siempre supe que era mi Suzie, pero ella lo supo el año pasado...

-Espera, ¿Quién es Suzie?-

-Ah, es una chica que fue al campamento con Dustin. Creo que es su novia. Para serte honesto, no estoy cien porciento seguro que sea real. Pero, oye, lo que dijiste en la sala... Me hubiese gustado hablar contigo en la secundaria, no haberlo hecho fue... una porquería. Eres divertida y mucho más inteligente que yo, quiero decir, ¿Quién descifra códigos rusos solo escuchando una grabación?- Steve se rió, sintiéndose más culpable.-No sabía eso... ¿Robin?- Steve golpeó la pared del cubículo cuando ella no lo interrumpió.- ¿Robin, tuviste una sobredosis?-

-No.- Suspiró ella, con la cabeza oculta en sus rodillas.- Sigo viva.- Steve decidió deslizarse por debajo de las paredes que separan los cubículos para pasarse hacia donde ella estaba.-El piso es un asco.-

-Ya tengo sangre y vómito en la camisa, así que... -

      El silencio que surgió entre ellos cuando Steve dejó la frase inconclusa fue interrumpido por la puerta al abrirse. Ambos entraron en pánico, creyendo que se trataba de alguno de los rusos que probablemente seguían buscándolos; pero suspiraron aliviados al ver que solo era Stephanie.

-Ahí están. Dustin va a volverse loco.- Suspiró ella, acercándose.-¿Cómo están?-

-Lo vomitamos.- Le respondió Steve, levantando la vista para verla y Robin notó con claridad el brillo en ambos pares de ojos.- ¿Y tú?-

-También... Oigan, tenemos que irnos antes de que mi hermano entre en pánico...-

-Espera... Quiero...Quiero decirles algo.- La interrumpió Robin, por lo que la otra chica tomó asiento a su lado, quedando en frente de Steve, que colocó sus pies contra los suyos.-Me agradan, de verdad. Pero no puedo dejar de pensar en...-

-Robin, lo siento, pero yo...- Comenzó él, que no quería arruinar su amistad por lo que ella le había confesado en las instalaciones rusas.

-No, sé lo que estás pensando, pero no es así. No me gustas en ese sentido. Son buenos amigos, y creo que no querrán serlo cuando... lo sepan.-

-No, no es verdad.- La volvió a interrumpir Steve.

-Sí, no puedes decirnos nada para deshacerte de nosotros.- Agregó Stephanie.

-Escuchen, Steph, me agradas, pero ni yo puedo creer que tú me caes bien, Steve. Muy bien. Pero no soy como sus otras amigas.-

-Sí, eres mucho más asombrosa.- Dijo Henderson, dándole un ligero empujón para animarla.

-Steph... En la guarida rusa le dije a Steve que, en secundaria, estaba celosa de él y obsesionada,- Entonces, se dirigió a Steve.-¿Recuerdas?-

-Sí.-

-Tú y todas las chicas en la escuela, Robs.- Señaló la de cabello más largo, habiendo llegado a la misma conclusión que su novio.

-Pero no porque me gustara. Sino porque... ella no dejaba de verlo.- En ese momento Stephanie supo a qué se refería, por lo que le dedicó una pequeña sonrisa tranquilizadora.

-¿La señora Click?- Preguntó el chico.

-Oh, Dios.- Murmuró Stephanie y Robin rió por lo bajo.

-Tammy Thompson. Quería que me mirara a mí. Pero... no apartaba los ojos de tí y tu estúpido cabello. Y no lo entendía, porque se te caían migas de bagel por todo el suelo, hacías preguntas tontas y eras un desgraciado. Ni siquiera te fijabas en ella y... Yo me iba a mi casa y gritaba en la almohada.-

-Pero Tammy Thompson es una chica.- Señaló él y Stephanie tuvo que contenerse de golpear su propia cabeza contra la pared del cubículo.

-Steve.- Dijo Robin con suavidad, solo mirándolo a él ya que no se atrevía a girarse hacia la otra chica. 

-¿Si?- Su compañera de trabajo enarcó las cejas y él finalmente entendió.- Oh.-

-Oh.-

-Mierda.-

-Sí...Mierda-

      Hubo unos segundos en donde Steve se reclinó contra la pared, procesando la información, mientras que Stephanie lo dejaba pensar.

-¿Tuvieron una sobredosis?-

-No... Solo estoy pensando.- Respondió Steve.

-Okay...-

-¿Tammy Thompson? ¿De verdad? Quiero decir, es linda, pero es algo insoportable.- Comenzó Stephanie con una sonrisa burlona.

-Sí, es una inútil.- Coincidió Steve.

-No lo es.- La defendió Robin, sintiendo como perdía un peso en sus hombros.

-Sí, lo es.- Discutieron ellos al unísono.

-Quiere ser cantante.- Siguió Steve.

-Sí, e ir a Nashville.-

-Tiene sueños.- Insistió Robin.

-Robs, por favor, estuviste en la banda con ella.- Le dijo Stephanie y Steve la señaló para enfatizar su punto.

-Es un cero para la música. No tiene oído musical. ¿La oíste?- Robin puso los ojos en blanco, pero había comenzado a reírse.- ¡Todo el tiempo! You see me now tonight.- Steve comenzó a cantar con una voz aguda y forzada.

-Cállate.-

-You see me...-

-No suena así.-

-Es exactamente como suena.- Bromeó Stephanie.

-Sí, es una buena imitación de ella.-

-No es así. Suenas como un Muppet-

-¡Ella suena como Muppet!- Dijo Stephanie, sin poder contener la risa.

-¡Suena como Muppet dando a luz!- Agregó Steve, causando más risas.- And if you could hold me tight...- Entonces, ellas decidieron unirse con el mismo tono de voz.

-We'll be holding on forever!-

-¡Exacto!- Los tres continuaron riendo, olvidando por un segundo la situación en la que estaban.

Eso es, hasta que Dustin y Erica irrumpieron en el baño, el primero mirándolos decepcionado.

-Bien, ¿Qué demonios?-

      Los adolescentes se miraron entre sí para estallar en más risas, inclinándose uno en el otro para sostenerse.

                  Cuando una gran cantidad de gente salió de la sala de cines, Dustin abrió la puerta, con los demás asomándose detrás.

-Y... a mezclarse.- Los cinco caminaron entre la multitud. Steve pasó un brazo sobre los hombros de Stephanie para fingir que hablaban de cerca, ocultando así sus caras llenas de moretones.

-Wow, eso funcionó.- Señaló Erica.

-Claro que funcionó.- Los niños se miraron con complicidad.- Ahora subimos al autobús con estos mortales. Hogar dulce hogar, ahí vamos.-

-Uh, ¿Dustin?- Lo llamó Steve, recordando cierta información que dió a los rusos.

-¿Qué?-

-Quizás no quieran volver a su casa.-

-¿Por qué?-

-Bueno, quizás les dije tu nombre completo.-

-¿Cómo pudiste?-

-Viejo, me drogaron.-

-¿Y?-

-¿"Y"?-

-Y... te resistes. Lo soportas. Lo soportas como hombre. Steph, ¿Por qué sigues con él?-

-Oh, sí, es fácil para tí decirlo.- Se quejó Steve.

-Chicos...- Llamó Robin, pero la única que la oyó fue Stephanie, por lo que detuvo a los niños con una mano en sus hombros y, al detenerse ella, también lo hizo Steve.

     Dos hombres vestidos de negro paraban a las personas en la salida del centro comercial para inspeccionar sus pertenencias, claramente buscando al grupo.

-Disculpe la molestia. Buenas noches...- Dijo uno a la joven a quien había distraído.

-Aborten.- Dijo Dustin. Sin embargo, no fueron lo suficientemente rápidos y los rusos los vieron.- Aborten. Aborten.- Los cinco salieron disparados hacia las escaleras mecánicas, pero éstas ya habían dejado de funcionar y tenían un listón que impedía el paso.

-Mierda.-

       Robin se deslizó en medio de las escaleras y los demás la imitaron, siendo Steve el último en bajar luego de Erica y los Henderson.

[...]

-Sellen las entradas cerradas. Repito. Sellen las entradas cerradas.- Dijo un agente ruso por su radio mientras él y sus compañeros rondaban por el patio de comidas en busca del grupo que había huído.

    Entonces, oyó algo detrás del mostrador de "Great cookie" y acercó el walkie a su boca con una sonrisa victoriosa.

-Vengan aquí. Los encontré.-

-Mierda- Articuló Stephanie cuando Dustin se aferró a su mano. Ella apretó el agarre para tranquilizarlo. No iba a dejar que le pase nada.

      Pero entonces, la alarma del auto de muestra que se encontraba en el centro del piso resonó en el mismo, asustándolos. Los agentes se giraron al vehículo que ahora se movía por sí solo, por lo que apuntaron las armas al lugar.

-¿Qué demonios?- El equipo de rusos dirigió su vista hacia el piso superior, donde halló al resto del grupo de niños, acompañados por Nancy y Jonathan. Once tenía una mano extendida hacia el auto rojo, con sangre cayendo de su nariz y soltando un grito lo hizo volar hacia los rusos, derribándolos.

    La tropa Scoops surgió lentamente desde el mostrador que los ocultaba. Cuando Dustin vió a sus amigos le sonrió emocionado.

-¡Lo lanzaste como un Hot Wheel!- Exclamó, corriendo para abrazar a Once, quien era sujetada por Mike.

-¿Lucas?- Lo llamó Erica, confundida.

-¿Qué estás haciendo aquí?-

-Es un poco nuestra culpa.- Explicó Stephanie, rompiendo el abrazo con Jonathan y Nancy.

-¿Un poco?- Cuestionó Erica, incrédula.

-Es cierto, sí. Totalmente nuestra culpa.- Admitió a Steve, pero Lucas los observó confundido.

-No entiendo qué pasó con el auto.- Dijo Robin y Stephanie reparó en que tanto ella como Erica no tenían idea de lo que realmente ocurría en Hawkins.

-Ce tiene superpoderes.- Explicó Dustin como si se tratara de algo normal.

-¿Perdona?-

-Superpoderes. Lo arrojó con su mente.- Siguió Steve.

-¿Quién es Ce?-

-Perdona, ¿Quién eres?- Le preguntó Nancy.

-Soy Robin. Trabajo con Steve.-

-Ella descifró el código.- Explicó Dustin, manteniendo la misma emoción de siempre.

-Sí, así nos enteramos de los rusos.- Añadió Steve, pero estaba claro que nadie sabía de qué hablaban.

-¿Rusos? ¿Qué rusos?-

-¡Los rusos!- Steve señaló a los hombres inconscientes en el suelo.

-¡¿Esos eran rusos?!- Preguntó Max,

-Algunos de ellos.- Respondió Erica.

-¿De qué estás hablando?-

-¿No escucharon nuestro código rojo?- Insistió Dustin.

-Sí, me perdí la mitad.- Le dijo Mike.

-Maldita batería baja.-

-¿Cuántas veces te advertí sobre eso?- Reprochó Steve, cambiando a su modo madre, como solía llamarlo Lucas.

-Todo salió bien, ¿No?-

-¿Salir bien? Casi morimos.- Discutió Erica, comenzando una nueva discusión con Dustin.

-Sí, pero no fue así.-

-Por poco.- Señaló Steve.

-Bueno, ¿Rusos?- Repitió Lucas.- ¿Están trabajando para el gobierno ruso?-

-¿Qué parte no entienden? ¿No estoy hablando español? ¡Es una situación igual a la de "Amanecer rojo"!-

-¿No tiene nada que ver con el portal?- Preguntó Mike.

-¿Ce?-

      Stephanie se giró justo a tiempo para ver a la susodicha cubriendo sus oídos con una mueca en el rostro. Pero antes de poder acercarse a ella, Once cayó al suelo sin poder soportar el dolor en su pierna.

-¡Chicos!-

     Mike fue el primero en correr hacia su novia, seguido por el resto del grupo.

-¿Qué le sucede?- Preguntó Erica.

-¿Qué pasó, Mike?- Insistió Stephanie, colocando una mano sobre la frente hirviendo de Once.

-Mi pierna, mi pierna.- Se quejó ella.

-Su pierna, okay, okay.- Jonathan levantó la pierna de su pantalón, dejando expuesto el vendaje teñido de rojo.

-Quítale eso.-

-Okay.-

     Todos se quejaron disgustados al ver la herida expuesta de Once, pudiendo observar lo que había debajo de su piel, notándose también sus venas brillando con algo moviéndose por debajo del músculo.

-¡Ce! ¿Estás bien, Ce?- Preguntó Mike y la aludida comenzó a gritar por el dolor. 

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