Puli.
Yan Junxun esperaba que Shi Shanyan pudiera olfatear esencias cruciales como lo hacían los perros de la policía, pero Shi Shanyan no mostró interés en cooperar. Él escrutó en aquellas fotos como si se encontrara en una exhibición fotográfica, preparado para realizar una valoración improvisada en cualquier momento.
La mayoría de las fotos que Liu Xincheng había tomado eran de su víctima de agresión sexual en 2156. A diferencia de las fotografías recortadas de los periódicos en la pared urinaria, estas eran más claras. Documentaban el sufrimiento de su víctima desde varios ángulos. En la esquina, también había algunas fotos borrosas de la víctima desde la espalda, las cuales Liu Xincheng debió haber tomado en secreto luego de ser liberado de la prisión.
Yan Junxun notó que las cintas adhesivas transparentes utilizadas para pegar las fotos ya estaban amarillentas. Había polvo acumulado en las grietas e, incluso, telarañas en las esquinas.
—Él estaba satisfecho consigo mismo por este asunto —Shi Shanyan hizo a un lado las cortinas de la ventana con sus dedos—. Le presumía esta insignia suya a todo el que entrara en su territorio.
Yan Junxun se inclinó y observó esas fotografías. Shi Shanyan también se agachó, preguntando:
—¿Qué te viene a la mente?
—El asesino ha estado aquí —Yan Junxun hablaba con mucha lentitud cuando estaba pensando. Desglosaba toda la información que había adquirido como si estuviera resolviendo problemas—. La presencia del asesino es fuerte.
Lo que se sentía más peculiar en esta habitación era que no lucía como el lugar en el que Liu Xincheng vivía en lo absoluto. En la habitación entera, solamente parecía poseer esta ventana y el baño. El piso estaba impecable, así como también la estufa. Incluso la bolsa en el bote de basura se había removido. Esto demostraba que el asesino había sido muy cuidadoso al eliminar sus rastros y, sin embargo, no tocó el baño ni las ventanas.
Yan Junxun se enderezó y dijo:
—Quiero ver todas las habitaciones.
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El ambiente del vecindario Puli era mucho mejor que el del vecindario Huihe. Aunque los edificios eran igualmente anticuados, en general, no estaban tan descuidados. El arreglo de los edificios era pulcro y ordenado. Con el propósito de lucir más futurista, decidieron utilizar cristal para embellecer las paredes externas durante su construcción. Por lo tanto, el costo de la propiedad residencial en este vecindario era relativamente alto. En la entrada, había filas de tiendas de productos básicos. No habían espacios de estacionamiento que se diseñaran especialmente para el vecindario, por lo que no era apropiado que Yan Junxun estacionara su auto ahí. Solo fue después de circular una calle entera que finalmente encontró un espacio para estacionarse.
—Pensé que observarías las fotos —Shi Shanyan dijo antes de bajar del auto.
—Lo que necesito es la atmósfera —Yan Junxun lo miró—. Coexistir en la misma habitación que un pervertido me ayuda a pensar.
—Impresionante —Shi Shanyan abrió la puerta y, repentinamente, le sonrió a Yan Junxun—. Hablo de un pervertido como yo.
Yan Junxun y el pervertido ingresaron al vecindario. Aquí, el ambiente de vivienda era aún mejor que el de Yan Junxun. Había tres céspedes de colores brillantes a ambos lados de la acera, aunque todos eran proyecciones digitales.
La segunda víctima, Li Jianhua, vivía en el edificio no. 8. Incluso el piso que eligió para vivir estaba en el octavo.
(N/T: el 8 es un número auspicioso en la cultura china. La pronunciación del carácter es ba, lo cual suena similar a la palabra fa que significa prosperar.)
El ascensor era un poco viejo y dejó escapar un ligero sonido de traqueteo al ascender. Cuando las puertas se abrieron, lo primero que vino a la vista fue la nueva bicicleta de montaña recargándose junto a la puerta. También había un par de tenis viejos lavados que se suspendían desde su travesaño horizontal. A la izquierda, se encontraba el pasillo de salida. Al salir del ascensor, Shi Shanyan vio que la puerta de dicho pasillo estaba abierta.
Yan Junxun introdujo la contraseña de la puerta y vio el estado del interior bajo el gentil sonido de un "bienvenido a casa".
Li Jianhua tenía 45 años. En 2151, era el conductor del antiguo ferrocarril en el Distrito Tingbo. Fue sentenciado a siete años de prisión por agredir sexualmente de manera repetitiva a una conductora femenina de la misma ruta de ferrocarril. Después de ser liberado de prisión, se mudó al vecindario Puli e insistió en vivir a costa de sus padres. En los últimos años, incluso tuvo malos registros de acoso y por cometer actos indecentes.
—Papi —la voz del sistema interior era muy joven—. El termostato interior se ha encendido para ti. Espero que tengas un agradable momento al regresar a casa.
El sistema interior de Li Jianhua era de una generación previa al que se utilizaba en la Prisión Tingbo. Era bueno en detectar el humor de los humanos, mas la medida en que se podía autoajustar era limitada. Solamente su voz y entonación podían modificarse y no poseía una función de proyección virtual. Su funcionamiento central era obedecer completamente las órdenes de su maestro.
Las cortinas de la casa de Li Jianhua también se encontraban corridas, pero las ventanas estaban abiertas. Había una esencia de aromatizante en el interior. Un gato afortunado se exhibía encima de la mesa de café frente al sofá y todas las esquinas del mantel se alineaban prolijamente. La puerta de la habitación estaba abierta y la cama también estaba ordenadamente hecha. Todas las cajas almacenadas se encontraban en su lugar adecuado.
Hace quince años, las noticias de la agresión sexual reportaron que Li Jianhua tenía una adicción al sexo. Sus padres habían intentado ayudarlo a corregir su problema tan pronto como estuvo en su adolescencia. Sin embargo, en ese momento, el Distrito Tingbo estaba presionándose por tratamientos con medicamentos antihormonas, así como también utilizando una gran cantidad de dietilestilbestrol para reducir el lívido. Su uso prolongado resultaría en la incapacidad de eyacular. Actualmente, esta clase de método se conocía como castración química. Como tal, sus padres eligieron buscar la ayuda de un psicólogo, esperando que el problema de Li Jianhua se resolviera mediante los tratamientos psicológicos. Sin embargo, esto no produjo el efecto deseado.
(N/T: en 1944, el dietilestilbestrol era prescrito para disminuir los niveles de testosterona. El uso de medicinas hormonales que reducían la violencia sexual se conoce como castración química.)
Antes del caso de agresión sexual hace quince años, Li Jianhua había molestado repetitivamente a las pasajeras del antiguo ferrocarril y se había masturbado para acosar sexualmente a su víctima. Parecía incapaz de controlar su comportamiento. Cuando no vivía solo, incluso debía confiar en sus padres para que lavaran sus pies.
—Papi —el sistema interior automáticamente encendió la pantalla—. La actualización de video ha sido completada y el estéreo se está preparando para ti...
—Cancela la automatización del sistema —Yan Junxun miró hacia atrás desde la puerta de la habitación—. Cierra los videos ilegales.
El sistema interior guardó silencio durante dos segundos y luego cambió a una voz femenina.
—Está bien, Papi.
Tan pronto como las palabras fueron pronunciadas, la pantalla se desvaneció. La habitación entera se atenuó y el aire acondicionado y varios aparatos electrónicos se apagaron.
—Las noticias de la agresión sexual en el Distrito Tingbo se comprometen cuando se llega a divulgar la información personal de ambas partes —Shi Shanyan golpeó la pecera junto a la barra con un dedo doblado. Ese punto se encendería al más ligero toque—. Hay fotografías de la víctima de la agresión sexual en la galería de video de Li Jianhua.
La pantalla había estado encendida por tres segundos. La galería de Li Jianhua estaba repleta de fotos de las noticias de su víctima. Su nombre prácticamente había destellado a lo largo, pero Shi Shanyan aún lo había visto. Tal memoria visual y habilidad de captura y retención de información eran extremadamente raras en la Pantera Negra.
—Hay un reportero que tiene una buena nariz para esta clase de noticias y le gusta llenar las páginas con muchas fotos —Yan Junxun olfateó el aroma en la habitación—. Recientemente, ha vuelto su atención a los casos de asesinatos.
—¿Alguna vez has sido fotografiado?
—No —Yan Junxun encontró que la temperatura en el interior era un poco alta. Era tan caliente que había destapado la tapa de la botella de nuevo—. El detective sin nombre no tiene rostro —antes de beber el agua, miró a Shi Shanyan—. Por favor, protégete por ti mismo.
—Me gusta estar en las noticias —la luz colorida de la pecera profundizó las sombras en el puente de la nariz de Shi Shanyan. Él miró a los peces dorados nadando alrededor—. Ser el blanco de los francotiradores me hace aún más feliz.
Yan Junxun bebió un trago de agua y expresó:
—Oh.
• ✦ •
Las circunstancias que rodeaban la desaparición de Li Jianhua eran similares a las de Liu Xincheng. Desde la noche del 17 de abril, su pandilla de amigos deshonrosos había sido incapaz de contactarlo. No fue hasta una semana más tarde, que la administración de la propiedad descubrió que la zanja del drenaje en el vecindario Puli estaba bloqueada, que ellos encontraron varios pedazos de él. Ahora, su casa era propiedad de su padre, el cual vivía en un asilo.
Li Jianhua estaba desempleado. Luego de liberarse de la prisión, vivió de la pensión de sus padres. Era incapaz de cuidarse a sí mismo en su vida cotidiana. Como Liu Xincheng, nunca tomaría la iniciativa para asear la casa. Todos los hombres eran animales con una personalidad. Siempre que viviera aquí todos los días, él dejaría atrás muchos de sus rastros personales. Pero Yan Junxun no pudo encontrar ningún rastro individual perteneciente a Li Jianhua en esta habitación. Este lugar estaba tan pulcro que era como una habitación modelo. Incluso el piso era tan brillante que reflejaba la luz.
Era como si "Li Jianhua" hubiera sido aniquilado.
Yan Junxun sintió que el asesino también había estado en esta habitación. Sin embargo, a diferencia de Liu Xincheng, no se había perdido de ningún rincón en la habitación de Li Jianhua. Al asesino le agradaba el ambiente de aquí e incluso lo arregló acorde a sus propias preferencias.
—El asesino no estaba asustado en lo absoluto. —Yan Junxun miró a la pecera—. Anteriormente, vino para alimentar a los peces.
—El hombre siempre tendrá algunos amigos. —Shi Shanyan dejó de jugar con las luces de la pecera y dijo—: Incluso los bebés crecidos.
(N/T: bebé gigante o bebé crecido, es decir, físicamente adulto, pero mentalmente inmaduro.)
—Si tus amigos pueden recordar a tus peces —Yan Junxun dijo despiadadamente— ... no te dejarían atascarte en un canal durante una semana.
Yan Junxun estaba muy incómodo por la cerradura de la puerta. Ya sea en la casa de Liu Xincheng o en la de Li Jianhua, estas se encontraban intactas.
Yan Junxun hizo a un lado las cortinas y miró hacia fuera de la ventana para ponerse cara a cara con el cristal de otro edificio en el frente. El resplandor posterior del atardecer reflejado en este desprendía una luz reluciente. La administración de la propiedad del vecindario había hecho un buen trabajo al dar su mejor esfuerzo para mantener la vitalidad de los antiguos bloques de edificios. Incluso el atardecer en el cristal se había aseado puntualmente. Lucía aún más brillante y pulcro que las pantallas callejeras. Los pisos de cada edificio estaban alineados en una línea recta. Incluso había farolas en la noche. Nadie sería capaz de entrar por medio de la ventana.
—El asesino entró. —Deslumbrado por las luces, Yan Junxun frunció el ceño y dijo—: Tiene la llave y contraseña.
• ✦ •
Cuando ambos hombres salieron de la casa de Li Jianhua, se cruzaron por casualidad con la pareja casada de la puerta contigua, quienes acababan de volver a casa de su trabajo. La pareja barrió un vistazo sobre ellos y luego le asintió cortésmente a Yan Junxun.
—¿Bajando? —El hombre preguntó.
—Gracias —Yan Junxun cargaba la botella vacía en su mano—. Al estacionamiento.
El hombre le ayudó a Yan Junxun en presionar el botón del ascensor. Involuntariamente, sus ojos se trasladaron a las esposas de restricción de Shi Shanyan.
Shi Shanyan levantó ambas manos y las esposas de restricción se deslizaron por sus robustos antebrazos. Le dijo al hombre:
—Es un juguete. Bastante realista, ¿cierto?
—Oh —el hombre no supo cómo responder y simplemente sonrió avergonzado a medida que asentía con su cabeza.
Shi Shanyan separó sus brazos y las bandas magnéticas entre las esposas de restricción sonaron la alarma. De inmediato, las corrientes eléctricas lo sacudieron algunas veces para prohibirle que continuara separándolos. Arrepentido, indicó:
—Chicos, no les recomendaría jugar con esto.
Yan Junxun ya había entrado al ascensor. Sostuvo el cabello negro ante su frente con una mano para bloquear una parte de sus ojos y tomó el antebrazo de Shi Shanyan con la otra, para arrastrarlo dentro de dicho ascensor.
—Compartir es felicidad —Shi Shanyan se puso de pie junto a Yan Junxun y agitó su mano hacia el hombre—, adiós.
Las puertas del ascensor se cerraron con un repiqueteo y este inició su descenso.
Shi Shanyan inclinó su cuerpo hacia Yan Junxun y, sinceramente, preguntó:
—¿Tienes algún fetiche?