—Puedo recompensarlo con algo, pero tu no me lo permites—Lo mire con desconfianza—No te engañes, te prometo que yo buscare a quien tomo esas fotos… y le daré la golpiza de su vida—Hablo salvajemente.
—No entiendo como podrás auto golpearte—
Me miro molesto—Entonces, ¿No me tienes confianza?—
Me acerque peligrosamente aunque al mismo tiempo con recelo a su oído—La confianza se gana… No se pide—Me aleje lentamente y lo mire con molestia.
—sabes algo cariño—Dijo con seguridad—Por un momento pierde tu orgullo—
—No se le llama orgullo, se llama Dignidad—
—¡Yo no tome las fotos!, razona… si lo hubiera hecho, ¿Por qué se las daría a Jos?—Dijo alterado
—Bueno… eso dímelo tú—
Se acerco a mí y con sus dedos intento tocar mi mano para atraerla—No lo hice, y creo que ya te dije todo, espero y pronto dejes de tener ideas erróneas y pienses con inteligencia—Dijo en un tono bajo.
Lo mire a los ojos, agache la vista al no resistir su profunda mirada—Eso estoy haciendo—Dije simple.
Camine sin pensarlo dejando por completo a Freddy de lado, divise a lo lejos a mi padre tomando una bebida de la barra, me acerque rápidamente y apreté levemente su brazo para que volteara a verme.
—Vámonos—Dije molesta.
Me miro extrañado—De que hablas, debemos quedarnos hasta más tarde—
Lo mire aun más molesta—Perfecto—Di medía vuelta y camine—Te espero en la casa—
Me detuvo bruscamente del brazo—Espera, no—Gire agresivamente golpeando su rostro con mi largo cabello—No puedes marcharte eres mi compañía—
Entrecerré los ojos molesta—No soy una dama de compañía, para eso búscate a una de las hambrientas que están contigo por dinero, Qué tal esa tal… ¿Margarita?—Dije aun más molesta.
Su semblante se denoto más molesto—No me hables así, recuerda que soy tu padre y aun no tienes mayoría de edad, vives en mi casa además pago tus estudios por lo que tengo total autoridad sobre ti—Se acerco aun más—NO me hagas darte un correctivo—
Sonreí falsamente—¿Me quieres pegar? —Dije retadoramente.
—No me retes, porque lo puedo hacer—
—Si te atreves—Me acerque a su rostro—Me olvidare que eres mi padre, y entonces conocerás quien soy—Jale con fuerza mi brazo para quitar por completo su agarre lo vi con odio y camine nuevamente hacía la salida del lugar.
Nuevamente me sentía yo, la chica ruda que no le importaba nada más alla de tener una educación completa y ser alguien en la vida para dar un granito de arena a este país y dejara por fin de ahogarse en la ignorancia, y así evolucionar poco a poco.
Camine dando pesados pasos a través del elegante suelo, escuche la voz de Freddy hablando con su padre, estaban misteriosamente ocultos, me acerque para escuchar.
—¿Y que quieres que yo haga?, hacer caso a tus imposiciones y dejar morir mi vida en tristeza y depresión—Decía alterado Freddy aunque en un tono bajo.
—Tienes que dejar de cortejar a esa niña, no te conviene—Hizo una pequeña pausa—Creo que su padre quiere conspirar contra nosotros y dejarnos en la quiebra—
—¿Entonces porque son tan hipócritas para saludarse de mano?—Pregunto Alfredo
—Aún no lo compruebo, pero estamos seguros que así es—
—¿Por qué?—Pregunto Freddy
—Al parecer quiere hacer su propia empresa y se llevara jugosos contratos que serían de nosotros, hará exagerados pagos y renunciara, hará su empresa dejando en la calle la nuestra—
—Bien, ¿Y porque no lo detienen?—
—No tenemos armas para hacerlo, no ha dejado nada para causar sospechas, es tan bueno que probablemente no podríamos tomar acción legal contra él—
—Ese es una pelea entre ustedes, ni yo ni ella debemos pagar por sus turbios tratos—
—No lo entiendes Alfredo—Dijo alterado su padre—El esta usando a su hija para llegar a ti, te quiere poner en mi contra, esta haciendo todo lo posible por destruirme—
—¿Y porque no vas y se lo dices directamente?—
—Aun no es momento, quizás después yo pueda atacarlo—
—¿Atacarlo?—
—Si—Una risa de maldad salió de él—Su pasado no es nada bueno, tu sabes que le paso a su—
Una voz interrumpió lo que diría el padre de Freddy, algo que se escuchaba por demás interesante—Señorita, ¿Desea algo?—Pregunto un mozo.
—No—Gire a verle—Adiós—
Camine hacia la puerta para no levantar sospechas, Freddy y su padre me vieron con recelo, apenas vi sus miradas las esquive y continúe caminando.
Había tres taxis en la parte delantera de aquel salón social, tome uno de inmediato y me dirigí a mi hogar con una duda sobre las próximas palabras que mencionaría el padre de Freddy, que le paso ¿A quién?.
Me desmaquille en mi casa y me fui a la cama con una inmensa duda que sonaba en mi interior.
Aproximadamente a las 3 de la mañana el teléfono me desperté, lo tome con cuidado y deslice mi dedo para contestar.
—¿Diga?—Pregunte
No se escuchaba nada del otro lado, hasta que un suspiro se hizo notar.
—¿Hay alguien?, ¿Qué desea?—pregunte nuevamente.
Era algo sospechoso, raro e incluso me dejaba con temor el hecho de que alguien, o algo me hubiera llamado a tan altas horas de la noche.
—¿Quién habla?—Mire el identificador de llamadas pero parecía que era un numero privado—¿Freddy?—Pregunte con duda. Colgué con temor.
La respiración del otro lado se escuchaba si guardaba total silencio, quizás era un asesino serial o algo similar.