El ambiente que tenían ambos era espectacular.
Tenían química, se llevaban tan bien, ambos podían apostar a que su tiempo favorito era estar con el otro.
No tenían peleas hasta ahora, salían a comer juntos, Yoongi le compraba helado a Hoseok cada vez que podía, Hoseok le compraba papas Pringles cada vez que se acordaba.
Lentamente los dos empezaron a conocer las cosas favoritas del otro, añadiendolas a una lista mental que no se borraría con facilidad.
Los problemas no llegarían tan rápido... ¿O sí?.
Estaban en uno de esos días agradables, tomando una malteada, comiendo una ensalada de frutas, como toda una parejita cliché.
— ¿Por qué separas el melon de la ensalada?
— ¿Has probado esa cosa? Su textura es asquerosa, ni toda la leche condensada del mundo lo haría saber bien.
— ¿Y a quien se lo vas a dar, quisquilloso?.
— A Jungkook.
— ¿Jungkook?.
Bueno, de cliché no tenían mucho la verdad. Cualquiera diría que son bros que solo se llevan muy bien, eran tan agridulces, pero así funcionaban ellos.
— Si, Yoongi, a Jungkook, dijo que nos iba a hacer compañía — Yoongi chasqueo la lengua, el chico no le caía mal ni nada por el estilo, pero a veces salía con unas incoherencias.
— No creo que esté bien darle tus sobras — Hoseok lo miró serio.
— No son sobras, a Jungkook le gusta mucho el melón, le estoy haciendo un favor — Yoongi asintió con pereza tomando su malteada con sabor a helado de chicle, la heladería tenía ese especial y le fascinaba más que cualquier cosa.
Los dos siguieron comiendo en silencio hasta que un chico vestido completamente de negro entró a la heladería.
Realmente intentaba ser un Bad guy, pero su carita de bebé lo delataba con todas las de la ley.
Se sentó al lado de Hoseok después de realizar una reverencia, ambos notaron que traía una rosa en la mano, también se notaba que había sido arrancada de un jardín, la tierra en sus manos lo delataba.
— Buenas tardes, hyungs — Yoongi lo saludo con la mano y siguió concentrado en su labor de comer su malteada.
— Wow, si que suenas educado ¿qué mosca te pico? — Jungkook se encogió de hombros, limpiando sus manos untada de tierra con una servilleta de la mesa.
— En realidad es por Yoongi hyung, no por ti — Hoseok soltó una risa irónica, le faltaban el respeto en frente de su novio.
— Uy, tu dongsaen esta siendo irrespetuoso en frente de tu pareja, no sabria como me sentiría si esa situación me pasará a mi — Yoongi bebió su malteada, ignorando la mala mirada de Hoseok y la risa de Jungkook.
— ¿Pareja? ¿Ustedes salen? — Yoongi asintió sin ponerle nada de pudor al asunto, las mejillas de Hoseok se sonrojaron, realmente Yoongi no sentía pena — osea que me pueden ayudar.
— ¿Con que? — raramente el pálido estaba hablando demasiado, Hoseok sonrió por aquello, generalmente Yoongi se comunicaba con cinco frases al día con él, que entablara una conversación con él y con otra persona era agradable.
— Hyung usted conoce al chico más pequeño de su equipo ¿verdad? — Yoongi levantó una ceja.
— ¿Taehyung?.
— Así es, ese chico que parece un pingüino enojon y frío — Hoseok soltó una risa escandalosa, Yoongi lo acompaño con una más suave, Jungkook era la única persona que definía así a Taehyung.
— ¿Pingüino frío? — Jungkook hizo un puchero, los dos mayores no podían aguantar la risa.
— ¿Cómo sabes que los pingüinos son fríos? — Yoongi se encogió de hombros con una sonrisa, le encantaba molestar a los dongsaens, y Hoseok parecía hacerlo también.
— ¿Tienes uno en casa? — Jungkook los miro enfadado a los dos.
— ¡No se burlen de mi! Los pingüinos son fríos, como Taehyung — los dos mayores continuaron riéndose de Jungkook.
— Jaja, pingüino dice.
— Taehyung es más como un tigre hembra, que defiende a su cachorros — Yoongi miró raro a Hoseok.
— ¿Qué?
— ¡Es en serio! Puedo apostar mi virginidad a que Taehyung es frío como un pingüino.
— ¿Qué yo qué?.
Ninguno de los tres supo en que momento llegó Taehyung vestido de camarero a la mesa.
— Ay, cierto que Taehyung trabaja aquí, opps — Yoongi si que estaba de don comedias.