Los rayos del sol de medio día se impactaron salvajemente en el rostro de JaeHyun haciendo que arrugara su rostro en un mueca y lanzara un gran quejido al aire; giro su cuerpo boca abajo y enterró su cabeza entre las almohadas.
–Oh vamos JaeHyun levántate no puedes seguir así. –le hablo la conocida voz de su sub chef Irene, en respuesta escucho un quejido. –Si te levantas tengo una sorpresa para ti. –continuo.
–Irene ¿No te dije explícitamente que no vinieras a mi? Salvo que el restaurant se quemara o lo robaran.
–Es cierto. –admitió la chica peli castaña. –Pero ya te lo dije tengo una sorpresa para ti. –insistió.
–No quiero ninguna sorpresa Irene.
–¿Incluso si en la sorpresa está incluido DoYoung?
Ante el nombre del papa de su bebé JaeHyun inmediatamente se sentó sobre su cama y quedo sin habla con la boca abierta al igual que sus ojos; Irene sonrió enternecida y salió por la puerta de su habitación silenciosamente, su trabajo ahí había terminado.
DoYoung se encontraba frente a él, vestido con sus característicos pantalones negros rasgados camiseta blanca y gorra negra mirándolo con una sonrisa sobre su bonito rostro.
–Hola JaeHyun. –hablo
JaeHyun seguía en shock no pudiendo creer que DoYoung estaba ahí frente a él.
–Hey no me mires como si fuera una aparición.
–Dongs… –susurro JaeHyun.
–Si Jae soy yo, ¿Cómo has…?
DoYoung no pudo terminar su pregunta puesto que JaeHyun envolvió su cintura y lo arrojo sobre el colchón posicionándolo debajo de él aprisionándolo en sus brazos, dejo caer su cabeza sobre el hueco entre la nuca y cuello de DoYoung e inhalo, el delicioso aroma a vainilla dulce de DoYoung inundó sus fosas nasales y entonces JaeHyun supo que no estaba frente a un espejismo o una aparición realmente era DoYoung con su bebé.
–En serio si eres tú. –dijo levantando su mirada conectándola con la de DoYoung.
–Sí.
–Hola DoYoung.
–Hola JaeHyun.
–¿Cómo estás?, ¿Cómo está el bebé?
–Estamos bien. –sonrió. –Pero por lo que veo su otro papá no. –ladeo su cabeza
–Si lo estoy, estoy muy bien.
–Bueno eso no fue lo que Irene me conto.
–No le hagas caso ella miente mucho, está en terapia.
–Claro pues ¿Sabes? Deberías mandar a todos tus empleados a terapia porque todos dijeron lo mismo que Irene.
–Los mandare no te preocupes.
DoYoung sonrió contagiando a JaeHyun pero luego se puso serio.
–Ya de verdad ¿Por qué no has ido a trabajar esto días?, mucha gente está preocupada por ti hasta Ten.
JaeHyun suspiro pesadamente, se incorporo del cuerpo de DoYoung y se sentó en su cama, el rubio lo imito y se puso frente a él.
–Tuve miedo. –admitió. –Creí que te ibas a ir y nunca más volver y de que nunca pudiera conocer a nuestro bebé.
–Nunca haría eso ni a ti ni al bebé, tú has sido tan bueno con nosotros.
–¿Si?, no lo sé solo siento que hago lo correcto; pero DoYoung ¿A dónde fuiste? me tenias muy preocupado.
–Ocupaba aire y espacio, luego te llevare a ese lugar ¿Vale?
JaeHyun asintió con su cabeza y sonrió, sentía que volvía la vida a su cuerpo y podía volver a respirar; DoYoung, no su DoYoung había vuelto con su bebé y eso era la felicidad más grande para el más alto porque en esos 4 tortuosos días JaeHyun solo podía pensar en qué pasaría si Dongs nunca regresaba a él con su bebé y el sentimiento que lo envolvió por esos pensamientos lo asusto, porque lo transportaron al pasado cuando conoció al pelinegro y el estaba con Joy su bella ex novia la cual lo dejo porque había conocido a su persona destinada –también JaeHyun pero el alto no lo supo en ese entonces– y huyo con él a Holanda donde los padres de SungJae nunca los iban a encontrar.
Impotencia, eso sentía JaeHyun porque sentía de nuevo que no iba a poder estar con el mas bajo, primero porque él estaba con Joy y luego porque DoYoung estaba con su mejor amigo y ahora porque el DoYoung había huido sin dejar rastro.
Pero tenerlo de regreso, frente a él, sonriendo y con ese brillo deslumbrante en su mirada lo llenaba de felicidad y de fuerzas, fuerzas de luchar por el corazón de DoYoung y por su hijo, porque JaeHyun no tenía ya dudas esos 4 días sirvieron para desenterrar y desempolvar esos profundos sentimientos que tenia hacia DoYoung y que por respeto a Johnny los oculto debajo de mil muros, pero luego de cierta llamada recibida desde Paris derribo esos muros y ahora él, DoYoung y su bebé iban a buscar la felicidad que Johnny también iba a buscar.
–¿Ya comiste?, ¿Tienes hambre? –pregunto JaeHyun.
–No aun no.
–Vamos te hare de comer.
–Oh Jae por favor de esa sopa controla nauseas. –pidió DoYoung como niño.
–Lo que quieras Dongs. –le sonrió JaeHyun alborotando su cabello.
Ambos salieron de la habitación riendo con JaeHyun pasando un brazo por los hombros de DoYoung y atrayéndolo a su pecho sintiéndose al fin completo y libre de culpabilidades.
VIVA EL JAEDO.