❝ Lose you ❞
ᴘᴇᴅɪᴅᴏ ʜᴇᴄʜᴏ ᴘᴏʀ: Lucyotakusv1
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Se sentía mal, hace ya unas semanas atrás tuvo una pelea con sus "amigos" que la había dejado pensando.
Le era difícil poder dormir o concentrarse en su vida diaria, se había vuelto más distraída de lo normal, cosa que provocó en sus demás amigos una enorme preocupación.
Todavía lo recordaba, y de solo hacerlo su piel se erizaba.
En aquella tarde, saliendo tarde de clases por el hecho de no haber terminado el examen a tiempo, por las ventanas de los pasillos se podía apreciar el grisáceo cielo mientras el aire empujaba consigo las pequeñas gotas de lluvia acompañadas de una fría brisa casi nocturna.
Una vez llegó a los casilleros se cambió sus zapatos y se acomodó la mochila, en ese mismo lugar había un par de alumnos más que, como ella, salían tarde de sus exámenes o se quedaron ayudando a los profesores en la revisión de los resultados.
En las puertas se encontraban dos chicos más, ambos hablaban y podía suponer bien, por la experiencia de esos últimos días, de qué trataba. La mayoría de alumnos que pasaban los miraban y después se iban.
Estaba por salir cuando una voz la interrumpió de su escape casi perfecto.
— Norman, hola — Su voz era baja e indecisa, algo que no tardaron en identificar.
—¿Pasa algo? — Murmuró a su lado Ray quien se había colado a la conversación.
— Nada... realmente no creo que me fuese bien en los exámenes...— Sonrió. Ambos se miraron acusándose con la mirada.
— Fue tu culpa, no pudimos estudiar bien por que no dejabas de hablar.
— ¿Disculpa?. Yo no tuve nada que ver con que seas pésimo como maestro.
— Chicos, ¿Pueden parar?, no tengo la cabeza para esto, hoy no.
— Él empezó— Ambos acusaron.
E iban de nuevo. Los últimos dos meses había sido una espectadora muy cercana de sus peleas infantiles.
Parecían dos niños cada vez que peleaban o que uno recibía más atención que el otro, comenzaron con detalles, que, apreciaba bastante. Al poco tiempo fue atención, ver quién pasaba más tiempo con ella y después, peleas sin sentido.
A un principio le parecía, tal vez, gracioso. Pero solo un poco, algunas veces los llegó a comparar como un ar de niños, su sonrisa se mostraba cada vez más cuando ellos reaccionaban con un tierno puchero - según ella -.
Y no era solo por que así eran, les avergonzaba que ella les dijera con su voz tranquila acompañada de una leve risa que perecen un par de niños. Sentían sus corazones palpitar por los nervios y sus mejillas colorearse de un tono rojo como las manzanas rojas que ella solía llevar como almuerzo.
El simple hecho de que la chica que te gustara te hablara de esa manera, con sus ojos entrecerrados por la sonrisa y palabras entrecortadas por la risa que le causaba ver sus peleas infantiles causaban dentro de ellos una explosión de emociones.
Felicidad y vergüenza.
Era común en ellos que tuvieran, por su culpa, una cara de tontos durante el día, que cometieran pequeños errores por solo pensar en cómo estaría o en qué estaría haciendo.
Decir que ocupaba su mente durante el día y durante la noche era poco para ellos.
Por que no solo les gustaba, eso pasó hace tiempo, tampoco era un flechazo de un año o poco más. Lo que realmente tenían era un enamoramiento hacia ella. No importaba nadie más que ella, solo era la única persona que pasaba por sus cabezas al pensar en la definición de Amor o Perfección.
No importa cuántos errores que cometa, no importa cuántos defectos tuviera, no cambiarían a su persona. Su manera de ser y sus debilidades como fortalezas poco a poco los fueron cautivando.
Pueden describir el amor como la cosa más linda de todas, que te hace pensar en un millón de cosas, pero lo que es verdad era que también tenía sus puntos malos.
¿Y si no soy suficiente?
El temor y la inseguridad de perder a aquella persona que te hace estar en lo más alto también te hace caer, y cuando se dieron cuenta, los dos gustaban de la misma persona.
¿Y si lo prefiere a él?
Serían capaces de perderse en ese sentimiento de inseguridad por mucho tiempo.
Y así comenzaron sus peleas, ¿Quién es mejor?, ¿Quién es más atento?, ¿Quién la merece?.
No podían dejarla al lado del otro sabiendo que en cualquier momento la pueden perder, y entonces, los celos llegan. Sabían que no eran nada, y que si lo fueran no sería cómodo estar así, con una persona egoísta, ¿Entonces?.
¿Por qué tenían el impulso de actuar de esa manera?.
La respuesta se la daban de manera rápida; Por que quiero pasar con ella los mejores momentos de mi vida.
Porque no querían que solo fueran emociones, algo que se lo llevaría el viento. Querían que lo suyo fueran sentimientos, como los que tenían.
Y todo pasó, pelearon en la biblioteca, ignorando por completo su presencia y llegando al final de todo.
Dejaron de hablar por días y la inseguridad volvió.
¿Por qué?
Aquella tarde lluviosa decidieron dejar todo atrás, confesarse y sentirse bien. Pero las ideas que solían compartir volvieron y se encontraron en la puerta, ¿Ahora?, ¿A esperar que elija a uno?.
No podían.
Se querían creer lo suficientemente valientes, pero no podían.
A final de cuentas, son humanos, sienten, y al igual que pueden sentir el hermoso campo de flores que llenaba su cabeza con muchos escenarios dulces estando bajo el sol viviendo lo que sería un sueño llega todo lo contrario, se nublan en el terreno infértil en el cuál solo existe lluvia y desesperación viviendo lo que también puede ser una pesadilla para ellos.
En medio de la desesperación que constantemente se metieron, de los miedos y las inseguridades, todo pasó. Nuevamente no podían hablar entre ellos sin pelear por la sensación de ser alguien inferior.
¿Dónde quedó su amistad?.
El sonido de algo impactar en el suelo los distrajo de su pelea, ahí estaba ella, enojada, llorando.
— ¿Hasta cuándo dejarán de pelear? — Gritó. —No puedo estar al lado de ustedes por el simple hecho de que ya no me siento como antes, cada vez que pelean me pregunto "¿Qué tienen?", soy incapaz de ayudarles, me siento inútil y pequeña cuando hacen eso, ¿Por qué?, ¿Pueden realmente volver a ser los mismos que éramos?, no solo son ustedes, soy yo.
Silencio.
El aire pasó más frío y la noche se hizo presente trayendo consigo una fuerte tormenta. Levantó sus cosas y se acomodó.
— Pero a veces siento que no es más que una pérdida de tiempo, nos estamos perdiendo nosotros también — Sin importar el agua fuerte que había fuera salió y corrió para alejarse de los pasos apresurados que la seguían sin éxito.
— 🏵️ —
Días tuvieron que pasar para que se reencontraran, aquel día llevaba una mirada tranquila como si hace días nada hubiera pasado entre ellos, dejando su sonrisa al verlos pasar por la salida.
La tarde era fría, pero no había probabilidad de lluvia, el viento chocaba contra los árboles y, por primera vez después de tiempo estuvieron los tres en silencio.
Al mirarlos ambos tenían su mirada baja, volvieron a imitar sus acciones mostrando una reverencia a la chica quien los miraba.
— Lo sentimos, actuamos como unos idiotas — Habló Norman — Entiendo si te sientes incómoda o si ya no quieres hablar con nosotros, fuimos muy egoístas.
— Por nuestros miedos nos dejamos llevar y de alguna forma pasó algo que no esperábamos pero que tampoco nos gustó— Murmuró bajo el azabache quien lloraba internamente al haberse mostrado de esa manera.
— Solo... no queríamos perder a la chica de la que estamos enamorados...
Su rubor aumentó en sus mejillas rojas por la gripe que pasó, sonrió y después tosió, los miró.
— ¿Si ven aquellas flores? — Ambos miraron a los jardines de la escuela, asintieron — Siempre procuran regarlas, pero cuando no lo hacen, se marchitan, ¿No?— Volvieron a asentir. — La lluvia es necesaria para las flores, sin ella se mueren, hace unos días me di cuanta que las olvidaron regar, pero la lluvia de la vez pasada las arregló, hoy que las veo lucen más vivas que hace unos días.
Ambos se mostraron confundidos, pero asintieron.
— Saben que, si las riegas de más mueren, al igual que si olvidas regarlas. Por eso mismo fue bueno que lloviera, si no hubieran muerto— Se volteó para estornudar y después los miró. — Pasa lo mismo con sus miedos, si sueles ser miedoso sabes lo que no te gusta, puede ser una experiencia o algo de ti, pero lo sabes. Sin embargo, si te dejas llevar por el miedo te pierdes en un mar de inseguridades y a su vez te pierdes a ti mismo, los miedos y las inseguridades son algo normal, pero no debes dejarte llevar por eso.
Sonrió a lo que ellos la imitaron.
— Yo también tuve miedo de perder a los chicos de los que me enamoré, si no fuera por sus peleas, no me hubiera dado cuenta de lo que siento por ambos.
Ante eso, sintieron un calor agradable y correspondieron tímidos a la muestra de afecto que les estaba dando.
— Entonces... ¿Qué somos ahora? — Soltó Norman a lo que Ray le golpeó levemente el hombro, avergonzado.
— A partir de ahora somos novios — [Nombre] sonrió y comenzó a caminar, la naturalidad con lo que lo dijo los dejó aún más avergonzados, pero corrieron detrás de ella para tomar cada uno una mano y sonreír.
—Aceptamos.
Los tres rieron para después disfrutar de la vista llena de flores que tenían a su alrededor.
—𖥸—
Holu, ah, llevo ya un tiempo muerta, pero no dejan de mandar trabajos):
Se supone que esta semana la tenia "libre" pero dejaron más trabajos y no pude actualizar hasta hoy.
Espero te haya gustado y pido perdón por tardar mucho):
Quisiera agradecer por el apoyo que le están dando a esta historia, no esperaba tanto de tan poco qwq.
Me puse a leer los comentarios y ya tengo en mente los pedidos para poder ir publicándolos, solo espero contar con el tiempo para hacerlos, pero el tiempo se me va volando.
Muchas gracias por todo, de verdad.
Sin decir nada más, me despido, bais.