heyyy^^ ¿pueden darle a la estrellita
si les gusta? <3
JiMin suspira, nervioso, y se encoge en el asiento de copiloto del coche de JungKook, quien amablemente se ha ofrecido a ser su chofer para la cita (lo cual es mentira, ya que Jeon en realidad se ha proclamado como el adulto responsable -aún sabiendo que es el menor entre los dos- y ha dictado que lo llevaría a su "reunión". Sin excepción).
El castaño le da un veloz vistazo de reojo y se ríe por lo bajo cuando ve a JiMin frotar las palmas de sus manos en los ajustados jeans que portaba.
Hay una canción de Conan Gray de fondo y JungKook mueve su cabeza mientras tararea la letra de Maniac ya que hay palabras que le resultan bastante complejas pronunciar cuando están juntas.
JiMin, en cambio, continúa con los nervios carcomiéndole por completo. Y ahora, sumado a sus manos levemente sudorosas, se le suma un ligero golpeteo de pie contra el tapizado del automóvil y, cómo no, mordeduras en sus labios.
"Deja de hacer eso." JungKook extiende su brazo y pellizca con suavidad la nariz de su amigo, quien la frunce y le observa con el entrecejo arrugado. "No me mires así, eh, que te estás lastimando los labios." Le suelta y regresa a sujetar el volante con ambas extremidades.
"Déjame." Murmura y analiza su reflejo en el espejo retrovisor, preocupado. "¿Se me marcaron ojeras?" Pregunta.
"Creo que no." Responde JungKook. "¿Y qué si se te marcaron?" Indaga alzando una ceja.
"No puede verme con ojeras." Contesta como si fuese obvio. "No me tendría que haber dormido." Se deja caer en el asiento, cerrando los ojos y suspirando con arrepentimiento.
"¿Es en serio?" Bufa el más joven. "Dormiste diez minutos de los veinte que son el viaje. No te pongas histérico, ya te dije que no se ven, y está perfecto que hayas dormido un poco." Dice y JiMin sonríe apenas porque JungKook de verdad que actúa como un padre.
"Bien..." Susurra no tan convencido y mueve sus pies con más insistencia. "Siento que el corazón va a salirse de mi pecho." Coloca su mano derecha sobre la zona mencionada y acaricia con la palma de su mano como si le doliese. "Ah, soy lamentable."
"¿Qué es que lo que te tiene tan... así?" Consulta JungKook deteniéndose en un semáforo, volteando hacia el pelinegro.
"Ahora hay luz, puede verme mejor y a quizá no le gusto y se arrepiente de haberme invitado."
"¡Oh, vamos, Park!" Exclama con un tono escandalizado. "Eres el tipo más atractivo que conozco, después de mí, claro, y ademas eres súper simpático, ¿a quién no le gustarías?" No es una pregunta, JiMin lo sabe, así que permanece callado ahora desplazando sus manos hasta su regazo, jugueteando con uno de sus anillos. "Hay mucha gente que te dice todos los días lo bonito que eres, ¿no les crees o qué? Además, tú siempre influencias a la gente para que se amen y sean quienes son, ¿acaso no eres capaz de hacer lo que dices?" Inquiere.
"Supongo que tienes razón..." Esboza una vaga sonrisa ladeada y JungKook baja el volumen de la radio, picando en la pantalla con un poco de fuerza.
"Y que sepas que Agust D no te criticaría por cómo luces." Añade y JiMin eleva su cabeza hasta que ve a JungKook con un diminuto puchero.
"¿Y cómo sabes eso?"
"Sufrió mucho en la secundaria la discriminación de sus compañeros." Comenta sin dar mucho detalle y el mayor comprende que no debe cuestionar al respecto porque será como abrir una herida. "Oh, mira, aquí es." Dice con emoción, su lado fanático saliendo a flote al estar frente al edificio en el que su ídolo trabaja. "Me gustaría entrar contigo pero no me dejarán, así que hasta aquí llegué. ¿O quieres que te acompañe hasta la puerta, hijo?"
"Está bien, Kook. Gracias por traerme, aunque básicamente me obligaste a subirme al coche." Menciona con diversión, tratando de aliviar el remolino de sentimientos de inseguridad que porta dentro.
"Si ocurre algo, me llamas, ¿vale? Por cualquier cosa." Casi ruega. "Te sientes incómodo, me llamas. Quieres irte, me llamas. Necesitas que te pase a buscar, me llamas." Enumera y JiMin asiente.
"De verdad pareces mi papá"
"Alguien debe cuidarte."
"¡Oh, por favor, soy mayor que tú!"
"Y más enano, te faltó." Bromea JungKook.
JiMin le mira con cara de nada por unos cortos segundos hasta que rebufa sin gracia alguna, se coloca una mascarilla blanca (que Agust D le ha especificado que tenga encima debido a los paparazzis que podrían interceptarlo), unos anteojos de sol y abre la puerta del vehículo, cerrándola después y escuchando la risa de JungKook a través de la ventanilla polarizada.
Saluda a su amigo con una agitación y, como no puede verlo a causa de los vidrios, sólo cruza la calle con rapidez y con el corazón latiéndole a un ritmo más pausado que antes. JungKook ha conseguido tranquilizarle por completo y su autoestima -que es bastante alta pero que hoy ha descendido- se ha incrementado, dando paso a una versión segura y fresca de JiMin.
El edificio UGH Entertainment tiene varios ventanales por los que por fuera no se aprecia el interior, lo cual contiene la privacidad de los trabajadores y artistas. Es una estructura algo moderna, las paredes son blancas y hay tres tipos de balcones en las diferentes plantas. No es inmenso como se lo ha planteado, y eso lo alienta porque JiMin sabe que su torpeza es capaz de jugarle en contra y hacerlo perder en cuestión de segundos.
Se acerca a la entrada del lugar y un hombre vestido de traje se posiciona frente a él, obstruyéndole el paso y bloqueándolo por seguridad. El señor trae un semblante formal y por la fría mirada que le ha dedicado, se da cuenta que no anda con rodeos. Si no le dice quién es y a qué ha venido, lo expulsará con una patada y su cita se irá a la basura.
"Identificación, por favor." Con una gruesa y rasposa voz, el encargado le solicita su ID. Suelen ser una tarjeta plastificada que personas exclusivas del sitio se cuelgan en el cuello con una cinta, facilitando su reconocimiento y evitando una confusión.
JiMin claramente no posee una porque no trabaja allí, pero Agust D le ha explicado lo que debe hacer hoy para que no lo tachasen de intruso o de fan que tiene las intenciones de colarse al establecimiento para acechar a sus ídolos, fotografiarlos y hasta tratar de tocarlos.
"Uh, ¿usted es SeungHo?" Consulta, amable, memorando el nombre que el chico rubio le ha comentado. El hombre enarca sus cejas, como captando quién es, pero aún así permanece firme con ese aire de firmeza y formalidad, reacio a bajar guardia y abandonar su compostura.
"¿Y usted es..?"
Observa hacia ambos lados para asegurarse de que ningún peatón que pueda deambular le escuche y mucho menos alguien con una cámara. A simple vista, la calle está vacía y no hay ni alma recorriéndola.
"Park JiMin." Contesta, inclinándose al tal SeungHo que, al oír su respuesta, no demora echarse hacia un lado, permitiéndole el acceso.
"Entre, MoonYoung lo recibirá y lo acompañará."
"Gracias."
Y cuando por fin se encuentra dentro de las instalaciones, siente un peso menos. Ya está allí, nadie ha registrado su entrada, JungKook ha potenciado su estabilidad en sí mismo, él ha confirmado no tener lagañas en el rostro y su vestimenta le brindaba comodidad. Nada podría salir mal, y si algo saldría mal entonces ya era problema con el destino.
La recepción es blanca como la fachada exterior de la construcción. Hay unos sofás de cuero negro a un costado y los muebles decorativos son del mismo color, resaltando y creando un sofisticado contraste entre ambas gamas. Hay un escritorio y detrás una mujer de cabello recogido con gafas que está conversando con un chico que le da la espalda.
JiMin supone que la muchacha castaña es MoonYoung ya que no hay ninguna otra fémina en esa habitación. Son sólo tres sujetos (contándole) y la sala estaría sumergida en silencio si no fuese por la charla de los otros dos.
Se aproxima a ellos a paso lento, guardando su mascarilla y colocándose a una distancia prudente en lo que aguarda para ser atendido. Pero eso parece no ser necesario ya que la señorita nota su presencia y le otorga una cálida risita de bienvenida.
"¿Qué pasa, MoonY-oh...?" La cuestión se desvanece en su boca en cuanto voltea y se topa con el pelinegro. Al instante una enorme y contagiosa sonrisa se le forma en el rostro y a JiMin le da la impresión de que es bienvenido a ese lugar. "¡Me moría por conocerte!" Chilla el chico y extiende una mano que no duda en sacudir. "Soy HoSeok, encantadísimo de conocerte, válgame la redundancia." Exclama enérgico, como si llevase tres tazas de café ingeridas.
"JiMin, un gusto." Devuelve el saludo con un poco menos de intensidad pero con afabilidad.
"Oh, Dios, no puedo creer que por fin te conozco." Parpadea incrédulo y la risa de la chica se hace presente. "Te vi en fotos y en la fiesta, pero ahora te puedo ver mejor y, aw, qué lindo."
"Creo haberte visto también." Dice y achina sus ojos para enfocarle con exactitud. "Sí, definitivamente te vi esa noche."
"Me alegra que me recuerdes."
JiMin no puede procesar lo carismático y cálido que es HoSeok. Le hace sentir recibido, como si ése fuese su hogar cuando la pura realidad es que está ahí para buscar al hombre con el que tendrá una cita.
"Ah, sí, JiMin, ella es MoonYoung." Apunta con la palma de su mano a la bonita muchacha detrás del mueble. Ambos estrechan sus manos y Park puede detectar una intensa emoción proviniendo de la mujer.
"Un gusto, MoonYoung."
"Creéme que el gusto es mío." Le mira, fascinada, y JiMin enrojece apenas por la mirada que le envía. "Amo tu línea de maquillaje, es perfecta, una maravilla." Alaba encantada. "Nunca había encontrado una base de mi tono de piel que no se comprara en otro país."
"Eso es un problema." Comprende con una mueca. "Y es muy injusto que sólo haya tres bases y todas sean de color pálido, me indignaba mucho y tenía que hacer algo al respecto. Detesto los estereotipos, y los de nuestra sociedad me ponen horrible." MoonYoung modula un "Tan lindo" que le arrebata una risita. "Quiero tratar de hacer que la gente se sienta integrada, que el maquillaje es un arte que puede ocuparlo cualquiera, independiente de su género o sexo o su edad."
"Te amo..." Murmura flechada y HoSeok libera una carcajada, estirando su brazo para palmear el hombro de MoonYoung de una forma amistosa.
"Olvídalo, Moon, JiMin visitará a YoonGi hoy."
"Lo sé, lo sé." Resopla frustrada. "Qué envidia." Suspira derrotada pero reemplaza su gesto al momento y regresa a su cara desbordante de felicidad. "¿Podemos tomarnos una foto?"
"Eh..." JiMin observa a HoSeok por ayuda, y no tarda en recibirla.
"No puede hacer eso, lo siento." Le informa y MoonYoung forma un puchero de decepción y desilusión que provoca que los dos chicos se proclamen como culpables.
"Lo lamento, de verdad, no puede haber ni una foto mía en este lugar."
"Entiendo, no te preocupes." Realiza un ademán batiendo el aire, expresando que que está bien.
"En otra ocasión." HoSeok le da una última palmadita para después dirigirse al menor en la habitación. "Ven, JiMin, yo te guiaré con hyung."
"De acuerdo." Aprueba con un movimiento de cabeza. "Hasta luego, MoonYoung." Sonríe-de nuevo- a la chica, quien continúa hechizada por su carisma y belleza.
"Bye."
HoSeok se desplaza por un corredor con JiMin caminando a su lado. Son pasos lentos, lo contrario a apresurados, y eso le reconforta porque detesta caminar rápido. El pasillo es blanco (qué inusual, nótese el sarcasmo) y hay cuadros de diversos tamaños colgados en las paredes. Son finos, delicados, y cada uno muestra distintos momentos con diferentes ídolos de la empresa.
JiMin piensa que es un detalle precioso y que salpica personalidad sobre la base acromática. Aprecia las fotografías con las manos enlazadas en su espalda, casi silbando.
"YoonGi hyung puede lucir un poco, uh.., ¿aterrador? ¿Serio?" Vacila HoSeok, consiguiendo que el contrario aparte su vista de las imágenes. "Lo que sea, luce como una persona no muy divertida, ¡pero es una masa adorable llena de cariño!" Consolida con dulzura. "Mi mamá dice que es un "caballero", creo que "principito" le quedaría mejor."
"He hablado con él por Twitter y ha sido muy gentil conmigo, así que no tengo dudas de que es alguien genial." Establece elevando las comisuras de sus labios por la manera en la que HoSeok se expresó de Agust D.
O YoonGi. O hyung.
"Lo confirmo." Palmea sus manos, asustando apenas a JiMin por el impacto inesperado. "¡Ah, estoy tan feliz de ver que se despega del trabajo para conocer a más gente!" Refleja una verídica y honesta alegría, conmoviendo a JiMin. "Se la pasa encerrado en su estudio, ash, no tiene tiempo para mí, ¿puedes creerlo?" Se manifiesta, de repente indignado.
"¿Es algo así como adicto al trabajo?" Curiosea.
"No diría eso." HoSeok posiciona un brazo en el barandal de una escalera, subiendo el primer escalón y asesorándose de que JiMin le siguiese el paso. "Tengo la teoría de que no halla una buena razón para salir de su cueva y tomar un poco de sol o ir a pasear, a veces tengo que arrastrarlo para que coma."
"Ya veo..." Frunce leve su ceño antes de continuar. "Aunque, ¿no correría como que el riesgo de ser perseguido por paparazzis?"
"Todos lo hacemos." Afirma HoSeok. "Pero hyung disfruta del silencio y tranquilidad, supongo que eso tiene que ver con que no salga mucho." Frota su barbilla, pensativo.
"Bueno, yo tampoco salgo mucho con la uni y mis redes sociales." Admite sin pena alguna. "Sólo lo hago cuando voy a estudiar o cuando mis amigos me invitan, aprovecho eso."
"Se entenderán bien."
"Seguro."
Las escaleras son cortas y ni un poco fastidiosas. Entiende que, al ser un edifico de tan sólo tres plantas, un elevador no es del todo necesario.
HoSeok lo guía hasta que se hallan frente a frente con una alfombra y una puerta que tiene un sistema de contraseña y un tipo de cartel negro con letras casi grisáceas que pone "GENIUS LAB". Carcajea por lo bajo por la ternura que irradia ese nombre.
"Okay, aquí está hyung. Suerte con la cita, JiMin, y es una verdadera alegría haberte conocido." Articula, bondadoso y entrañable.
"Aw, lo mismo digo, HoSeok.., ¿hyung?" El susodicho formula un "Sip" y los agitan otra vez sus manos como despedida. "Espero que nos volvamos a cruzar."
"Claro que sí, cuando quieras." Enuncia risueño y se aleja de a poco en la dirección contraria, introduciéndose en una habitación a unos cuantos metros.
JiMin toca suavemente esperando que Agust D no portara auriculares con música ya que no lo oiría de ese modo. Su pie retoma el golpeteo en el suelo y sus manos fueron a parar a los bolsillos de su chaqueta, resguardándolas y presionándolas contra la tela esponjada.
"¡Pase, no tiene la contra activada!" La voz del rubio se escucha e inhala y exhala antes de tirar de la puerta con una demora desesperante.
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pOR CIERTO, LA HISTORIA HA LLEGADO A UN 1,2K DE LECTURAS JAJAWRLROWNFMELW MUCHAS GRACIAS POR TODO, ME EMOCIONÉ
en serio, gracias por leer, por esperar una actualización, por gastar un poco de su tiempo en este proyecto,
lo aprecio tanto💓💓💓
yA ME VOY PORQUE SI NO LO HAGO AHORA VOY A PONERME SENTIMENTAL
nos vemos en la próxima act, y de nuevo gracias💛