𝐋𝐞𝐢𝐥𝐚:
Mis ojos se fueron abriendo lentamente cegándose unos segundos por la luz del sol que entraba por la ventana, la camilla en la que me encontraba era algo dura y la almohada me había dado un ligero dolor de nuca. Miré hacia mi izquierda y al ver la puerta de madera al lado de un armario lleno de medicamentos me dí cuenta de que me encontraba en la enfermería de Hogwarts. Hice un gran esfuerzo por sentarme pero todo mi cuerpo estaba dolorido y terminé soltando un gruñido dejándome caer sobre la cama de vuelta
- Déjame ayudarte - Una voz muy familiar y tranquila llegó hasta mis oídos, mire hacia mi derecha y allí se encontraba Dumbledore con su típica vestimenta blanca y marrón, y con su barba larga y puntiaguda. Excluyéndonos a nosotros dos, la enfermería estaba vacía. Él se acercó a la cabecera de mi camilla y acomodando algunas almohadas me ayudo a sentarme, después camino hasta el final de esta y se sentó en una esquina junto a mis pies - ¿Como te sientes? - Preguntó con una leve sonrisa y en un tono bajo y calmado
- Un poco adolorida pero bien... - Mis últimos recuerdos llegaron a mi mente - ¿Qué me pasó? - Me mantuve tranquila y serena esperando su respuesta
- Un pequeño incidente en la clase de Defensa contra las Artes Oscuras - Dijo en obvie-dad
- De eso me acuerdo, profesor, pero... ¿Que fue exactamente lo que me pasó? - Volví a preguntar siendo un poco mas especifica
- Todo tiene una explicación - Se levantó y se acercó lentamente hasta la ventana que estaba en frente de mi camilla, dejándome ver únicamente su largo cabello blanco - En este mundo han pasado muchas cosas extrañas, pero increíbles. Podemos verlo en Harry Potter, "el niño que vivió". O en ti... que, por alguna razón, tienes una conexión especial con los animales - Fruncí el ceño confundida y sin entender del todo, lo que le pasó a Harry fue gracias a Lily. Si toma una referencia como esa entonces... ¿Que fue lo que me ocurrió a mi?
- ¿Conexión? - Pregunté intentando indagar mas
- Si Leila, una conexión. Dime, ¿Alguna vez has sentido algo especial por algún otro animal, algo fuera de lo común? - Mi mente se inundó en miles de recuerdos, de como jugaba con los bowtruckles de mi padre o de como saltaba junto con los sapos del lago mas cercano a la casa de mi abuela. Todos esos recuerdos pasando uno tras otro en mi mente como si tuvieran prisa en aparecer pero no pude evitar detenerme en uno en especifico... El Jarvey que nos encontramos Cedric y yo antes de comenzar las clases este año, de esa conexión o esa alianza que tuve con el logrando que subiera sus patas sobre mis manos
- Pero... ¿Como? - Volví a preguntar extrañada, recordando como el dolor de aquella araña se había reflejado en mi, de como sufrí por ella
- Pues... hay algo que te conecta con los animales. Aun no se que es pero investigaré por ti, te protegeré Adhara - Una parte de mi pedía auxilio a gritos y desconfiaba totalmente del profesor, pero otra me impulsaba a tomar su palabra y a esperar que él solucione mi problema. Mi mente era un cáos y un dolor insaciable cruzaba mi pecho de lado a lado - Mientras tanto creo que hay amigos tuyos que quieren verte, a cambio de entrar a ver como estabas me ofrecieron chocolates y no me pude negar - Deslumbró una sonrisa y comenzó a caminar hacia la puerta
- ¡Profesor! - Llame su atencion unos pasos antes de que saliera - Muchas gracias - Sonrió y asintió saliendo finalmente de la habitación
Unos segundos después la puerta se volvió a abrir dejando entrar a tres cabezas emocionadas que no dudaron en correr hasta donde yo me encontraba para saludarme
- ¡Leila! - Hermione fue la primera en hablar abrazándome levemente - ¡Que gusto que estés bien, no sabes lo preocupada que me tenias! - Sonreí ante su cara de preocupación y su tono de voz exagerado
- A los tres - Exclamó Ron dedicándome una leve sonrisa - Pensamos que te habías muerto - Hermione le dio un pequeño pero fuerte empujón con su brazo mirándolo severa
- ¿Pero que te paso? - Preguntó Harry ignorando a los otros dos, sostuvo mi mano izquierda y la apretó ligeramente preocupado
- Aun no lo se, ni siquiera Dumbledore lo sabe, pero estaré bien no se preocupen - Les dediqué una sonrisa a los tres intentando calmarlos, la verdad es que estoy igual o mas alterada que ellos pero prefiero no preocuparles por ahora
- No lo se leila, presiento que todo empeorara - Mi estomagó se revolvió ante el comentario de Harry, me preocupa el Torneo y ahora me preocupa este nuevo problema, hay muchas cosas sin resolver y recién comienza el año
- No te preocupes Harry, Dumbledore ya se esta encargando - Dije intentando volver a tranquilizarlo, no me gusta que se sientan mal por mi
- Si Dumbledore se ocupará no hay de que temer, después de todo el es uno de los mejores magos de la historia - Dijo Hermione suspirando intranquila pero intentando darle ánimos a los demás, yo asentí sonriente
- Solo espero que te recuperes pronto, ¡Sacaron un banquete especial por la llegada de los estudiantes nuevos que tienes que probar, Leila! - Exclamó Ron emocionado saboreando los miles de postres en su mente y babeando. Tanto Harry como yo nos reímos mientras que Hermione negaba con la cabeza revoleando los ojos