Mientras que Aylim, está en la peluquería de Menahad, enterandose de todo lo de Sanem, Nihad y Mezquive, cree que el la está engañando, y intentarán engañarla para que no sufra. Aylim, sale después de arreglarse las manos, sale de la peluquería.
-- Adiós Aylim, hasta la próxima-- dijo Menahad.
Aylim, sale triunfante, al sacar de su bolso el anillo, de compromiso, pero parece que algo se lo impide.
-- Ah. Señor Embre, le estaba esperando-- dijo Leyla.
-- Has terminado, los presupuestos? -- preguntó.
-- Voy a hacer unos cambios mínimos. Puede comprobarlos, si quiere.
-- De acuerdo. Le echaré, un vistazo. Ahh...justo, lo que pensaba. Si conseguimos la campaña de I.R.T Holdign, aumentarán nuestros ingresos.
-- I.R.T.P, Holding-- preguntó Leyla, con asombro.
-- Sshh. Habla, más despacio.
-- Señor Embre, lo cree posible?
-- Sí. Pero que quede, entre nosotros.
-- No puedo creerlo!! El señor Asis, intentó convencerlo durante años, y no pudo!! Como lo ha conseguido?
-- Ah...bueno. Tengo mis propios métodos.
-- No puedo creerlo, señor Embre. Conseguir la I.R.T.P, sería una locura. Es una empresa muy prestigiosa y luego, conseguirás, muchas más. Es, increíble!!
-- De acuerdo. Manténlo, en secreto.
-- Sí, señor Embre.
-- Muy bien.
-- Perdone. Hay algo más, que debe quedar entre nosotros. Creo que usted merece dirigir, esta empresa.
-- Gracias, Leyla. Te había prometido algo, y no lo he olvidado. Vienes conmigo, a comer algo? Qué, Me dices? Con mucho gusto, pero, ahora?
-- Sí. Cogeré mí coche. Nos veremos, delante del edificio.
-- Perfecto, señor Embre.
-- Muy bien. Hasta ahora.
-- Guapa-- se dijo, tras mirarse al espejo.
-- Nihad. Ve a la tienda, tenemos que seguir, el plan-- dijo Mezquive.
-- De acuerdo.
-- Muchas gracias, a todos. Habéis hecho, un buen trabajo.
-- Sanem, tenemos que ir a la tienda.
-- Muy bien. Cuidaos. Y si necesitáis algo, avisadme.
-- Sanem. Ven aquí, hija mía.
-- No puedo, mamá.
-- Vamos, vamos, vamos. Ven. Estamos muy orgullosos, de ti.
-- Gracias mamá.
-- Toma esto, y guardatelo.
-- Mamá!!
-- Cállate, hija mía. Cogelo y vuelvas a hacer algo así, a nuestras espaldas. Cogelo y no se hable más.
-- Está bien. De acuerdo.
-- He escogido, este vestuario de tipo años 80--interrumpió, Gollit-- andamos bajo de presupuesto. Qué tal? Te gusta?
-- Sí. Es...ta, bien. Intenta encontrar unos collares, de los 80. Tienen que ser, un poco exagerados.
-- Los actores, eligiran.
-- Bien, adelante. Confío, en ti.
-- Sanem-- interrumpió, su madre. -- la industria de la publicidad, es muy animada, verdad?
-- Sí. Y muy colorida.
-- Y el señor Can, está metido de lleno, eh..?
-- De echo, no parece que pertenezca a este mundo. Es mucho más, natural.
-- Mucho más, natural?
-- Sí.
-- A mí, no me lo parece. Qué hay de esa novia rubia de piernas largas?
-- Jaja. Ha roto, con esa chica, de piernas largas. Creo que ahora, prefiere a las chicas, más naturales. Eso es, lo que parece.
-- Pues creo, que a mí no lo parece. Es un hombre, muy mujeriego. En el que no se pueda, confiar. Les gustan las chicas exuberantes. En las se pueda, conocerse.
-- El señor Can, no es así. Te daría la razón, si hablaras con el señor Embre. No sé puede confiar, en él. Pero el señor Can, es diferente. El es un chico, que no les gustan las chicas aunque se las de desnudas. Te lo digo, yo.
-- Así que, no se giraria, en las chicas de piernas largas. Pues vaya. Eso es precisamente, lo que han ido ha buscar, eh..?
-- Qué pasa, aquí? -- preguntó ella, al ver a las chicas.
-- Bienvenidas. Esta es, nuestra ayudante, Aderen.
-- Buena suerte, hija-- dijo Mezquive.
-- Mezquive. Qué ha, pasado? -- interrumpió Nihad.
-- Estamos deseando, trabajar.
-- Por supuesto.
-- Aderen, señor Can. Pueden venir? Es urgente.
-- Qué pasa? -- preguntó Aderen.
-- Quienes son? No nos, valen.
-- Qué, dices? No digas, bobadas. Vamos ha empezar, a rodar.
-- Tu dijiste, como yo las imaginaba. Y estas chicas, no sirven, para el anuncio.
-- Porqué? -- preguntó él.
-- Porque son demasiado altas. Se notan, que son modelos y son demasiado sofisticadas. No hay chicas así, en éste barrio. Así que es, imposible.
-- Sanem...
-- No es, posible.
-- Yo soy, el jefe. Sí, soy el jefe. Geygey, es mi nombre-- presumía, Geygey, con las actrices. -- decidlo todas, a la vez. Geygey.
-- Geygey-- repitieron todas, al unísono, mientras reían.
-- Jajajaja, guapas.
-- Ayham, ven aquí. -- Mirad, es este tipo de chicas, que hay en nuestro barrio. Ya!! Mirad, a esas chicas. La diferencia, es evidente.
-- Sanem...
-- Dígame, señor Can? Dígame?
-- Estas son, las chicas, que tú elegiste.
-- Me está gastando, una broma.
-- No-- dijo con un gesto.
-- Sanem, tu misma, elegiste el reparto.
-- Y yo que sabía? Vi las fotos, y me parecían, chicas normales. Esas fotos, son engañosas. Como podía saber, que son diferentes, en persona? Como podía, saberlo?
-- Pues deberías haberte esforzado un poco y haber leer los datos y el peso, de todas las chicas. Venga. Tenemos que terminar con esto y se está dando largo y pesado. Todos estamos cansados. Queremos terminar, todo esto, he irnos a casa. Entendido?
-- Geygey, es vuestro amigo, jaja. Eh sí??
-- Qué dices?-- interrumpió, Ayham.
-- Ah...estamos hablando, de trabajo. Qué haces, en mí lugar de trabajo. Estamos hablando, de negocios.
-- Sanem, me ha llamado.
-- Entonces, ve con ella. Oh, vaya. Qué haces, aquí? -- preguntó Geygey.
-- No tengo idea. Esa es la cuestión. Si creéis que estoy celosa de ellas, os equivocasis. Esas chicas, ni siquiera van a caber en el coche. No nos, sirven.-- dijo ella.
-- Eres realmente caprichosa-- le dijo-- Geygey.
-- Qué? Ah...perdona, perdona. Estaba hablando, con estas chicas. Sí. No te oído, bien.
-- Llevalas a maquillaje, y peluquería. Date prisa.
-- Ayham.
-- Voy.
-- Ven, conmigo. Puedes reencontrarme, cuatro chicas del barrio?
-- Claro, que puedo encontrarlas. Porqué?
-- Te voy ha contar, mi plan. Vamos.
-- Nos sentamos, ahí? -- preguntó Embre.
-- Sí, claro.
-- Adelante-- le dijo, sacándole la silla.
-- Gracias, señor Embre. Es muy, amable.
-- Las cartas-- interrumpió, el metre.
--Muy amable-- dijo Embre.
-- Gracias. -- Señor Embre, este sitio, es muy elegante. Cuando dijo que quería comer una ensalada, pensé que era algo más simple.
-- No sólo sirven ensaladas, pero las hacen muy buenas. El otro día, te envíe una. No te gustó?
-- En realidad, no pude probarlas el otro día. Aamm, cuando la trajeron, ya había comido, pero tenía tan buena pinta, que decidí comerme la luego. Pero, lo olvide.
-- Señor Embre, disculpe. No debemos, llamar la atención-- interrumpió, un cliente.
-- Bien. Todo está, listo.
-- Cuanto menos, nos vean juntos, mejor-- dijo, dándole un documento secretamente.
-- De acuerdo. Espero tener, buenas noticias.
-- Será, próximamente-- le dijo, cordialmente. -- Qué tenga, un buen día-- le dijo, a Leyla.
-- Gracias. Adiós.
-- Ya podemos, pedir-- dijo cuando se fue.
-- Sí, vale-- dijo Leyla, confundida.
-- Oye Menahad. Estas chicas, me van a dar, muchos problemas. Quiero que hagas lo que sea, para que se queden horribles. Lo que sea, pero que queden mal. Yo no te he dicho nada-- le dijo ella.
-- Jajajaja. No te preocupes. Es un juego de niños, para mí. Éste es tú anuncio y se hará, como tú quieras.
-- Las maquillaran, según los años 80. -- Párpados azules, y ojos verdes. Que queden horrendas. No se hable más.
-- No te preocupes. Yo me encargo, de todo. Yo me encargo, de todo. -- Guapa.
-- Muy bien-- Señor Can? Todo, bajo control. Vamos.
-- Por donde empiezo, contigo? A ver? Jajajaja.
-- Megmet, me gusta mucho, esta maqueta. Haber si la colocamos, por ahí? Buen trabajo, gracias. -- dijo Aderen. -- Pero que hace, esto aquí? De quién es, este coche? No han dejado, el número de teléfono?
-- Sí no vas ha comprarlo, no lo toques. Sino vas a hacer, un rayon aquí. Es mejor, que te separes de él-- interrumpió él chacal, asustandola.
-- Aahh. Eres tú, otra vez. Vete de aquí, no haces más, que molestarme.
-- Sí... otra.
-- Estamos rodando un anuncio. Conoces al dueño, de éste coche?
-- Pues se parece, mucho al mío. Pero no estoy, seguro. Pero podemos probar. A lo mejor, es el mío-- dijo, abriendo las puertas del coche. Sigo sin estar seguro. Lo siento.
-- Lo que he entendido, que después de tanta cháchara, es que es tú coche. Llevatelo, por favor.
-- Vaya!! Tienes mucho carácter hermana. Confías, en ti misma. De dónde sacas, esa autoestima?
-- Ya te he dicho, que no me llames hermana. Lo ves? Ya estoy, gritando, otra vez. Voy a hacer un rodaje, en esta calle. Y todo lo que tengo que hacer por aquí, es de los años 80. Así que subete a ese coche, tan maravilloso y moderno, y llevatelo de aquí. Llevatelo, de aquí. Eso es todo.
-- Ya entiendo. Me has contado la historia. Vas a grabar un anuncio, que es de los años 80, y quieres, que mueva este coche. Pero...a quien, le molesta, este coche? A mí no me molesta. Si te molesta, a ti, yo puedo ayudarte. Pero no será, fácil. No tiene, gasolina, necesitamos gente, y no voy ha perder tiempo, haciéndolo. Por favor, y no puedo ponerlo, en otro sitio, y tiene que pagarlo.
-- Un hombre, tan alto como tú, y tiene que hacer todo esto, por dinero. Qué pena, me das. Llevatelo, anda toma-- le dijo, dándole unos billetes.
-- Por esa cantidad, ni siquiera tengo para activar el limpiaparabrisas. Pero lo acepto, como un adelanto, del pago. No te preocupes. Te ayudare. Dame 10.000 liras, y te resuelvo, el problema.
-- 10.000, liras? Me pregunto, si has visto alguna vez, tanto dinero junto? Devuelveme, eso. Ya!! Sabes lo que voy a hacer? Voy a llamar a la policía. Ahora mismo. Eres un sinvergüenza, por lo visto, y un charlatán. Y claro. Se te nota, a primera vista.
-- Sshh. Cuidado, con lo que dices. Si no me pagáis, iptofasto, os vais a largar. Estoy harto, de ti-- le dijo, tirandola al suelo.
-- Aahh.
-- Lárgate, o te vas a enterar, de lo que es bueno--irrumpió Osman, al verlo.-- Fuera.
-- No entiendes nada, Osman.
-- Chacal. Te he dicho, que te vayas.-- Ese hombre...no es de nuestro barrio. No es más que, un fanfarrón.
-- Gracias, por ayudarme.
-- Señor Embre, por favor, no se lo tome a mal. Pero tengo, que preguntárselo. Qué había, en ese sobre?
-- Lo que estás pensando. La clave, para acceder a I.T.RP. Holding.
-- Estoy muy disgustada. El soborno, es...
-- Sshh. No digas eso, Leyla.
-- Perdone. Es que no puedo, creerlo. El señor Asis, estaba en contra de eso.
-- Mi padre, no está aquí. No lo sabías, mm? Creo que no es necesario, para este negocio. Si tengo que ocultartelo, tal vez, no deberías ser mi ayudante.
-- El señor Can, lo sabe?
-- No. Sólo hay tres personas, que conocen este secreto. Tú, yo y ese hombre. Confío mucho en ti, Leyla. No traiciones, mi confianza. De acuerdo?
-- Por supuesto. Por eso, hemos venido aquí, señor Embre?
-- Claro, que si. Cuál es el problema?
-- No pasa nada, no pasa nada-- dijo Leyla, asustada.
-- Confío en ti. No digas nada, a Can.
-- Señor Embre, ya sabe que nunca he revelado, sus secretos.
-- Por eso eres la única de la agencia, en la que pueda confiar. No has comido, nada.
-- Eemm. No tengo mucho apetito, señor Embre. Si quiere, podemos irnos, cuando usted termine.
-- Sí. Mejor no atraer, la atención de la gente-- Puede mandarme, la cuenta?
-- No estoy segura, de que no pueda hacer esto-- dijo ella.
-- Tú sólo concentrate, Sanem. No estás atenta, a los detalles.
-- Sanem. Te servirán, estas maletas? -- interrumpió Geygey.
-- Sí, Geygey. Me gustan.
-- Bien.
-- Geygey, esas maletas, son alquiladas-- dijo Aderen.
-- Son muy, pesadas. Qué quieres, que haga? Voy ha recogerlas.
-- Hay maletas más antiguas y bonitas, por ahí. Vamos ha buscarlas, Geygey.
-- Sí. Ahí viene, el señor Can. Vamos.
Mientras, Aylim, observaba.
-- Quieres que comamos, en las rocas, junto al mar? -- preguntó él.
-- Sí.
-- Sí, mm?
-- Lo ves, Nihad?
-- Lo veo, Mezquive. No te preocupes, ahora es mi turno. Dejamelo, a mí. -- Sanem...
-- Ahora voy, papá.
-- Será un momento, cielo. Estoy muy enfadado, Sanem. No me gusta lo que están haciendo en nuestro barrio. Quiere divertirse, con esas chicas, que ves en la otra parte.
-- Qué? No lo has entendido, papá. Las chicas, no están aquí, para divertirse.
-- No sé qué decirte. Estaba arrimandose mucho, a una de ellas y abrazando.
-- El señor Can?
-- Sí. Estoy totalmente seguro, de que era él. Sí, lo era.
-- Perdona pero...te has debido, equivocar.
-- No, no me he equivocado. Además Can, ya no me cae tan bien. Como ha podido haber hecho esto? Es un barrio, decente. Madre mía. Deberías mantener, las distancias con él. Te lo digo, en serio. Mantén, las distancias.
-- Yo siempre mantengo, las distancias.
-- Por eso mismo. Debe de haber cierta distancia, entre una empleada, y su jefe. No es, así? Entiendes, lo que te digo? Porque este es tu barrio, y aquí, has crecido -- decía Nihad, mientras ella miraba hacía atrás. -- deberías actuar, como un poco más de modestia.
-- Papá...ni siquiera...le miro a la cara. Tampoco, es necesario.
-- Ojalá él, no hubiera traído esas chicas aquí.
-- No te preocupes, papá. Pronto, se irán.
-- Aaahhh-- se escuchó, en la peluquería. No salgáis.
-- No. Es bonito, es bonito. Es la moda, la moda -- decía Menahad, mientras ellas hablaban con horror.
-- Es de los años 80. Todo el mundo, vestía así. No te preocupes. -- Estás preciosa-- No digas, así.
-- Aahh.
-- No os vayáis! Todas, todas, todas. Es la moda, de los 80.
-- Ooohh-- gritó Aderen.
-- Qué ocurre? -- preguntó Nihad.
-- Menahad, Menahad. Pero, que has hecho?
-- Menudo problema? -- dijo Geygey.
-- Menahad, pero mira como las has dejado? Pobrecitas -- fingió ella.
-- Tú me dijiste, que las peinara, y las maquillara al estilo de los 80, y eso es, lo que he hecho.
-- Ooohh, menudo desastre. Me va a dar un infarto-- fingió, de nuevo.
-- Ves lo que has hecho? -- dijo Aderen-- es un desastre.
-- Uuuhhh. No sé, lo que vamos a hacer ahora.
-- Mi intuición me dice, que tú has tenido algo que ver-- irrumpió él.
-- Como? Como? Como puedes decirme, que yo he tenido algo que ver? Has visto, lo de las chicas? -- preguntó, mientras el sonreía.
-- Cancelamos, el rodaje-- dijo Aderen -- las chicas, se han ido y nosotros, que hacemos aquí? Estos son los momentos de la vida en que me pregunto, porqué no dejo este trabajo?
-- Calmate Aderen. Seguro que Sanem, tiene alguna solución.
-- Podemos utilizar, a...algunas chicas de la oficina, y del barrio.
-- Pero el pelo, el maquillaje y la ropa, deben ser igual. Colorido, llamativo y exagerado.
-- No te preocupes. Yo me encargo.
-- De acuerdo. Ya puedes escoger, ésas chicas, de tu barrio. Elige también de nuestra agencia, qué quieras que participe, y si alguna te dice que no, le dices que es una orden de la señorita Aderen.
-- A quién, yo quiera?
-- Sí.
-- Mezquive, Nihad. Espero, que estéis bien-- saludó él.
-- Sí. Estamos bien. Necesitas, algo?
-- No, gracias.
-- Debéis sentiros, muy orgullosos de Sanem.
-- Sí, lo estamos. Nosotros, la queremos mucho-- dijo Nihad, con desconfianza.-- es una chica verdaderamente, inaguantable. Aquellos que no saben apreciarla, se pierden algo muy importante.
-- Sí, Sanem, es excepcional. Para mí, también lo es. Puedo coger, una botella de agua?
-- Por supuesto.
-- Gracias.
-- Tú crees, que él también la quiere? -- preguntó Mezquive.
-- Pero como, lo voy ha saber? Yo no entiendo, a los jóvenes de hoy en día. Se lo preguntaremos, a Sanem. Eh?
-- Qué queréis preguntarle, a Sanem? -- interrumpió él.
-- Qué como lo ha hecho tan alto, que ha crecido en nuestro barrio como este?-- dijo Mezquive. -- ahora escribe guiones, y esas cosas.
Y de pronto, de la peluquería, salen las cuatro vestidas de los años 80. Ayham, Aylim, Aderen y ella, dejandolos a todos boquiabiertos.
-- Bien. Vamos a darles, las maletas a las actrices-- dijo Geygey.
-- Vamos a empezar, a rodar. Rápido, vamos a filmar. 3,2, 1.acción -- dijo él.
-- Qué rápido, ha crecido, eh?-- dijo Geygey.-- Ah, sí.
Tras el rodaje, empezó la fiesta y todos comentaban, y lo celebraban.
-- Vuelve cuando quieras. Mis dulces, son famosos por aquí-- le decía Menahad, a Aylim.
-- Dónde está Sanem? -- preguntó Mezquive a Menahad.
-- Se fue andado, hacía el muelle.
-- Un día, bonito. Verdad? -- le dijo, Ayham, a Geygey.
-- Sí. Ha sido, bonito.
-- Dónde está, el señor Can? -- le preguntó, Nihad a Geygey.
-- Yo no lo sé. Yo no soy, su jefe. Mi jefe, no puede saber dónde está. Porqué, me miráis así, eh?-- dijo Geygey, asustado.
-- Dónde está, el señor Can? -- le preguntó Mezquive, furiosa.
-- En el muelle. No, en el muelle, no está. En...el...en la muela del juicio. En el muerdago. Sí, en el muelle, del peligro de película.
-- Can!!
-- Ten cuidado.
-- Ya llego.
-- Muy bien, bravo!!
-- Sabes? Todo el mundo, me miraba un poco raro, viniendo hacía aquí.
-- Será, por el peinado, maquillado y la ropa?
-- Sí, puede ser.
-- Eres una mulata, ves?
-- Sí, es verdad.
-- Bailemos samba.
-- Sí.
-- Venga. A veremos, como bailas. Estupendo. Estás preciosa.
-- Estoy, feliz, feliz, feliz? Aahh, jaja.
-- Eres la cosita más bonita, que he visto en mi vida.
-- Hay algo...
-- Tus padres, me tratan, de forma rara. Tú podrás hablar con ellos y contárselo, mm?
-- Bueno...de momento, no puedo decírselo. Hay algunos malentendidos, pero voy a hablar con ellos. No te preocupes.
-- Te ha gustado, el rodaje?
-- Sí, mucho.
-- Genial.
-- Estoy...pasando un día maravilloso y gracias a ti.
-- Ahí están, Mezquive. Corre, corre, corre!!-- dijo Nihad.
-- Ahha.
-- Qué, pasa? Qué te, pasa?-- preguntó él.
-- Señor Can?
-- Qué?
-- Qué vergüenza. Como has podido traer, esas modelos a mí barrio? Con esas chicas tan altas y delgadas. Me parece insultantes. Una vergüenza. -- fingió ella, al ver a sus padres.
-- Sanem!!
-- Qué está pasando aquí? -- irrumpió Nihad.
-- Papá?!
-- Estás bien?
-- Oh, papá. Qué pasa?
-- Eso, digo yo.
-- Veo cosas, muy extrañas.
-- Como qué?
-- No es fácil, de explicar.
-- Y bien?
-- Es muy, complicado.
-- Qué quieres, decir?
-- Pues que...todo está, patas arriba. No sé, que decirte.
-- Mezquive, porqué...me está mirando de esta manera? -- preguntó él.
-- Tú mejilla, tu mejilla, tú mejilla-- respondió, mirandolas.
-- Aahh, no puedo creerlo. Le pillé besando, a una de las actrices-- volvió a fingir.
-- Eso no es, asunto tuyo. Puede hacer, lo que le plazca. Tú tienes, porqué meterte. Porqué, le gritas?
-- He visto a la modelo, besando al señor Can y yo soy de este barrio, y yo escribí, el guión del anuncio. Me avergüenza.
-- Qué es toda esta locura? Qué le estás, contando? -- preguntó él, confuso.
-- Mezquive, vamos. Vámonos-- dijo Nihad.
-- Debería darle vergüenza. Porqué, lo ha hecho? Nuestro barrio, es un barrio decente. La verdad, es que no lo entiendo.
-- No has visto? Se llevan como el perro y el gato. No están, enamorados.
-- Sí. Han estado, a punto de matarse. Ahora me siento, más tranquila.-- Sanem, vienes con nosotros?
-- Ahora, voy. Esperad, un minuto.
-- Sanem, que eran todas esas tonterías? Me has avergonzado, delante de tus padres.
-- Ha sido, improvisado. Seguro que me castigan, por haber sido grosera, con usted. Pero no, pasa nada. Vale? Nos vemos mañana.
-- Sanem...
-- Ya voy. --Ooohh, en mí vida, no he visto nada igual. No hace falta, una vergüenza. Si quiere hacer algo así, hagalo en otro sitio. No lo haga, es un lugar, respetable. La verdad, es que no lo entiendo. Váyase a su barrio, para hacer, esas cosas --dijo, mientras le tiraba un beso, y le decía adiós.
-- Hemos terminado. Chicos, hemos terminado, el rodaje. Muchas gracias a todos, por favor, dejad el barrio tan limpio, como podais-- Geygey, encargarte de esto.
-- Sí. Señor Can.
-- Bravo!!
-- Geygey, no hemos hablado.
-- Ah...preferiría, no hacerlo, Ayham.
-- Qué? Estás huyendo, de mí?
-- Bueno...algo así.
-- Pues...lo siento, por ti, la verdad. No puedes escapar, de lo que hay entre nosotros. Que? No me mires con esa cara. Incluso ahora, estas más mono. Bueno, me voy.
-- Está loca, por mí. Ajaja. -- Quieto. Qué estás haciendo?
-- Es un día bonito, verdad? Hasta el aire, está calmado-- dijo Aylim.
-- Hoy pareces, muy feliz.
-- Lo estoy. Hoy he pagado, todas mis deudas.
-- Cómo, lo has hecho? Vendiste, el anillo?
-- No...Embre me dio, el dinero. El anillo, está aquí. Tengo otros planes, para él, sabes?
-- Mm. Como por ejemplo, comprometerte, con Embre?
-- No...Embre no está listo, para esto. Le voy ha contar un plan diferente, para el que tenga este anillo. Gracias a este anillo, me compremetere, y me quitare un obstáculo molesto.
-- A qué te refieres, con un obstáculo?
-- A alguien que tiene un plan, para meterme en Hycliharika.
-- Ay...Aylim, eres una mujer, muy peligrosa.
-- Las personas solitarias, siempre lo son. Porque en realidad, no tienen a nadie, en quien confiar.
-- Tú estás sola? Acaso, no somos amigas?
-- Claro. No seas tonta. Somos amigas. Nos vamos, ya?-- Ah...disculpe. Nos traes, la cuenta, por favor? -- He olvidado, la cartera.
-- Pago, yo.
-- Buenas noches-- dijo Leyla, con cara de tristeza.-- Cómo estás, Osman?
-- Bien. Y tú, como estás? Pareces, cansada.
-- He tenido un día, muy duro. Qué haces? Estás cerrando?
-- Sí. Estaba recogiendo.
-- Estupendo. Me voy ha sentar aquí, para descansar un poco. Luego si quieres, podemos ir al paseo marítimo, a tomar un té y a charlar. Te apetece?
-- Ah...le prometí a Gollit, que la vería anoche. Si me lo dices antes...?
-- Mm. No pasa nada. Quedaremos, otro día. Saluda a Gollit, de mí parte.
-- La próxima, vez.
-- Sí. Buenas noches.
-- Leyla. Saluda a tus padres, de mí parte.
-- Vale, lo haré.
-- Deja ya de preocuparte. Come un poco. El plan, es muy simple-- dijo Aylim. -- Tú irás al barrio, de Sanem, y hablaras con Menahad. Y como no quiere la cosa, empiezas a preguntarle, por Osman. Y Can se enterara de las mentiras de Sanem. Así de fácil.
-- Aylim. Ya lo he entendido, vale? Vamos a dejar, el tema -- dijo Embre.
-- Por cierto. Me olvidé el bolso, en la fiesta de Polet. Ahí dentro, está mi cartera. Podemos, buscarlo?
-- Vale. Iremos después de desayunar. Si no llueve.
-- Vale.
Mientras, él está haciendo ejercicio, en el Gim.
-- Buenos días-- saludó él, cuando terminó, sus ejercicios.
-- Buenos días-- correspondió, ella el saludo.
-- Tengo una pregunta importante, para ti. Te gustan, las crepst?
-- También, sabes hacerlas? Buuf.
-- Claro que sí, y además, me salen buenísimas. Voy ha darme, una ducha. Paso ha buscarte, luego?
-- Aamm. Será mejor, que no vengas por el barrio, durante algún tiempo.
-- Entonces. Nos vemos, en mí casa?
-- Vale. Estaré allí, en seguida.
-- Hasta luego.
-- Como que en seguida? Si tienes, que prepararte-- dijo levantándose de la cama, velozmente.
-- Ahora...a los ojos, de tus padres, soy un tipo...extraño. Un hombre, que sale con modelos, y que come...carne, cruda, no?-- dijo él.
-- Exactamente.
-- Te parece, gracioso?
-- Qué le voy a hacer? No puedo decirles, la verdad.
-- Todo eso, son tonterías. Voy a hablar, con tu madre.
-- No. Ni hablar. Yo hablaré, con ella. Dame...algo, de tiempo.
-- Aayy, Sanem. Qué voy a hacer, contigo? Aahh.
-- Siempre te estoy causando, problemas. Tus crepst, están realmente buenas.
-- A sí?
-- Buenos días-- interrumpió Embre.
-- Buenos días-- dijo él.
-- Buenos días-- dijo Aylim.
-- Qué aproveche.
-- Gracias.
-- La otra noche, me deje mí bolso aquí, y he venido a recogerlo. Me he encontrado, con Embre, en la puerta -- dijo Aylim.
-- Nosotros, vemos tener una reunión, pero ha dicho el señor Can, que no podíamos trabajar con el estómago vacío y ha preparado un desayuno.
-- Hay un montón, de crepst. Sentaos-- dijo él.
-- No, eh...
-- Sí...por supuesto. Me encantan, las crepsts-- le cortó, Aylim.-- me siento, aquí.
-- Ah...quieres que te traiga, un café?
-- Voy, yo.
-- Está bien, gracias-- Sanem...me encantó, el rodaje de ayer. Mis felicitaciones. Gracias a ti, fui actriz, por un momento.
-- Gracias, a usted. Le agradezco muchísimo, que haya aceptado, Aylim.
-- Es un placer-- Can, Sanem es una chica, con mucho talento. Tienes, que valorarla. Tenía que llevarmela, a mí agencia, por un tiempo.
-- Sanem es libre, para trabajar, donde quiera-- dijo él.
-- Gracias, Aylim-- dijo ella.
-- Tú café, y tú certera-- interrumpió Embre.
-- Embre, toma esto. No tengo, más hambre. Puedes usar, mi plato.
-- Tenéis sacarina, por aquí? Puede que yo tenga, en mí bolso. Oh, no. Mi lapiz, de labios-- dijo Aylim, tirando las cosas del bolso al suelo, deliberadamente.
-- Este no es, tu anillo de compromiso? -- preguntó él, cuando lo cogió del suelo.
Sanem, no sabía que decirle, mientras que Aylim y Embre, se miraron.
Qué parará?