❝Nunca Confíes en Él❞
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¿Seguros que su padre
fue un carnicero?
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—¡NO ME MATES!, ¡SOY INOFENSIVO, ESTOY DE TU LADO!.— gritó NoEnrique al estar frente a Stella, el cambiante se hizo bolita en la mesa de la cocina mientras temblaba del miedo. Claire le había comentado la reacción de Stella al estar frente a Jim, y temía que a él sí lo asesinara.
—Eres demasiado dramático para ser un cambiante.— comentó la chica de cabellos rojizos mientras intentaba no reír de la actitud que mostraba.
—Es un acomodado.— le dijo Claire cruzada de brazos.—, sabe perfectamente cómo usar el baño, y me obliga a cambiarle el pañal.
—Sabes, cuando me dijiste que tu hermano era un cambiante... esperaba a alguien más tenebroso, valiente... Y alto.
Claire rió a carcajadas.
—Sólo espero que Jim lo rescate pronto.— comentó esperanzada.— prometió que iría por él.
—Y no dudo que lo haga.— admitió Stella con una sonrisa.
—Te tengo una pregunta, niña rojita.— habló NoEnrique algo ofendido.— ¿Es cierto que Gunmar casi te mata en la Batalla de Muerteenfrente?.
Stella cerró sus ojos con fuerza, esa pregunta la detestaba con todo su corazón no quería recordar sus ultimos minutos en el siglo XII.
—Así es.— respondió cortante.—, pero eso no significó que no le haya hecho daño tampoco.
—Fascinante... Ahora entiendo porque eres parte de la historia...
Y no tienes idea...
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—Stella, ¿Y si no te pasa lo mismo que a tu mamá?.— preguntó Claire de pronto dejando de ver su libro de Física.—, el hecho de que a tu mamá le haya ocurrido, no quiere decir que te pueda ocurrir.
Stella, quien veía el lápiz labial y esmalte que tenía su ahora mejor amiga y hermana de portal, la miró con duda.
—No lo sé, Claire.— cuando me enteré al respecto, me dijeron que era una profecía... Pero algunas son tomadas como maldiciones, y las maldiciones son generacionales.— aclaró.
—Pero, ¿Y si no?.— insistió.—, no me parece justo que te limites... ¿De casualidad te han dicho una profecía tuya?.
—Pues...— pensó por unos segundos.— siempre me dijeron que debía ejercer el debe de mi mamá, es decir, gobernar y proteger a los Trolls.— dijo.— pero no me dijeron que sería 900 años después.— dijo bromista.
—Yo pienso que no deberías limitarte, no estás en el siglo XII, estás en el XXI y hay una gran diferencia...
Stella asintió sin decir una palabra más, Claire estaba en lo cierto. Pero, ella aun no quedaba del todo limpia, la profecía de su madre fue por una maldición prácticamente. Y ella temía correr el riesgo.
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|Días Después|
Stella Miracle caminaba al lado de su ahora mejor amigo Toby Domzalski, ambos estaban junto a un grupo de estudiantes yendo a una excursión en el Museo de Arcadia.
La chica iba perdida en sus pensamientos, había pasado una primer semana caótica desde que despertó, Jim le había besado la mejilla, había conquistado a su estómago con su comida, había dicho media verdad a Claire, vio a Blinky como un humano, vio a Blinky de nuevo como un Troll, se enteró que Jim fue el verdugo de Bular -algo que admiraba-, miró como Aaarrrgghh tenía una herida por veneno de enredadera del sol, tuvo un confrontamiento con Usurna quien los visitó por su amigo grande de ojos verdes.
[—Ella nunca me agradó.— le confesó Stella a Jim mientras veían a Usurna hablar con Vendel.— siento que oculta algo...
—¿De verdad?.
—¡Vaya pero si es la bella durmiente!.— dijo la mencionada viendo a Stella cruzada de brazos y con un rostro serio.—, parece que dormir 9 siglos no te sienta bien, tienes mala cara.
—Y parece que 9 siglos la hicieron más insoportable...
—¡STELLA MIRACLE!.— le regañó Blinky.
—Se nota que Mercadotrol estará en buenas manos.— comentó la Troll Krubera viendola con desprecio y comentando de forma sarcástica.
—Estará en las mejores manos.— dijo Stella.—, y usted no tratará de robarme lo que por derecho es mío.
—¡STELLA MIRACLE GALADRIGAL!.— volvió a regañarla Blinky, y esta vez incluyendo su apellido.]
Se emocionó al ver a Jim jugando Pyrobligst, se enojó por que le prohibieron jugarlo y ella sabía que es buena.
[—Te puedes hacer daño.— dijo Blinky con preocupación.—, además recuerdo que te prohibí jugarlo.
—Las damas de carne no pueden jugar, Stella.— dijo Usurna apareciendo de improvisto.
—Sí Stella, mejor observa al Cazatroles en todo su esplendor...
—Trolls, típico.— dijo cruzando sus brazos molesta.—, si alguno me llega a decir que solo es para Trolls macho, les juro que les cortaré la lengua.]
Se alegro al saber que solo faltaba una Roca Triúmbrica, pero no sabían donde estaba. Supo por Claire que habían buscado en montañas y pantanos, pero faltaba un sitio. Se emocionó al ver Mercadotrol había ganado, pero Aaarrrgghh había preferido irse.
Luego regresó, Jim obtuvo un escudo al usar la segunda roca. Y se entristeció al saber que ella no podía curar a Aaarrrggghh.
—¡Stella!.— le llamó Toby. La mencionada se sobresaltó.—, ¿En qué tanto piensas?.
—En todo.— respondió sin mirarlo.
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—¿¡Qué demonios hace esto aquí!?.— exclamó la de mirada azul en la sección de Edad Media del museo.
Jim y Claire se acercaron a ella con confusión.
—Es un vestido, ¿Qué tiene de malo?.— cuestionó Toby.
—Es el vestido de mamá.— dijo detallandolo.— Vendel lo tenía, con ese vestido conoció a Merlín.— confesó mientras ponía una mano sobre el cristal que lo protegía.— ¿Cómo habrá llegado hasta aquí?.
—De seguro fue cuando buscaban otra piedra corazón.— dijo Claire poniendo una mano sobre su hombro.
Toby quien estaba al lado de Jim, tomó el brazo de su mejor amigo y se lo llevó consigo.
—Jim, ¿Ese no es el vestido que miraba Vendel cuando salió a la superficie?.— preguntó.
Jim lo pensó unos segundos y luego abrió sus ojos a más no poder.
—¡Claro!, ese es el vestido que miró cuando le íbamos a mostrar el puente. Ahora entiendo porqué lo miraba de esa forma.
—Igual yo, Jimbo.
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—¡Yo una taza de café, Jim! Es tan delicioso.— dijo sentada desde la barra de la cocina del chico.
Ambos estaban estudiando español, hasta que el chico empezó a hacer la cena. Y le ofrecía a Stella una bebida.
—¿Te encanta el café?.
—Sí, desde que me lo dio la señora Moskovitz.— confesó.
Stella había decidido estudiar más tiempo con Jim debido a que ahora estaba en doble peligro por haber destruido el Inferna Copula y enfurecer a Angor Rot, quien parecía haber desaparecido por completo.
Además de quere pasar más tiempo con Jim luego de ese beso en la mejilla.
—Vendel tiene razón en algo.— comenzó a hablar.— no deben subestimarte...
Jim se sonrojó ante ese halago. Si es que lo era.
—Más de 900 años de Cazatroles, y un humano fue el verdugo de Bular.— dijo orgullosa.—, apuesto a que fue emocionante ¿No?.
—Más o menos.— dijo temeroso.—, por lo menos sigo siendo fiel a la regla 1 de los Cazatroles.
—¿Siempre tener miedo?.
—Exacto.— dijo sacando un pastel de arne del horno.
—Huele delicioso.— dijo ella viendo aquella comida.— ¿Hay algo que no sepas hacer?.
No ser sincero y aclarar mis sentimientos...
—No ser bueno en español.— dijo sirviendo en dos platos.
—Tonterías, te has desenvuelto bien con la historia de Joaquin, María y Manolo.— confesó.
—¿Crees que al señor Uhl le guste?.— preguntó sentandose frente a ella.
—¡Por supuesto que le gustará! Los mejores libros son los que tengo, y El Libro de la Vida no es la excepción.— le dijo sonriente.—, pero si a ti no te gusta, puedo prestarte otros. Tengo uno sobre una chica y una puerta secreta.— recordó.
—Ese es perfecto, ya puedo decirlo sin problemas.— rió.
Unos minutos después habían comenzado a cenar. Para Stella fue como estar en la gloria, amaba cómo cocinaba Jim y su estómago se lo agradecía.
—¡Cielo, ya llegué!.— gritó una mujer cerrando la puerta y caminando hacia la cocina.— ¡Oh, una chica!... no me dijiste que tendrías visitas.— dijo viendo a su hijo.
Jim comenzó a ponerse nervioso ante su mamá y Stella, más por el comentario que ella había realizado sobre la sorpresa de ver a una chica en casa.
—Usted debe ser la señora Lake.— dijo Stella caminando hacia ella.—, es un placer conocerla, soy Stella Miracle compañera de su hijo.— se presentó alargando el brazo para estrechar su mano con la madre del Cazatroles.
—Soy Barbara, un placer, dulzura.— dijo con una sonrisa.
—Lamento si mi visita le cause algunas molestias, pero ayudaba a Jim con su tarea de español.— habló.—, es un honor conocerla, Jim me ha comentado acerca de su trabajo y déjeme decirle que es algo digno de admirar.— dijo sincera.
Stella conquista a cualquier adulto con los buenos modales...
—No es ninguna molestia.— dijo la doctora acomodando sus lentes.—, es solo que Jim nunca había traído a una chi.- fue interrumpida por Jim quien se acercó a ella.
—Mamá, debes estar hambrienta. ¿Te sirvo un poco de pastel de carne?.— prguntó al estar frente a ella.—, no me avergüences.— suplicó en un susurro.
—Oh no, cariño. Debo volver al trabajo, haré doble turno, solo quería pasar por un cambio de ropa.— confesó mientras le guiñaba un ojo en señal de que no lo avergonzaría.
Asustando más a su hijo.
—Fue un placer, Stella. Espero verte más seguido, y no te duermas hasta tarde, Jim.— le advirtió al chico.
—¡Igualmente, señora Lake!.— respondió cuando la mujer subía por las escaleras.— tu mamá es hermosa.— le confesó.
—¿Seguimos cenando?.— le invitó.— aunque solo le sirvo un poco a mamá para que se lo lleve al hospital.— dijo yendo a la cocina.
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—¿Bromeas? suena una locura.— rió Jim hablando con Stella.
—¡No bromeo! Draal me quitaba así los dientes flojos.— rió de igual forma.
—¿No te dolía?.
—Un poco. También recuerdo que él me enseñó a jugar Pyrobligst a escondidas de Blinky.— confesó.
—Vaya, te llevas bien con él. Cuando lo conocí me odió por completo.— admitió.
—Bueno, es como mi hermano mayor. Vendel, Merlín y Blinky son como mis padres, Aaarrrgghh como un tío al igual que Bagdwella.
—Bueno, debo sacar la basura.— recordó Jim viendo la hora.—, ¿Te gustaría ver una película luego?, se llama Arma Robot, nos encanta a Toby y a mí.
—¿No deberías dormir?, son las 11:00.— dijo preocupada.
—Tú también deberías dormir.— dijo con seriedad. Comenzaba a sospechar que la pelirroja no dormía.
—Mejor saquemos la basura y veamos la película.— dijo ella con nervios y apresurada.
¿Otro secreto, Stella?
Debo de dejar de tener secretos... y más con él...
—Bien, vamos.— le animó.
Ambos iban con una bolsa de basura en la mano. Miraron hacía la segunda planta de la casa de Tobías, estaban riéndose con Aaarrrgghh y parecía como si hubiese ningún problema alrededor de ellos.
Desearía estar sin problemas al menos por un día...
Entre los arbustos, que empezaban a sacudirse de forma constante. Aparecía Strickler con un semblante preocupante, su cabello estaba despeinado, su ropa sucia y rasgada, como si corriera por su vida.
Y literalmente lo hacía.
—¡Ayúdame, por favor!.— suplicó arrodillándose frente a Stella y juntando sus manos.—, por favor... Debes ayudarme.
—Debería matarte.— pronunció ella con odio.
—Eso lo hubiera hecho yo hace mucho.— dijo Jim de igual forma.—, pero ha hecho un hechizo de unión a mi madre.
—¡Por favor, ayúdenme! Angor Rot quiere matarme.— volvió a suplicar.
Stella colocó sus manos frente a Strickler y susurró.
—Mutantur dormit;— susurró y Strickler cayó inconsciente frente a ella.
—¿¡Qué fue eso!?.— Jim estaba sorprendido por lo que había hecho la de cabellos rojos, está por otro lado lo miró con seriedad.— ¿Q-qué le dijiste?.
—Le dije que durmiera.— contestó.— debemos pensar en qué haremos con él, ¿Le ayudaremos?.
Stella y Jim miraron por última vez a Strickler que yacía tirado en el suelo. Ambos sabían que lidiar con Angor Rot sería complicado y peligroso, pero no tenían opción y las cosas no podían complicarse más.
La ingenua chica de cabellos rojizos y el Cazatroles no se esperaban la aparición de Gnomo Chompsky, este ya se encontraba en Mercadotrol luego de la búsqueda del hermano de Claire en las Tierras Oscuras, trayendo consigo un mensaje para Jim, una advertencia para ambos y una nota para Stella.
《 Oʜ Bᴇʟʟᴀ Sᴛᴇʟʟᴀ﹐ ᴍᴇ ᴅɪᴄᴇɴ ϙᴜᴇ ᴇʀᴇs ᴘᴀʀᴇᴄɪᴅᴀ ᴀ ᴛᴜ ᴍᴀᴅʀᴇ...
Pʀᴏɴᴛᴏ ɪʀᴇ́ ᴘᴏʀ ᴛɪ ᴀ ᴛᴇʀᴍɪɴᴀʀ ʟᴏ ϙᴜᴇ ʜᴀᴄᴇ ₉₀₀ ᴀɴ̃ᴏs ᴇᴍᴘᴇᴢᴏ́﹐ ʏ ᴇsᴛᴀ ᴠᴇᴢ ʟᴏ ᴘᴇʀᴅᴇʀᴀ́s ᴛᴏᴅᴏ.
Y ᴇsᴏ ʟᴏ ɪɴᴄʟᴜʏᴇ ᴀ ᴇ́ʟ.》