Inefable › Minsung

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♡ San Valentín es un día especial en el que todas las personas pueden confesar su amor a los seres que les gu... More

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Minho frunció el ceño al leer ese mensaje de texto y sus ojos marrones se entrecerraron con una expresión de confusión. Finalmente, suspiró y guardó su teléfono en el bolsillo de su chaqueta, teniendo una sensación extraña que no podía quitarse. 

De repente, un llanto ajeno lo alertó. Se levantó silenciosamente, sin siquiera hacer el intento de limpiar sus lágrimas, y una figura apareció en su campo visual. Obviamente no se había dado cuenta de su presencia al estar de espaldas a él.

Un cosquilleo, como si su cuerpo se hubiera congelado, lo recorrió, tragando saliva al darse cuenta de que era Jisung, y el pensamiento que había aparecido en su cabeza solo lo hizo temblar de miedo.

Con el corazón latiendo desbocado, Minho se acercó sigilosamente a él, escuchando cómo murmuraba su nombre. Su vista se nubló al notar lo decidido que estaba.

Mi alma abandonó mi cuerpo cuando tomó impulso y saltó.

Un sollozo escapó de su cuerpo cuando la adrenalina bajó de golpe luego de haberlo jalado con todas las fuerzas que tenía, cayendo el cuerpo de Han sobre el suyo.

Jisung tuvo los ojos cerrados por un rato hasta que se atrevió a abrirlos, viendo que Minho estaba abrazándolo en temblorosos y débiles movimientos. Lloraban sin cesar y ninguno de los dos podía pronunciar palabra alguna.

Había sido una experiencia demasiado horrorosa, se sentía vacío.

¿Qué hubiera hecho si no alcanzaba a Han Jisung? Seguramente habría saltado detrás de él.

Jisung mantuvo su rostro oculto en el pecho del contrario y lloró aún más, sintiendo las lágrimas caer por sus mejillas. Su cuerpo temblaba y sus sollozos se mezclaban con los latidos rápidos del corazón de Minho.

—Lo siento —dijo en un susurro, con su voz ahogada por el llanto—. Por favor, déjame hacerlo.

Intentaba liberarse de los brazos del mayor, pero se sentía tan débil que ni siquiera podía y sus brazos caían sin fuerzas alrededor del cuerpo del chico. El contacto le reconfortaba, pero a la vez le hacía sentir más vulnerable. Quería alejarse, pero a la vez no.

Se sentía tan estúpido, tan idiota y tan malditamente egoísta. Tal vez lo era, tal vez por eso se burlaban de él, y tal vez se lo merecía. Quería irse de allí, del mundo, o simplemente de la escuela. Deseaba correr y perderse, e incluso morir. Pero su cuerpo sin fuerzas no le permitía hacer nada y sus lágrimas no le permitían ver con claridad, se sentía demasiado vulnerable.

¿Por qué tenía que pasar por estas cosas? ¿Por qué no podía dejar de pensar en querer morir? Siempre había escuchado a los adultos decir que la adolescencia era la etapa más hermosa de la vida, pero Jisung no lo veía así. Para él, esta etapa era como una pesadilla de la que quería escapar. Y la única solución que encontraba era quitarse la vida.

Minho miró a Jisung con tristeza, sintiendo cómo su corazón latía con fuerza ante sus palabras. Él mismo estaba pasando por momentos oscuros y sabía lo doloroso que podía ser. Sabía que no era fácil convencer a alguien que quería quitarse la vida de lo contrario, pero también sabía que no podía dejarlo ir así como así. Jisung era importante para él, aunque no supiera cómo expresarlo.

Después de unos minutos de silencio, finalmente habló.

—No digas eso, ni tampoco hagas algo de lo que te puedas arrepentir, Jisung. No estás solo, hay personas que te quieren, tu madre, tu familia, tus amigos... Eres muy importante para ellos —dijo con suavidad, acariciando con ternura el cabello de Han. Este no pudo evitar reírse, desanimado, ya que él era el único amigo que tenía—. No intentes dejarte llevar por una mala racha como ahora. Sé que no es fácil, pero confía en mí. No tienes por qué luchar solo, yo estoy aquí para ti, siempre lo estaré.

Estaba siendo un maldito hipócrita, ya que esa idea también había cruzado por su mente, pero no perdía nada al hacerlo. Estaba malditamente solo y nadie se preocuparía por él, y sabía que tampoco lo haría Jisung. Pensar en eso le provocaba un nudo en la garganta.

Jisung se quedó en silencio, sintiendo su corazón latir con fuerza en su pecho. Quería creer en él, quería creer que las cosas podían mejorar, pero no estaba seguro. Se había sentido tan perdido y desesperado durante tanto tiempo que no sabía si podía volver a confiar en alguien.

—¿Por qué te importa tanto? —preguntó con voz temblorosa, levantando la cabeza para mirar a Minho a los ojos—. No lo entiendo.

El contrario le sonrió con tristeza, entendiendo la confusión y el dolor en los ojos de su amigo. Quería decirle lo mucho que lo quería, lo mucho que lo necesitaba, pero no sabía cómo expresarlo. Dejó de acariciar su cabello y, en cambio, acarició su mejilla con el pulgar.

—Porque eres especial para mí, Jisung. Eres mi amigo, mi compañero de clase, mi... mi todo —dijo, sintiendo cómo las lágrimas amenazaban con escaparse de sus ojos—. Sé que no nos conocemos demasiado, pero no puedo imaginar mi vida sin ti. Eres importante, muy importante para mí.

Jisung lo miró con asombro, sintiendo su corazón latir con fuerza ante sus palabras. Había pasado tanto tiempo sintiéndose solo y abandonado que no podía creer que alguien realmente se preocupara por él. Pero ahí estaba Minho, mirándolo con ojos llenos de amor y preocupación, y eso lo hacía sentir un poco mejor.

—Gracias —dijo Jisung con un pequeño suspiro, cerrando los ojos mientras las lágrimas seguían rodando por sus mejillas—. Gracias por estar aquí conmigo, sonrisitas.

Minho sintió su corazón latir con fuerza ante aquel apodo nuevo que Jisung le dio, pero no le dijo nada al respecto. Solo le sonrió con ternura y siguió acariciando su mejilla, sabiendo que eso era todo lo que necesitaba para sentirse un poco mejor.

El tiempo pasó y las lágrimas seguían bajando por los ojos de Minho a pesar de que ya se había separado del contrario, además de haber llamado a la madre del menor para que lo fuera a buscar. Cuando la mujer llegó, le hizo gracia notar que tenían la misma sonrisa, viendo a ambos irse juntos luego de unos minutos, sin decir demasiado.

Tal vez Han no había podido llevar a cabo sus planes de quitarse la vida, porque aún no era su tiempo de morir, él todavía tenía algo en el futuro. Sin embargo, Minho no tenía nada, absolutamente nada, y nada le detenía de terminar lo que su amigo había tratado de empezar, pero ahora consigo mismo.

Jisung estaba yéndose con su madre, pero tenía un mal presentimiento. Quería volver con Minho, disculparse con él y estar a su lado. Se subieron al auto y ella trató de hablarle, pero Han tomó su teléfono y comenzó a escribir un mensaje de texto. Su tutora rápidamente se lo quitó antes de que pudiera enviarlo.

Frustrado, se bajó del carro y trató de controlar su respiración. Ese presentimiento todavía estaba allí y sentía que algo malo estaba a punto de suceder, sentía que él podía y debía detenerlo. Mientras pensaba en las cosas que le podrían pasar a Minho, una posibilidad llegó a su cabeza. Después de todo, su familia había sido una mierda con él, toda la escuela, e incluso él mismo, su amigo.

Empezó a correr, subiendo todas las escaleras que había hasta llegar a la azotea y lo vio, dándose cuenta de que estaba mirando su celular con una expresión de tranquilidad, sonriendo de forma falsa, haciendo que toda esa paz en él fuera un poco más plena, contradictoriamente. Intentó despedirse de sus padres, pero tenían hasta sus llamadas desviadas, dejándole más que claro que no era nada para ellos. Había vuelto a estar en la azotea, y pensó, sería una muerte horriblemente dolorosa, pero ¿sería peor que el dolor que sentía en su corazón?

Jisung temblaba de miedo, pero aun así, le dijo lo que estaba pensando. Lo que no quiso decirle por miedo a lastimarlo a él o a sí mismo, lo que ocultó por temor a que hiciera lo mismo que Seungmin.

—Me gustas —Sabía que eso había sido repentino, algo que no tenía relación con lo que quería hacer, pero su boca hacía sonidos y palabras por sí sola—. No lo hagas, por favor, no me dejes.

Se dejó caer al suelo, arrodillándose, y sintió cómo todo su cuerpo dolía. No quería que él tratara de hacer algo drástico por su culpa. No quería que el chico que tantas veces lo había salvado, defendido y protegido, dejara de vivir. Quería que él volviera a sonreír y fuera feliz como lo había sido en el pasado, o al menos eso era lo que creía. Las lágrimas y el nudo en su garganta no le dejaban hablar más para decirle todo lo que pensaba, pero deseaba que se diera cuenta de ello.

Minho quería reír. No era capaz de creerle, no podía, no podía creerle ahora. Había pasado por muchas situaciones en las que las personas le mentían y jugaban con sus sentimientos, por lo que ahora era difícil para él confiar en lo que Jisung decía. A pesar de ello, se acercó a él con pasos sigilosos y se arrodilló a su lado, abrazándolo. Tampoco quería decir algo, no quería mentirle, pero tenía que hacerlo.

—No iba a hacer eso, solo trataba de entender qué pasaba por tu mente cuando intentaste hacerlo —Jisung sabía que estaba mintiendo, sus ojos, sus expresiones faciales y cada uno de sus movimientos se lo decían.

Minho lo abrazó un poco más fuerte, besándolo en las mejillas antes de reunir las fuerzas necesarias para cargarlo en sus brazos y bajar todos los pisos. Su madre se consoló en el tortuoso silencio al verlo traer al contrario en sus brazos. Sin decir una palabra, Minho puso a Jisung en el asiento trasero del auto de su progenitora y le dio un beso en la frente.

—Te agradecería si pudieras responder a mis mensajes de ahora en adelante —soltó con gracia, tal vez solo para alivianar el ambiente. Ambos estaban mentalmente agotados—. Hasta pronto, Jisunggie.

Creía firmemente que la madre de Han no le permitiría hacer nada que pudiera poner en peligro su vida, y sentía envidia de ese amor.

El que nunca tuvo.

Pero Jisung, ignorando todo lo que dijo, lo agarró del brazo para impedir que se marchara.

—Ven —susurró—. Nos iremos a casa, ven con nosotros.

Sabía que para su mamá eso no sería un problema, que también lo cuidaría como si fuera su propio hijo, que lo haría porque era su amigo y porque lo había salvado. Pudo comprobarlo cuando ella lo agarró del brazo, llevándolo al asiento delantero y abrochándole el cinturón de seguridad.

Era raro, Minho nunca había sentido que alguien se hubiera preocupado por él, y quizás estaban entorpeciendo sus planes. Desearía que esto nunca hubiera pasado, todo sería mejor si no hubiera entrado en la vida de Han Jisung. 

Durante el viaje a casa, el ambiente se mantuvo tenso y silencioso a pesar de los intentos de la mujer por distraerlos con bromas, canciones y conversaciones triviales. Jisung se limitó a mirar el cielo por la ventanilla del coche, observando cómo la lluvia empezaba a caer. Cerró sus ojos, suspirando y queriendo dormir, deseaba que todo esto solo fuera un sueño.

Después de unos minutos, finalmente llegaron a la pequeña pero acogedora casa que irradiaba calidez. La fachada estaba cubierta de enredaderas y las ventanas estaban decoradas con cortinas de encaje blanco.

La madre de Jisung les preparó una deliciosa crema de champiñones y la noche cayó rápidamente, lo que obligó al joven Minho a tener que dejar para otro día los planes que seguían en su cabeza.

La habitación de Jisung era pequeña, aunque estaba decorada con buen gusto, con un par de pósters de sus artistas favoritos y una pequeña estantería llena de libros y CDs de música que ocupaba una de las paredes. La cama estaba ubicada en un rincón, cubierta con una manta azul oscuro y varias almohadas, lo que la hacía parecer muy cómoda.

A diferencia del dormitorio de Minho, que a menudo se encontraba en desorden, el de Jisung estaba sorprendentemente limpio y ordenado, por lo que el mayor no pudo evitar reír suavemente, este realmente era su estilo.

Aún se sentía todo tenso y estaban cansados mentalmente.

—Buenas noches, Sung.

Habló desde la improvisada cama que habían hecho para él a un lado de la cama del menor, escuchando la lluvia golpear las ventanas de la habitación, reconfortándolo un poco.

Espero que mañana sea un mejor día para ti.

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"Cuida tu corazón" |•Minsung |•Capítulos cortos |•Songfic |•Inspirada en 3 A.M de Jessy y Joy #51 Lee know 12/02/23