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¿Qué es un matrimonio?
Nos han definido este término como la unión de dos personas por medio de alguna ceremonia...
Para mí, significa amar, unirse a la persona que se quiere, alguien a quien se le abren las puertas de su corazón...
Claro, eso hice... amé a un hombre que ante mis ojos era sencillamente perfecto, cada parte de él era perfecta... su rostro, sus masculinas facciones, su sedoso y oscuro cabello, sencillamente TODO... Nunca creí que me encariñara de una manera tan exagerada con una persona, he llegado a dejar mi corazón y mi alma en este matrimonio, pero... olvide tener presente que una relación es de dos personas, no de una sola...
Estaba en la cocina de nuestro apartamento, una gran y lujosa habitación de color negro con blanco y uno que otro detalle de color café, me estaba preparando onigiris y dangos para ir a ver a Sasuke, mi esposo. Quería sorprenderlo, solo quería salir de la rutina típica, así que decidí ir a su oficina para comer juntos y por qué no, tomar unas pocas copas de sake.
Antes de salir de casa decidí llamarlo, lo último que quería era ser inoportuna.
Un timbre... Dos timbres... Tres timbres... Finalmente.
-Hmp, ¿Si? - "contesto" con su clásico monosílabo.
-Buen día Sasuke-kun- dije con un tono alegre, al ya estar acostumbrada a sus "amplias" respuestas.
-¿Qué pasa Sakura? - contestó- ¿Pasó algo?- reí un poco tímida.
-Lo siento cariño, solo quería...- pensé un segundo mis palabras- saber cómo iba tu día ¿Acaso estás ocupado?
-No, de hecho estoy ordenando unos documentos- habló con su típico tono cortante -mm - dudó por unos segundos- y... ¿Qué tal tu día? - dijo un poco forzado, siempre ha sido de pocas palabras.
-Bastante bien, pensaba en...- volví a dudar- ir a ver a Hinata y Naruto- Mentí para darle la sorpresa- entonces ¿Tienes más reuniones hoy?
-Jm no.
-¡Perfecto! - carraspee mi garganta- digo... bien Sasuke-kun nos veremos en la noche.
-Claro - cortó la llamada.
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Llegue al frente de la empresa de la familia Uchiha, Sasuke junto con su hermano mayor Itachi manejan la vicepresidencia de dicha corporación, en la presidencia se encuentra Uchiha Fugaku, mi suegro. Pocas veces iba, normalmente lo hacía para acompañar a Sasuke a alguna reunión importante, en donde me presentaba como su esposa, claro luego de 5 años de matrimonio mi asistencia es segura en estas reuniones. Gracias a eso ya era reconocida por los empleados del edificio.
Al entrar se encontraban unos cuantos empleados junto con el jefe de seguridad de la corporación, Yahiko, un joven de cabello naranja y ojos color miel, siempre muy amable y respetuoso.
-Buen día Uchiha-san, es un gusto verla acá. ¿Cómo se encuentra? - dijo animado el peli naranja.
-Bastante bien Yahiko es bueno verte de nuevo... han pasado... unos 2 meses creo- dije con una sonrisa amable.
-Así es, desde la última reunión- asintió sonriente- entonces, es bienvenida señora- dijo abriendo las puertas con una reverencia, sin revisarme o hacer alguna inspección.
Al llegar a la recepción no había nadie, sin embargo escuchaba un par de voces femeninas detrás del mostrador, al acercarme vi dos chicas vestidas con uniformes de la empresa, de seguro eran las recepcionistas, sin embargo, no pude evitar oír su conversación.
-¡Vamos! es perfecto ¿Qué mujer en su sano juicio no querría estar con Uchiha Sasuke? - dijo una de las jóvenes, una chica castaña joven y bastante linda, calculaba unos 25 años de edad.
-Lo sé, clasifica como mi tipo perfecto, ¡Es tan sexy!- ambas rieron dándose la razón- aunque debe tener sus defectos ¿No? - dijo la otra, una mujer joven agraciada de pelo azul oscuro.
-Jm- pensó por un momento- tiene dos, uno es demasiado serio y cruel... y dos- dijo levantando sus delgados dedos- está casado.
- Vaya, pues él no parece ser de las personas que digan te amo. Más bien parece ser de los que tienen muchas amantes, chicas como Karin- dijo blanqueando los ojos.
-Cuanto daría por ser Karin, esa chica pasa todo el día con Sasuke- dijo una de ellas con un gruñido.
-Y cree que nadie se da cuenta de su forma de coquetear, vistiéndose de esa manera- completó otra fastidiada.
-¡Sí! es una z...- se detuvo desviando su mirada hacia mí y carraspeó su garganta para llamar la atención de su compañera- ¿Le puedo ayudar señorita? - dijo formalmente ordenando su escritorio de manera disimulada a lo que no pude evitar soltar una leve carcajada.
-Sí, vengo a ver a Uchiha Sasuke - dije en un suspiro y una sonrisa. Podría jurar que eran nuevas, pues no me reconocieron, además nunca las había visto.
-Claro- dijo una de las chicas en tono irónico- ¿Sabe que necesita una cita previa, no? - desvió la mirada a su amiga con una ceja alzada.
-Sí, lo sé... Pero... Sé que está desocupado- dije pensando bien mis palabras, podría sacar provecho de la peculiar situación- le traigo esto- levanté un par de bolsas en donde estaba la comida que preparé horas antes.
-Mmm- dijo la chica de pelo azul escaneando con la mirada, sus ojos pasaron desde mis pies hasta mi cabello, haciendo una cara despectiva- se lo daremos nosotras, pidió estrictamente que nadie lo molestara.
-No, de hecho se lo daré yo misma- dije con una sonrisa algo fastidiada por la forma en que me miraron, juzgándome - yo...- estuve a punto de decirles que era su esposa, no me agradaba su irrespeto, pero la castaña me interrumpió.
-Mire- levantó la mano deteniéndose- debe tener cita, y créame nuestro jefe no se conmueve por unos simples regalos- dijo señalando la comida en las bolsas- así que se puede retirar señora- finalizó con una sonrisa cínica- Además...- me miro de arriba abajo nuevamente- usted no es para nada su tipo- finalizó cruzándose de brazos.
-¿Qué está pasando? - escuchamos la voz de una mujer a un lado de nosotras- ¿Hay algún problema? - era una joven de cabello azul claro atado en un moño con una delicada flor blanca adornando, su piel era blanca y delicada y tenía unos lindos ojos miel; al parecer llevaba un largo tiempo escuchando la conversación, quizás el mismo tiempo que yo.
-Ah Konan-san- la llamó una de ellas acomodándose en la silla.
-Repito, ¿Pasa algo?- preguntó en voz estricta.
-De hecho no mucho, solo quiero ver a Sasuke y entregarle esto- dije levantando las bolsas- ¿No está ocupado, verdad... Konan?
-Claro que no Sakura. Además, las puertas siempre están abiertas para ti- sonrió ampliamente comprendiendo que las jóvenes aún no sabían de mi relación con Sasuke. Ellas se miraron confundidas al ver que sabía mi nombre.
-P... pero... la señora no tiene una cita, ¿Quién se cree que es? - esto último lo dijo en voz baja y de mala manera.
-Solo denle una tarjeta de acceso temporal y déjenla pasar-dijo Konan en tono amenazante.
Las chicas me miraron de mala manera, Konan era la supervisora de atención al cliente, y varias veces ha tenido que echar empleadas para tratar de acercarse a Sasuke, Itachi o Fugaku, ya que todos están casados. De hecho ella respetaba y valoraba el matrimonio, pues estaba casada con Yahiko. Mi amistad con ella siempre ha sido buena y sana, ella asistió a nuestra boda y viceversa, nosotros a la de ella.
-¿Nombre? - pregunto la castaña de manera cortante.
-Sakura... Uchiha Sakura- dije con una sonrisa triunfal- Aunque mi esposo prefiere no gastar papel en imprimir mi acceso, no es... muy necesario- dije mordiendo mi labio inferior y levantando mis hombros.
-¿Su...es... esposo? - dijo una de ellas con una voz temblorosa, incluso creí verla hiperventilar.
-Si ya sabes... el hombre perfecto y sexy que trabaja aquí- dije con una ceja alzada sonriendo con gracia y sarcasmo.
Ambas jóvenes abrieron los ojos como platos, se veían entre ellas analizando cuánto hablaron de Sasuke mientras las oía.
-Di... discu...- la chica carraspeo- disculpe... señora Uchiha- dijo agachando la cabeza a modo de arrepentimiento.
-No hay cuidado, solo deberían repasar más sus palabras antes de hablar, ¿No crees Konan? - dije desviando la mirada.
-Así es Sakura, pero creo que ya entendieron la lección- dijo viéndolas y caminando hacia una puerta- ahora, me retiro, que tenga un grandioso día señora Uchiha- dijo sonriéndome- y ustedes finalmente... mejor trabajen ¿sí? - dijo retirándose.
-Yo también me voy- dije en un suspiro dirigiéndome al elevador, había disfrutado la escena anterior, pues no es la primera vez que me pasaba, han sido miles y miles las veces que pasaban estas cosas.
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Al llegar al 15 piso salí del ascensor y me dirigí hacia el escritorio de la secretaría de Sasuke, Karin, una chica pelirroja de lentes, bastante voluptuosa y hermosa, que claro, era inteligente y veía lo guapo que era Sasuke, muchas veces tuve que detener sus coqueteos interponiendome discretamente; sin embargo desde hace un tiempo no da "problemas", se mantenía al margen lo cual me tranquilizaba. A pesar de la hora, ella no se encontró ahí en su puesto, sabía que la hora de salida era a las 7 pm, y aun eran las 5.
No le tomé mucha importancia así que me dirigí a la gran puerta café oscuro, dejando las bolsas junto a mis pies; tomé la perilla entre mis manos, pero algo me detuvo, algo hizo que mi sonrisa se borrara completamente, un sonido... un claro e inconfundible sonido.
Gemidos.
Quedé totalmente inmóvil y paralizada como una pequeña rata apunto de ser aniquilada, no estaba lista para abrir esa puerta, no sabía que me encontraría al otro lado, aunque por los evidentes ruidos... era más que evidente. Una horrible sensación de miedo se apoderó de mí, haciendo que un escalofrío pasara por mi espalda. Miedo, sin duda era una sensación de temor y susto unificado.
Finalmente me decidí, tenía que saber que pasaba, sin más rodeos giré silenciosa y tortuosamente la perilla plateada que esperaba en mi mano; abrí unos centímetros, lo suficiente como para asomar mi cabeza, y ahí estaba, mi mayor pesadilla haciéndose realidad, mi esposo teniendo sexo con otra mujer, y esta vez, su secretaria.
FLASH BACK
-Escucha frentona, se que duele aceptarlo, pero vamos es bastante evidente -dijo una rubia de ojos azules junto a mi- el que es no deja de ser y estas fotos son ... bueno más que evidentes.
-Yo... creo que... tal vez- no podía pensar claramente, por mi mente pasaban esas imágenes de mi esposo besando y abrazando por la cintura a una chica bastante guapa, saliendo de un hotel, ambos realmente felices- quizás... ¡Es un mal entendido!
-Ahh si claro ella es su hermana y se están dando un hermoso y cálido saludo- dijo Ino con sarcasmo negando con la cabeza- Sakura vamos se que duele aceptarlo y más aún enfrentarlo pero...- se detuvo mirándome fijamente- ¿Vas a dejar pasar esto? - preguntó con algo de temor levantando las fotos.
-Yo... Ino no... no se que decirte... ¿Cómo se le hace esta clase de reclamos a tu esposo?- hablé con la voz temblorosa y llorosa- el... sé que va a cambiar, además vamos solo 2 años de matrimonio quizá estemos algo inestables... nada que una charla no solucione- claro, ni yo me lo creía, en este punto tenía claro que hablar con él era un punto complicado.
-Mira, haz lo que te parezca correcto pero... no te quiero ver llorar más ni te quiero ver sufrir, ya con este son... 5 infidelidades Sakura- dijo señalando con sus dedos la cantidad de veces que "era amigable" con una mujer- ¿Crees que solo es un beso lo que hace con estas chicas?
FIN FLASH BACK
La imagen que veía ahora era asquerosa, Karin totalmente roja con la camisa de botones abierta a la mitad, dejando sus dos medianos pechos libres, acostada sobre el escritorio de Sasuke manteniendo soporte de sus codos, tenía la falda recogida hasta la cintura, con Sasuke... mi esposo... parado entre sus piernas totalmente agitado y despeinado, con la camisa ligeramente abierta y con su pantalón hasta las rodillas. Ambos gemían y se movían rápidamente, haciendo un sonido fuerte por el choque de sus cuerpos. Era completamente desagradable, ni siquiera notaron mi presencia.
Justo al lado de la cabeza de Karin podía ver una foto de Sasuke y mía, específicamente fue tomada el tercer día de nuestra luna de miel, en la playa, él estaba sonriendo detrás de mí pasando sus brazos por mis caderas, abrazándome, mientras yo al frente completamente feliz, con una sonrisa de oreja a oreja.
Cerré silenciosa y tortuosamente la puerta, rodé por la pared y en silencio me acurruqué en el suelo junto a la entrada.
Mis lagrimas empezaron a salir y un dolor punzante se situaba en mi pecho, unas crueles y amargas lágrimas caían por mis mejillas perdiéndose por mi cuello, me dolía, cada gota que salía de mis ojos dolía profundamente en el pecho. Una insoportable sensación cruzó por mi mente, tenía ganas de entrar y gritarles, preguntarle a Sasuke si en verdad me amaba, pero claro yo misma me respondía la pregunta al fijarme en sus gemidos, pero me contuve.
Esperé un minuto más ahí llorando en silencio mientras escuchaba como ambos estaban a punto de llegar al clímax, y así fue, ambos llegaron al mismo tiempo, Karín gritaba desesperada el nombre de Sasuke, mientras que el solo gruñía de placer. Me mantuve en silencio un poco más escuchando su conversación mientras se vestían... sinceramente mis piernas no reaccionan para pararme y salir corriendo, tampoco podía retener las lágrimas amargas que nublaban mi vista.
-Tienes una invitación para mañana, es el cumpleaños de un familiar tuyo- dijo la pelirroja- es de... ahh si, el cumpleaños de Óbito.
Claro que conocía a Óbito, era un tío de Sasuke, bastante guapo a excepción de una cicatriz en la parte derecha de su cara, sin embargo su amabilidad y actitud, lo hacían realmente atractivo.
-Hmp- musitó Sasuke- en ese caso pide un ramo de flores.
¿Flores? ¿Por qué demonios flores?
-¿Y qué coloco esta vez en la tarjeta? - preguntó Karin de vuelta- para mi hermosa esposa, espero que me acompañes a esta estúpida reunión en donde otra vez aparentamos tener un matrimonio perfecto- dijo cínicamente. Esto último hizo que abriera mis ojos por la sorpresa, ¿A qué se refería?
A mi mente llegaron todas esas veces en que Sasuke me enviaba flores o detalles, convenientemente eran siempre después de una pelea o antes de una de las reuniones importantes. Nuevamente ese dolor en mi pecho, nuevamente más lágrimas salieron.
-No molestes, solo hazlo- ordenó con un tono ronco- y pide rosas, odia los laureles- ahh claro al menos recuerda mis gustos.
-Seguro Sasuke-kun- dijo en un tono asqueroso y hostigarte- entonces voy a llamar para confirmar ya comprarle esas flores a tu fachada... Oh perdón- escuche como su voz se tornaba sarcástica- a tu esposa- se corrigió.
-Si sigues así te despediré, sabes que no me interesas en lo más mínimo Karin.
-Ah vamos Sasuke-kun de seguro no encontrarás una amante como yo- se alargó coquetamente- ni siquiera tu esposa ¿Verdad?- ¡Maldita sea! ¿Quién se cree que es? Retuve el impulso de levantarme y golpearla, pero nuevamente, mis piernas no reaccionaron.
-¡Que te calles! - gritó Sasuke haciendo que me sobresaltara, escuche un golpe, seguro rompió algo- Hmp puedo conseguir a la mujer que quiera, tu solo eres de momento.
No lo podía creer, hablaba de una manera horrible y desagradable, si bien le había oído decir una que otra grosería, esta vez hablaba de una manera que no parecía él.
-Lo... Lo siento Sasuke-kun voy a ir a confirmar tu asistencia a la fiesta y pediré el ramo de flores para Sakura.
Un corrientazo por todo mi cuerpo hizo que reaccionara, así que rápida y silenciosamente me levanté del piso y tomé con cuidado las bolsas, dirigiéndome hacia las escaleras de servicio, sabía que esta vez sí podían escuchar el sonido del elevador, y claro, no quería que notaran mi presencia.
Camine rápidamente y baje las escaleras hasta el siguiente piso, fue ahí donde nuevamente me desplome, como una bolsa de papas caí al suelo, sintiendo como mi mundo se desmoronaba, las lágrimas nunca cesaron solo salen sin poder evitarlo, y ese insistente dolor en el pecho me mortifica cada segundo más.
Al salir por la puerta de servicio vi un cesto de basura en donde con enojo pensé en depositar la comida, sin embargo no merecía botar las cosas en las que tanto me había esforzado, en vez de eso me dirigí al baño de mujeres, luego de percatarme de que estaba vacío, me encerré mirándome fijamente al espejo, estaba realmente mal, mis ojos estaban rojos, mi maquillaje estaba completamente corrido, estaba destruida.
"No te quiero ver llorar más ni te quiero ver sufrir"
Las palabras de Ino se repetían en mi cabeza una y otra vez. Fue en ese segundo donde decidí irme de ahí, no podía seguir siendo la misma Sakura delicada y dependiente de su esposo, no más, le demostraría a Sasuke que no necesitaba de él para seguir adelante, tenía que demostrarme cuan fuerte soy.
Necesitaba... Divorciarme.
Me lavé la cara y cerré los ojos por unos minutos, respire tratando de relajarme. De algún modo funcionó, mi rostro se veía un poco menos triste.
Salí de allí tomando el asesor y saliendo rápidamente con una falsa sonrisa, me despedí de los empleados pero antes de irme me acerqué a Konan.
-Oye...Konan ¿te puedo pedir algo? - dije tratando de controlar mi voz triste.
-¿Qué te pasa Sakura? - preguntó realmente preocupada- ¿Tus ojos...? lloraste, ¿Por qué? ¿Estás bien?- me miró de arriba a abajo buscando una herida o algo parecido.
-Estoy... bien tranquila no es nada solo... necesito un favor rápido- fingí con una sonrisa de medio lado.
-Bien... ¿Qué necesitas?- aceptó dudosa por mis palabras, sin embargo parece que prefirió ignorar mi estado físico.
-Podrías decirle a todos los empleados que supongan que nunca estuve aquí, solo... solo finjan que nunca me vieron aquí por favor- Rogué entrelazando mis manos y viendo como Konan me observaba más confundida que antes.
-Yo... bien - suspiró- lo haré no hay problema.
-Gracias Konan- agradecí con una reverencia para luego salir corriendo a mi auto, ya allí pude gritar y llorar para desahogarme sabiendo que nadie me escucharía, necesitaba pensar y aclarar todos los murmullos que me atormentaban, no podía más...
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Cuando estuve en casa vi a mi alrededor, cada foto de Sasuke y yo, cada adorno costoso solo era una fachada, una manera de mantenerme cegada y de hacer creer a los demás que manteníamos un matrimonio realmente perfecto. Solo eran mentiras.
Me dirigí a la cocina y desempaqué la comida de las bolsas y las separe en platos. Luego fui a nuestra habitación, el lugar donde creí tantas veces que estaba con la persona que me amaba...
Ahí estaba nuevamente ese dolor en mi pecho, esas malditas ganas de llorar.
¿Cómo era posible que estuviera tanto tiempo tratando de mantener un matrimonio completamente sola? Un matrimonio de interés, algo que realmente no era verdad, una enorme falsa para él, para su familia y claro para la sociedad. Me acerqué al baño donde lavé nuevamente mi rostro y lo retoqué con un poco de maquillaje, lo suficiente como para sentirme a salvo detrás de una falsa mirada.
Miré la hora, eran las 6:10 pm, un fuerte dolor de cabeza me hizo acostarme en la cama. Una cama en donde creía que Sasuke y yo hacíamos el amor, pero claramente era simple sexo, ¡¿Por qué lo hacía conmigo, teniendo a cualquier mujer que deseara?! ¿Por qué lo hacía?... ¿Por qué jugar así conmigo?
Quizá era solo por fingir, para hacerme creer que aún me quería...me canse repentinamente y cerré los ojos con cada imagen de Sasuke y yo, momentos que nunca sabré si fueron reales o no.
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Abrí los ojos de golpe, me sentí desorientada, creí haber tenido un raro y espantoso sueño, pero pronto me ubiqué y note que esa pesadilla seguía siendo mi realidad...mi esposo me era infiel y nuestro matrimonio es una farsa.
Mire nuevamente la hora, eran las 7:22 pm, Sasuke llegaría en unos 10 minutos.
Sentí una extraña sensación ¿Miedo?... ¿Dolor? Simplemente me sentía confundida por tantos sucesos de una sola tarde. Me levanté y me puse mi pijama, la cual consiste en una blusa de tirantes de seda delgada de un color verde claro, junto con una pequeña pantaloneta. Luego de 5 años volví a sentir incomodidad de usar esta pijama frente a Sasuke, ya que las cosas eran diferentes, mis sentimientos eran diferentes. Eran una terrible combinación entre odio y amor, aun lo amo, aun lo quiero... aun lo deseo.
Escuché un ruido, era la puerta del apartamento, me dirigí a la cocina a pasos rápidos y silenciosos en donde empecé a preparar un poco de té; al paso de unos segundos pude sentir una presencia en la entrada a la habitación, pude sentir esa mirada penetrante y misteriosa de Sasuke. Tuve unas incontrolables ganas de voltear y abofetearlo, pero a la vez quería besarlo y pedirle que me dijera que todo era una mentira, que si me amaba y que aquello que vi fue una ilusión.
Mis pensamientos desaparecieron al sentir las manos de Sasuke rodearme, acorralándome entre la mesa de la cocina y su enorme y ejercitado cuerpo. Sentí un terrible escalofrío al tenerlo detrás, pero simplemente quedé paralizada. ¿Qué haría ahora?
-¿Que pasa Sakura?- Eran increíbles los efectos de su voz en mí, me sentía como una muñeca frágil e inmóvil, siempre me quedaba así ante su potente voz o sus hipnotizantes caricias- ¿Por qué no me saludas como se debe? - susurró besando mi cuello haciéndome sentir mariposas en el estómago.
-Yo...- no sabía qué decir, estaba paralizada, nuevamente como una presa.
Sasuke me giró tomándome por las caderas y dejándome cara a cara con él, observando sus hermosos ojos negros, esos de los que algún día me enamoré, de los que aún sigo enamorada. Me miró de arriba abajo, fijándose específicamente en el escote de mi pijama, y nuevamente quedándose en mis ojos. ¿¡Pero qué tenía este hombre?!. Nada más con eso y ya sentía que me estaba derritiendo.
-Vaya, esa pijama se te ve realmente bien- susurró roncamente acercando sus manos a mis costillas, a unos milímetros de mis pechos. No reaccioné, solo observaba esos ojos color carbón que me dejaban en una especie de transe- Esta noche te ves...- se detuvo, acercándose más a mis labios. Pude notar esa mirada, Deseo- te ves realmente bien Sakura- finalizó con un tono grave.
-Sa... Sasuke-kun yo...- traté de decir algo para alejarme pero sus labios se estamparon contra los míos, sobresaltándome, el beso inicio tranquilo, pero Sasuke lo intensificó, moviendo su labio inferior y chupando con más fuerza los míos. En un rápido movimiento su mano derecha descendió hacia el inicio de mi trasero empujándome más a él. La otra mano subió hacia mi nuca empujándome hacia su cara, profundizando más el beso. Sentía mi corazón latir fuertemente, solo necesitaba alejarme pero mis ideas se iban con cada acción de él.
Giró levemente su cara intensificando aún más el beso, mordiendo mi labio inferior haciendo que abriera un poco mi boca para expresar un gemido. Su lengua entró aprovechando el espacio, invadió toda mi boca y me empujó más hacia él. En un principio pensé en empujarlo y detenerlo pero justo en ese momento su mano descendió hacia uno de mis glúteos, apretándolos con fuerza sobre la ropa. Involuntariamente moví mis caderas hacia el frente haciendo que de momento nuestros sexos chocarán, haciendo que él me acercara con más fuerza a su cuerpo, y haciendo que yo accediera al beso.
Ahora ambos disfrutamos de los labios del otro, nuestras lenguas chocaban y peleaban, cada segundo era más excitante. Fue justo en ese momento donde todos los recuerdos vinieron a mí Mente, Sasuke junto Karin en su oficina, Sasuke con tantas mujeres, yo solo... Era una más...
Como pude lo empuje llamando su atención haciendo que nuevamente me mirara a los ojos con la boca entreabierta por el beso.
-¿Que...? ¿Qué pasa? - preguntó confundido dando bocanadas de aire- ¿Por qué nos detuviste?
-Yo... Lo... Lo siento... - dije nerviosa bajando la mirada, sabía que si lo veía a los ojos no podría mentir.
-Hmp ven- ignoró mi comportamiento y me tomó de la mano derecha llevándome a él comedor.
Ahí había un gran ramo de rosas blancas con rojas, tenía un gran moño color champaña adornando la pequeña cesta en donde estaban las flores.
-Etto... gracias Sasuke son hermosas- dije sonriendo falsamente, ahí me devolvería a la cocina, esto era demasiado cínico.
El rostro de Sasuke cambió de golpe, se puso serio como si le hubiesen dado la peor noticia del mundo, me tomó de la muñeca dejándome al frente de él, algo de brusquedad que hizo que me tambaleara y me desubicara.
-¿Por qué estás así? - dijo mirándome fijamente, cuestionando- estas rara Sakura.
Solo hasta ese momento noté que olvidé decirle "Sasuke-kun" como lo hacía normalmente.
-¿Enserio? - exclamé levemente sarcástica- mmm no lo he notado quizá... estoy cansada- me encogí de hombros justificandome con inocencia.
Sasuke me veía como si pudiera leer mi mente. Quise decirle que ya sabía de sus mentiras, quise acabar con todo ahí en ese momento.
-Como sea- continuó - mañana en la noche saldremos, es una ceremonia elegante así que si quieres puedes ir a comprar un vestido.
¿Que se cree, que puede comprarme con eso?
-Bueno... ¿Y a qué se debe la formalidad?
-Es el cumpleaños de Óbito y es formal la fiesta - contestó caminando hacia un mueble en donde almacenamos múltiples variedades de alcohol.
Me limité a asentir y me acerque al ramo de flores, tenían una tarjeta del mismo color del moño, tenía un mensaje: 'Para la mejor esposa'. Solo eso, ahora recuerdo que muchas de las tarjetas solo decían eso, haciendo que saltara a los brazos de Sasuke y lo besara románticamente por ese regalo.
Pensé en ir a la cocina para traer los dangos pero medite por un momento, ¿Por qué llegamos a esto? acaso no fui la mejor esposa. Sinceramente di todo de mí, TODO. Si, lo acepto, hace algunos días no teníamos relaciones, sin embargo ambos estábamos cansados y él siempre se dirigía a su oficina para finalizar sus trabajos, estaba cansado como para llegar a eso., quizá tenía algo importante allí. Recuerdo que Naruto, nuestro viejo amigo, mencionó que para los divorcios por infidelidad se necesitaban pruebas, que suerte que Naruto era nuestro mejor amigo...y el mejor abogado de la ciudad.
Me acerque a él, estaba sirviendo un vaso de whisky escoses, justo antes de que se lo llevara a la boca le quite el vaso de la mano y lo lleve a mi boca, tomando un sorbo. Sasuke me miró extrañado pero ignore su mirada para no ponerme nerviosa. Cuando tuve lo suficiente en mi boca me acerque a él y nos uní en un apasionante beso.
El correspondió automáticamente, pasé el whisky que había tomado entre nuestras bocas, dándoselo a él, al parecer mi plan funcionaba pues el me tomó bruscamente de las caderas y me acerco a él, empezó a pasear sus manos por todo mi cuerpo, desde mis muslos hasta mi nuca, en ese momento empezó a empujarme hacia el comedor de vidrio, me sobresalte al chocar con la mesa, esto lo aprovechó Sasuke para empujar sus caderas contra las mías friccionando nuestros cuerpos, y sí que me sorprendió ese momento, ¡Su miembro ya estaba despierto! Podía sentirlo a través de la pijama de seda. ¿Así que ya estaba excitado con solo eso?
Pensé por un momento y nuevamente una sensación de asco e inseguridad pasó por mi cuerpo, ¿Y si él no está pensando en mí sino en alguna de sus amantes? Las lágrimas amenazaron con salir pero trate de retenerlas. Y justo en ese instante se me ocurrió que era preferible emborracharlo que tener algo con él, no estaba lista.
Lo empujé un poco para tomar aire el cual ya necesitábamos ambos. Me miró fijamente con una sonrisa de medio lado, ahhh cuánto amaba ese cara.
-Sasuke-kun creo que ambos estamos cansados hoy- dije inocentemente aunque la frase iba de doble sentido, debido a su... agitada tarde- podemos... dejar esto para otro día- lo mire lo más tierno que pude
La mirada de Sasuke fue extraña, no era de sorpresa, ni de enojo, sólo me observaba, me extrañé, veía mis ojos y mi rostro como si nunca me hubiera visto, pero a la vez como si supiera todo de mí.
-Bien entonces esta noche no- dijo aun mirándome, después negó con la cabeza, como si quisiera desechar una idea de su mente.
-Pero si quieres podemos tomar un poco- dije tomando la botella de whisky que estaba un poco cerca.
-Hmp- sonrió de medio lado.
Y ahí estábamos los dos fingiendo, tomando pequeñas copas mientras veíamos una serie en la comodidad de nuestra cama. El se veía tan tranquilo, tan calmado, sin una pizca de remordimiento. ¿Cómo podía estar así?, y a pesar de todo, lo amaba, me moría por besar esos labios, por sentir sus manos recorriendo mi cuerpo, por sentirlo en mi...
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Me desperté de golpe, tuve un sueño extraño, aunque no lo recuerdo bien, sé que era sobre Sasuke, era lo único que rondaba en mi cabeza. Eran las 6:15 am, me levante hacia la cocina y tome un poco de té frío, mientras solo pensaba en el divorcio, no estaba dispuesta a seguir así, me dolía y no quería llorar más, esa mañana visitaría a Naruto, después de todo soy como su hermana. Sasuke aún no despertaba, estaba segura que el whisky hizo lo suyo. Un sonido me sacó de mis pensamientos, era el celular de Sasuke.
I realize the screaming pain...
hearing laughter in my brain...
but i'm going straight ahead...
with the scar...
Me acerqué al teléfono y pude ver quien lo llamaba...KARIN. Sentí miedo de que él despertara así que baje el volumen del teléfono y espere a que colgara, al cabo de los minutos pude ver que había enviado demasiados mensajes, en todos siendo realmente insistente, pedía que se vieran.
Los mensajes eran tan explícitos que me dio asco y curiosidad de ver más de ese chat. Sin embargo el teléfono estaba bloqueado, trate con diferentes combinaciones, pero no servían. Desvié la mirada hacia mi anillo de matrimonio, y una idea fugaz pasó por mi mente, coloque la fecha de matrimonio.
15-08-11...
¡FUNCIONÓ! Me sorprendí, no espere que su clave fuera nuestra fecha de matrimonio, me sentí algo esperanzada, una leve sonrisa se grabó en mi rostro...pero luego vi los mensajes que mantenía con Karin, allí nuevamente esas amargas lágrimas empezaron a brotar, ahora las cosas eran más claras que antes, las fechas en que ellos salían a beber coinciden con cada una de esas "reuniones" hasta tarde, hablaban de trabajo pero en otros momento hablaban de reuniones o encuentros, me sentí utilizada, yo era únicamente su fachada. Eso me recordó una escena en la casa de Sasuke cuando aún éramos novios.
FLASH BACK
-Ya eres un hombre, sabes que todo Uchiha debe sentar cabeza- dijo Fugaku el padre de Sasuke en su oficina. Me encontraba tras la puerta oyendo la conversación.
-Sakura es mi novia ¿no es suficiente?- dijo Sasuke tratando de zafarse, a esa fecha llevábamos 2 años de pareja.
-¡Exacto!- dijo Fugaku enojado rompiendo una copa- Novia, no esposa, eso no da una buena imagen- tomó aire en un suspiro- Llevan bastante tiempo saliendo, ya es hora que formalicen algo.
-Hmp- respondió finalmente.
FIN FLASH BACK
Tome fotografías de cada una de esas conversaciones y las envié a mi teléfono, eliminando cada evidencia de mi investigación. Luego me dirigí a la cocina, debía preparar el desayuno, pues a las 10 am Sasuke se dirigía a su oficina, y hoy...sería la dichosa fiesta de Óbito; usaría un vestido que diseñó una buena amiga, TenTen, recuerdo que se lo pedí hace unos meses para una reunión, sin embargo se canceló.
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-No podré venir tengo muchas cosas que hacer- dijo Sasuke ordenando su ropa- enviaré a algún chofer para que te lleve a la oficina.
Al voltear a verlo pude notar que tenía desacomodada su camisa, así que por inercia me acerque a arreglarla, el solo me veía, nuevamente como ayer, aun no puedo descifrar esa mirada.
-No hay cuidado, llegaré a las 3:30- dije amargamente por los recuerdos de ayer.
Sasuke tomó mi muñeca y me obligó a acercarme rodeándome con sus brazos.
-Espero que con esta fiesta te des estreses- subió sus manos a mis hombros masajeandolos- no quiero verte con esa actitud en la fiesta Sakura- dijo un poco serio, haciendo que solo asintiera con una sonrisa - bien, me cambiaré en la oficina, llega temprano- dijo finalmente dirigiéndose a la puerta- allá nos veremos- aclaró cerrando la puerta.
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¡HOLA!
De aquí en adelante prometo que los capítulos mejorarán mucho más.
Gracias por leer :3
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