Juego de roles

By cabritapalmonte

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¿Pueden las tramas de dos personajes de ficción traspasar el papel y afectar a las actrices que los interpret... More

Prólogo.
Capítulo 1. El post-it.
Capítulo 2. Sonia y Selena.
Capítulo 3. Confirmamos.
Capítulo 4. Conexión.
Capítulo 5. Una buena idea.
Capítulo 6. Equipo de investigación.
Capítulo 7. La vedette.
Capítulo 8. El oráculo.
Capítulo 9. La pipa de la paz.
Capítulo 10. La llorona.
Capítulo 11. Tú y yo solas.
Capítulo 12. Spoilers.
Capítulo 13. Luisita quiere ser actriz.
Capítulo 14. La cena.
Capítulo 15. La noche sigue.
Capítulo 16. Cuando no me ves.
Capítulo 17. Romeo y Julieta.
Capítulo 18. Día de estreno.
Capítulo 19. Luisita se da cuenta.
Capítulo 20. Gracias.
Capítulo 21. Yo quiero bailar.
Capítulo 22. Poder de convicción.
Capítulo 23. El primer beso.
Capítulo 24. Navidad en octubre.
Capítulo 25. Twitter vs Instagram.
Capítulo 26. La carta de los Reyes.
Capítulo 27. Y bailar juntas a la luz de la luna.
Capítulo 28. Juego de roles.
Capítulo 29. Real Madrid vs Alcoyano.
Capítulo 30. El sofá.
Capítulo 32. Aquí pasa algo.
Capítulo 33. La intervención.
Capítulo 34. Policía de Chamberí.
Capítulo 35. Dinamita.
Capítulo 36. Misión cumplida.
Capítulo 37. Jugada maestra.
Capítulo 38. El regalito de Jonás.
Capítulo 39. Qué electricidad.
Capítulo 40. No es una escena intensita.
Capítulo 41. Clases particulares.
Capítulo 42. A veces eres insoportable.
Capítulo 43. La paella se come con cuchara.
Capítulo 44. Agua.
Capítulo 45. La bella durmiente.
Capítulo 46. El consejo de Angy.
Capítulo 47. Bola de discoteca.
Capítulo 48. Los espejos.
Capítulo 49. Amunt València.
Capítulo 50. Malvarrosa.
Capítulo 51. Cierra la puerta.
Capítulo 52. El teatro.
Capítulo 53. Luisita y Amelia y Paula y Carol.
Capítulo 54. Paralelismos.
Capítulo 55. La quedada.
Capítulo 56. Amelie.
Capítulo 57. Sucumbir.
Capítulo 58. Click.
Capítulo 59. Es inútil huir de ti.
Capítulo 60. El Retiro.
Capítulo 61. Mi rosa.
Capítulo 62. Dos dramas con final feliz.
Capítulo 63. Fiesta, borrachera y bronca.
Capítulo 64. Implicarse.
Capítulo 65. Después del partido.
Capítulo 66. Yo así no puedo.
Capítulo 67. Las violinistas del Titanic.
Capítulo 68. Crush.
Capítulo 69. El concierto.
Capítulo 70. Fin de fiesta.
Capítulo 71. Volver a medias.
Capítulo 72. Casa.
Capítulo 73. Sorpresas y cervezas.
Capítulo 74. El Holandés Errante.
Capítulo 75. Terceros en discordia.
Capítulo 76. Happy flowers.
Capítulo 77. Las dos despedidas.
Capítulo 78. Junta de capitanas.
Capítulo 79. ¿Tú crees que Luisita y Amelia...?
Capítulo 80. #Luimelia.
Capítulo 81. Cosas de trabajo.
Capítulo 82. Amelí is back.
Capítulo 83. Día 1.
Capítulo 84. Día 2.
Capítulo 85. Día 3/1.
Capítulo 86. Día 3/2.
Capítulo 87. Día 4.
Capítulo 88. Nudos y líos.
Capítulo 89. La verdad.
Capítulo 90. Pasarlo muy bien.
Capítulo 91. Regalos de Navidad.
Capítulo 92. ¿Aprender a ser amigas?
Capítulo 93. Sustos.
Capítulo 94. Una canción alegre y otra no tanto.
Capítulo 95. Operación Horchata.
Capítulo 96. Cuando zarpa el amor.
Capítulo 97. La luna de cartón.
Capítulo 98. Malpensada.
Capítulo 99. Petons.
Capítulo 100. No plan de San Valentín.
Capítulo 101. Encierros, viajes y destinos.
Capítulo 102. Sin besos.
Capítulo 103. Cierra la puta puerta.
Capítulo 104. El beso favorito de Paula.
Capítulo 105. Lunas y meñiques.
Capítulo 106. La sorpresita de la cebra y el león.
Capítulo 107. El tercer grado.
Capítulo 108. El frontón sentimental.
Capítulo 109. Estado de alarma.
Capítulo 110. Como ninguna.
Capítulo 111. A golpe de nostalgia.
Capítulo 112. Fase cero.
Capítulo 113. Hacer ruido.
Capítulo 114. Carol está rara.
Capítulo 115. Almas viejas.
Capítulo 116. Kamikaze.
Capítulo 117. Te quiero.
Capítulo 118. Todo el rato tú.
Capítulo 119. Ojitos de sueño.
Capítulo 120. Cariño.
Capítulo 121. Confesiones y planes.
Capítulo 122. Soltar y seguir.
Capítulo 123. Dos tías que se quieren y ya está.
Capítulo 124. Luimelia dos y tres.
Capítulo 125. Probando nombres.
Capítulo 126. Amor amor.
Capítulo 127. Tríos, mentiras y verdades.
Capítulo 128. ¿Sí o no?
Capítulo 129. Las Torres KIO.
Capítulo 130. Nuestro propio universo.
Epílogo.

Capítulo 31. La blonde, le bisou et le froid.

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By cabritapalmonte

Después de sumar otra semana intensa de rodaje un grupito de compañeras habían quedado para cenar el sábado: Paula, Carol, Angy, Júlia y las dos Lucías, Lucía Martín (Lucía.M) y Lucía de la Fuente (Lucía.F).

Escogieron un pequeño restaurante del centro de Madrid muy acogedor que se caracterizaba por tener a modo de decoración réplicas de grandes cuadros de la historia del arte como por ejemplo El Beso de Gustav Klimt y una gran variedad de vinos en su carta. 

Habían quedado a las nueve en la puerta del restaurante y mientras Lucía.M y Carol esperaban fumando en la puerta a que llegara Paula las demás entraron para ir cogiendo mesa.

- Yo no sé cómo se lo monta pero siempre llega tarde esta mujer -dijo Lucía.M dándole una calada al cigarro.

- Bueno son y diez, no pasa nada -contestó Carol.

- Es que siempre se lía con tonterías, está en su mundo y... -resopló.

- Pero, ¿le pasa algo?, ¿está bien? -preguntó Carol mientras expulsaba el humo del cigarro entre sus labios.

- Eeeeee pero, ¿cómo sueltas así el humo del cigarro?, madre mía hija qué cosa más pornosa verte fumar, no me había fijado nunca -dijo abriendo la boca.

- ¡Qué va!, ¡ay calla! -rió escandalosa.

- ...pues la Pauli no, que yo sepa no le pasa nada, a ver, a veces está así un poco de bajona por lo del ex pero vamos, que está bien...si seguramente se habrá entretenido cantando en la ducha o algo.

- Ah bueno...es que ayer la noté un poco rara -dijo Carol pensativa.

- ¿Más de lo que ya es? -rió.

- A ver -rió también-, es que ayer por la tarde, antes de irnos a casa habíamos quedado en su camerino para ensayar una secuencia que tenemos la semana que viene y entré y como no había nadie pues me senté en el sofá a esperarla.

- ¿Y qué pasó?, ¿no fue?

- Sí, no, o sea, a ver...yo estaba allí y de repente entra y me mira como con cara de susto y me pregunta que qué hago en el sofá -rió.

- Mmmm -dijo Lucía.M acariciándose la barbilla pensativa.

- Y le digo pues esperarte, que habíamos quedado para ensayar.

- Y no se acordaba.

- No -contestó entre risas-, pero bueno que con el lío que llevamos me parece hasta normal...si al final ensayamos y todo, lo que pasa que estaba rarísima, no sé...algo le pasaba...como que no estaba concentrada en la secuencia, ¿sabes?, físicamente estaba allí pero mentalmente no.

- Qué raro...¿y no le preguntaste qué coño le pasaba? -dijo apagando el cigarro en el cenicero junto a la puerta.

- Sí, claro, pero me dijo que es que estaba cansada y como era última hora ya solo pensaba en irse a casa bla bla...yo que sé -dio otra calada al cigarro. Y luego también que no sé qué le pasaba con el sofá -volvió a reír.

- ¿El sofá? 

- Sí, como que no quería que nos acercáramos a él no sé por qué -puso cara de no entender nada. Primero cuando llegó le dije pues ven, siéntate aquí conmigo y le damos...y me dice no, mejor levántate y lo hacemos de pie...y yo bueno, pues nada, como quieras. Y luego conforme íbamos avanzando en la secuencia y nos íbamos moviendo un poco por el camerino y a veces teníamos que sentarnos y tal...¡pues que no le daba la gana de acercarse al sofá, ni sentarse, ni nada! -volvió a reír.

Lucía.M rió para sus adentros.

- No quería acercarse al sofá, ¿eh?, pues vaya... 

- No, no sé.

- Pues ni caso...neuras suyas -rió.

Justo estaba Carol apagando su cigarro cuando vieron a la rubia doblar la esquina de la calle y caminar tranquilamente hacia ellas mientras iba escuchando música.

- Mírala, con toda la parsimonia que viene la tía -dijo Lucía.M.

- Holiiii -dijo sacándose los cascos.

- Hola flooor -le sonrió Carol.

- Quince minutos tarde, Luisi -dijo Lucía.M dándole un toque en la nariz con el dedo índice.

- Bueeeeno, no pasa res, ya he llegao -dijo poniendo cara de niña pequeña. ¿Y las otras?

- Ya están dentro -dijo Carol.

- Venga, vamos anda -añadió Lucía.M.

Entraron al restaurante y buscaron al resto del grupo. Se habían sentado en una mesa que hacía esquina al fondo del local y ya tenían dos botellas de vino sobre la mesa excepto Angy, quien seguía fiel a la cerveza.

- ¡Esssa es! -dijo Lucía.M sentándose al lado de Angy. Yo también me voy a pedir una pa abrir boca, ya luego con la cena le doy al vino.

Carol se sentó al lado de Lucía.F y Paula en la silla contigua a la de Carol, quedando distribuídas de tres en tres. A un lado de la mesa estaban Júlia, Angy y Lucía.M y al otro lado Lucía.F, Carol y Paula. Se sirvieron vino en sus respectivas copas, pidieron la cena y mientras esperaban a que llegaran sus platos iban hablando de todo un poco, sobre todo Lucía.M quien junto con Paula no paraban de contar sus batallitas y sus anécdotas divertidas que hacían reír a carcajadas a las demás. Por otro lado, Angy aportaba comentarios sobre música, Júlia y Carol sobre teatro y Lucía.F sobre arte y performances.

- Oye pues está guay el sitio este, ¿eh? -dijo Carol mirando alrededor.

- Siiii, además es tranquilito y se puede hablar con el de enfrente sin tener que gritar ni nada, que en muchos sitios es un agobio -añadió Júlia.

- ¿Y qué me decís de los vinos?, ¿eh? -sonrió Lucía.F.

- Bueno fantasía, menos mal que ya habíais pedido vosotras porque entre que hay tantos y que no tengo ni puta idea pues no habría sabido qué pedir -dijo Paula entre risas.

- Yo es que hace años juré lealtad a la cerveza chicas -dijo Angy.

- Yo bebo lo que me pongas -añadió Lucía.M con una gran sonrisa.

- ¡Menos agua! -saltó Paula con una gran carcajada que hizo reír a las demás.

- Está guapísimo que haya tantos cuadros, parece un museo -siguió Lucía.M.

- Aaaaay, yo quiero una foto luego con alguno -dijo Paula en un tono infantil. Aquel me gusta mucho, es El Beso, ¿verdad?

- Sí, El Beso de Klimt, es una de las mejores obras de arte del mundo...¿conocéis un poco la historia?...bueno, que tampoco os quiero dar la chapa... -dijo Lucía.F algo avergonzada.

- Noooo, no, no, cuenta que quiero saber cosis -dijo Paula.

- Pues a ver, el cuadro viene a representar ese sentimiento de pérdida de uno mismo cuando se enamora y se deja llevar por el otro amante...esa sensación de amor pleno, fuerte, sexual, espiritual e incluso erótico.

- Qué romántico -dijo Carol sonriendo.

- ...a parte el cuadro da la sensación de atemporalidad y crea un marco alrededor de los amantes que da la sensación como de que están flotando en ese espacio, o sea, están compartiendo un momento tan íntimo entre los dos que hace que todo lo demás se nuble o desaparezca...no sé, es precioso -acabó diciendo con una gran sonrisa.

- Es como cuando te besas con alguien y de repente desaparece el mundo a tu alrededor -dijo Paula bebiendo de su copa.

- ¿Perdona? -dijo Lucía.M-, ¿la moñada que acabas de soltar por la boca? -rió.

- Oyeee, que yo si quiero puedo ser muy romántica, ¿eh? -dijo Paula entre risas haciéndose la ofendida.

- Luisita enseñando a Paula a ser romántica, apúntalo a la lista de cosas que has aprendido con ella....que por cierto, podías sacarla un ratito a paseo hoy, ¿no? -le sonrió. Chicas es que la Luisi borrachita es una cosa graciosísima -rió.

- Ay sí, qué risa -dijo Angy-, cuando fuimos a La Noche y jugasteis a esto de los roles.

- ¿Cómo? -preguntó Júlia.

- Un día que salimos y nos dio por ser nuestros personajes en vez de nosotros, o sea, yo fui María toda la noche, en plan, caramba por aquí, virgen santísima por allá -rió-, y los demás igual, hablando y comportándonos como en Amar tal cual.

- La verdad que fue súper gracioso -dijo Carol. A mí me vino un tío que quería tema conmigo y esta -dijo señalando a Paula-, o sea Luisita, llegó y le plantó cara y le dijo que éramos pareja, que de qué iba, bla bla... -rió.

- ¡Y que si quería un sopapo! -añadió Paula.

Todas rieron a carcajadas y por fin llegó la cena. Siguieron con la charla distendida mientras saboreaban lo que habían pedido y rellenaban sus copas cada vez con más frecuencia. Pidieron otra botella de vino y para cuando sus platos ya estuvieron prácticamente vacíos el frío de noviembre de Madrid no tenía nada que ver con el calor que se acumulaba en las mejillas de aquel grupito de chicas. Hablaban más dicharacheras que de costumbre y sus risas eran las protagonistas de sus conversaciones.

- Oyeeee, deja de meterte conmigo, dile algo Amelia -le dijo Paula a Carol poniendo un puchero.

- Luisitaaa -dijo Carol con una sonrisa enorme pasándole un brazo por encima de los hombros. Vale ya Mónica, ¿eh?, qué mala gente sois los De la Vega, con mi chica menos.

Paula le sacó la lengua como una niña pequeña y se escondió en Carol.

Todas rieron al ver que Luisita y Amelia habían llegado a aquella mesa así que Lucía.M decidió apuntarse también y sacar a María.

- ¡Bueno ya está bien caramba!, ¿es que no podemos tener la fiesta en paz?, no nos caes mal Mónica, nos cae mal tu familia porque bueno, son un poco...

- Son un poco hijos de puta, si ya lo sé -dijo Lucía.F entre risas.

- ¡Virgen santísima niña!, modera tu lenguaje -dijo persignándose. 

Todas rieron a carcajadas y parecía que el juego de roles volvía a ser el protagonista de la noche una vez más.

- Oye, qué bueno está el vino este, ¿eh? -dijo Paula bebiendo de su copa casi vacía.

- Despacito Luisi que luego te pones muy tontita -dijo Lucía.M entre risas.

- Alaaaa pero si soy adorable...¿a que sí Amelia? -sonrió mirando a Carol.

Carol se mordió el labio inferior y la miró con ternura.

- Pues claro que eres adorable amor, pero ves parando que ya vas algo borrachita ¿eh? -dijo haciéndole cosquillas por los costados.

- Ay noooo, no, para, para -dijo saltando en la silla-, no me hagas cosquillas jopeeee que me meooo.

Carol siguió haciéndole cosquillas y Paula no paraba de moverse inquieta mientras las demás reían a carcajadas ante la situación y Lucía.M aprovechaba para sacarles unas fotos a escondidas e inmortalizar el momento.

- Dios, qué novias sois -dijo Angy.

- ¿A que sí? -contestó Lucía.M-, es que son monísimas, pero esto no lo pueden hacer en el barrio claro...

Carol fue disminuyendo las cosquillas y Paula pudo sentarse de nuevo en la silla. 

- Dios, qué guapa eres -dijo Carol cogiéndole la cara con ambas manos y dejándole un beso tierno en los labios.

Paula sonrió tímida y acabó de vaciar su copa.

- Bueno, en lo que acabáis de cenar voy a salir a fumar -dijo Paula levantándose.

- Voy contigo hermana -dijo Lucía.M.

Ambas salieron abrazadas al frío de la calle y sacaron sus tabacos de liar.

- María déjame el mechero que me lo he dejao dentro -dijo Paula.

- Toma, pero espera, pausamos un momento el juego -dijo haciendo una cruz con las manos-, que le quería comentar una cosa a Paula.

- ¿Qué pasa? -dijo extrañada.

Lucía.M la miró fijamente y le sonrió con malicia mientras le daba la primera calada al cigarro.

- Pues que......que ya sé quien era ese tipo chungo -hizo un entrecomillado con los dedos- que te perseguía ayer en sueños.

Paula abrió los ojos como platos y se puso algo nerviosa.

- ¿Qué dices? -dijo como si no supiera de lo que estaba hablando.

- Seh, seh...ni tipo chungo ni hostias, tú estabas soñando cochinadas con la Carol -dijo apuntándola con el dedo índice.

- SSSHHH -la mandó callar rápidamente-, qué dices, que no, que te calles...

Lucía.M se cruzó de brazos esperando a que esta hablara.

- A ver, vale, sí -dijo nerviosa con la mirada esquiva-, joder, ¿cómo coño lo has sabido? -dijo bajando la voz.

- Pues hija porque sé sumar dos más dos. Antes de que llegaras estaba fumando en la puerta con ella y me estaba diciendo que ayer por la tarde habíais quedao pa ensayar y que estabas muy rara y que no sabía por qué pero como que te daba cosa acercarte al sofá -vigiló la puerta del restaurante antes de seguir-, y claro, ¿a quién pillé yo ayer gimiendo en sueños en el sofá de su camerino? -chasqueó los dedos y rió.

Paula se tapó la boca con una mano y negó con la cabeza.

- Joder, soy imbécil...y yo pensando que disimulaba perfectamente.

- Hija, qué mal llevas los gay panics -rió. ¡Pero cuéntame!, ¡¿qué soñaste?!

- Ay Lu, pues eso, que soñé con ella cosas un poco subidas de tono, es todo -dijo acelerándose-, es que como estamos ahora con la trama esta de la primera vez de Luisita y Amelia pues yo que sé hija, se me cuelan en sueños las cosas -le dio una calada al cigarro-, ¡si hasta nos llamábamos Luisita y Amelia en el sueño!

- O SEA, ¿que estabas soñando que follabas con ella? -dijo boquiabierta. Maaaadre mía...

- NO, NO, a ver, no....nos liábamos en el sofá y ya...y algo de magreo -dijo en un susurro algo avergonzada.

- Qué bueno -rió dando un par de palmadas al aire. Hostia pues siento haberte despertado de verdad, lo siento muchísimo, ¿eh? -no dejaba de reír.

- Calla, calla...qué mal -dijo soltando el humo del cigarro con fuerza.

- A ver, es normal que sueñes con ella, si es que no paráis de besaros y de estar juntas y de ser novias la mayor parte del día.....además.....que estamos hablando de Carol pibón Rovira, ¿me entiendes?, como para no soñar con ella...

- Yo que sé....es que...

- Es que te pone hija, ya está, es totalmente comprensible.

Paula suspiró nerviosa y asintió levemente, dándole la razón.

- Yo la verdad es que mis dieses gorda, porque a pesar de que en muchas ocasiones se te nota el gay panic, aguantas según qué situaciones como una campeona.

- ¿Qué quieres decir?

- Pues mira, por ejemplo con todo esto del jueguito de roles, la otra noche que os disteis aquel pedazo morreo, yo no sé como no se te cayeron las bragas al suelo.

- Se me cayeron Lú, se me cayeron -dijo bajando la mirada.

Lucía.M rompió en una gran carcajada.

- ...uy, hablando de la reina de Roma, me acaba de llegar un Whatsapp de la Carol -dijo desbloqueando su móvil.

*spoilers*

mi Luisi borrachita

*pau*

Flipo.


- Bueno, eeeeeeeh -dijo enseñándole la pantalla del móvil a Lucía,M-, has sido tú quien ha hecho las fotos, ¿verdad? -añadió con cierto tono de enfado.

- Culpable -rió. No te enfades es que estabais muy monas tenía que haceros unas fotillos.

- Pero que mira qué cara de borracha tengo por favor...y encima va la otra y la sube al insta...¡De la Vega tenía que ser! -dijo entre risas apagando el cigarro.

- Venga anda, vamos para dentro Luisi -apagó su cigarro también.

- Sí, ves tirando, yo aprovecho un momento para ir al lavabo.

- Valeeee.

Entró en el baño del restaurante y al ver que uno de los dos cubículos que había estaba ocupado se metió en el otro y cuando salió se encontró a Carol lavándose las manos.

- Hombre pero si es la mejor camarera de Chamberí -dijo Carol guiñándole un ojo.

- Hombre pero si es la mejor vedette de todo Madrid -contestó enjabonándose las manos.

- ...y la rubia más guapa de la Plaza de los Frutos... -se acercó a ella.

- ...y la morena más afortunada del mundo... -dijo secándose las manos.

- ¿Ah seh? -sonrió sugerente-, ¿y por qué soy afortunada? -dijo acercándose aún más a ella y rodeándola con los brazos por la cintura.

- Pues porque tienes una novia encantadora -sonrió.

- La verdad es que sí, no me puedo quejar...aunque lo mío me costó que se fijara en mí -dijo estrechándola un poco más y acortando las distancias entre sus rostros.

- No es verdad -le sonrió algo tímida-, me fijé en ti desde el primer día...... -dijo casi en un susurro.

Carol recortó los pocos centímetros que las separaban para besarla y justo antes de que sus labios se juntaran alguien entró y las interrumpió.

- Ay, perdón -dijo Lucía.M-, ¿interrumpo algo? -sonrió con malicia. Es que como hemos visto que tardabais he venido a buscaros porque vamos a pedir los postres...pero veo que vosotras ya estáis en ello, virgen santísima, algo de decoro por favor -se persignó.

- María que no estábamos haciendo nada, ay, de verdad -contestó Paula separándose de Carol y frunciendo el ceño.

- Vamos, vamos -sonrió Carol divertida dándole la mano a Paula para salir.

Volvieron a la mesa y siguieron con el juego, el vino y los postres. Paula y Carol seguían con su papel de novias y no dejaban de comportarse como dos quinceañeras. Se dedicaban miradas tiernas, jugueteaban con sus manos y usaban apelativos cariñosos cada vez que se hablaban. Predominaban las conversaciones sobre la relación clandestina de Luisita y Amelia y Lucía.M no dejaba de alabarlas y de decirles que ella también iba a luchar por su historia y por sus derechos. 

- Bueno chicas, habrá que ir pagando que es tardísimo -dijo Júlia.

- Ay madre, se nos ha ido el santo al cielo -contestó Lucía.M. Pues venga, desfilando -dijo levantándose de la mesa.

Todas se levantaron algo chisposillas, algunas más que otras, por todo el vino que habían ingerido y fueron hacia la barra. Las primeras en pagar fueron Paula y Carol y mientras esperaban a las otras se pararon a mirar el cuadro de El Beso que habían comentado al principio de la cena.

- Mira Amelia, mira, voy a imitar el cuadro -dijo entre risas preparando su pose.

- Eres una artista, cariño -rió.

- ¿Has visto? -dijo sonriendo como si fuera un cachorrito emocionado. 

- Espera, que te voy a sacar una foto -dijo sacando el móvil.

- Valeee, pero espera, ponle el filtro vintage este que me gusta.

- ¿El que le pones a todas tus fotos? -dijo entre risas.

- Siiii -contestó en un tono infantil.

- Pues venga va, ponte.

Paula se colocó delante del cuadro y Carol disparó.

- Guapísima -sonrió.

- A veeeeer -dijo acercándose-, ay, me encanta, luego me la pasas que la subo a insta, ¿vale?

- Vale, pero una cosa Luisita...

- ¿Qué?

- ¿Cómo se llama el cuadro?

- El Beso.

- Pues yo no he visto ningún beso -le sonrió con malicia.

- Pues dámelo -dijo una Paula, aunque sonrojada, algo más atrevida gracias al zumo de uva ingerido.

Carol la miró fijamente, le sonrió y se acercó para besarla pero las volvieron a interrumpir.

- Bueeeeeno, pues ya estamos -dijo Angy.

Sin darse cuenta Paula estaba maldiciendo la aparición de su amiga quien había interrumpido algo que parecía que le empezaba a gustar más de la cuenta, los besos entre Luisita y Amelia.

- Eeeeeh, sí... -dijo Paula algo nerviosa, apartando la mirada hacia el suelo.

- ¿Estáis todas? -sonrió Carol.

- Sí, sí, ya estamos, nos podemos ir -dijo Lucía.F.

Salieron del restaurante, se despidieron y cada una tomó su camino correspondiente de vuelta. En cuanto Paula llegó a su casa se descalzó, se desmaquilló y se puso el pijama. No era excesivamente tarde pero estaba cansada y algo bebida así que en vez de ponerse una serie decidió irse a dormir y estar fresca para estudiar al día siguiente. 

Se metió en la cama y justo antes de que cerrara los ojos se iluminó la pantalla del móvil indicándole que había recibido un Whatsapp de Carol.

*spoilers*

dice Amelia que te debe un beso

😉

*pau*

dice la Luisi que cuando quiera


Bloqueó la pantalla, dejó el móvil en la mesita de noche, se quedó mirando al techo durante unos segundos y no pudo evitar sonreír.











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