#2 Stronger

Por Andrea_220

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1° Parte: "Criada por el vampiro" Portada realizada por @TinaLRoss Más

🐺 Capítulo 01
🐺 Capítulo 02
🐺 Capítulo 03
🐺 Capítulo 04
🐺 Capítulo 05
🐺Capítulo 06
🐺 Capítulo 07
🐺 Capítulo 08
🐺 Capítulo 09
🐺 Capítulo 10
🐺 Capítulo 11
🐺 Capítulo 12
🐺 Capítulo 13
🐺 Capítulo 14
🐺 Capítulo 15
🐺 Capítulo 16
🐺 Capítulo 17
🐺 Capítulo 18
🐺 Capítulo 19
🐺 Capítulo 20
🐺 Capítulo 21
🐺 Capítulo 22
🐺 Capítulo 23
🐺 Capítulo 24
🐺 Capítulo 25
🐺 Capítulo 26
🐺 Capítulo 27
🐺 Capítulo 28
🐺 Capítulo 29
🐺 Capítulo 30
🐺 Capítulo 31
🐺Capítulo 32
🐺 Capítulo 33
🐺Capítulo 34
🐺 Capítulo 35
🐺Capítulo 36
🐺Capítulo 37
🐺Capítulo 38
🐺Capítulo 40
🐺Capítulo 41
🐺Capítulo 42
🐺 Capítulo 43
🐺 Capítulo 44
🐺 Capítulo 45
🐺 Capítulo 46
🐺 Capítulo 47
🐺 Capítulo 48
🐺 Capítulo 49
🐺 Capítulo 50
🐺 Capítulo 51
🐺 Capítulo 52
🐺 Capítulo 53
🐺Capítulo 54
🐺 Capítulo 55
🐺 Capítulo 56
🐺 Capítulo 57
🐺 Capítulo 58
🐺 Capítulo 59
🐺 Capítulo 60
🐺 Capítulo 61
🐺 Capítulo 62
🐺 Capítulo 63
🐺 Capítulo 64
🐺 Capítulo 65
🐺 Capítulo 66
🐺Capítulo 67
🐺Capítulo 68
🐺Capítulo 69
🐺Capítulo 70
🐺Capítulo 71
🐺 Capítulo 72
🐺 Capítulo 73
Epílogo
Jijiji chaito

🐺Capítulo 39

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Por Andrea_220

Londres 1936

DANTE.

Al fin hemos cerrado el trato con aquel hombre de insaciable sed de dinero. Los lobos se han mantenido cerca todo el tiempo, pero no han dejado verse. El cochero no ha entrado en ningún momento a la apagada mansión, lo que quiere decir que se encuentra tranquilo.

—Fue un gusto conocerlo señor Bell — me entrega la llave de la mansión justo al mismo tiempo que su carruaje se detiene detrás del mío.

Sus caballos son mucho más grandes que los míos y se encuentran más inquietos, lo que causa que los de mi carruaje también comiencen a relinchar inquietos. El hombre se sube, me hace un movimiento de cabeza y se marcha sin decir nada.

—Tendremos que hablar con los lobos — miro a mi rubio amigo — tenemos que llegar a un acuerdo si es que vamos a vivir aquí.

—Lo sé — lo miro de reojo.

Observó al chofer, sigue un poco alerta a cualquier movimiento que haya a lo lejos, al igual que los caballos. No podemos llegar y desaparecer, así como así, él lo va a encontrar algo extraño, pero no se me ocurre nada para decirle y así pueda ir a hablar enseguida con los lobos, los cuales dudo mucho que se acerquen a hacerlo de manera tranquila, no quiero que el hombre se involucre en todo esto, no sería bueno.

—Ve a decirle que entre a la residencia y descanse un rato — susurro — que aproxime al caballo a la hierba para que se sustente también, mientras ellos dos se mantienen descansando, nosotros iremos a hablar con los lobos que hay por aquí.

Gabriel parece satisfecho ante mi orden y comienza a cumplirla rápidamente. Me doy la vuelta y entro a la mansión, es linda, me gusta mucho más que la que tenemos más en el centro. El plan era obtenerla y mudarnos enseguida, pero eso no va a poder ser, ya que no pienso dejar a Karen con ese hombre que tiene de padre, también corro peligro estando ahí, pero se cómo cuidarme, Karen no.

"tengo que dejar de pensar tanto en ella"

—Ya se halla reposando — me giro un poco sobresaltado y miro fijamente a Gabriel, él luce confundido.

Eso fue rápido, o tal vez no tanto, no lo sé la verdad. Siempre que mis pensamientos están dirigidos a Karen, el tiempo pasa de manera rápida, pero yo no me percato de ello.

Los verdes ojos de mi rubio amigo siguen analizando mi rostro, parece un poco confundidos. Me aclaro la garganta, finjo alizar mi ropa y me doy la vuelta a mirar la ventana que da en dirección al enorme terreno que hay detrás de la mansión.

—Le he dicho que no nos incomode, que cuando nosotros lo requiramos, lo iremos a buscar.

—Vamos entonces.

Usando nuestra velocidad llegamos muy rápido a la parte más oscura del bosque, o por lo menos, la parte en donde más fuerte es el olor de los lobos. Ellos no se sorprenden de vernos, deben haber estado escuchando nuestra conversación. Nos estaban esperando.

No son mucho, dudo mucho que pasen de los quince integrantes, pero se ve que son lobos fuertes y que les gusta la pelea. Todos se encuentran en su forma humana, se ven bastante relajados, pero a la vez, alerta.

—Señor — un joven que aparenta unos años más que yo, en humano, se nos acerca, tiene una sonrisa en sus labios — ¿a qué debemos su visita?

—Hemos venido a hablar de manera moderada con ustedes — no le quito el ojo de encima — en unas semanas nos cambiaremos a la mansión que se encuentra en el claro — la sonrisa del lobo aumenta — y lo que menos pretendemos en estos instantes es tener compromisos con los vecinos sobre naturales.

—No somos personas de seguir ordenes, señor.

—Créame, lo sé.

Él se cruza de brazos delante de mí y se me queda viendo, su sonrisa no trasmite nada bueno, de hecho, es una de esas que mi abuelo y alguno de mis tíos les dan a sus enemigos. Entiendo a este lobo, estamos invadiendo su "territorio" y el hecho de que seamos vampiros tampoco ayuda mucho. Si llegamos a un acuerdo, dudo que sea uno en donde podamos bajar la guardia.

—¿Cuál vendría siendo su condición?

—No me molesta en lo absoluto que anden por el bosque, me da igual — sus ojos se achinan un poco, no menciono el hecho de que ellos son los que están invadiendo mis nuevas tierras — pero no quiero que se acerquen al claro, no quiero que molesten a mis empleados ni a mis animales.

—¿Qué pasa si no consentimos?

—Me vendré de todos modos — sonrió un poco — y si cualquiera de ustedes se acerca a la mansión, lo asesinare con mis propias manos, no es la primera vez que lo hago.

La diplomacia con los lobos que se han ido de sus manadas no sirve, pero el amenazarlos menos. No había tenido que entablar un acuerdo con un lobo antes, es por eso que no se usar bien las palabras, tal vez si Gabriel hubiera hablado, habría salido todo bien desde el principio. Antes de conocer a Karen solo me habría mudado y si alguno de ellos se hubiera acercado a uno de mis humanos, lo habría asesinado sin siquiera detenerme a pensar si lo que estoy haciendo está bien o no. Karen me ha cambiado.

—Que vampiro más altanero — susurra uno de los lobos — te aproximas a pedir que obtengamos un acuerdo, pero nos amenazas de asesinarnos si es que no accedemos y nos acercamos a la mansión.

Me quedo callado, no voy a perder mi tiempo hablando con un lobo que no tiene voz en la conversación, después de todo, por algo no lo han elegido a él como líder de la manada.

—No me incomoda tus condiciones — susurra el joven — nosotros no solemos ir al claro, pero no me parece el hecho de que no ganemos nada a cambio — su sonrisa crece más.

—Les recuerdo que están profanando territorio del vampiro al frente de ustedes — interrumpe Gabriel — y él tiene documentos que revelan que esto es de él, ustedes solo tienen su esencia en los árboles.

El líder ríe. Parece ser un lobo justo, pero a la vez inteligente y eso es una buena combinación, tal vez no sea tan difícil llegar a un acuerdo con él.

—Solo demandaré una cosa — da un paso hacia adelante — una vez al mes nos proporcionarán una caritativa suma de dinero, estamos pensando en adquirir un terreno para instalarnos, así no tenemos que estar atravesando por esto — mira de reojo a Gabriel — ¿Qué te parece mi trato Dante Bell?

Estos lobos — gruñe Gabriel en mi mente.

—Bien, acepto — sonrió — pero la estimación la sitúo yo, después de todo, es mi fortuna — el hecho de que se sepa mi nombre no me molesta ni me causa sorpresa, después de todo, debió haberlo escuchado cuando hablaba con el antiguo dueño de la mansión — pero si uno de tus lobos rompe su palabra, se esfuma el dinero y el lobo ¿bien?

—Es un trato entonces.

Nos damos la mano, fijamos la suma de dinero y nos marchamos. Puedo sentir sus ojos clavados en mi nuca, sospecho que aún se encuentra sonriendo. Mientras ellos vivan con nosotros, no podremos estar completamente tranquilos. Esos lobos no son de confianza. No podemos bajar la guardia segundo alguno y eso Gabriel lo sabe muy bien.

Le pedimos al cochero que se prepare para partir y ninguno de los dos con Gabriel mencionamos palabra alguna mientras lo observamos. Se le ve mucho más calmado y eso es bueno. Al llegar a la mansión tendré que comunicarle a Aine y Riley que es lo que los lobos han pedido a cambio de que se mantengan tranquilos, sé que ellas no dirán nada con respecto a la suma de dinero, pero es bueno mantenerlas informadas.

Después de un tiempo bastante aburrido, al fin llegamos a la mansión, Riley nos abre la puerta y unos empleados se acercan al carruaje a ayudar al conductor a llevar los animales a descansar.

—En su ausencia, le ha llegado esta nota señorito — la vampira baja la mirada y extiende el papel.

Lo tomo y le indico que debe entrar, pues tenemos que hablar todos en la mansión. Ella se marcha rápidamente, Gabriel desaparece de mi campo de visión. Solo en la entrada, abro la nota y leo su contenido "sé qué quedamos en vernos mañana, pero mi padre insiste en que debes acercarte y cenar con nosotros, anhela presentarte ante la familia ¿aceptas una cena con nosotros? Tu amiga, Karen." ¿una cena? Me quedo analizando la nota unos segundos. Me parece un poco extraño que ese hombre quiera presentarme ante los demás miembros de su familia. Es verdad que me llevo muy bien con Karen, ya somos amigos desde hace un buen tiempo, pero no con él. Si me necesita lo ayudo, pero no somos hombres que se sientan de vez en cuando en su oficina y conversamos.

Dejo que un suspiro se escape de mis labios, no es momento de pensar en Karen. De momento, tengo que ver que es lo que haremos respecto a la mudanza, ese es el tema principal en estos momentos. Se que Gabriel está un poco molesto ante el nulo interés que le muestro a todo esto por la hermosa jovencita, pero no dice nada, se queda callado y se lo gurda para él. Aine y Riley lo disimulan bien, pero ellas también están asustadas de seguir viviendo aquí. Tengo que tomar una decisión importante. Lo sé.

Al entrar al living, ellos ya se encuentran esperándome. Gabriel se ha ido a cambiar de ropa, luce cansado y triste, me gustaría saber el motivo por el cual se encuentra de ese modo. Tal vez su viaje de mañana por la mañana tiene algún motivo que no me ha querido contar, le preguntare después de la cena en casa de Karen.

Comienzo a relatar lo sucedido de manera rápida, las mujeres me escuchan con atención y no despegan sus ojos de los míos. Ellas prefieren estar cerca de los lobos antes de los cazadores. Ante la suma de dinero, ellas no mencionan nada, pero en sus rostros se puede ver que no están enojadas por derrocharlo, tampoco es como que les esté dando mucho.

—¿Nos llevaremos a algunos trabajadores? — Riley junta sus manos.

—Los cocheros sí que partirán con nosotros — asiento con la cabeza — pero creo que vamos a contratar personas que vivan cerca de la residencia... o por lo menos a algunos, ya que la morada que hay, es muy infanta y permanece en la parte de arriba del establo.

—Tal vez los cocheros más recientes, ya que ellos no tienen estirpes que proteger y no será muy dificultoso que se vayan a vivir lejos — susurra Aine.

—Seria lo mejor, sobre todo teniendo en cuenta que hay lobos vagabundeando cerca — añade Riley mientras mira de reojo a su compañera — y podrán sobrellevar más el miedo que los hombres mayores.

—Concuerdo con ustedes — asiento con la cabeza — me encargare de expresarles a los empleados lo que hemos decidido.

—¿Cuándo abordara la mudanza?

—Aún no lo tengo claro, quiero aderezar unos inconvenientes aquí primero y posteriormente veremos bien todos esos pormenores.

También les informo sobre el viaje que hará Gabriel por la mañana, ellas se sorprenden ante mis palabras y se lo quedan viendo, el rubio solo les sonríe mientras menciona que desea ver a sus familiares, hace tiempo no sabe nada de ellos. Dos semanas sin Gabriel, será todo un reto teniendo en cuenta que no nos hemos separado desde que nos conocemos, mucho menos cuando hay peligro cerca, pero he de suponer que el tema de su familia enserio es algo serio, su cara lo refleja.

—Aine — la llamo — dile a un cochero que me espere en la entrada, iré a cenar a la morada de Karen, su padre quiere presentarme con los demás miembros de su familia.

Ella se marcha rápidamente, lo mismo hace Riley. Gabriel levanta la mirada, observa todo un poco confundido y luego deja sus ojos en mí, me sonríe un poco antes de ponerse de pies.

—Ve a emperifollarte — sonríe — y aprovecha esta oportunidad para conquistar a esa estirpe, luego, le pides en secreto la mano a Karen.

Quiero preguntarle qué es lo que le está pasando, porque no me cuenta lo que lo está atormentando, pero no me atrevo. No sé cómo se hablan esas cosas personales.

—Iré a preparar mis objetos para mañana — junta ambas de sus manos — admito que me encuentro frenético, no los veo hace varias estaciones... y ellos no son vampiros — ríe.

—Si no te intiman como tus expectativas, puedes girar y regresar, tu hogar siempre va a estar en donde yo me localice, lo sabes.

Me da una última sonrisa antes de marcharse escaleras arriba, yo lo sigo unos segundos después. Me visto con el mejor traje que tengo, me arreglo mi cabello y bajo una vez más, Aine me está esperando en la entrada tiene una sonrisa en sus labios.

—Señorito ¿me permite decirle algo antes de su partida? — asiento con la cabeza, su sonrisa es la que utilizaría mi madre si se encontrara en un momento incomodo o si estuviera preocupada — aplique el mismo consejo que le dio al joven Gabriel, si no lo tratan de la manera en la que usted anhela, regrésese.

Le sonrió y le susurro que no se preocupe, que todo va a estar bien, ella me sonríe de vuelta. Salgo de la mansión, la noche esta fresca. Comprendo muy bien el miedo de Aine, después de todo, me estoy metiendo a la casa del enemigo y completamente solo. El cochero me saluda y nos marchamos. En el camino, no dejo de pensar en lo que tendré que hacer en algún momento, pedirle a Karen que sea mi esposa y marcharnos, pero antes de eso ¿tendré que decirle que soy un vampiro? ¿será mejor decírselo después? Eso sería hacer lo que dijo que mi abuelo, pero no lo veo tan malo. El carruaje se detiene justo al frente de la hermosa mansión, respiro hondo y me bajo, en la entrada, se encuentra Karen y su padre, la primera tiene una sonrisa encantadora en sus labios, el otro, se mantiene serio como siempre.

—Joven Bell — saluda — creí que no vendría, vamos, entremos.

—Hola Dante — me susurra ella, su sonrisa me encanta.

—Hola Karen.

|Próximo capítulo 24 octubre|

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