🐺 Capítulo 57

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Londres 1936

DANTE.

Al llegar a la ciudad, todo se ve normal, no hay destrucción, ni gente aterrada por haber visto algo alucinante, como lo es un vampiro descontrolado. Sigo mi camino hasta el barrio en donde vive Karen, los demás ya deben haber llegado, o deben estar haciéndolo. A medida que voy avanzando, los recuerdos van apareciendo en mi memoria. El primer día en que la conocí, nuestras largas platicas, la primera vez que la besé, cuando nos fuimos juntos a mi mención, cuando le pedí matrimonio. En todos esos recuerdos, aparece una Karen hermosa, dulce y amable con todos, el ultimo recuerdo es de ella con mi pequeño hermano. Es ella quitándole la vida a Juan.

—Maldición... — susurro y sacudo mi cabeza, intentando retirar esos recuerdos tan dolorosos, pero en su lugar, aparece la imagen de otra persona; mi tío — me las vas a pagar.

Sigo mi camino, sintiendo como mis ojos comienzan a ponerse cada vez más rojos que antes. Al llegar a la mansión, puedo sentir el aroma de todos dentro de ella, también algunas palabras de odio. No toco la puerta, solo entro y camino hasta donde todos se encuentran. El padre de Karen se encuentra sentado en su sillón de siempre, mientras que su hija no despega su mirada de él, totalmente fuera de sí. Mis compañeros se encuentran alerta a cualquier movimiento en falso que Karen haga.

—Ahora si estamos todos — ríe él — ¿puedo admitir algo? — no espera respuesta de parte de nadie — ya estaba al tanto de que algo raro tenías Dante Bell, pero aún no estaba plenamente seguro.

Sonrió de medio lado ante sus palabras. A pesar de que tiene a su hija totalmente descontrolada a un lado, no deja de actuar como siempre ¿no tiene miedo?

—Mi hija para ti es eso que ustedes hacen llamar alma ¿verdad? — se sirve una copa de vino mientras mira a Karen de reojo, ella tiene lágrimas en sus mejillas.

—Está muy informado señor Saunders.

—Un poco — ríe.

En un arranque de ira, puedo ver como Karen lanza algunas cosas, una vez más, totalmente descontrolada.

—¿Puedes dejar de aparentar que no estoy aquí?

—No concibo muy bien que es lo que aspiras — la mira con seriedad — has aparecido aquí tratándome de lo peor, me has dicho que mi vida se acabaría en menos de quince minutos, luego te han alcanzado tus amigos — sonríe con maldad — y sigo con vida ¿Qué más me pretendes decir? Ya sé que me odias — ríe — lo tengo muy en cuenta. No es algo desconocido para mí.

Karen se cae de rodillas al suelo y comienza a llorar una vez más.

—Si no acabas tu con mi vida, lo hare yo con la tuya — todos quedamos en silencio — yo no aceptare jamás a un ser como tú en mi familia. Me da asco con solo mirarte. No luces como ellos, te ves peor.

—Es porque no soy como ellos — su voz suena ronca, ya no llora más — soy peor — ríe un poco — mientras que ellos se alimentan de sangre humana, yo lo comenzare a hacer de la sangre de ellos — nos señala — y de lobos.

El hombre se queda mirando a su hija unos segundos. Todo el salón está en completo silencio. El aroma que desprende Karen es muy fuerte, normal en los vampiros oscuros, lo cual significa que en cualquier momento pueden llegar más seres como nosotros a darle fin a esta pobre joven. Pensar en que vamos a tener que darle fin a la vida de Karen me tiene el corazón apretado, pero prefiero ser yo la persona que le dé un final, antes que otra. la idea de intentar salvarla sigue en mi mente, pero no sé muy bien si es que hay brujos lo suficientemente fuertes como para llegar a hacer algo así.

#2 StrongerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora