Riot

By Suicidal_voice

9.9K 1.2K 787

Claude se siente pleno con su vida, tiene un trabajo que disfruta y un lugar para llamar hogar, pero como sie... More

RIOT
01: Selección
02: Desafiar a un diablo
03: El inicio de todo
04: La envidia del mundo
05: Servicio a domicilio
06: Príncipes falsos
07: Plática familiar
08: Hora de la fiesta
09: Experiencias
10: Peligro
11: Cielos distantes
12: Mío
13: Desde la raíz
14: El rey de la mala suerte
15: Caballería al rescate
16: Dile la verdad
17: Hazte responsable
18: Punto de inicio
19: Sabor amargo
20: Quiebre
21: El silencio del perdedor
22: El sacrificio del Alfa
23: Daño y cura
Nota del autor
24: [EXTRA] Un epílogo sobre el pasado

00: Puto Dorrance

709 73 89
By Suicidal_voice

+18

—¡Es un puto Dorrance, Claude!

Fruncí los labios por novena vez durante la noche. Luke no dejaba de mirarme con claros signos de querer matarme.

—Ya lo sé —respondí de mala gana— ¿Y qué importa? Me da más que una buena paga y hace que mis días sean menos estresantes.

—¡Sé perfectamente que te da más que una buena paga! —volvió exclamar llevándose las manos a la cabeza—. Llegas a pasar más de cuatro horas con él, ¿y no se te ha ocurrido la forma de engañarlo?

Di una suave calada a mi cigarrillo.

—No necesito de ese idiota, puedo sobrevivir por mis propios medios.

Luke estaba que se quedaba calvo.

—¡De verdad no lo entiendo!

Rodeé mis ojos ante su desesperación, ¿Qué mierda le ocurría? Desde el inicio del contrato no ha dejado de insistir en que lo engañara, pero la verdad, es que no estaba nada dispuesto a hacerme alguna clase de víctima para que un Alfa me marcase de por vida. 

Menos uno como él. 

—No lo haré —volví a repetir.

—Claude, cariño—empezó a decir el pelirrojo, intentando parecer calmado—. Estás en el lugar donde miles de personas les encantaría estar, ¿y no planeas quedártelo? ¿Qué tiene de malo?

Estampé mi cigarrillo en el cenicero una vez acabado.

—Luke, amigo mío—empecé a decir esbozando una de mis mejores sonrisas falsas:—. Escúchame bien: no voy a embarazarme de ese idiota y tampoco haré que me marque. 

— ¡Pero...!

 — ¡Qué no!

— ¡Agh!

Escuché una risa a mis espaldas mientras que era rodeado por un delgado brazo.

— ¡Ustedes dos son tan buenos para hacerme reír!—decía Verónica, la gerente del recinto—. Luke, entiendo tu frustración, pero viendo el caso de Claude también mantendría esa postura.

—¡Hasta que alguien piensa igual que yo!—exclamé. 

—¡Claro! Imagínate si al final se arrepiente de cargar con ese cachorro, tendrá que abortar de la misma forma que hizo con el bebé de George.

Me atragante con mi propia saliva al recordar ese día. Luke soltó una pequeña risa.

—Oh, sí. Recuerdo lo desesperado que estaba cuando la prueba de embarazo le dio positivo—sonrió. 

Apoyé mi mano en mi frente, frustrado.

— Gasté casi todos mis ahorros para poder deshacerme de esa cosa. 

— Pero, ¿sabes como fuiste capaz de sobrevivir?—me preguntó Luke—¡Claro que sí, con la paga de ese Alfa!

Y ahí volvía de nuevo.

—No me voy a embarazar de él—repetí—. Me vale que sea un puto Dorrance, me vale que sea la próxima cabecilla de la familia, me vale que me forre en millones de billetes al día, ¡Entiéndelo, Luke! ¡Me vale ser la maldita puta de A-!

—¡Aage está aquí!

Montones de voces emocionadas invadieron el recinto. Al girarme, podía ver como las personas empezaban a acumularse mientras un hombre vestido de negro le abría paso al famoso Alfa.

Todos guardaron silencio cuando llegó frente a mí.

—Aage—pronuncié, despreocupado.

El Alfa me consumió en una simple mirada.

—Claude—respondió.

Y miles de bragas saltaron a mi alrededor.

Sabía muy bien que Luke ahora mismo estaba viviendo su quinto orgasmo ante la presencia y la grave voz del Alfa.

—¡Señor Dorrance, que honor volver a tenerlo por aquí!—saltó Verónica. Pude ver sin problemas el rebote de sus enormes pechos.

—Buenas noches, señorita Verónica—saludó este con cortesía—. Lo mismo de siempre, si no le molesta.

—¡Oh, claro que no!—empezó a decir la chica, sacando una tarjeta dorada de su bolsillo—. Todo suyo.

Tomé sin cuidado la tarjeta y caminé hacia la habitación como me era costumbre, sintiendo los pasos del Alfa detrás de mí. Al llegar a esta, me aseguré de cerrar la puerta con seguro para que no nos molestasen.

—¿Ahora qué te hizo venir?—Le pregunté sin cuidado—¿Mucho trabajo?

—Quizá—contestó, dirigiéndose al pequeño bar para servirse whisky.

Lo miré alzando mi ceja, mientras que este se sentaba en uno de los sofás. Nuestras miradas se encontraron.

—¿Llegué en un buen momento?—me preguntó.

—Puede ser.

Su mirada se oscureció.

—¿Hace cuánto fue tu último cliente?

Odiaba cuando hacía eso, me hacía sentir culpable.

—Hace dos horas.

Aage Dorrance jugueteó con su Whisky.

—¿Usaste condón?

Chasqueé mi lengua, molesto.

—Claro que sí—respondí—. Tú y tu maldito contrato me obligan a hacerlo.

El Alfa se levantó del sofá, encaminando se hacía mí hasta tenerlo a centímetros de mi cuerpo. Mi Omega vaciló ante su cercanía. 

Fruncí mi ceño. Y entonces, Aage sonrió.

—Eres un buen perrito.

Justo cuando iba a quejarme, su mano atrapó mi rostro, apretando mis mejillas y obligándome a abrir mi boca para él.

—Shhh—silenció—. Los perros no hablan.

Vertió el whisky en mi boca.

—Trágalo.

Sin dejar de desafiar su mirada, tragué y el alcohol quemó mi garganta. Aage volvió a sonreír.

—Así me gusta—dijo, dejando el vaso a un lado—. ¿Estás listo, Claude?

—Más que listo, maldito—contesté, aún con su mano en mi rostro.

Devoró mi boca. El fuerte sabor del alcohol y su saliva se mezclaron, consiguiendo que explotase en éxtasis. Su simple tacto y beso causó que mi cuerpo empezase a soltar feromonas sin control, robándole un gruñido de satisfacción.

—Contrólate—me dijo en tono de burla—. Sólo te besé y al parecer tienes un pozo entre tus piernas.

—No digas estupideces—dije con dificultad—. Estás exagerando.

Su mano acarició mi pantalón, cercano a mi agujero.

—Al parecer estoy más que en lo correcto.

Lo odiaba, maldición, como lo odiaba.

—¡Ya, maldita sea, dame de comer!—exclamé, apretando su muñeca con molestia.

El Alfa mordió su labio inferior.

—Con gusto.

Y eso fue más que suficiente para provocarme un tsunami entre mis piernas.

Aage me obligó a girarme, haciendo que mis manos se apoyasen en la base de la cama para poder pegar su pelvis contra mi trasero.

—¿Lo quieres?—me preguntó, juguetón.

Gruñí, intentando controlar a mi Omega interior, la cual se arrastraba como la perrita que era.

No le contesté, logrando que me jalase del cabello. 

—¿Lo quieres, Claude?

Mi perra interior era una maldita.

—Sí, mierda—respondí—¿Podrías dejar de molestar y comenzar destrozarme, por favor?

Aage rio. Ah, música para mis oídos.

Desabrochó mi pantalón, quitándomelos.

—Estás más que mojado, ¿Y todo esto por mí? Me halagas.

Giré mi rostro para buscar su mirada; Aage se encontraba sin su saco, mostrando ese arnés que enmarcaba su increíble cuerpo sobre aquella camisa blanca.

Mierda.

—Fóllame—supliqué.

Aage Dorrance me embistió. No pude evitar soltar un fuerte gemido ante su invasión en mi interior. Sentía que me derretía, que mi cuerpo temblaba ante el suyo.

Mi Omega estaba en las nubes.

Aage sabía como hacerme viajar al paraíso. Cada embestida me golpeaba en ese punto que me hacia temblar, que hacía que varios gemidos escapasen de mi garganta demostrando lo a gusto que me encontraba.

Solo Aage sabía cómo era mi cuerpo, y, aunque eso no fue de un día al otro, adoraba la forma en que nuestros cuerpos encajaban. 

Pero lo odiaba, odiaba lo que éramos, odiaba que se me conociera como simplemente su puta preferida. Muchas personas se me habían puesto en contra al saber que compartía mi cama con uno de los Alfas más deseados en la actualidad, en donde su imagen se veía como un Dios griego. Todos deseaban el poder acostarse con tal animal, pero no sabían que para llegar a hacerlo habían muchos sacrificios; No podía enamorarme de Aage, no podía formar un lazo con él y, mucho menos, podía darle un hijo.

Jadeé ante su nueva embestida, sintiendo como mi corazón intentaba mantenerse al margen de la situación.

Maldita sea.

No podía llegar a mostrarme amigable con él, ni cariñoso o llegarían a descubrirme.

Mierda.

¿Por qué se me ocurrió enamorarme de Aage Dorrance?





HE-YO! Suicidal is back! 

Bienvenidos a la segunda temporada de Almas Perdidas uwu, si no has leído esa historia tienes 2 opciones: O seguir leyendo sabiendo que te vas a spoilear lo que sucedió o ir a leerla para comprender el orden cronológico. No hay muchos cambios, de todas formas, ya sabrán en qué época se ambienta esta. 

De cierta forma, publico esto para auto obligarme a empezar a escribir uwu. Espero que hayan disfrutado la intro. 

Sin nada más que decir, bienvenidos a otra generación Dorrance. 

#SuicidalSigueAmandoAWadeDorrance

Continue Reading

You'll Also Like

112K 11.2K 112
Donde Harry es el chico más popular de la escuela y llega Louis para robarse su corazón. ¿Quién pensaría que un trabajo de Sociología cambiaría vidas...
16K 633 20
Trollino es un principe comprometido con ?? pero conoció a mike y su vida cambio por completo quieres saber que pasara Descúbrelo en esta historia (i...
5.2K 865 27
Su cuerpo moviéndose al ritmo de la música era algo peligroso para cualquier hombre que lo viese, y el gran mafioso Perth Tanapon no era la excepción...
277K 22.7K 68
Harry es un alfa puro que se niega a serlo, rechaza sus instintos y por ello siempre ha pasado como beta, hasta que un accidente lo lleva a conocer a...