Gritos en la Oscuridad.

Por justinloria1

233 11 0

Evee es una chica de 17 años que lleva una vida normal como cualquier otra chica de esta edad. Pero todo camb... Mais

Sinopsis
Capitulo I :Primera Parte
Capitulo II
Capitulo III
Capitulo IV
Capitulo V
Capitulo VII
Capitulo VIII
Capitulo IX
Capitulo X
Capitulo XI :Segunda Parte
Capitulo XII
Capitulo XIII

Capitulo VI

12 1 0
Por justinloria1

Capítulo VI

En algún lugar del planeta un chico se mueve y corre desesperadamente por las calles de un barrio desconocido, el frio extenuante hace crujir los huesos. Corre a la deriva y no sabe hacia dónde se dirige, intenta huir, unas personas en autos negros le persiguen, corre por  un callejón y sube por unas escaleras, entre él y la siguiente calle se interpone una malla de metal, lo piensa un momento y mira hacia atrás, al ver donde los hombres bajan de su auto y empiezan a correr tras él; no dura un instante más y empieza a trepar por la malla, rápidamente la cruza y cae al otro lado de ella y continúa corriendo. Echa un vistazo a su espalda, los hombres trepan de igual manera la cerca, gira su cabeza al frente y sigue corriendo, pero antes de poder darse cuenta otros dos hombres lo acorralan y le tiran violentamente contra el suelo, le golpean fuertemente la cabeza y se deja caer inconsciente. Más adelante este chico se cruzaría también en mi camino.

Sobrevivir, estas palabras hacen eco profundamente en mi cabeza y en ese momento no pienso en absolutamente nada más que eso. Sobrevivir. La chica morena que acabo de conocer se queda estupefacta y veo como sus ojos se abren rápidamente, no hay que mirarla mucho para saber que se encuentra aún más aterrorizada que en el minuto anterior. Permanezco callada, siento que si digo algo, cualquier cosa, no importa lo que sea; ella gritara y con eso el pánico se extenderá por toda la sala. Doy un paso y la chica me sujeta, tengo la mirada en alto y en voz baja le susurro:

-Sígueme – no sé qué estoy haciendo, simplemente lo hago, no puedo esperar a que algo ocurra, y la curiosidad por ver que hay más allá del pasadizo es abrumadora, debo estar loca pero quiero ir hacia allí. Trato de explicarle, entonces descubro que aún no se su nombre.

-¿Cómo te llamas? – Había olvidado preguntar su nombre, al menos quiero saber cómo cree ella llamarse.

-Lisie, ¿y tú?

-Me llamo Evee o eso creo.

No importa cuál sea mi verdadero nombre en este momento. Solamente le digo que vallamos hacia allá, debemos salir de aquí, algo me dice que no es seguro permanecer mucho tiempo aquí. Caminamos y algunas personas van detrás de nosotros, y muchos otros permanecen en la sala, en la oscuridad.

Nos adentramos en el pasadizo y unas cuantas personas con nosotros también lo hacen, en un segundo cae una barrera de metal detrás de nosotros y deja encerradas a las personas que se encuentran allí, se escuchan gritos y un líquido rojo y espeso se cuela por debajo de esa extraña puerta. Una emoción aún desconocida para mi me recorre con mayor fuerza el cuerpo y me hace temblar. Si nos hubiésemos quedado allí… ¿Qué nos habría esperado? Un chico a mi lado sonríe cínicamente, los alaridos siguen escuchándose cada vez menos y con menor intensidad, escapan del interior de esa sala, del otro lado de esta barrera que se interpuso entre nosotros, y por un instante me siento bien de haber tomado la decisión de venir y caminar hacia aquí. Lisie se encuentra sentada en el suelo con las rodillas dobladas y las manos tapando sus oídos, muchas otras personas alrededor también lo hacen, nadie sabe nada de lo que está pasando, ni mucho menos quien o quienes han sido los que están haciendo esta obra macabra. Las personas que se encuentran… que se encontraban del otro lado de la puerta han muerto, tan simple como eso, la vida de un ser humano arrebatada en un segundo.

-Lo mejor es que sigamos adelante, no creo que nada bueno ocurra si nos quedamos aquí por más tiempo, hay que movernos rápido.

Un chico alto de tez morena habló, murmullos de personas se escuchan, el mira alrededor y clava su mirada en Lisie.

-Tú, chica, levántate y deja de lloriquear.

Es repugnante, no necesito escuchar más de lo que este chico está diciendo.

-Por qué no te callas y la dejas en paz, esta confundida, tiene miedo al igual que todos nosotros.

-No importa si tiene miedo o no, tu misma lo has dicho, todos estamos igual, pero solamente ella y unos cuantos inútiles están haciendo tanto drama.

Debo decir que este chico me saca de mis cabales, no necesitas conocer por completo a una persona algunas veces, solamente con mirar su actitud es suficiente. Bueno no puede ser tan malo, quizá exagero.

-Chicos, chicos, ya paren de discutir nada ganaremos con esto. – un chico más interviene, no le miro a la cara pero veo los tenis negros deportivos, y unos pantalones verdes que lleva puestos. De pronto el chico alto de tez morena mira hacia arriba y frunce el ceño, sus cejas se encorvan y parece indispuesto.

-Que… que rayos es eso.

Señala con su mano un objeto con una pequeña y brillante luz roja en un extremo.

-Parece como si fuera un lente, alguna cámara o algo parecido. – dice el otro chico, todos miran atentamente este aparato y parecen igual de sorprendidos que yo. Ni siquiera lo había notado.

-Maldita sea, nos están espiando.

El chico exclamo en voz alta, gritando esto. Era obvio lo que estaba ocurriendo. La cámara se movió un centímetro y todos parecieron aún más asustados y sorprendidos.

-Continuemos – agregue – nada obtendremos al quedarnos aquí observando esa cosa extraña que se mueve.

Sigamos, pensé, pero ¿hacia dónde? Es difícil saber hacia dónde dirigirse en un momento así, las cosas que han estado ocurriendo hasta el momento me hacen pensar que si nos quedamos mucho tiempo en un solo lugar moriremos, pero comenzar a caminar hacia un lugar que desconocemos es también igual de malo, nada nos asegura vivir o permanecer respirando con todo lo acontecido hasta ahora.

-¿Qué tal si solamente caminamos hacia allá? –Una de las personas que se encuentran allí se une a la discusión sobre a donde ir – digo, no hay ningún otro lado al que podamos ir, si solamente hay un trecho por delante nuestro y no tenemos algún otro camino, es la única opción que podemos tomar, no podemos regresar pues la puerta se ha cerrado, y tampoco podemos ir a otro lado, es lo más lógico que puedo notar.

-Maldita sea, ¿cómo no se me ocurrió antes?, eres un maldito genio amigo.

El chico moreno lo insulta con su sarcasmo indiscutible, debo admitir que solté una pequeña risilla pero trato de disimularla y hasta me siento mal por haberlo hecho.

-Bien, entonces no debemos esperar, sigamos; escúchenme todos: no sabemos hacia donde nos dirigimos o hacia dónde vamos, no sabemos si caminamos a los brazos de la muerte y si así fuese, espero que todos y cada uno de ustedes colabore para mantener este grupo unido, no conozco a ninguno de ustedes, me dijeron lo mismo que a todos, que toda mi maldita vida había sido mentira y todo lo demás que ya ustedes sabrán, por cierto antes de partir, mi nombre es Carl.

A pesar del mal concepto que comenzaba a tener del chico moreno, luego de decir esto y autoproclamarse como líder del grupo, debo aceptar que empezaba a caerme bien, incluso le queda el papel de líder, se le da muy bien.

Caminamos alrededor de dos horas por el pasillo y comenzaba a preguntarme si tendría fin, las luces rojas en la parte superior de la pared ya me parecían normales, no les preste más atención, si alguien nos quiere mantener en observación constante que lo haga. En el camino conozco a otro chico de los que van caminando junto con todos, es rubio cielos, muy rubio de ojos azules alto y con cuerpo de futbolista, hablamos un rato pero nada más, hay ciertos rasgos que me estremecen de él, pero no le doy mayor importancia y sigo caminando. Mi paso comienza aminorarse con forme pasa más tiempo, al cabo de media hora más mi vista alcanza a ver el final del pasillo, se ve oscuro y un fuerte viento sopla afuera.

-Esperen, antes de que todos crucemos iremos yo y… tú, chica valiente – me señala a mí con su dedo, no tengo problema en ir, de echo quiero saber que hay fuera, y ver cuál es el mundo que debemos afrontar o la ilusión o espejismo o lo que sea que nos vallamos a encontrar allá afuera.

Avanzamos despacio, no tenemos nada con que protegernos en caso de que algo ocurriera, cruzamos la salida y nos vemos ya en el exterior, lo único que nos rodea es un bosque oscuro y realmente frio, el viento sopla fuertemente y algunas plantas son reprimidas contra el suelo. Todo afuera parece realmente tenebroso.

Carl llama a los demás, les dice que es seguro pero a mi nada de esto me parece seguro, quizá lo que quiso decir fue “vengan aun no es tiempo de morir”. Tengo un mal augurio de todo esto, está demasiado silencioso y se encuentra todo el alrededor en brutal armonía.

-Bien, tu, tú y tu, busquen algo de leña, afortunadamente tengo el encendedor que utilizo normalmente para prender mi cigarrillo así podremos encender algún fogata para tratar de contrarrestar este maldito frio. Solamente procuren no alejarse mucho.

Los árboles  que se encontraban a nuestro alrededor  eran gigantescos, pocas veces miras arboles tan grades y tenebrosos, todo el lugar está en completo silencio, las personas que estaban con nosotros procuraban hablar poco, me senté en un pequeño tronco medio podrido que estaba cerca, vi que Carl se paró y miro al cielo; incluso el en momentos como este parece tener sus dudas sobre el mundo, sobre nosotros y ha de estarse haciendo cientos de preguntas en su mente, cuestionándose y dejando todo en su mente nada más, sin respuesta. Me inclino hacia mi costado derecho y me recuesto sobre la raíz de un árbol, por el momento nadie tiene hambre, eso parece, yo no tengo hambre y no hace mucho comimos, fue como si planearan ponernos a comer para luego decirnos: “Sobrevivan” .Veo a Carl caminar hacia mí, se detiene a cierta distancia y me dice:

-Solía mirar las estrellas con mamá, ella decía que muchas veces mirar las estrellas era como dejar tu mente en blanco, te refrescaban el pensamiento y hasta podías resolver y encontrar respuestas a preguntas que creías que no tenían cosa semejante. Pero un día apareció un hombre de negro con un maldito olor a azufre a su alrededor, en la puerta de mi casa, entró y le disparo a mamá, yo estaba en el cuarto de arriba jugando videojuegos, escuché el disparo y baje rápidamente las escaleras y allí estaba ella, tendida en el suelo con un charco de sangre a su alrededor. Fue estúpido lo que hice, no traté de matar al hombre, me quede parado allí, sin mover un solo musculo, no podía moverme y el miedo me hacía temblar, papá se encontraba cortando el césped, tal parece que a él lo mataron antes que a mamá, en la cocina había un cuerpo, solo el cuerpo…su cabeza…

Carl comenzaba a temblar mientras relataba todos estos acontecimientos, su mirada estaba fija hacia el bosque y no paraba de temblar.

-Luego logré moverme, quise ir y matar a ese hombre con todas mis fuerzas, maldita sea, di un paso y de repente sentí alguien aproximarse por detrás mío, me dio un fuerte golpe en la cabeza y todo mi vista se nublo y creo que estuve inconsciente un par de días. Luego desperté en un sótano oscuro sobre una camilla con sábanas blancas, una mujer de cabello negro se acercó a mí, anoto algo en una libreta que llevaba, yo aún no lograba levantarme y fue un gran esfuerzo haber recobrado el conocimiento. Me sacaron de allí y me llevaron por un pasillo, un hombre extraño apareció y simplemente me dijo: “Tu vida no es lo que crees que era, no eres lo que te han hecho creer hasta el momento y tus padres nunca lo fueron, felicidades has sido elegido para dar inicio a este programa, eres especial”

En el momento preciso en que Carl dijo “eres especial” supe que no había sido la única, no podía serlo, a Lisie no le dijeron nada semejante, solo a mí y ahora que lo sé también a Carl. Carl continuo contándome su historia hasta el momento en que llego a la sala de comedor, los disparos, la puerta que daba a un extraño pasillo detrás nuestro, y cuando me conoció, si así se le puede llamar.

Los chicos encargados de traer la leña volvieron luego de unos minutos, traían unos cuantos palos y astillas, lo necesario para encender una buena fogata, con el relato de Carl había olvidado que sentía frio. Sin embargo, debo aceptar que me sorprendió y me dejo pensativa el hecho de saber que mataron a sus supuestos “padres” frente a sus ojos. Es una experiencia que realmente no me gustaría vivir, cielos.

Encendimos la fogata y todo fue de maravilla, empezaba olvidarme de mis malos presentimientos. Mientras trataba de dormir escuche claramente unos gritos de pánico que se extendieron a lo largo del bosque, Carl se levantó en un instante y ambos tratamos de agudizar nuestros oídos para lograr escuchar algo más, de nuevo los gritos y una vez más volvían a escucharse. Un escalofrío me recorrió el cuerpo y empecé a caminar tratando de llegar al lugar del cual provenían aquellos gritos. Antes de seguir mire hacia atrás y Carl estaba pisando mis talones casi encima de mí le hice un gesto de silencio con el dedo,  él se dio la vuelta para decirle algo a las personas que venían con nosotros, entonces note que tardo un momento, le espere y al instante me miro y me dijo en un susurro:

-¿Dónde está tu amiga?

¡Lisie!, me agité y aceleradamente mire entre las personas, Lisie no estaba allí. ¿Acaso se había levantado y caminado sola por el bosque a estas horas de la noche? El solo pensarlo me hacía estremecer, le lance  una mirada a Carl y ya él debía saber lo que iría hacer.

-Oye oye espera, no puedes ir así porque sí, tenemos a otras personas con nosotros y no podemos abandonarlas.

-Le prometí que la protegería, así que no me importa nada más que eso, protegerla – los gritos volvían a escucharse – si el problema son los demás, que todos vengan y listo.

Di una vuelta y comencé a correr hacia donde provenían los gritos, unas cuantas ramas se interponían en mi camino y alguna de ellas me corto la mejilla levemente. De nuevo los gritos, cada vez más cerca, empezaba aproximarme cada vez más, otra vez y los escuche casi en mis oídos. Escucho alguien tosiendo fuerte y bruscamente, camino despacio tratando de no pisar las hojas del suelo para no generar ruido alguno que pudiera delatarme, sigilosamente me acerco. Lo único que nos separa a mí y la persona que tose son unas cuantas ramas que me camuflan. Logro divisar su sombra y advierto algunos leves movimientos, no se mueve, está parado solamente ahí, inamovible. Tiene el cuello torcido y está mirando hacia abajo, uno de sus ojos está abierto y el otro…que demonios es eso; su otro ojo esta cocido con un alambre delgado que une ambos parpados. Su boca esta tapada pues tiene una rara mascarilla café con unos agujeros. Se mueve un poco más.

-!!!!!!!!!!!!!! –Los gritos se escuchan más fuerte, la cosa que está al frente mío aun no advierte mi presencia. Empiezo a moverme muy pero muy lentamente.

-¡Evee! – alguien grita mi nombre y lo único en lo que logro pensar es en Lisie. Avanzo un poco entre la arboleada y escucho los dientes de alguien al temblar, crujen provocando un sonido grave. Salgo un poco de los matorrales y me acerco, es Lisie, la encuentro y está bien, o eso supongo, aunque su cuerpo no deja de temblar con una mirada aterradora plasmada en su rostro. Me señala con el dedo hacia delante mientras esta acuclillada con su cabeza entre sus rodillas. Miro hacia donde me señala y veo algo moverse.

-Ah...Ahí…ahí hay algo…algo muer...Muerto. – me dice entre dientes sin dejar de temblar y esbozar su pavor. Camino hacia allí para comprobar lo que dice Lisie, una persona está colgando de un árbol… es….es el chico que antes había intervenido en la discusión entre Carl y yo, su cuello se encuentra hinchado y con un color casi morado, han cocido una de sus orejas con ese alambre, de nuevo ese alambre como en los ojos de aquella cosa que me encontré en el bosque. Escucho algo entre las ramas, me alejo un poco del cuerpo y una sombra fugaz pasa corriendo a mi lado.

-Evee, ¿dónde habías estado? Al fin te encuentro – Carl aparece por mi espalda, la sombra que vi cruzarse hace un momento desaparece y quedo algo confundida por esto.

-Encontré a Lisie, está ahí detrás…. – señalo con mi dedo hacia donde se supone debía estar Lisie… ella no está… desapareció.

-¿De qué hablas? No hay nadie ahí.

Los gritos vuelven a escucharse una vez más y esta vez verdaderamente aterran a los demás, ya no es una persona, se escuchan muchos gritos simultáneamente en todos los rincones del bosque.

Continuar a ler

Também vai Gostar

178K 8.1K 34
¿Te imaginas ser una espia el FBI sin conocer a tu nuevo Agente y que en un operativo tengas que ir a hacer un privado sin saber a quien se lo haces...
34K 1.5K 17
Jeongin siendo el Omega más coqueto y lindo no ayuda mucho para changbin. En el sexo con él no se puede ser amable. Changbin top Jeongin bottom ¡18+...
641K 34.8K 113
one shots y otras cosas que (nadie me lo pidió pero) me gustaron al leerlas y se las quería compartir. la mayoría son sacados de Tumblr, por lo que n...
1.7M 93.7K 67
Desde el principio siempre tuvieron razones para no mirarse ni hablarse, pero ambos saben que lo prohibido y lo peligroso siempre es codiciado por to...