Kazumi: ¿Que te tienes que ir?
Naruto: Si, es que-
Kôsei: ¡Ya sé! Van a hacer una excursión mañana, ¿No es así?
Naruto: No, papá. Es... algo más.
Kazumi: Si te vas mañana, ¿Cuándo volverás?
Naruto: *suspiro* Ese es el problema... No lo sé.
Kôsei: ¿A qué te refieres con que no lo sabes?
Naruto: *serio* Si les dijera que soy de otro mundo... ¿Me creerían?
Kazumi: ¿De qué hablas, Naruto? ¡Claro que eres de otro mundo! Nadie se compara a tí.
Naruto: No lo digo en ese sentido. Me refiero a que yo... vine de otro mundo, otro lugar.
Kôsei: *confundido* Ahora sí que no te entiendo. ¡Eres de aquí, Naruto! No eres adoptado, si a eso te refieres.
Aiko: *preocupada* Naruto-nii, ¿Qué te ocurre?
Naruto: Creo que deberían ver esto.
Sin darles tiempo a preguntar, levanté mi mano, y canalizando chakra en la palma, hice un Rasengan. Mi familia no lo podía creer, pero aún así, lo veían.
Kazumi: Naruto... ¿Eso no es...?
Naruto: Si, mamá. Este es el Rasengan. No es tan poderoso como debería ser, pero esto es prueba de que no soy de este mundo.
Aiko: *impresionada* ¡Eso es increíble!
Kôsei: S-Sí... Es increíble... Pero aún no entiendo... ¿Por qué debes irte?
Naruto: El Sabio de los Seis Caminos, Hagoromo-san, nos dijo que teníamos que ir al mundo Shinobi para detener a Zetsu y evitar que haga de las suyas.
Kazumi: ¿'nos'? ¿A quién más le dijo?
Naruto: Pues... Sakura Satô y Sasuke Tanaka también lo saben, y ellos también tienen que ir.
Kazumi: ¿Esos son sus nombres? ¿Por qué no nos lo dijiste hasta ahora?
Naruto: ¡Me llamaron 'Naruto' cuando nací! ¡Pensé que iban a avergonzar a Sasuke y a Sakura-chan por sus nombres!
Kôsei: *suspiro* Eso es cruel, Naruto, pero supongo que tienes razón.
Kazumi: *triste* ¿En serio tienes que irte? Nada será igual si no estás aquí.
Aiko: ¿Puedo ir contigo, Naruto-nii?
Naruto: Me gustaría decirte que sí, Aiko, pero podría ser muy peligroso. Si toda la familia decidiera ir, sería más seguro.
Kôsei: En serio que nos gustaría ir, Naruto. Siempre soñamos con conocer en persona a los personajes, pero nosotros tenemos que quedarnos aquí. Tenemos nuestro propio deber en este mundo.
Naruto: Entiendo... De todas formas, puede que sea lo mejor.
Aiko: *triste* ¡No nos dejes, por favor!
Naruto: Perdóname, Aiko. No puedo quedarme aquí. No sé si Zetsu encontrará la forma de venir a este mundo. Después de todo, uno de sus objetivos soy yo, la reencarnación de Ashura. Si me quedo, podría ponerlos en peligro.
Kazumi: Naruto... Aprecio el gran corazón que tienes. Me alegro de saber que te preocupas siempre por los demás. Pero será mejor si llevas a Aiko contigo.
Naruto: *preocupado* ¡Eso es peligroso, mamá! ¡No podré cuidarla siempre!
Kôsei: Escucha a tu madre, Naruto. Si dejas a Aiko aquí, estará muy triste y no se desempeñará bien en sus estudios. Pero si la llevas contigo, podrías encargarte tú mismo de enseñarle todo lo necesario. Después de todo, tú ya estabas a punto de graduarte.
Naruto: Papá... *suspiro* Supongo que podré buscar a alguien que la cuide mientras no estoy.
Kazumi: *sonriendo* ¡Esa es la actitud del Naruto que todos conocemos! Estaremos bien. Si tú eres el Jinchûriki del Kyûbi, al menos sé que no sufrirás mucho por la soledad. Recuerda que siempre estaremos apoyándote.
Naruto: *sonríe* Lo sé, mamá. Muchas gracias por todo.
Aiko: *alegre* ¡Muchas gracias, mamá! ¿No es genial, Naruto-nii? ¡Te acompañaré hasta allá!
Naruto: *nervioso* S-Sí... Es genial...
En serio que estoy agradecido. Me alegro de tener padres así. Tal vez tenga que hacer un pequeño esfuerzo extra por mi hermanita, pero no es nada que no pueda manejar. Después de todo, así soy yo, ¿Cierto? "Nunca retrocederé a mi palabra." Creo que es hora de demostrar que no son palabras vacías.
Kôsei: Bien. Ahora come, Naruto. Mañana comenzarás una ardua aventura. ¡Lo mismo va para tí, Aiko!
Naruto/Aiko: ¡Sí! ¡Muchas gracias por la comida!
Y así lo hicimos. Después de comer, me hicieron preguntas sobre el cómo fue que descubrimos nuestros poderes, cómo fue el encuentro con el Sabio, y qué planes tenía para el viaje. Eso fue hasta que llegó la hora de dormir. Cuando fui a mi habitación, antes de dormir, me puse a hablar con Kurama para disipar algunas dudas.
Naruto: Oye, Kurama, ¿En este mundo siempre existió el chakra?
Kurama:. Sí, pero a pesar de existir el chakra, nunca se utilizó. Al no haber ningún uso de chakra, el Sistema Circulatorio de Chakra se volvió prácticamente invisible, por lo que nadie supo de su existencia. Claro, eso fue hasta que llegaron ustedes tres.
Naruto: *mira su mano* ¿Y cómo fue que pudimos utilizar nuestros poderes aquella vez?
Kurama: Ustedes son reencarnaciones del otro mundo. Al tener sus almas, conservan un mínimo fragmento de la habilidad que poseían antaño. Sin embargo, lo que hicieron no es nada comparado con lo que normalmente podrían hacer. Tu Rasengan, por ejemplo, es demasiado débil. Si tuviera la fuerza normal, habría asesinado inmediatamente a aquel mocoso que mandaste a volar.
Naruto: *sumamente aterrado* B-Bueno... Creo que... agradezco que no tenga la fuerza de siempre en este momento...
Kurama: Jeje... Sí que eres muy extraño. Incluso ahora te alivias de no haberlo matado.
Naruto: ¿E-Es que eso no es normal?
Kurama: No en el mundo donde vivía.
Naruto: *suspiro* Supongo que será un fastidio lidiar con las personas de ahí. Je... Hasta sueno como Shikamaru. Por cierto, supongo que estuviste sellado en mí desde que nací, ¿Verdad? Es decir, desde que nací aquí.
Kurama: Estás en lo cierto, mocoso.
Naruto: Entonces, ¿Por qué no me aparecieron las marcas de bigotes hasta ahora?
Kurama: Eso es porque jamás tuviste nada de mi chakra en tu cuerpo hasta hace poco. Cuando hiciste el Rasengan en aquel edificio, hice que un poco de mi chakra fuera hacia esa técnica para que tuviera el poder necesario. En ese momento, te aparecieron las marcas, pero eran muy leves y nadie las notó. Pero cuando hiciste el Rasengan por segunda vez, tu cuerpo extrajo más de mi chakra, y las marcas se hicieron claramente visibles.
Naruto: Eso significa que tendré que entrenar mucho para hacer técnicas sin tener que depender de tí.
Kurama: Te falta mucho, pero para estar a punto de entrar a la academia, vas muy bien.
Naruto: Supongo... *cierra sus ojos* Gracias, bola de pelos...
Kurama: No es nada, mocoso.
Al día siguiente, me desperté muy temprano. Eran las seis de la mañana, y aún algo somnoliento, bajé para hacerme un pequeño desayuno. Sin embargo, me sorprendí al ver quién estaba ahí.
Naruto: *bostezo* ¿Aiko...? ¿Qué haces aquí a estas horas?
Aiko: Hola, Naruto-nii. Estaba desayunando.
Naruto: ¿Tan temprano? ¿Quién cocinó?
Aiko: *sonriendo* Yo misma cociné.
El caso es que había un pequeño desastre en la cocina, pero me sorprendí también al ver que no era muy grande.
Naruto: Vaya... A decir verdad, me esperaba un desastre mucho mayor, Aiko.
Aiko: *haciendo un puchero* Qué malo eres, Naruto-nii...
Naruto: Como sea, ¿Por qué te levantaste tan temprano? Hoy no hay clases, es fin de semana.
Aiko: Hoy nos vamos, ¿Recuerdas? Tengo que preparar todo lo que voy a llevar.
Naruto: *sonrisa nerviosa* Aiko, no es-
Aiko: *corre a su habitación* ¡Espérame aquí! ¡Voy a prepararme en un momento!
Naruto: *algo apenado* Jeje... ¿En serio era así a su edad?
Kurama: Creo que eras incluso peor, mocoso. A esa edad, sí que te quedaba bien el apodo de Ninja Hiperactivo Cabeza Hueca.
Naruto: *depresivo* ¿Lo dices en serio...? *se recupera* Ahora que lo pienso, si Aiko conserva su edad, también tendrá la edad necesaria para ir a la academia. Después de todo, tiene ya seis años.
Kurama: Te recomiendo que busques la manera de que quede inscrita también. Será perfecto para que aprenda a defenderse en ese mundo.
Naruto: Tienes razón. Creo que podré hablar con Hiruzen sobre eso, si es que no me desmayo al verlo en persona, claro.
Pensando en lo que haré al llegar allá, me hice un café, ya que no creo que fuera necesario mucho aún. Aiko estaba guardando en una mochila todo lo que quería llevar, y le iba a decir que no era necesario. Sin embargo, estaba tan emocionada que no fui capaz de decirle nada. Pensaba en eso cuando recibí una llamada en mi teléfono. Era de Sakura.
Naruto: Hola, Sakura. ¿Qué pasa?
Sakura: Aún no habíamos acordado el lugar donde nos reuniríamos. Mi familia se quedará aquí. ¿Qué hay de la tuya?
Naruto: Mis padres también se quedarán, pero Aiko decidió acompañarme.
Sakura: ¡¿Y no dijiste nada?! ¡Puede ser peligroso para ella!
Naruto: Lo sé, pero ellos confiaron en que yo podría cuidarla. Nada de lo que les dije sirvió para convencerlos.
Sakura: *suspiro* Supongo que ya no se puede hacer nada.
Naruto: Sobre el lugar para reunirnos, creo que mi casa sería lo mejor. Después de todo, tanto tú como Sasuke conocen el camino, y está cerca de donde viven ustedes.
Sakura: Está bien. Le avisaré a Sasuke. Estaremos ahí en menos de una hora.
Naruto: Los esperaré.
Así quedamos en que nos reuniríamos aquí. Aiko estaba impaciente, pues ya había terminado de "empacar", y en poco tiempo se despertarían nuestros padres. Sin embargo, ya había pasado una hora, y ya me estaba extrañando.
Pero justo cuando iba a llamar a Sakura para saber qué pasó, tocaron la puerta. Cuando la abrí, vi a Sakura con una sonrisa, y a Sasuke con algunas lágrimas en sus ojos. Tal parece que estaba sufriendo, ya que Sakura lo estaba agarrando muy fuertemente del brazo.
Sakura: Perdona el retraso, Naruto. Es que este idiota no salía de su habitación y tuve que traerlo a la fuerza. Tal parece que se despedía por teléfono.
Sasuke: ¡ESO DUELE! ¡SUÉLTAME!
Naruto: No importa. Pasen.
Cuando pasaron, saludaron a mis padres, quienes ya habían despertado. Nos fuimos a la sala de estar, e intentamos hacer el sello, pero...
Sasuke: Oigan... ¿Cómo era el sello del Tigre?
Naruto: ¡¿Es que no lo sabes?! ¡Es el sello que más hacen los Uchiha!
Sasuke: ¡No soy tan Otaku como ustedes! ¡Jamás vi a detalle los sellos que hacen los personajes!
Sakura: Mira en mi teléfono, Sasuke. Estos son los sellos más básicos que utilizan los personajes. Intenta recordarlos.
Sasuke: Está bien. Creo que lo tengo.
Naruto: Bien, ¿Listos?
Así, los tres hicimos el sello del Tigre, y al hacerlo, una luz comenzó a brillar en la sala. Al aclararse la imagen, apareció el Sabio.
Hagoromo: Veo que ya están listos, y con una viajera más, al parecer.
Eso lo dijo mirando a Aiko, quien se asombró mucho al ver a Hagoromo en persona. Mis padres, al escuchar esa voz, vinieron rápido a la sala, y también quedaron sin palabras al ver al Sabio de los Seis Caminos.
Kazumi: *atónita* U-Usted es... ¿Es... real...?
Hagoromo: Parece que ya me conoce. Aunque es muy común que en este mundo sepa sobre mí, quedan atónitos al verme en persona.
Kôsei: E-Es que... No creíamos que usted... Llegara hasta aquí...
Hagoromo: Supongo que es cierto. Bien, ¿Están listos para irse?
Sasuke: ¡Espere! *todos lo miran* Si no me equivoco, ya deben de estar afuera.
Naruto: ¿A qué te refieres, Sasuke?
Sasuke: ¿Les importa si salimos todos afuera un momento?
Todos nos extrañamos ante lo pedido por Sasuke, pero aún así decidimos salir. Al ir afuera, Sakura y yo nos quedamos sin palabras, mientras que papá y mamá observaban con una sonrisa.
Ahí estaban algunos de los chicos con quienes más hablábamos, aún si era para bromear. Ahí estaban Kyoko-sensei, Takeshi, Kohaku, Raiden, Daichi, Hachiro, Satoshi y , sorprendentemente, Takeo.
Kyoko: *sonriendo* Parece que están a punto de irse. Es triste ver a tus alumnos irse, pero tarde o temprano iba a ocurrir.
Sakura: Kyoko-sensei...
Kohaku: Vaya que ahora sí parecen el equipo siete. Espero que les vaya bien en su viaje.
Raiden: Sí que nos sorprendieron ayer, pero no se vayan sin despedirse.
Naruto: Kohaku, Raiden, yo...
Daichi: No hace falta que digas nada, Naruto. Ahora comprendo por qué no se querían despedir, pero si no lo hacemos, podríamos arrepentirnos más tarde.
Hachiro: Por lo poco que sé de ese mundo, supongo que será peligroso, pero confío en que estarán bien.
Sakura: Sasuke... Cuando te estaba llamando, ¿Estabas preparando esto?
Sasuke: Yo sé que no querías esto, pero conociendo lo cabeza hueca que son ustedes, sabía que necesitarían esto y que no lo admitirían.
Satoshi: Ustedes si que cambiaron la manera que teníamos de verlos. No se frenen ahora que llegaron tan lejos.
Sakura y yo estábamos tristes por tener que despedirnos de ellos, pero yo aguanté las lágrimas. Había alguien con quien no me quería mostrar débil.
Naruto: *molesto* Tú... ¿Qué haces aquí?
Takeo: Yo venía a... pedir disculpas...
Naruto: ¿Qué...? ¿De qué estás hablando?
Takeo: *nervioso* Quería disculparme por tratarte como lo hice y por haberte causado tantos problemas. Entiendo si no me perdonas, pero quería venir a despedirme también, Naruto-san.
Me sorprendí mucho al escuchar el honorífico provenir de él. Eso jamás me lo habría esperado. Al final, decidí dejar ir algunas lágrimas, y despedirme yo también de él.
Naruto: No te preocupes, Takeo. Eso ya quedó en el pasado. Si no lo dejamos ir, no podremos mirar hacia el futuro.
Takeo: Naruto-san...
Naruto: Yo no estaré aquí al menos por un tiempo, así que te encargo cuidar a los de primer año, ¿Está bien?
Takeo se quedó perplejo al escuchar esas palabras, por lo que no sabía qué responder. Sin embargo, decidió cumplir con lo que le pedí.
Takeo: ¡No te preocupes, Naruto-san! ¡Yo me encargaré de cuidarlos!
Sakura: *susurrando* Sasuke, ¿Fue idea tuya que Takeo venga aquí también?
Sasuke: *susurrando* No, fue idea de Takeshi. Él me dijo que a pesar de haber recibido tanto daño, Takeo aún era capaz de moverse normalmente. Me pidió que le permita venir aquí, y yo le di el visto bueno.
Sakura: *sonriendo* Ya veo. Parece que Naruto conserva su habilidad para cambiar a las personas.
Sasuke: *sonriendo* Así parece.
Naruto: Oye, Takeshi.
Takeshi: ¿Qué pasa, Naruto-sempai?
Naruto: Puede que esto sea un poco complicado para tí, pero quiero que cuides de Takeo. Al principio no aceptarán que él vele por su seguridad, y necesitará tu ayuda. Apóyense mutuamente. Estoy seguro de que con el tiempo se volverán grandes amigos.
Takeshi: Está bien, Naruto-sempai. ¡Te aseguro que en poco tiempo lo aceptarán como a un hermano!
Naruto: *sonriendo, le revuelve el cabello* ¡Esa es la actitud! Y... Kyoko-sensei.
Kyoko: ¿Qué ocurre, Naruto?
Naruto: Le agradezco mucho por todo. Usted veló por mí en todo momento, y siempre se aseguró de que yo me superara a mí mismo.
Kyoko: *sonriendo* Eso no es nada, Naruto. Ese es el deber de todo maestro. Todo maestro tiene que velar siempre por su alumno, y ayudarlo a superar las dificultades. Espero que te vaya muy bien en la aventura.
Naruto: Muchas gracias, Kyoko-sensei.
Hagoromo: Antes de partir, quiero decir que los estuve observando. La idea que tuviste me pareció interesante, Sakura, y sería muy práctico para que puedan viajar entre mundos. Haré algo similar, sin embargo, como ustedes usarán sus cuerpos originales, los que están usando ahora serán destruidos. No podrán volver hasta que vuelvan a tener la edad física que tienen en este momento. Y para hacer las cosas un poco más sencillas, el tiempo aquí se detendrá hasta una semana antes de que puedan regresar.
Kyoko: ¿Eso quiere decir que podrán volver dentro de una semana?
Hagoromo: "Veo que se prepararon mentalmente para verme sin quedar perplejos." Así es, pero considerando que tendrán ciertas responsabilidades allá, no garantizo que vuelvan en una semana. Podría ser más tiempo.
Naruto: ¡Eso no es nada! ¡Encontraré la forma de regresar en una semana! ¡De veras!
Sakura: *ríe un poco* Veo que comenzaste a usar la palabra Uzumaki.
Naruto: *avergonzado* ¡No es mi culpa! Se me sale solo, ¡De veras!
Todos rieron por el pequeño problema que tenía, pero de repente tuve una pequeña duda.
Naruto: *nervioso* Hagoromo-san, usted dijo que nuestros cuerpos serian destruidos. ¿Va a doler?
Ante esa pregunta, todos se pusieron nerviosos, pero se calmaron al escuchar la respuesta de Hagoromo.
Hagoromo: Entiendo tu preocupación, Naruto. No dolerá. Al instante en que crucen el portal para ir a ese mundo, sus almas se combinarán con las del Mundo Shinobi. El efecto que eso traerá al principio, al menos, es que tendrán algunos rasgos de las personalidades originales. Sin embargo, con el tiempo desaparecerán. La única que no saldrá afectada por esto es la pequeña Aiko, ya que lo único que pasará es que su cuerpo se adaptará completamente a ese mundo.
Naruto: Ya veo. *suspiro* Que alivio...
Hagoromo: Creo que si le doy al portal la misma forma que Sakura describió será más eficiente...
Tras decir eso, apareció una estructura que se asemeja al Santuario Higurashi que aparecía en el anime de InuYasha. Debo decir que estar frente a una recreación de aquel portal era algo fascinante.
Hagoromo: Cuando estén listos, tírense al pozo, y el portal los llevará al Mundo Shinobi.
Naruto: De acuerdo.
Takeo: Les deseamos un buen viaje, Naruto. Espero que puedan superar todo lo que pase.
Ante esa frase, todos los demás asintieron, indicando que estaban de acuerdo con lo que Takeo había dicho. Sin embargo, papá y mamá se acercaron antes de que saltáramos al portal.
Kazumi: Naruto, por favor, cuídate mucho. Presta atención a todas las clases, intenta hacer amigos allá, aliméntate bien, báñate todos los días, y cuida bien de tu hermana.
Kôsei: Has caso a lo que tu mamá te dice, Naruto. *mira un momento a Sakura y a Sasuke* Qué buenos amigos has hecho. Cuídense entre ustedes, ¿De acuerdo?
Sasuke: No se preocupe, Kôsei-san. Estaremos bien.
Sakura: Cuidaré bien de estos dos idiotas, Kôsei-san. Tiene mi palabra.
Kôsei: Gracias, Sakura. *mira a Aiko* Aiko, sé que estás emocionada, pero recuerda que tienes que comportarte bien en todo momento. Sé respetuosa con tus mayores, y no le causes muchos problemas a tu hermano, ¿Está bien?
Aiko: Sí, papá. Estaré bien, te lo prometo.
Kôsei: Está bien. Que tengas un buen viaje, hija. *mira a Hagoromo* Hagoromo-san, si no me equivoco, usted los observará, ¿Cierto? *Hagoromo asiente* Le quería pedir un favor... Asegúrese de que estén a salvo, por favor.
Hagoromo: Haré lo que pueda, pero el que estén a salvo dependerá de ellos.
Kôsei: Gracias, Hagoromo-san.
Naruto: ¡Bien! ¡En marcha!
Así, los cuatro saltamos al portal, y a tres de nosotros nos comenzaron a inundar recuerdos de hechos que nunca habíamos vivido, mientras que a la última solo comenzó a recordar que le habían sacado de un orfanato junto a su figura fraternal. Poco después de eso, los cuatro quedamos inconscientes.