Me detuve adolorida del alma frente a las ruinas de lo que un día fue mi hogar.
Frío, solitario... sanguinario como sea, eso no importaba. Este lugar no solo fue mi hogar, también fue hogar de las personas que salvaron mi vida, esas trece personas que sobrevivieron a mi lado para darlo todo por mí, aquí reímos y lloramos, sufrimos hambre por unos meses mientras encontrábamos el dinero que Papá tenía oculto y renacimos de la obscuridad, aquí nació el Aquelarre... en un día lluvioso y frío donde el alcohol barato nos brindaba calidez. Aquí descubrí la fortaleza y dureza de estos hombres que sin pedirlo me dieron la valentía para aferrarme a vivir y no suicidarme cada noche. Siempre fuí un niña mimada, lo tuve todo a mi alcance y eso me molestaba, recuerdo cuanta rabieta por una vida "Normal" hasta que aprendí a valorar el esfuerzo y sacrificio de mi gente, de mi nueva familia... del Aquelarre.
1 año antes.
Deberíamos parar. Susurre en su cuello.
Las ilusiones vagabundas que rondaban en mi mente me jugaban sucio y es que para que tener ese afán de ilusionar mi corazón a sabiendas de lo que eso significaba; Un trágico amor con un trágico final y para ser sincera por más que luchara por esto, lo que sea que teníamos el único final seguro que tendremos en esta tragicomedia es la muerte de uno de los dos y la desdicha de que uno sobrevivirá para ser patéticamente infeliz cada día de su vida.
~~~~~~~~~~~~~~~~~
-------Shhh. cubrió mis labios con sus largos dedos.--------Déjame hacerte el amor. Besó con ternura mi cuello.
Mis ojos cristalinos y entrecerrados observaban con dulzura su anatomía, la forma ancha de sus hombros y el rosado en sus orejas resaltaba entre su negra cabellera. Sus brazos bien trabajados pero no musculosos y un sin fin de venas rodeándolos, parecía asfixiarlos.
Una gota de sudor calló en mi frente sacándome del trance hipnótico del que había sido presa topandome con sus obscuros y gatunos ojos.
Tan lento, tan pausado, tan insano sabía la forma en la que me penetró por primera vez esa noche.
-----------Eres tan linda. Acarició mi mejilla.
El ritmo con el que me penetraba era tan lento y suave que lo único que lograba era que quisiera sentirlo más, la dulzura de sus caricias en mi cuerpo y la miel que esparcía con sus tiernos besos me estaban llevando al borde de la locura y mi corazón sentía morir, a mis veinticuatro años era la primera vez que me hacían el amor, era la primera vez que me sentía amada en la cama. Él me miró fijamente y me sonrió... sus ojos se achicaron y sus mejillas se abultaron dejándome ver lo tierno que el hombre que quería asesinarme podría llegar a ser.
Era la primera vez que me sentía expuesta, totalmente vulnerable ante cualquier persona, me sentía una tonta enamorada en sus brazos, le besé. El día de hoy quería venerar no sólo su cuerpo si no también sus preciosos labios y el amor que demostraba hacía mí.
Mordió mi cuello y no pude aguantar más, me moví sigilosamente hasta quedar encima suyo dejándolo ver todo mi cuerpo desnudo como una de tantas veces más... siempre he sido devota de mi cuidado personal, ¿Por que? sencillo, tuve que acostarme con muchos hombres y un cuerpo bien definido, piernas largas y culo carnoso era una oferta tentadora, no lo hacía por gusto hasta que la relación si es que así se le puede llamar, entre Min Yoongi y yo surgió, en ese entonces supe que debía parar y no por otra cosa en especial, única y exclusivamente era por que estaba locamente enamorada de Él, después de sentirlo dentro por primera vez no quise que nadie más tocara mi cuerpo haciendo más difícil los negocios, pero una cosa que entendí es que si me encaprichaba más a algo, lo conseguía a base de esfuerzo, trabajo, sangre y no por que un par de tetas al aire cooperaran en este medio. Me volví fría y sanguinaria ganándome en respeto y veneración de los socios dentro del negocio, pero como toda empresa hay rivales, envidia, machitos con aires de grandeza que no toleran que una "mujercita" tenga los huevos mejor colocados que ellos, no soportan que una "Niña" como yo pueda cerrar tratos en las fronteras.
Aprendí a base de traumaticas y mal cogidas lo que es el trabajo honesto y duro, deje de ver mi cuerpo como un objeto sexual o un preciado trozo de piel para conseguir lo que quería... a la mala había madurado y aprendí a trabajar en equipo a no confiar en nadie y sobre todo me encontré a mi misma y valoré cada poro de mi piel. Si tenía sexo era por que lo deseaba y lo quería y hoy estaba deseosa de Min Yoongi.
-----------No pares. Gemía entre sollozos y suplicas, gemidos que se convertían en gritos de placer. Tomó mis piernas por debajo de las rodillas para ejercer presión en ellas y abrirlas lo más que podía... sentía que me partiría en dos la cadera pero no me importaba el dolor, sólo quería terminar con esto que crecía y se extendía en cada rincón de mi intimidad.
Una, dos, tres estocadas más y llegué al clímax del placer en estado puro y mutuo... mi respiración era acelerada e irregular, me retorcía en mi lugar entre gritos que no podía evitar y el Profesor Min no paraba de montarme, aumento el ritmo y yo sentía morir, era demasiado para mí sensible intimidad.
Quité mis guantes y los dejé por un lado para pronto bajar mi mano derecha hasta sus testículos y acariciarlos cada que podía, lo escuchaba gruñir así que rasguñe su vientre... era divertido provocarle.
--------------Niña mala. me sonrió.
-------------Usted, ¿U-usted es bueno? pregunté como pude, sus estocadas eran con más fuerza y lo sentía tan adentro que creo que terminaré de nuevo.
-----------Nadie es bueno Magno. suspiro profundamente.-------------- todos somos malos en la vida de alguien. Besó y mordió mis pechos con recelo. ----------Pero podemos tener una nueva oportunidad, lejos... sólo tu y yo.
-----------¿Huir? ¿Solos? pregunté confundida.---------¿A dónde iríamos?. Le miré lo más seria posible ya que la situación no lo a meritaba.
---------Vamonos lejos Magno, Italia, México, España, Australia... a donde tu quieras mi amor Besó con fuerza mis labios.----------Deja todo... seamos felices, vivamos juntos, comencemos de cero. Buscó tiernamente mi mirada para pronto dejar un casto pero significativo beso en mi nariz.
Debo admitir que sus palabras bonitas y llenas de fe lograban crear un revoloteo en mí, lograba ilusionarme y engatusarme con su lengua lasciva y engañosa queriéndome convencer y casi lograrlo si no fuera por el segundo orgasmo que acababa de tener, segundos después sentí su néctar llenarme haciéndome sentir extasiada y feliz de hacer bien.
Se dejó caer a mi costado y me rodeo por debajo de mis senos.
-----------¿Y mis negocios? ¿Y mi gente? Pregunté con una voz ahogada intentando reprimir mis ganas de llorar.
----------Creo que ya es tiempo de que los dejes ser libres Magno. Besó uno de mis pechos delicadamente.
---------Yoongi. susurré su nombre.------Ellos han dedicado toda su vida a mi familia... a mí. solloce. ---------¿Que sería de ellos? ¿Quién los atendería y cuidaría más que yo? Sentí una lagrima rodar por mi cien.------Abandonarlos a ellos significa abandonar a mi familia, son lo único que me queda. Cubrí con mi mano mis labios, era débil en ese momento y tocar ese tema me puso sensible, cualquier cosa que dijese en este momento sería tonto y sin sentido.
--------Ellos también merecen tener una vida normal Magno... eso que tanto pides, esa libertad con la que siempre has soñado se irá al carajo si sigues pensando con el rencor y venganza en la sangre. Acariciaba lentamente mi hombro con su dedo pulgar.
----------Hace poco. Hablé en voz media bajando mi rostro para esconderlo en su pecho.----hace poco regresó del extranjero el Orco.Reí nerviosa.------- le pusimos así por que es enorme y horroroso, muy horroroso. Negué entre lágrimas y risas. -------¿sabes?... Mi papá lo trajo a casa cuando él tenía diecisiete, tenía problemas económicos y con drogas, habían asesinado a toda su familia debido a sus deudas y un día sin querer y muy en el fondo del pecaminoso corazón de mi Padre, existía la bondad... en un ajuste de cuentas lo encontró encadenado a una pared, completamente en los huesos y apestando a muerto, a un lado de él, sujetos a cadenas se encontraban otros tres cuerpos en estado putrefacto... el orco había sobrevivido a ese holocausto, era fuerte... más que todos los que no soportaron ser torturados, así que mi Padre le dio una nueva oportunidad de vida, de demostrarle al jodido mundo de que estaba hecho y él fue uno de los pocos que sirvió a mi Padre hasta el final, me protegió con su vida, Él y cada uno de los hombres que están a mi mando... así que yo no puedo irme a escondidas y dejar a la gente con la que crecí, por que sí... Min Yoongi, he hecho cosas terribles que no puedes ni imaginar... no sólo traficar drogas o ser una maldita corrupta, yo soy un monstruo pero un monstruo fiel hasta el final así que no me importaría morir ahora mismo. No huiré, no los dejaré, me entregaron y confiaron sus vidas, recibieron con devoción balas por mí, han sido torturados por mí, han sido humillados por cuidar de mí y así te ame con locura... por que lo hago. Le miré a los ojos. ---------- no puedo darme ese lujo de correr lejos y dejar a mi gente para que venga el lobo a devorarlos... así que... quédese aquí, conmigo ... Profesor Min, quédese conmigo y trabajemos juntos y mire que le estoy ofreciendo la gloria en bandeja de plata. Acaricié su pecho desnudo.
----------Sabía que esto sucedería... te conozco más de lo que piensas nena, lo que yo no logro entender es, ¿Como puedes confiar en alguien que es un traidor? Puso su mano izquierda sobre la mía que descansaba sobre su pecho.
----------No lo hago. susurré.--------No confío en ti, de todas las personas en este mundo eres en quién más quisiera confiar pero eres en quién menos lo hago. Suspiré cansada.———Estoy segura que un día me dará la espalda señor Min, pero estoy dispuesta a perderlo todo y morir entre sus brazos... imagínense la trágica escena... negué con la cabeza.——pero bien, dejemos temas sensibles a un lado, ¿cenamos? Lo mire atenta a cada detalle de sus escasas expresiones faciales.
———Primero una ducha. Dejó un largo y tibio beso en mi mejilla para ponerse de pie camino a la gran tina que tenía al fondo de mi habitación. Le miré atenta.———¿A que debo esa mirada? Me intimidas sabes. Cubrió sus labios con el dorso de su mano. Era la primera vez que lucia así de tímido y me preguntaba cuántas facetas le desconozco.
————Es un hombre realmente atractivo Profesor, me pregunto si sólo a mi se me antoja horriblemente que me tome por detrás. Sonreí ladina.
————¿Por detrás y dentro de la ducha no se le apetece a esta bella dama? Caminó hasta quedar a un lado de mi cama para torpemente cargarme en sus brazos como si fuese una princesa, una princesa que parece más bruja que nada.
Nos quedamos a segundos y pasos de entrar a lo que sería testigo de la entrega desconsiderada de mis sentimientos y mi cuerpo una vez pero el sonido de una explosión nos detuvo.
Sentí sus brazos tensarse y rápidamente abandonó mi cuerpo haciéndome tocar el piso, regresándome a la maldita realidad.
————Vístete. Me ordenó con una seriedad jamás vista.———-Magno vístete carajo, debemos irnos. Gritó alarmado.
Cogi unos jeans y un par de botas, una camiseta y el primer abrigo, Él ya estaba listo, sólo iba a ponerse sus botas cuando un móvil salió de una de ellas... los había traído hasta aquí, lo habían rastreado. Sabia que esto pasaría pero no pensé que hoy, justo hoy cuando me pidió que escapáramos...
Caminé rápido y no lo dejé recoger el móvil, estampé mi bota en la pantalla más de dos veces destrizándolo.
Le odiaba. Le odiaba pero no podía dejarlo aquí, porque le amaba... tan patéticamente.
Jeon abrió la puerta de un solo golpe alarmándonos y giró la vista inmediatamente a Min Yoongi a quién le apuntó con su R-15
————Voy a matarte hijo de Perra. Lo escuche cortar cartucho.
————Déjalo, Jeon ... baja el arma. Trague seco. ——deja que este hijo de puta se las arreglé como pueda... suelta los perros. Ordene.
Jeon me miró confundido, pero bajo su arma y hablo por radio a los demás, escuché cada vez más cerca las detonaciones y explosiones iluminando el balcón de mi habitación.
Camine hacia mi closet y saqué un estuche donde guardaba mis joyas y obsequios que logré recolectar de mi Padre.
Magno. Escuche su voz temblorosa. ———Aún podemos irnos. Caminé hacía la puerta. ———Escúchame, yo no sabía. Hizo una pausa. ——Dijiste que me amabas... vámonos ¿si?
Se puso desesperadamente de pie y dio un paso hacia mi pero Jeon no lo dejó seguir.
Los gritos de terror y disparos se escuchaban por doquier... los perros hambrientos que entrenamos por años salieron a cazar a todo aquel que no sea el aquelarre. Hoy tendría que sacrificar a muchos de mis hombres y eso me ponía furiosa.
———Debemos irnos Señora. Escuche la voz alarmada de Jeon. Están por llegar.
———Debajo de mi almohada guardo un arma... eso ya lo sabes ¿cierto? Si tanto juras amarme vuélate los sesos tu mismo antes de que mis perros vengan a despellejarte.
———Magno, déjame explicarte.... por favor déjame aclararte este mal entendido... te amo Magno, no me puedes hacer esto. Se dejó caer de rodillas.
———Debemos irnos. La voz firme de Jeon me hizo entender que no había prórroga alguna, debíamos irnos.
——-Le amo Profesor, de verdad Le amo.
———Magno... Magnolia, no me dejes aquí por favor
———Hasta nunca.
Y por primera vez le di la espalda al amor de mi vida.
Salimos por el pasillo y logré ver la maleta negra de Jeon en el suelo.
———¿Y esa maleta? Caminé de prisa, escuchaba como se acercaban mis Perros.
———Son las listas y evidencias del Contador... me sonrió alegremente para la situación tan mierda que estábamos viviendo.
Pare en seco mi andar. Escuche un devastador disparo. No quería ver... quería tan sólo seguir mi camino pero no pude, fui débil e inmediato me giré para ver como mis Perros entraban a mi habitación.
Quería correr... quería ir y ayudarlo pero no pude, no pude porque Jeon no me lo permitió. No escuchaba nada, no sentía nada más que el sabor salado de mis lágrimas en mis labios.
Salimos de la mansión y entramos a los Jeep blindados que teníamos esperando por nosotros.
Mire el desolado escenario y me encontré con un lanza granadas apuntando a mi Hogar, ese con el que me estaba encariñando para verlo arder.
No sentí nada después de eso, sólo el firme regazo de Jeon en donde me encontraba descansando... llorando.
Yo sabia que era un suicidio dejarlo ahí sólo, sabia que moriría y aun así lo abandoné, es hipócrita de mi parte llorarle.
Hasta nunca Profesor Min.
Nos vemos en el infierno.