Luego del mal momento que pasé en la facultad, me obligue a no darle mente y no dejarme intimidar; así que me enfoque en mi, seguí con mi plan de hacerle difícil el asunto a Andrés, por lo que no lo había visto todos esos días, quería enfocarme más en clases, quería volver a cuidarme, así que no salía de mi casa sin gota de maquillaje. Una nueva rutina a la que debía adaptarme.
Llegué cansada, no tenía crédito en el teléfono y era tarde para ir a cargar, así que fui a la plaza con Winnie para ver si lograba robar una señal de WiFi.
La plaza estaba casi sola, hacía frío, era de noche y era día de semana, por lo que solo habían unas cuantas personas haciendo ejercicios o paseando perros.
Cuando me senté en medio de la plaza logré conectarme a una red mientras Winnie corría y jugaba, le escribí a mi mamá y a Andrés, me entretuve con algunas redes mientras esperaba respuesta.
Andrés: Hola, amor.
Andrés: Día sin emoción.
Andrés: Extrañando tu presencia, pero no he querido molestarte esta tarde.
Andrés: ¿Cómo estás?
Carol: Estuve sin internet, ahora que estoy en la plaza, me conecte al WiFi para hablarte.
Andrés: ¿Haces algo esta noche?
Carol: No, lo de siempre, ¿dormir?
Carol: ¿Tu?
Andrés: Pasaba pasar la noche con una hermosa extranjera.
Andrés: Ver películas...
Andrés: ¿Te parece el plan?
Carol: ¿Qué viene incluido en el plan?
Andrés: ¿Mucho amor?
Carol: Me convence más...
Andrés: Ya llego en un rato a casa.
Sonreí y dejé el teléfono a un lado para llamar a Winnie y volver a casa, dejarla allí y tomar ropa para ir a casa de Andrés.
Sí, me hacía la difícil, pero no lo había visto en toda la semana, podía ceder un poquito, además ya comenzaba a trabajar de noche y no tendría oportunidad de dormir con él.
Salí como una niña feliz de mi casa rumbo a la de Andrés, entré con mi llave y él estaba dándose una ducha, no sé si su intención era sorprenderme, pero la mesa estaba preparada con comida y había una rosa, no caigas rápido, me recordé mientras dejaba mis cosas sobre el mueble y me tiraba en la cama.
Escuché como el agua dejaba de correr y lo vi salir con solo una toalla, sí, había sido muy fuerte en resistirme a todas sus insinuaciones sexuales, quizá por eso había tanta tensión sexual a nuestro alrededor.
Me miró sorprendido en primera instancia y luego una sonrisa se extendió por todo su rostro.
—Hola, mi reina —Se acercó a saludarme y suspiré notando como sus músculos se tensaban al inclinarse, traté de no babear por él y dejé que besara mi frente.
—No quise que volvieras a salir para buscarme así que vine por mi cuenta. —Me encogí de hombros, carraspeando para liberar un poco la tensión en mi.
Él asintió y comenzó a preguntarme por mi semana y mi día, le conté a detalle lo que había hecho y él resumió su semana en unas pocas oraciones, por que así funcionaba lo nuestro: yo hablaba por los dos y él asentía.
Esa noche reímos, comimos y fuimos amigos, con unos cuantos coqueteos inocentes que no pretendían llegar a más, miradas traviesas y sonrisas ingenuas que nos hacían reír a carcajadas.
Eso éramos, dos tontos pretendiendo que no conocían cada rincón del otro intentando volver a conocerse.
Mi primer día de trabajo se adelantó, la señora Cande no tenía quien la cuidara el fin de semana, así que me pidió empezar antes, fue fácil, la señora era buena, amable y muy habladora, le atendí en todo lo que me pidió, como solo estaba de noche, no hacía mucho, ya que ella dormía bastante.
Era una paciente oncológica que había pasado por diversas cirugías y no caminaba, así que todo se le hacía en cama, usaba pañal, así que lo más complicado era cambiarla, ya que ella no tenía fuerzas y yo debía poner mucho de mi para hacer aquello, pero de resto, era sencillo.
Me gustaba, sentía que era dinero fácil con respecto a lo que tenía que hacer.
El segundo día fue más pesado, pasé todo el día en la universidad y llegué casi directo al trabajo.
Cuando entré a mi turno le avisé a Andrés que había llegado, no nos habíamos visto, así comenzamos a hablar por mensajes, él estaba haciendo tareas de Francés y yo estaba calentando la cena de la señora.
Andrés: Te amo mucho.
Carol: También te amo.
Andrés: Aún no sé por qué me amas.
Carol: La verdad, yo tampoco.
Andrés: Hahahahaha.
Andrés: Eso me hace reír y me rompe un poquito el corazón a la vez.
Andrés: Eres la persona que más amo en mi presente, Carol.
Carol: Mi estilo es romper el corazón con estilo.
Carol: Estás de suerte, eres la persona que más amo en mi presente, Andrés.
Andrés: Hahahaha.
Andrés: Gracias.
Andrés: Eres la persona que más me duele en verdad ahora.
Andrés: Cuando dices algo, o cuando sé que te decepciono.
Andrés: Me duele mucho en verdad.
Carol: Lo sé.
Carol: Pero si hay algo que siempre me caracterizó, fue mi franqueza.
Carol: Te amo.
Carol: Pero antes de ti, estaba yo.
Carol: Y no me voy a callar nada, aunque me afecten tus estados de ánimo, si me duele algo, lo voy a decir.
Seguimos hablando hasta bien entrada la madrugada, me sentía agotada, pero a su vez, quería seguir hablando con él, sentía que de verdad nuestra relación había cambiado y mejorado, de alguna forma, éramos mas maduros a la hora de hablar y de expresarnos, ya no había un discutir y tener sexo para arreglarlo.
Eso me gustaba, saber que ambos habíamos avanzado para bien.
A la mañana apenas salí, crucé a mi casa y me tiré en mi cama toda la mañana, recuperé un poco mis horas de sueño, saque a Winnie y fui a la facultad.
Cuando llegué a mi casa en la tarde, cansada y hambrienta, para sacar a Winnie, me di con la sorpresa de que me esperaba el esposo de mi prima, -aquí haré un paréntesis para explicar su existencia-.
Él y yo tuvimos un altercado los primeros meses que llegué a Argentina, pues él estaba en Israel por trabajo y mi prima en Venezuela, todo bien, nunca tuve problemas con él y lo conocía de años, hasta que sus mensajes comenzaron a cambiar de tono y me comenzó a enviar fotos desnudo, yo le hablé a mi padrino, que en ese momento estaba en Colombia y él me aseguró que se haría cargo, pues yo era aún muy niña e inocente y me sentía extraña con la situación, no sabía si debía hablarlo con mi prima o solo estaba estaba exagerando el asunto.
Cuando lo hablé con Andrés, él lo odio enseguida y me dijo básicamente que yo era una tonta, que debía ponerle un freno a la situación, pues se estaban aprovechando de mi inocencia de ese entonces.
Así que al llegar a mi casa y encontrarlo allí esperándome, me espantó un poco.
Me explicó que se iría a otra provincia por trabajo y que solo se quería despedir, luego me preguntó si podía quedarse en mi departamento esa noche porque su colectivo salía por la mañana, con un poco de reservas, subí a mi departamento con él detrás y le expliqué que al salir debía poner una barrera en la puerta para evitar que Winnie la rompiera, le mostré que tenía comida y agua caliente para bañarse si quería y me despedí diciendo que me debía ir a trabajar.
Él se portó amable y agradecido, yo aún con mis reservas, saqué a Winnie, le di una vuelta y la subí a casa, él estaba allí sentado en la mesa, me despedí de él y él se acercó con rapidez a mi, me tiró fuerte del brazo y me intentó besar.
—Eres hermosa —murmuró sin querer soltarme.
Lo empuje como pude y salí corriendo cerrando rápido la puerta, bajé dos pisos por escalera y me apoyé en una pared a respirar con calma.
Miré a todos lados y encendí las luces, mi corazón latía con rapidez y mi respiración era frenética.
Sí, tenía mis reservas hacia él.
Salí de las escaleras y llamé al ascensor, vivía en el piso 10, no me veía bajando lo que faltaba con las piernas temblando como lo hacían.
Llegué al trabajo distraída, un poco ida, hice lo que debía hacer, pero me sentía desconectada, tenía la mente hecha un lío.
Yo no llevaba bien la cercanía con hombres, pues había vivido ya varios abusos físicos y psicológicos que me hacían tener mis reservas.
Incluso Andrés lo notó por mensajes, sabía que algo me pasaba.
Andrés: A mí háblame con amor.
Andrés: Coño.
Carol: Bueno, mi amo,r
Andrés: Así me gusta mi vida.
Carol: Bueno, amor
Andrés: ¿Cómo te está yendo ahí?
Carol: Bien, la señora está dormida y solo veo tele.
Andrés: ¿Comiste?
Andrés: ¿Cómo te fue en clases?
Carol: Si, un poco, no estoy de ánimos.
Carol: Mi clase bien, cambiaron hoy al profesor.
Andrés: ¿Porqué?
Andrés: ¿Por qué no estás de ánimos?
Carol: Cosas de la vida.
Carol: ¿Qué haces?
Andrés: ¿Podrías contestarme y no evadir?
Andrés: ¿Qué sucedió?
Suspiré sabiendo lo que venía, vi a la señora dormir y me acomode mejor en la cama, no quería contarle precisamente a Andrés, pero no quería guardarme eso, sentía que necesitaba hablarlo con alguien y me dijera que no exageraba al sentirme mal.
Carol: Tuve un percance con personas en la tarde y me puso de mal humor.
Andrés: ¿En la facultad?
Carol: No, en otra parte.
Andrés: ¿Con el tipo ese, verdad?
Andrés: ¿El que fue a despedirte?
Él no era tonto, yo le había escrito para decirle que el esposo de mi prima estaba en mi casa y que estuviese pendiente por si gritaba por ayuda.
Lo dije medio en broma y medio en serio, no creí que fuese a pasar algo en verdad, pero era obvio que lo iba a enlazar todo.
Carol: Andrés, no estamos jugando a las adivinanzas, sé que quieres saber, pero no sé si lo quiero hablar ahora, si fue con él.
Carol: Tuvimos un percance luego de pasear a Winnie.
Andrés: Está bien, cuando quieras hablarlo, estaré.
Andrés: Espero no te haya hecho nada.
Carol: Lo sé amor, gracias.
Deje el teléfono sobre mi pecho mientras cerraba mis ojos y sentía las lagrimas acumularse, tenía un torbellino de sentimientos que no les podía dar siquiera nombre, no solo era enojo, sino también miedo y un montón de otras cosas que cruzaban mi cuerpo sin que yo tuviese control sobre ello.
Exploté.
Carol: Solo estoy enojada, cansada y frustrada de lo mismo, no sé, siento que es lo mismo de siempre.
Carol: Me intento tocar y besar, ahora me duele bajo en seno derecho y no sé por qué, esperaré a mañana para ver si tengo un hematoma o qué, tuvimos un forcejeo, pero no pasó a más.
Andrés: ...
Carol: Si vas a decir algo, hazlo de una vez.
Carol: Estoy bien, no me pasó nada.
Andrés: No.
Andrés: Hablaremos después.
Andrés: Deberías decirle a alguien de tu familia aquí.
Carol: Después hablamos.
Guardé el teléfono y sequé una única lágrima que rodó por mi mejilla, me sentía enojada, cansada, confundida y frustrada.
Yo entendía la posición de Andrés, para él era sencillo hablar con sus padres cuando algo pasaba y solucionarlo juntos.
En cambio yo no, crecí aprendiendo a resolver mis problemas sola porque mis padres nunca estaban en casa, por ello no sabía cómo hablarles o cómo recurrir a alguien.
En Argentina estaba sola, ¿a quién le iba a decir? ¿A Mara que solo me usaba cuando necesitaba de mí, o a mi prima, que justamente era su esposa? Yo no era tonta, había un matrimonio de por medio y una alta probabilidad de que no me creyeran y solo causaría un drama familiar.
Sentía que no quería eso, porque no daba más para ello, lo que quería era desligarme de todo. Esa noche dormí mal, con la mente agotada de tanto pensar y con pesadillas de persecución.
Pero, eso solo era la punta del iceberg, nada de lo que sintiera en ese momento se compararía con lo que me venía después.
Volví sho, se me esta siendo costumbre desaparecer por largos días, pero es que ando en un corre corre que me mantiene #GomiCansada
Como estan? Que me cuentan? Que es de sus vidas? Hoy yo soy una gomita enojada, así que soy una gomifruti roja, tuve que aplazar todos mis compromisos de la mañana por un feo caso de "no nos entendimos", horrible.
Como ven a Carol? 🥱
Aun odian a Andrés?
Que les parece los del tipo? Que desgra... 😡🤬
Que creen que falte por pasar?🤔
Solo les doy una pista para que sea objetivas xD. No tiene que ver con Andrés.
Psd: Los días de actualización planeo que sean los viernes (como se habrán dado cuenta no he logrado tomar el ritmo) pero espero hacerlo pronto, les doy permiso de que me regañen si me atraso xD
Ahora si los dejo, bai, besis, los amo.