Tipos de Novios Beyblade -PAU...

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💐Portada hecha por mi queridísimx @_Tokonatsu_Aoi_💐 (créditos del dibujo a @acedollie) ✨Pedidos cerrados te... Mer

-Shu Kurenai-
-Valt Aoi-
-Daigo Kurogami-
-Fubuki Sumiye-
-Toko Aoi-
-Wakiya Murasaki-
-Silas Karlise (Sisco)-
-Akira Yamatoga-
-Zac el Alba-
-Free de la Hoya-
-Ukyo Ibuki-
-Phi Appears-
-Lui Shirosagi-
-Suoh Genji-
-Aiger Akabane-
-Nika Aoi-
-Quon Limon-
-Red Eye-
-Kitt Lopez-
-Rantaro Kiyama-
-Xavier Bogard-
-Laban Vanot-
-Trad Vasquez-
-Delta Zakuro-
-Free de la Hoya-
-Naoki Minamo-
Quon Limon
Hyde Appears
Shu Kurenai
Zac el Alba
Toko Aoi
Xander Shakadera
-Zac el Alba-
-Free de la Hoya (celoso)-
-Shu Kurenai (celoso)-
-Silas Karlise (celoso)-
-Ukyo Ibuki (celoso)-
-Wakiya Murasaki (celoso)-
-Suoh Genji (celoso)-
-Xavier Bogard (celoso)-
Valt Aoi (𝗠𝗮𝗿𝗮𝘁𝗼́𝗻 1/?)
Daigo Kurogami (𝗠𝗮𝗿𝗮𝘁𝗼́𝗻 2/?)
Silas Karlise (𝗠𝗮𝗿𝗮𝘁𝗼́𝗻 3/?)
Wakiya Murasaki (𝗠𝗮𝗿𝗮𝘁𝗼́𝗻 4/?)
Free de la Hoya (𝗠𝗮𝗿𝗮𝘁𝗼́𝗻 5/?)
Shu Kurenai (𝗠𝗮𝗿𝗮𝘁𝗼́𝗻 6/?)
Ukyo Ibuki (𝗠𝗮𝗿𝗮𝘁𝗼́𝗻 7/?)
Akira Yamatoga (𝗠𝗮𝗿𝗮𝘁𝗼́𝗻 8/?)
Toko Aoi (𝗠𝗮𝗿𝗮𝘁𝗼́𝗻 9/?)
Delta Akane (𝗠𝗮𝗿𝗮𝘁𝗼́𝗻 10/?)
Suoh Genji (𝗠𝗮𝗿𝗮𝘁𝗼́𝗻 11/12)
Free de la Hoya (𝗠𝗮𝗿𝗮𝘁𝗼́𝗻 12/12)
-13k-
-¿Ex-novios?-
-Shu Kurenai (ex-novio)-
-Toko Aoi (ex-novio)-
-Ukyo Ibuki (ex-novio)-
-Fubuki Sumiye (ex-novio)-
Shu Kurenai

-Fubuki Sumiye (celoso)-

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Fubuki celoso sería el tipo de novio que. . .

Cada vez que estuvieras hablando, llegaría y te abrazaría de la cintura en forma protectora.

—Claro, ¡nos vemos mañana Nika! —te despediste de tu mejor amiga Nika Aoi.

—¡Hasta pronto _______________! —dijo ella caminando hacia su casa, que está en la dirección opuesta a la tuya.

Caminabas por la banqueta en silencio. El día en la Academia Beigoma había acabado hace unos minutos ya, y tu novio, Fubuki, no salía.

—Tal vez se quedó a practicar... otra vez... —murmuraste seguido de un suspiro pesado.

Últimamente así ha sido. Salen de la Academia. Lo esperas para caminar con él o estar en algunas citas, pero cancela porque está entrenando. Lo aceptaste al principio, digo, después de todo, él es uno de los bladers más fuertes. Pero... 4 meses después, y sigue cancelando... Tal vez, ya no quiere estar contigo y usa la excusa de entrenar para mantenerse alejado...

Frenaste a tu andar.

Diste media vuelta.

Caminaste segura hacia la Academia. Le irías a preguntar directamente. Si tiene algo que decirte, que te lo diga frente a frente, cara a cara, en carne y hueso. Poco sabías lo que te esperaba allá...

[...]

Abriste la puerta de la Academia silenciosamente por si estaba concentrado con su entrenamiento tu... compañero.

Pero, paraste secamente y el bolso que traías contra en hombro, se cayó haciendo un sonido fuerte, llamando la atención de las personas ahí.

Tus ojos estaban abiertos como platos, y tu labio inferior temblaba rápidamente. En tu garganta se empezaba a acumular un nudo que sería imposible de romper. Y sentías cómo tu mundo se derrumbaba.

—Fubuki... Nika... ¿qué...? —preguntaste en voz baja.

Los dos nombrados por ti se separaron de forma rápida y te vieron parada ahí.

—¿_______________...? —preguntó Fubuki sorprendido.

—¿No te habías ido a casa ya? —preguntó algo molesta Nika.

—Yo... creí que... Fubuki y... la... —no podías continuar.

Querías cavar un hoyo en la tierra y meterte ahí. Oh _______________. Qué ingenua fuiste.

Claro que tu novio te iba a engañar. Tú eres de las personas que se toman con calma las relaciones pero, pero Fubuki no. Él ya quería avanzar rápido.

Cuando decidieron salir, le dijiste que el contacto físico y los besos no eran lo tuyo y que te irías acostumbrando con el tiempo; él aceptó y dijo...

Mientras pueda estar contigo, esperaré el tiempo que sea —y luego te sonrió.

Cuán equivocada estabas. Y ahora estabas aquí, parada, en la azotea de la Academia, viendo como tu supuesto "novio" y tu "mejor amiga" están abrazados después de besarse. Cuán equivocada estás...

—¿Por qué...? —preguntaste sintiendo las lágrimas saladas acumularse en tus ojos color _______________.

—_______________, puedo explicarlo... —lo interrumpiste.

—¡No, Fubuki! No hay nada que explicar. Lo hecho, hecho está... y si me disculpan... —diste media vuelta y caminaste de regreso a la puerta.

—¡_______________, espera! —gritó Fubuki corriendo hacia ti.

Una vez parado frente a tu espalda, puso una mano en tu hombro, dándote la vuelta delicadamente.

—_______________... —dijo sonriéndote. Esa asquerosa sonrisa.

—Terminamos —dijiste fría.

Te zafaste bruscamente de su agarre y saliste corriendo de ese lugar.

El lugar donde Fubuki perdió lo más importante de su vida. El lugar donde tú cambiaste para bien o para mal. El lugar donde renunciaste a la felicidad. El lugar donde...

... _______________ _______________ murió...

1 año después...

—¡Ey, _______________! Una carrera —te propuso tu amiga, Jane, preparando el motor de su moto.

—¿Por qué? ¿Quieres que te dé una paliza de nuevo? —dijiste sonriendo ladina.

—Siempre hay una primera vez para todo —dijo haciendo que el motor sonara más fuerte y su llanta trasera comenzara a rodar en el asfalto, ocasionando que una raya negra quedara en el suelo.

—Para mí siempre será lo mismo —dijiste sonando retadora haciendo lo mismo que Jane, pero más fuerte.

—¡Una! —gritó ella.

—¡Dos! —seguiste tú.

—¡Tres! —dijeron al unísono.

Y arrancaron los motores de las motocicletas, resonando por todo el lugar.

Esa eres tú...

Después de romper con Fubuki, te prometiste cambiar drásticamente... Y vaya que lo hiciste. Ahora estás en una pandilla de motociclistas, y tú eres la jefa, y tu mejor amiga Jane, te ayuda.

Jane es una chica con cabello corto que le llega hasta los hombros, y lo tiene de un castaño, con algunos mechones color rosa claro.

Después de que la *palabra no apta que empieza con 'z'* de Nika te engañara con Fubuki; no le volviste a hablar.

Te saliste de la Academia al siguiente día del incidente. Cambiaste de número y de departamento. Tu apariencia, también...

Para ser motociclista tienes que verte cool, chida. Tienes que emitir un aire de superioridad...

Tus una vez cabellos _______________, ahora son de un color morado oscuro; tus prendas de princesa, ahora fueron reemplazados por ropas de cuero y ropa oscura; tu piel _______________, ahora está más bronceada; y tus orbes color _______________, están siendo cubiertos por unos lentes de contacto que hace que se vean grises. (Si los tienes grises, perdón y elige otro color).

Eras alguien totalmente diferente ahora. Adiós a esa chiquilla miedosa, tímida y nerviosa en las relaciones. Ya no más. Después de lo del rubio, has tenido 20 novios. Obviamente al ser la jefa de una graaan pandilla, todos están chiflados por ti.

—¡Gané! —exclamaste pasando la meta.

Jane frenó al lado tuyo— Rayos. ¿Cómo eres tan buena? —preguntó poniendo su casco en uno de los cuernos de la moto.

Quitaste tu casco sacudiendo tu cabello— Practica querida amiga, practica —le aseguraste sonriendo, una sonrisa sincera.

Solo con Jane eres así: eres sincera con ella. Le contaste todo lo de Fubuki y Nika, y hasta te vio llorar, pero no te juzgó. Más bien, te aceptó. Te acompañó en tu dolor y te apoyó. Ella te entendió, pues también tuvo un ex-novio. Así que desde entonces, son inseparables.

Con lo del estudio, ahora asistes a la misma academia de Jane, van en el mismo curso, mismo salón, y también unos de la pandilla van con ustedes. La mayoría son chicos así que, se van haciendo una idea. Tienes que soportar todos sus intentos de coqueteo contigo en clases y receso también.

—Nos vemos Jane, tengo que hacer unas cosas en mi depa —dijiste poniéndote tu casco nuevamente.

—Claro _______________, nos vemos —se despidió con un movimiento de mano, y se fue con una bolita de la pandilla.

—Adiós chicos —dijiste en voz alta para que te escucharan todos.

Arrancaste el motor con destino tu departamento.

Te habían avisado que tendrías un vecino nuevo y que le dieras la bienvenida. En el rol de chica mala y eso, claro que no le darías la bienvenida, solo le advertirías que se mantuviera alejado de ti.

—Ay, hace frío —dijiste manejando.

Es cierto. Las noches están frescas, y tú aún tienes el uniforme de la Academia: que consiste en una falda corta, arriba de la rodilla y la típica blusa. Solo que tú la llevabas suelta y sin fajar.

Llegaste y apagaste el motor, sacaste la llave y la metiste en tu bolso. Estacionas tu moto en un callejón oscuro, porque aún no tienes licencia, pero eres muy buena con la moto. Caminaste para salir del callejón, pero sentiste más pasos que los tuyos. Te detuviste, junto con los pasos.

—¿Hola? —preguntaste en voz alta.

Silencio.

Le restaste importancia. Tal vez es el eco de tus pisadas. Seguiste caminando. Saliste del callejón e ibas en dirección al edificio del departamento... sin embargo, sentiste cómo una mano fue colocada en tu boca y nariz. Otra mano fue enrollada alrededor de tu tronco evitando que salieras corriendo.

Automáticamente le hiciste una llave poniéndolo boca abajo contra el piso, tenías uno de sus brazos torciéndolo mientras hacías presión y tu rodilla estaba en su espalda haciendo presión.

—¿Quién eres y qué quieres? —exigiste haciendo más presión.

Pero con lo que no contabas, era que otro tipo saliera de la oscuridad y te golpeara en la cabeza con una botella de vidrio, aventándote unos metros lejos del sujeto que tenías sometido.

—¡Maldito! —gritaste. Te pusiste de pies y, dando vuelto en un pie con tu eje, le diste una patada en la cara. Al que estaba en el suelo y que intentó escapar, lo tomaste detrás del cuello de su camisa—. No vas a ninguna parte, imbécil —puñetazo en la cara y a dormir.

Caíste de rodillas con la visión borrosa y un hilo de sangre cayendo por el costado de tu frente. Y lo último que recordaste, fue alguien acercándose a ti. Todo se puso negro.

[...]

Tu cabeza te punzaba y tu cuerpo se sentía débil, como una pluma de ave. Pero obtuviste las fuerzas para levantarte de la superficie donde estabas.

Viste a tu alrededor, y aunque aún daba vueltas tu cabeza, lograste reconocer un sillón en el que estabas. Una sala de estar. Parece que alguien te ayudo después de todo, porque tenías cubierta una parte de tu cabeza con vendas, donde te pegó el hombre.

—Ya despertaste —dijo la persona aliviada.

<<Oh mierda>> pensaste.

De todas las personas en el mundo, en el grandísimo, gigantesco y gran mundo, te tenía que tocar... él.

Dirigiste tu mirada al chico rubio, y te topaste con sus ojos carmesí. Te congelase y desviaste la mirada.

Un segundo...

Él no sabe que cambiaste de apariencia. Así que solo cree que eres una chica cualquiera a la que trataron de raptar. Genial...

—¿Ah?, sí... ehm... —no sabías qué decir.

<<Vamos, actúa normal. Actúa como siempre en la pandilla: que no flaquees con la voz y habla llena de confianza. Sí, haz eso>> te mandabas internamente.

—Te preparé un poco de sopa —dijo él ofreciéndote el plato con el alimento.

—Ah sí... —lo agarraste de sus manos y lo empezaste a comer en silencio.

Odiabas estos silencios. Pero tenías que mantenerlo así para que no te descubriera. Ojalá y no reconociera tu voz...

—Hmm, ¿qué hacías despierta a estas horas? —preguntó rompiendo el silencio.

<<Fría. Tienes que actuar totalmente diferente. Dile algo grosero. ¡No! No groserías. Ahm... algo que lo deje callado...>> dijiste en tu mente.

—No es de tu incumbencia —espetaste fría y secamente.

<<¡Maravilloso!>>

—Ok... —dijo y se mantuvo en silencio.

Dejaste el plato en una mesita de ahí y te levantaste.

—Nos vemos —dijiste caminando a la salida.

—Espera —lo viste sobre tu hombro amenazante—. tengo la llave yo —dijo parándose del sillón y yendo a ti.

Llegó y sacó su llave. La insertó, sin embargo no le dió vuelta.

—Ya sé que eres tú, _______________ —habló con la mirada gacha.

No reaccionaste. Solo seguiste viendo tus uñas.

—No sé de quién estás hablando —dijiste indiferente.

Él rió —No finjas.

—Deja de decirme tonterías. Solo enfócate en abrir la... —fuiste interrumpida siendo acorralada con la pared.

—Yo te conozco. No me puedes mentir —sus ojos se clavaron en los tuyos—. Eres _______________ _______________, y no lo vas a negar —dijo con una voz que envió escalofríos por todo tu cuerpo. Pero no te podías quedar atrás.

—¿Ah, sí? —le sonreíste burlona—. _______________ _______________ —aclaraste.

—Por supuesto que no. La tengo aquí frente mío —dijo apretando su agarre en tus muñecas, que de seguro ya están moradas.

—Ella murió. ¡Murió! Cuando le rompiste el corazón en miles de pedazos... — no pudiste evitar que un sollozo escapara de tus labios, pero lo viste enojada—. La quebraste Fubuki, ¡la quebraste! Y no hay manera de que se pueda recuperar de eso —lo empujaste yendo hacia la puerta—. Ahora esta es una nueva versión de ella. Así que acéptala —diste un portazo saliendo del lugar.

[...]

Llegaste al salón de la Academia siendo recibida por tus amigos de la pandilla y tu mejor amiga Jane, que estaba sentada en su mesabanco con otros chicos de la pandilla.

—Hola Jane, ¿qué cuentas? —preguntaste chocando los cincos con los chicos y sentarte en tu mesabanco de forma 'rebelde'; ya que subiste tus pies a la mesa y los cruzaste mientras estos estaban estirados. Casi  como cuando estas sentado en el sillón.

—Ah hola _______________. Nada importante que contar. Solo otros chicos haciendo carreras los fines, y otro me dijo que gustaba de ti. Qué molesto, ¿no? —dijo rodando los ojos al último.

Reíste— ¿Quién fue ahora? —preguntaste restándole importancia.

—Alguien que no te esperabas. Kevin Smith —dijo lento el nombre del chico.

Abriste los ojos un poco— Nooo... —dijiste sin creer lo que acaban de decir.

Kevin Smith es uno de los chicos mas populares, guapos, sexys, queridos por todas las chicas y alguien muy, pero muy rico también. Cabe mencionar que se te hacía atractivo.

—¿Kevin Smith? ¿El Kevin Smith de esta escuela? ¿El mismo Kevin Smith por el que estoy loca? ¿El mismo Kevin Smith por el que babeo en las noches creyendo ser su novia? —así de loca estabas por ese papacito.

Tu amiga de cabellos castaños con detalles rosas apunto detrás de ti, aguantando sus ganas de reírse. Oh no.

Te diste la vuelta lentamente, esperando que la persona a la que acabas de nombrar no estuviera detrás de ti. Mugrosa boca. Por su culpa ya nos exhibieron... Vaya sorpresa.

—¡Kevin! —dijiste y luego reíste de manera nerviosa—. Hmm, ¿qué te trae por aquí? —trataste de esconder tus palmas que sudaban y que no te trabaras al hablar.

—Bueno, además de tener clases en este salón, vengo a darte esto —¡claro _______________! Kevin también va en este salón, ¿no puedes ser más tonta...?

Sacó un ramo de rosas rojas de su espalda. Abriste tus ojos en sorpresa. Wow... esto sí que no te lo esperabas. Él se arrodillo y con su mano libre, extendió una carta en un hermoso sobre color ______________ (color favorito).

—_______________ _______________; sé que no hablamos mucho, y que tampoco tenemos la mejor de las amistades en el mundo, pero siento que cuando estoy contigo, soy capaz de hacer cualquier cosa y que nada podría detenerme. Así que, ¿te gustaría ser mi novia? —todo el salón estaba viendo esa confesión por su parte; tu amiga Jane, estaba atrás del chico confesándose haciéndote señales como pulgares arriba y caras raras. Los chicos de la pandilla le lanzaban miradas asesinas a Kevin, las demás chicas del salón sonreían disfrutando de el momento porque ambos, Kevin y tú, eran populares y les habían dicho que harían una bonita pareja.

Todos estaban en silencio esperando tu respuesta ansiosos; unos de puntitas para ver a través de la multitud que los rodeaba, otros con sus manos sobre la boca para no hacer ningún otro sonido, otros aguantaban su respiración para que respondas.

Volteaste a ver a la gente que te rodeaba buscando ayuda.

Claro, te gustaba Kevin Smith. Pero es como cualquier amor platónico de una chica en la secundaria, lo típico: que deseas salir con él, pero no puedes porque, o no existe o no sabe de tu existencia. Es triste, pero así es la vida.

Pero aquí estabas tú, rompiendo los estereotipos; recibiendo una confesión de tu amor platónico. Aunque... sabías que eso no podría funcionar aunque quisieras con todo el alma. A pesar de tener 20 novios, aún no logras superar del todo a ese molesto rubio de ojos carmesí. Y menos ahora que tuviste un encuentro con él ayer. Parece que el destino quiere que no vivas feliz.

—Yo... —empezaste nerviosa, no sabiendo qué contestar para romperle el corazón o para que no recibas un sermón por parte de tu amiga; o quizá para que las chicas no te odien.

Y luego, viste a la multitud. Y no sabes si fue tu mente tratando de darte una jugada no del todo justa, o si en serio estuvo ahí; pero estás casi segura de que viste una cabellera rubia, como la de Fubuki. Sacudiste tu cabeza para alejar esos pensamientos que no son ciertos.

—Kevin, por sup... —antes de que pudieras terminar, sentiste presión en tu cintura, y cómo otro cuerpo fue pegado al tuyo.

Dirigiste tu mirada a tu costado, encontrándote con esa cabellera rubia y aquellos ojos carmesí que solían robarte el aliento... y quizá, solo quizá, aún te lo sigan robando.

—Fubuki... —susurraste, y sentiste cómo apretó más su mano en tu cintura.

—Lo lamento amigo. Pero ella es mi NOVIA. Así que te recomendaría que te mantuvieras alejado —todos estaba sorprendidos.

'¿Hace cuanto tiempo había llegado ese chico?' , '¿Que hace aquí?' , 'Es algo atractivo' , eran las oraciones de la clase.

Y no importa cuánto quisieras respondérselas, tú tampoco tenías la respuesta para las preguntas. Kevin se puso de pie algo molesto, lo decía su ceño fruncido y cómo apretaba la carta arrugándola.

—Oye amigo, deja de estar jugando y suelta a _______________ —hizo el intento de mantenerse relajado el de apellido Smith, y no partirle la cara ahí mismo y ahora frente a toda la clase.

—No estoy jugando. Hablo en serio —el tono con el que lo dijo, y la cara que puso, lo hicieron ver tan convincente que el chico frente a el, retrocedió un paso.

—_______________... —dijo tu amiga Jane desde atrás. Pobre, está confundida y preocupada por ti.

"Fubuki, al rato te explico." pronunciaste con la boca y ella captó el mensaje.

Luego le enviaste una mirada de ayuda y, afortunadamente, también captó eso. Se abrió paso entre todos hasta llegar y ponerse entre Kevin y Fubuki, que se miraban con una mirada de Te-Voy-A-Matar muy aterradora.

—A ver chicos, déjense del drama de la Rosa de Guadalupe. ¿Quiénes son? ¿Diluc y Kaeya? Mejor conversemos como gente civilizada que somos, ¿no? —propuso tu amiga.

—Mejor ______________ y yo nos largamos de aquí —dijo Fubuki, y te jaló fuera del salón. A cualquier otro lugar que no fuera ahí, siendo vistos por unos 70 estudiantes.

Caminaron, tú fuiste llevada en contra de tu voluntad de hecho pero, te salvó de aquel escándalo, siguiéndolo se lo podrías agradecer. Entraron al gimnasio que ahora estaba vacío y cerró la puerta con seguro, y recargó su frente en esta. Tú solo te dedicaste a sacar una goma de mascar de tu bolsillo, sacarla del papel y meterla a tu boca... esto sería intenso.

—¿Qué crees que haces? —preguntó enojado apretando sus puños.

—¿Qué crees que hago? Aceptando una confesión de Kevin, ¿qué más voy a estar haciendo? —preguntaste sarcástica y con un tono poco a poco más molesto.

—No puedes, porque... —se quedó callado.

Te reíste al saber lo que quería decir el rubio.

—'Porque eres mi novia' —dijiste en voz alta atrapándolo con la guardia baja, pues dirigió la mirada al suelo. A lo que tú solo te reíste mas—. Oh, pobrecito, está triste porque no soy su novia. ¿Pues adivina qué? Jamas seré tu novia otra vez; aquel día que te encontré con Nika.. fue el mejor de mi vida, ¿por qué? Porque me di cuenta de que no me mereces y que no valía la pena estar con alguien tan asqueroso y serio como tu —sentías tu sangre hervir con tan solo recordar ese *palabra no apta que empieza con 'p'* momento en que los viste besándose—. ¿¡Alguna vez consideraste MIS sentimientos!? ¡Claro que NO! Porque solo me tenías como una muñeca de porcelana a tu lado. Querías que fuera tu novia solamente para tenerme lejos de ti, ¿para qué? ¿¡Para que me engañaras con la *palabra no apta que empieza con 'z'* de la Nika?¡, y pensar que era mi amiga... —terminaste de desahogarte.

Sentiste algo húmedo bajar por tus mejillas, pasaste una mano por el lugar y viste que eran lágrimas. ¿Quién lo diría? Hace tiempo que te tenías esto guardado, y dejarlo salir fue más doloroso de lo que esperabas o pensabas. Formaste una burbuja y luego la reventaste, para seguir mascándola...

Pasaron unos minutos más en ese incomodo silencio hasta que lo rompiste.

—Si no tienes otra cosa que decirme, entonces me voy. Tengo una confesión que aceptar... aunque tal vez no dure... —apretaste tus puños ahora—. Y todo por TU CULPA FUBUKI SUMIYE. Por tu culpa no puedo pensar en otros chicos como lo hacía contigo. Por tu culpa no puedo durar ni una semana con ninguna de mis parejas, porque comienzo a compararlos contigo y no están ni cerca de ser tan maravillosos como tú, ¡maldición! Ni siquiera son tan guapos como tú... —el rubio veía sorprendido ante tremendas palabras de la chica—. Pero tengo que seguir con mi vida... no fuiste algo pasajero, tú fuiste... —un sollozo escapó de los labios de la chica—. No, eres... Tú ERES el amor de mi vida Fubuki... pero nada sale como uno quiere... Yo quería tener una relación duradera contigo. Quería pasármela al máximo en cada instante que permanecieras a mi lado... —otro sollozo—. Maldita sea, hasta estaba pensando en los nombres si tuviéramos hijos... —se rió sin gracia la de cabellos morados—. Ryan para el niño y Emily para la niña... sin embargo, aquí estoy ahora, con mi EX en el gimnasio de mi escuela declarándome por segunda vez en mi vida... —para esos momentos, las lágrimas salían sin control y bajaban por tus rojas mejillas, hasta terminar mojando tu uniforme y otras al suelo.

Tu cuerpo temblaba del enojo, la furia, la ira, la necesidad de ir con esa mugrosa de la Aoi y ahorcarla... pero también querías que todo esto fuera una pesadilla, para que pudieras despertar siendo la novia de Fubuki... pero todo esto era real...

—______________... —dijo tu nombre como si se tratara de una mariposa herida o un pájaro que se acabara de caer de su nido—. Lo siento tanto, tanto, tanto, tanto... —te abrazó por la espalda—; no sabes lo mal que me siento contigo diciéndome estas cosas... saber que yo soy la causa de tu diario sufrimiento, lo lamento. Y quiero que sepas que... yo también solía pensar esas cosas antes... tenía fantasías contigo en mi futuro... Tú y yo juntos, con una familia, NUESTRA familia... —soltó unas risitas—. ¿Puedes creer algo? Pensaba en el mismo nombre para nuestros hijos... Pero... —apretó sus brazos contra los tuyos—. Tenia que arruinarlo... y la verdad es que había estado entrenando arduamente esos últimos días porque habría un torneo importante... —te congelaste al escuchar un sollozo y sentir como tu hombro estaba siendo mojado por sus lagrimas—. El premio sería un bello collar de tu color favorito, también nos darían boletos para un crucero privado a unas cascadas hermosas... y quería ganarlo para ti... porque sabía que ese collar se vería hermoso en tu cuello, aunque no seria comparado con tu belleza... porque sé que adoras los lugares naturales como esa cascada a la que pudimos haber ido... Al final no se pudo... —escondió su rostro entre tu cuello y hombro, y tu piel se erizó ante sus lagrimas—. Y todo fue por culpa de Nika —dijo su nombre como veneno—. Ella me besó porque estaba celosa de ti, celosa de nosotros, celosa de que tú pudieras ser mi novia... ¿sabes por qué se hizo tu amiga en primer lugar...? —negaste con la cabeza—. Porque buscaba una forma de acercarse a mí. Eso ya me había sucedido antes; se acercaba a mí para decirme que le gustaba, y no importa cuántas veces le dijera que no sentía lo mismo, seguía acercándose conmigo con nuevos intentos de conquistarme. Pero al darse cuenta de que salía contigo, creyó que haciéndose tu amiga así la aceptaría y caería enamorado de ella...

Ahora todo tiene sentido... el por qué de que Nika preguntara por Fubuki... por qué siempre lo viera en sus entrenamientos mientras hablaban... el por qué a veces la atrapabas enviándote miradas llenas de odio... porque estaba enamorada de Fubuki... y seguramente forzó a Fubuki a besarse con ella. OH NO _______________; por tu culpa Fubuki está dolido, ¡HASTA LO HICISTE LLORAR!

Te diste la vuelta aún abrazada con el rubio e hiciste algo que lo sorprendido al 1000...

Tú lo besaste.

Y el correspondió a esa muestra de todo lo que lo habías extrañado, todo lo que había sacrificado al perderte, como su victoria en el torneo, su amistad con los Aoi, su puesto en el equipo bey de la Academia Beigoma... pero lo recuperó todo al recuperarte a ti... al saber que nuevamente estabas en sus brazos, y que no irías a ninguna parte...

Te separaste del beso— Fubuki, cuánto lo siento. No sabía nada de eso, y ahora que lo dices... me siento culpable por todo. Te debí haber preguntado antes de haber sacado conclusiones apresuradas. Por favor, perdóname...

—No, es mi culpa que haya sucedido eso. Sabía que Nika haría algo tarde o temprano... —te sonrió—. Pero me alegra que te haya encontrado...

—A mí igual, Fubuki...

Y se unieron en un apasionado, y a la misma vez cálido beso.

[...]

Los siguientes días los pasaste al máximo con tu novio Fubuki, porque sí, se hicieron pareja de nuevo. Lo presentaste a la pandilla, claro, sin mencionar las miradas cargadas de odio hacia él por parte de los chicos, pero aceptaron su relación (diciendo que si te hacía llorar ellos se encargarían de matarlo y enterrarlo). Jane al principio estaba molesta que hasta volteó unos cuantos mesabancos pero, cuando habló en privado con Fubuki, y algunos gritos que vinieron de la platica, ella acepto rápidamente y dijo que estaba ansiosa con cualquier-cosa-que-le-hubiera-dicho-Fubuki; y cuando les preguntabas a uno de los dos, solo se enviaban miradas cómplices y comenzaban a reírse... te morías de curiosidad por saber eso.

Y sí, tu vida fue mucho mejor al reconciliarte con tu querido Fubuki. Ahora sí tenías el valor de besarle en público, de agarrarle la mano y hasta una vez te cargó de forma nupcial cuando te lastimaste el tobillo, y aunque le dijiste que no era necesario, él insistió.

¿Y qué es lo que aprendiste?

No trates de escapar de los problemas, porque no los solucionaras así, sino que lo empeorará; tarde o temprano te alcanzarán, y será peor de que lo que esperabas.

Como les había dicho anteriormente, esto quedó algo largo, pero espero les haya gustado porque me esforcé para que sea bueno y algo triste.

¿Quien mas aparte de mi se enojo con el Fubuki al hacerle eso a la ____? Pero cuando le explico todo me sentí mejor. . . O no sé, quiero saber lo que sintieron al leer esto, así que por favor díganmelo en los comentarios, porque yo busco poder transmitir algunos sentimientos a través de mis one-shots, y pues quisiera saber si voy por el camino correcto. . .

He terminado este, y mañana o pasado mañana estaré publicando el de Shu que fue pedido por alguien y luego, uno de Silas que también fue pedido. . . O queridos lectores y lectoras, si supieran lo que tengo planeado para esos one-shots. . . *inserten risa maniática* Bueno, no se me asusten que no es tan malo, pero tal vez sea algo que no se esperaran, estoy ansiosa por leer sus comentarios en este y el siguiente.

Por cierto, estaré tratando de hacer los one-shots mas largos que de costumbre. Como este, mas o menos, es que con este solo me llego la inspiración y dije: "a ver, escribiré 1000 palabras con este. . .", luego me di cuenta que no alcanzo "mejor unas 2000 palabras. . ."; claro que no, para nada. . . ". . .¿3000 palabras?". . . NO, TERMINE CON MAAAAAS. Al final pondré cuantas palabras.

Espero que les agrade. Recuerden, si les gusto no olvide comentar para que sepa su opinión y voten también. Sin mas, nos leemos en el siguiente one-shots.

Sam fuera.

Palabras: 4574.

Canción de "Still with You" por Jungkook.

Fortsett å les

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