Regina: Arturo fue mi primer amor, lo quise mucho no lo niego, pero Daniel.
Sofía: así que ese es su nombre?
Regina: si! Es no sé cómo decirte, tiene algo que seduce, es guapo, amable, un caballero.
Sofía: a ver! Antes de decirme más de sus virtudes, dime donde lo conociste?
Regina: es el nuevo ingeniero del proyecto de la constructora.
Sofía: entonces lo tendrás a tu lado un buen tiempo.
Regina: exactamente.
Sofía: es tu oportunidad de volver a creer en el amor.
Regina: no lo sé.
Sofía: pero si estas encantada, que te lo impide? Es gay?
Regina: no lo creo.
Sofía: casado?
Regina: no tengo idea, apenas cruzamos unas palabras.
Sofía: hermanita, hermanita, trata de conocerlo mejor.
Regina: para qué?
Sofía: podría ser el hombre de tu vida.
Regina: me da miedo enamorarme.
Sofía: por qué? Eres joven, y muy linda.
Regina: y si solo aparenta ser un caballero y sale tan patán como Arturo? Tú fuiste testigo de cómo me deje envolver.
Sofía: estabas muy chavita, no tenías experiencia, además era tu primer amor, ahora eres toda una mujer; entiendo que tengas dudas, pero si no intentas conocerlo un poco no sabrás si vale la pena, me encantaría verte feliz y enamorada.
Regina: pero mi hija está primero.
Sofía: lo sé, pero además de madre, eres una mujer que merece ser amada por un hombre.
Regina: y tú? Desde que te divorciaste no volviste a estar con nadie.
Sofía: bueno compañía nunca me ha faltado, pero soy soltera, así que en cualquier momento sentaré cabeza, pero tú te la pasas entre mi sobrina y el trabajo, tienes que darte una oportunidad, no te estoy diciendo que te conviertas en una mujer de cascos ligeros, pero sí que disfrutes de tu juventud, además a mi sobrina no le caería mal una figura paterna.
Regina: no te niego que Daniel me pareció un hombre de ensueño pero es solo eso, no podría pensar en tener algo con él, ni mucho menos en buscarlo para padre de mi hija, acabo de conocerlo.
Sofía: entonces acércate un poco más a él, ya el tiempo dirá si puede ser un amigo o pueden tener algo más. Voy a leer el cuento de Miranda, tú termina tu cafecito.
Regina: ok
Daniel recibió la visita de Gabriel, su amigo; no querían cenar así que pidieron una pizza.
Regina le dio el beso de buenas noches a su hija y se acomodó con su laptop, ambas dormían juntas en una enorme cama.
Gabriel: de verdad es tan hermosa esa mujer?
Daniel: la más hermosa que hayan visto mis ojos.
Gabriel: entonces lánzate, amigo, necesitas una mujer a tu lado.
Daniel: no! Es la hija de Ariel Rivera.
Gabriel: tu problema es con su padre no con ella.
Daniel: te equivocas, toda la familia Rivera es mi enemiga, y Regina está incluida.
Gabriel: piénsalo bien, si tuvieras algo con ella te ganarías a su papá.
Daniel: y para qué?
Gabriel: bueno, si te haces parte de su familia, podrás cobrar las ofensas que sufrió tu padre.
Daniel: quieres decir que la seduzca?
Gabriel: exactamente, te gustó, pues te quitas las ganas, le sacas información y cuando te aburras de ella, la desechas; su padre se sentirá ofendido al ver sufrir a su hija.
Daniel: no estoy seguro.
Gabriel: si algo he aprendido en mi vida de médico es que cuando los hijos sufren los padres también, Daniel piénsalo bien, mataras dos pájaros de un solo tiro.; Regina sufrirá por un tiempo, luego simple, te vas lejos, después se olvidará de ti.
Daniel: Jamás he usado una mujer de esa manera, me parece un acto vil y bajo.
Gabriel: entonces mira que otras opciones tienes, porque te veo tan interesado en ella que no dudo que termines por enamorarte.
Daniel: no digas tonterías, sólo es una mujer hermosa que me cautivó, además no vine aquí a buscar una aventura o noviazgo sino a limpiar la memoria de mi padre.
Después de trabajar durante un par de horas en su computadora Regina se quedó dormida, pero su sueño fue perturbado cuando su mente la llevó a todo lo que sucedió cuando su novio la maltrató.
5 años antes
Regina se sometió a varios análisis durante las primeras semanas posteriores a la noche donde había sido drogada, su falsa amiga había huido del país, no volvió a contestar sus llamadas, pero todo cambió cuando una tarde su hermana la llamó muy asustada.
Sofía: necesito que vengas de inmediato a la clínica.
Regina: que pasa?
Sofía: no puedo decírtelo por teléfono.
Cuando Regina llegó a la clínica, su hermana la llevó a un consultorio.
Sofía: después de lo que pasó esa noche y de todos los análisis y pruebas que te hicieron, hay una que la verdad no me esperaba.
Regina: de que hablas?
Sofía: hermanita, tienes que ser fuerte.
Regina: por qué?
Sofía respiró profundo.
Sofía: estás embarazada.
Regina se puso pálida, se sentó como pudo, sintió que le faltaba el aire.
Regina: estas segura?
Sofía: absolutamente, es de ese hombre con el que estuviste?
Regina: no creo, Tiene que ser de Arturo, estuvimos juntos un par de días antes de su viaje a los Estados Unidos.
Sofía: y se cuidaron?
Regina: si.
Sofía: entonces? Como puedes estar tan segura de que es suyo?
Regina: porque es mi novio, además la protección pudo fallar, tú me has explicado; pero no te preocupes vamos podremos casarnos antes casarnos de terminar la universidad.
Sofía: puede que tengas razón, primero habla con él, te imaginas que pasará si nuestros padres se enteran de tu embarazo?
Regina: se van a molestar mucho.
Sofía: necesitas el apoyo de tu novio, Arturo es un buen tipo, habla con él y ya luego deciden que hacer.
Regina estuvo muy nerviosa toda la semana, hablaba todos los días con su novio y cuando este regresó al país no dudo en ir a buscarlo para darle la noticia.
Antes de que Regina llegara de imprevisto a su casa, Arturo recibió una llamada de Lucia.
"Arturo: como estas Lucia?
Lucia: muy bien, y tú?
Arturo: muy feliz, en un rato veré a Regina.
Lucia: de ella quería hablarte.
Arturo: pasa algo?
Lucia: Regina es mi amiga, pero tú eres un buen hombre y no es justo que te siga viendo la cara.
Arturo: por qué dices eso?
Lucia: mientras tú andabas fuera, ella se fue de fiesta y la muy coqueta se enredó con Alan mi primo, es más puedes preguntárselo a él, ella le dijo que había roto contigo.
Arturo: eso no es verdad, Regina me ama.
Lucia: si no me crees pregúntaselo a él.
Después de colgar Arturo llamó a Alan quien en acuerdo con su prima Lucia siguió confirmó aquella farsa.
Cuando Regina llegó, Arturo estaba muy serio.
Regina: mi amor.
Regina se lanzó a sus brazos y lo besó, él se dio la vuelta.
Regina: me moría de ganas de verte, hay algo que tienes que saber.
Arturo creyó que Regina iba a confiarle su engaño, se cruzó todavía más serio.
Arturo: que es lo que tienes que decirme?
Regina: estoy embarazada.
Arturo golpeó la pared lleno de furia.
Regina: no te da gusto? Vamos a ser papás.
Arturo: porque me haces esto? Yo te amo, y me pagas de esta manera.
Regina: de que hablas? Un hijo es una bendición, podremos casarnos antes de terminar la universidad, antes de que nazca el bebé, seremos una familia como siempre lo hemos soñado.
Arturo: eres una cínica.
Regina: no me digas eso, sé que no estaba en nuestros planes, pero podremos remediarlo.
Arturo: ese hijo no es mío, sé que me engañaste, Lucia me lo dijo, creí que solo era un mentira pero Alan me lo confirmo, y ahora que me vienes con eso no tengo dudas, así que dile a ese que te responda.
Regina: yo no tuve nada que ver con Alan, te lo juro, ni siquiera somos amigos.
Arturo: ah no? Pues si no es de Alan, es de alguien más, y no puede ser mío, porque yo soy estéril.