Capitulo 44

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Esperanza: escuchaste mal criatura.

Miranda: No! hoy me lave bien las orejas y escuché bien, quién se va a casar?.

Lorenza: nadie corazón, porque no me ayudas con el postre de la cena de esta noche?

Miranda: pero es que...

Esperanza:  nada nada... correle.

La pequeña corrió a obedecer a su abuela.

Mientras Daniel y Regina hablaban con Pablo, el sacerdote que conocía a la familia de Regina desde hace años.

Padre Pablo: que buena sorpresa acabas de darme hija, casarte? Me alegra mucho por ti y tu hija.

Regina: gracias padre, usted casó a mis padres, ofició el bautismo de mis hermanos, el de mi hija y por supuesto el mío, quisiera que se encargara de la ceremonia religiosa de nuestra boda.

Padre Pablo: para mi sería un halago oficiarla, más o menos dentro de cuanto planean hacerla?

Daniel: en un mes a más tardar.

Padre Pablo: es muy pronto, pero voy a revisar mi agenda.

El sacerdote agarró un enorme libro y empezó a revisar que espacios tenía para el siguiente mes, mientras Regina Y Daniel aguardaban algo ansiosos.

Susana y Verónica comían juntas mientras platicaban de Regina.

Verónica: entonces Regina no volvió a terapia contigo?

Susana: no, desde que anda con Daniel parece que se siente muy bien, la veo muy poco sabes.

Verónica: si yo también, pero ni modo cuando el amor llega por la puerta las amigas salen por la ventana.

Susana: no digas eso, a lo mejor entre su trabajo, su hija y su novio no se da basto, además mañana nos invitó a comer, a lo mejor quiere recobrar el tiempo que no nos hemos visto.

Verónica: si puede ser, aunque te confieso que me alegra verla tan feliz, tan enamorada, un hombre como Daniel era lo que necesitaba.

Susana: si, que diferente a Arturo, un patán que solo la usó a su conveniencia y que la dejo botada apenas supo de su embarazo.

Verónica: pero estaba embarazada de otro.

Susana: entonces justificas su bajeza?

Verónica: no me mal intérpretes, lo que quise decir es que para él fue un duro golpe enterarse de que Regina estaba embarazada cuando sabía perfectamente que él era estéril, imagínate la escena, ella feliz creyendo que era suyo y él y no supo controlar su ira.

Susana: debieron refundirlo en la cárcel, si se le hubiera pasado la mano en este momento Regina no tendría a Miranda con ella.

Verónica: si tienes razón, ojalá y nunca volvamos a saber de ese patán, y sabes si Sofía vendrá a comer con nosotras?

Susana: no lo creo, me lo habría dicho.

Mientras tanto en la iglesia.

El padre seguía leyendo y Regina y Daniel ya estaban más ansiosos por una respuesta.

Padre Pablo: no puede ser!

Daniel: no nos diga que no tiene espacio para nosotros.

Regina: si quiere pónganos en un horario extra no importa.

Padre Pablo: calma hijos, es que pensé que tenía toda la agenda llena pero justo hay espacio en un mes sólo que la ceremonia tendría que ser a las 5 de la tarde.

EL GIRO DE LA VENGANZAWhere stories live. Discover now