Hero | TodoDeku

By melistylinsonbutera

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AU. Midoriya Izuku es un joven médico de veintisiete años, pues gracias a su gran intelecto -que sorprendió a... More

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Final. 36
Epílogo

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By melistylinsonbutera

Hitoshi

Un dolor en la espalda me despertó, y al abrir los ojos, todo estaba oscuro.

—Uhg... ¿Eijiro? —llamé, alzando levemente la voz, poniéndome de pie al sentir que algo se movió debajo mío.

—M-Me estás aplastando —se quejó, y al instante me moví, encendiendo después las luces de mi máscara.

—¿Estás bien?

—Sí... —aceptó mi mano para levantarse, soltando varios quejidos al mismo tiempo que desactivaba la dureza en su piel.

—¿Estamos en el primer piso? —cuestionó, tosiendo por el polvo y quitándose los pedazos de escombro de encima. Yo lo imite.

—No, más abajo. Si no hubieras activado tu kosei, ahora mismo, seríamos abono para plantas.

—No quiero ni imaginar que será del niño y su madre, tenemos que encontrarlos —dijo angustiado.

Yo asentí, notando que del auricular dentro de mi oído solo brotaba una insoportable interferencia, por lo que lo tomé y lo guardé en mi bolsillo.

—Parece que se cortó la comunicación... estamos solos —Eijiro frunció sus labios—. Pero no deben estar lejos, los encontraremos.

Eso pareció devolverle la esperanza.

—Ten cuidado, mira por donde vas.

Ambos héroes comenzaron a caminar en línea recta, tosiendo de vez en cuando y apartando el polvo con un movimiento de sus manos.

—¿Puedes ver algo? —preguntó el pelirrojo, ya llevaban varios minutos avanzando y todavía no habían dado con ambos. El silencio de Hitoshi le desconcertó, así que volteó la mirada para verlo y solo consiguió chocarse contra su espalda, casi perdiendo el equilibrio por un momento—. Oye, ¿qué pasa? ¿Por qué te detienes?

Una vez más, su amigo no le contestó. Confundido miró por sobre su hombro... deseando al instante jamás haberlo hecho.

Eijiro, ni bien observó el suelo cubierto de sangre y un pie descalzo sobresaliendo por entre los escombros, volteó la mirada. Llegaron tarde.

—¿Qué... —aclaró su garganta—, qué hacemos?

—Les llevamos a la superficie. ¿Crees poder hacer una abertura en algún lugar?

El pelirrojo asintió lentamente, sorbiendo su nariz y apartando las lágrimas de sus ojos.

No era la primera vez que, como héroes, veían a una o más personas perder la vida justo frente a sus ojos. La mayoría fueron incluso más duras y escalofriantes de ver. Pero el dolor, la impotencia y la pena son siempre los mismos sentimientos que invaden sus corazones, todas y cada una de esas veces.

Con un viento helado recorriendo su pecho en el interior, Eijiro comenzó a quitar los escombros sin esfuerzo alguno, tratando de controlar sus lágrimas. Y cuando el cuerpo de la mujer quedó completamente al descubierto, nuevamente tuvo que apartar la mirada. Estaba desfigurada, por completo.

—¿L-Lo ves? —preguntó refiriéndose al niño.

—No. Quizá acabó deb-... —su voz se vio interrumpida por un débil sonido, el sonido de un llanto. Eijiro actuó primero.

Desesperado, pero con cuidado, quitó el cuerpo de la mujer —dejándolo en brazos de Hitoshi, quien lentamente lo depositó en el suelo y cubrió con su chaqueta— y cuando lo hizo observó con puro alivio plasmado en sus ojos el cuerpo tembloroso e inconsciente del niño cuya particularidad, involuntariamente, había provocado todo ese desastre.

—Hitoshi... —llamó a su compañero y él volteó a verlo—. Está vivo...

Dulcemente tomó al pequeño entre sus brazos, y ellos se sonrieron a pesar de las muecas tristes en sus rostros.
Tienen una terrible mezcla de emociones ahora mismo. Por una parte, se sienten inmensamente felices, pues el niño está a salvo... pero la parte restante, la que incluye el sacrificio de una madre al arriesgar su propia vida para preservar la de su hijo, cubriéndolo de la caída y escombros con su propio cuerpo para evitar que resultará herido, les parte el alma.

—No veo ninguna herida visible, pero trata de no moverlo mucho —aconsejó.

El pelirrojo asintió, viéndole alzar el cuerpo sin vida de la mujer, y le siguió cuando comenzó a caminar alumbrando, de vez en cuando, hacia arriba en busca de una salida.

—Será difícil salir de aquí, ¿tienes algún plan?

—Pues... la única manera es por arriba, per-... —casi volvió a chocar contra su compañero, este se detuvo abruptamente, sin terminar de hablar—. ¿Qué sucede?

—¿Escuchas eso?

Eijiro guardó absoluto silencio, intentando oír algo.

—No, ¿qué?

—Son... ¿explosiones? Suena com-...

Hitoshi fue interrumpido por un estallido que sonó, bastante fuerte, justo sobre sus cabezas.
Eijiro, otra vez, actuó rápidamente y le obligó a retroceder; cubriéndolo tanto a él como al niño en sus brazos en el momento exacto en el que el techo —que no era más que tierra y escombros— se abrió.
Ambos parpadearon varias veces cuando una brillante luz, muy familiar por cierto, atravesó el agujero y al instante se extinguió.

—¡Bonjour messieurs, qué bueno es verles a salvo! —sonrió Yuga, que por medio de una de las cintas de Hanta descendió junto a Katsuki, quien en el instante en que sus pies tocaron el suelo, corrió sin dudarlo hacia su esposo.

—Suena como Bakugo —completó su frase anterior Hitoshi, rodando sus ojos, feliz de verles allí.

No tenía idea de cómo carajos les habían encontrado, pero eso era lo de menos.

—B-Blasty —pegó sus frentes.

—Idiota, ¿cómo te atreves a asustarme de esa manera? —se sonrieron, pero la curvatura en los labios del cenizo lentamente se borró cuando vio el cuerpo que cargaba Hitoshi, y en un parpadeo su mirada viajó hacia el niño—. ¿Está bien?

—Eso queremos creer... Espero que el sacrificio de su madre no haya sido en vano.

—No lo será —aseguró—. Rápido, salgamos de aquí para llevarlo con el equipo médico.

Los tres asintieron y Yuga ayudó a Hitoshi a posicionar el cuerpo de la mujer sobre una camilla, por la que fue cuidadosamente elevada con ayuda de las cintas de Hanta y el kosei de Ochaco. Mismo accionar repitieron con el pequeño, y por último con los héroes.

—Ah... ambos están bien —Kyoka se acercó rápidamente a Hitoshi y a Eijiro, abrazándose sin dudarlo.

—Llévalos con cuidado —murmuró Hitoshi a Rikido, quien asintió y llevó los cuerpos sobre las camillas, con ayuda de Ochaco, hacia las carpas.

—Lo lamento, Eiji. No pudimos mantenerlo en la casa —se apresuró en disculparse Toru, con Momo a su lado. Koji permaneció en el hogar para evitar frustrar más al pequeño Hisa.

Ambas heroínas lo intentaron, pero en el momento en el que Katsuki observó en las noticias al edificio sucumbir ante los sismos y caer, con el padre de su hija dentro, simplemente no pudo quedarse viendo; sus pies se movieron por sí solos y corrió al lugar sin importarle nada.

—Es demasiado terco, no tienen que disculparse —sonrió.

El cenizo se cruzó de brazos, notoriamente sonrojado, por lo que el héroe de piedra rio y besó una de sus mejillas, abrazándose a su cintura. Katsuki acarició su espalda, entendiendo que no se encontraba bien; a Eijiro, siempre que perdían a algún civil, le tomaba días poder recuperarse.

—¿Han logrado identificarlos?

—Sí. El niño se llama Shindo Jishingo, así que pude contactar a su padre mediante el apellido y, afortunadamente, él no se encontraba aquí, pero está en la ciudad —contestó Denki, ayudando a su pareja a vendar un pequeño corte en su brazo izquierdo.

—¿Shindo? ¿Por qué se me hace familiar? —murmuró Kyoka.

—Porque... en realidad los conocemos, y es una pena que nos volvamos a encontrar en estas circunstancias —dijo Yuga. Katsuki frunció el ceño—. La madre del niño era Nakagame Tatami, y su padre es Shindo Yō...

—Shindo Yō... —repitió Eijiro, y los recuerdos del primer examen de licencia provisional en la U.A. llegó a su memoria—. Oh, los alumnos de Mr.Joke, de la Academia Ketsubutsu.

Denki asintió en su dirección y todos guardaron silencio por unos minutos, se habían quedado sin palabras.
Pensar en los momentos que compartieron en la secundaria junto a la amigable rubia y su testarudo novio les paralizó el corazón porque, ahora mismo, Tatami falleció, y Yō está en camino para identificar su cuerpo y permanecer junto a su niño. Algo muy duro de asimilar.

—S-Será —Momo aclaró su garganta—, será mejor que volvamos a la casa, Katsuki-san. Los chicos aún tienen trabajo aquí.

—No. No iré a ning-...

—Blasty, la zona es inestable... no quiero que nada malo te pase, vuelve a casa, ¿sí? —tomó sus manos, dejando un dulce beso en sus nudillos—. Hazlo por mí.

Katsuki infló su pecho, expulsando luego el aire pesadamente.

—Ahg, está bien. Te estaremos esperando —el pelirrojo asintió, regalándole una sonrisa y un beso en los labios, dejando una suave caricia en su vientre—. Cuídate.

—Lo haré. Anda, ve.

Momo le tendió una de sus manos y a regañadientes la aceptó, sintiendo cómo Toru pasaba uno de sus brazos invisibles por su cuello, abrazándolo. En silencio, y con muecas desanimadas, los tres se despidieron de los demás al mover sus manos; desapareciendo segundos después de sus campos visuales.

La fase uno había sido completada: lograron rescatar con vida a uno de los dos sujetos. Y ahora les quedaba terminar la fase dos del proceso de rescate, el cual ya se estaba llevando a cabo desde el minuto cero por parte de Fumikage, Mezo, Minoru, Tsuyu, Mina, Shoto, Tenya y los demás héroes profesionales: buscar civiles desaparecidos, heridos y —en el peor de los casos— fallecidos.

Izuku

«¿Es que nada saldrá bien el día de hoy?» pensó, y frustrado se dejó caer en el suelo; llevándose la linterna a la boca para poder mantenerla fija iluminando su pierna.

Al parecer un pedazo de metal del edificio le había cortado un poco por encima de la rodilla, casi llegando a su muslo izquierdo. Y aunque el corte era muy profundo, no vio señales de que algo importante se viera dañado, pero si no lo trataba pronto podría infectarse, o desangrarse, y ahí sí que tendría serios problemas. Con aquello en mente, arrancó un pedazo de la bata de su uniforme, tomó un bolígrafo, dentro del bolsillo cerca de su pecho, y con maestría se aplicó a sí mismo un torniquete —unos centímetros por arriba de donde se encontraba el corte— para evitar que la sangre continuará saliendo, y en cuanto se detuvo, rápidamente y con cuidado, se puso de pie.
El tiempo empezó a correr y tiene que buscar una salida inmediatamente, pues un torniquete es una maniobra de primeros auxilios muy efectiva, pero también riesgosa. Es decir, no puede dejarlo por mucho tiempo allí porque podría llegar a perder la pierna.

A mitad de su camino, tuvo que tomarse unos segundos para descansar; arde tanto que no lo deja ni respirar, y a su vez no puede permitirse el quedarse quieto, tiene que llegar junto a sus compañeros para que alguno de ellos le asista. Y en el momento en que se obligó a continuar, una voz familiar lo llamó desde el cielo.

—¡¿Midoriya?!

—¡Tokoyami-san! —sonrió, viéndole descender hasta quedar de frente—. Ah... no sabes el alivio que me da verte.

—Tranquilo. Vamos a ayudarte.

—¿Está herido? —pregunto Dark Shadow, que, para ser de noche, se encontraba en calma; acercándose a su pierna con notoria preocupación mientras Fumikage le ayudaba a mantenerse en pie.

—Nada muy grave... pero necesito llegar a las carpas con mis colegas y tratarlo.

—Dark Shadow y yo nos encargaremos de ello.

—¡Por supuesto! —coincidió la sombra.

Izuku les sonrió y con cuidado el héroe le tomó en brazos, retomando el vuelo y cruzando sin problema alguno el lío de escombros que minutos atrás había sido parte de un edificio, dejándole justo frente a una de las carpas en donde milagrosamente se encontraba Nagisa. Ella se acercó en un pestañeo.

—¡Midoriya-kun! —entre ambos le ayudaron a recostarse en una de las muchas camillas vacías—. Cielos... estábamos tan preocupadas. Muchas gracias por ayudarlo, Tsukuyomi-san.

—No fue nada —respondió antes de volver a elevarse y continuar con su trabajo.

—Midoriya-kun, ¿qué sucedió? Habla conmigo —ordenó a la par que dos compañeras se acercaban, ayudándole a retirar el torniquete,  comenzando así, entre las tres, con todos los pasos correspondientes para ayudarle.

Izuku le contó lo que sucedió entre quejidos, manteniendo una charla constante para evitar quedarse dormido por lo mareado que se sentía. Nagisa asentía escuchándolo e intercalando su atención en lo que hacía y en responderle o preguntarle banalidades, hasta que, luego de un largo rato, la situación se vio controlada; gracias a la llegada de uno de los jovenes aprendices del héroe/médico Iyasu Shūzenji —el nieto de la ex heroína Recovery Girl— que posee un kosei de reconstrucción celular. El estudiante estrella: Shimano Katsuma.

—Deberá hacer reposo una hora, como máximo —informó el adorable pecoso, con una tímida sonrisa que Izuku le devolvió.

—Menos mal que Iyasu te permitio venir, Shimano-kun. De otra manera, la habríamos tenido difícil —suspiró Nagisa, acariciando sus cabellos maternalmente.

El joven se sonrojó por el halago y, sin saber qué decir, asintió.

—Entiendo, muchas gracias, Shimano-kun. Y a ustedes igual —murmuró tanto para su amiga como a sus compañeras, que habían abandonado sus puestos solo para ayudarle.

Las dos chicas junto al adolescente le devolvieron la sonrisa seguida de una pequeña reverencia, yéndose.

—Intenta descansar, Midoriya-kun. No me gustaría dejarte solo, pero tengo que volver con Amane-san.

—Tranquila, haz lo que tengas que hacer... yo me quedaré aquí.

—¿Me prometes que no te levantarás y te quedarás quieto? —le miró severa, y él asintió a regañadientes.

—Me quedaré aquí —repitió.

—Buen chico. Volveré en cuanto termine —ambos se despidieron con un pequeño choque de puños.

Izuku, una vez solo, suspiró observando el vendaje de su pierna.

«Y pensar que estuve a punto de perderla. Realmente fue un milagro que Shimano-kun estuviera aquí para tratarme» pensó a la par que sus ojos se cerraban.
Después de estar casi nueve horas yendo de acá para allá, atendiendo, o dando por perdidas, a personas en estado crítico cada diez minutos, por fin podría tomar una pequeña siesta antes de regresar a su labor.

•••

Mina (Unas horas antes)

—¡Cuidado! —gritó al mismo tiempo que se deslizaba en su ácido, logrando atrapar a dos niños justo en el momento en el que un farol caía directamente al suelo, casi cayéndoles sobre las cabezas—. Uf, eso habría estado feo.

—¡Pinky-san! ¡Froppy-san! —chillaron el niño y la niña, felices de verlas. Las heroínas les sonrieron.

—¡Hola! Ya no deben preocuparse, corazones. Nosotras estamos aquí.

—¿Dónde están sus padres? —cuestionó la peliverde, al mismo tiempo que Mina les dejaba en el suelo una vez más y quitaba los rastros de tierra de sus caritas, con un pañuelo que le tendió su amiga.

—Estábamos con nuestro papá... pero lo perdimos de vista durante el paso de la multitud de personas, hace unas horas —explicó la niña con un deje de tristeza, y su hermano asintió, limpiándose las lágrimas del susto—. Y aunque nos quedamos aquí, esperándolo, no ha vuelto por nosotros.

—Entiendo. ¡No se preocupen, solecitos! Yo misma me encargaré de encontrarlo, así podrán volver todos juntos a casa —prometió, con una enorme sonrisa en su rostro, inspirándoles calma y esperanza a ambos infantes que sonrieron igual de entusiastas.

—¿Te acompaño con los de servicios sociales? Kero.

—Eso sería de mucha ayuda —aceptó, y cuando estaban por ponerse en camino, el auricular de Mina vibró anunciando una llamada entrante.

«¿La comunicación volvió? Quizá alguno de los chicos necesita ayuda» pensó.

—Adelantate, Froppy. Yo iré tras ustedes en un momento.

La chica asintió, invitando al niño a subirse a su espalda y este, feliz, así lo hizo mientras su hermana tomaba, emocionada, la mano de su heroína favorita.

Mina, suspirando, descolgó la llamada.

—¿Sí?

Vida, soy yo.

—¡HanHan! ¿Sucedió algo malo? ¿Estás bien? ¿Alguien está herido? —escuchó la risa de su pareja al otro lado de la línea y eso la alivió.

No, hermosa, tranquila. Todo está bien... bueno, casi.

—¿Por?

Logramos rescatar al niño, pero lamentablemente su madre falleció —explicó, quitándole, sin intención, la sonrisa del rostro.

—Oh... ya veo... qué terrible —respondió, llevándose instintivamente una de sus manos a su vientre—. ¿El pequeño ya está bien?

Sí. Aizawa-sensei está junto a él y su padre, en caso de que despierte, para poder borrar su kosei hasta lograr estabilizarlo.

—Entiendo, ¿continuamos con la fase dos, entonces?

Así es. Comunícate con Fumikage y dale el mensaje, por favor —ordenó, sin dejar de sonar amable.

—Eso haré... ¿HanHan?

¿Sí, vida?

—Cuando todo termine y volvamos a casa... tengo que decirte algo importante —avisó, bajando la mirada hacia su vientre, sonriendo cuando le sintió sonreír a él.

De acuerdo, cuídate. Te amo.

—También te amo. Nos vemos —cortó la comunicación y al instante comenzó a correr detrás de los niños y su amiga, al mismo tiempo que contactaba a la pareja de la misma para ponerle al tanto; tal y como Hanta le había pedido.

Las cosas por suerte estaban empezando a acomodarse... o al menos eso pensó.

Continuará

Ay yisus, creí que no llegaría con la actualización *c cae*

¡HOLA BBS! ¿CÓMO ESTÁN? Espero que se encuentren muy bien y que les haya gustado el capítulo de hoy uwu

Algunas aclaraciones que capaz no le importan a nadie pero que las dejo igual(?:

Shindo, en la fic, es un héroe muy reconocido en el extranjero con Tatami, allí tuvieron a su hijo, pero hace unos meses decidieron volver a Japón y... F por Tatami. Lloré mucho escribiendo eso.

• ¿Dónde estuvo Todobb en todo el capítulo? Cumpliendo su deber buscando a personas desaparecidas uwu

• Katsuma logró entrar a yuei y fue aceptado como aprendiz en la agencia del (ficticio, pues fue sacado de mi imaginación) nieto de Chiyo, es decir Recovery Girl, mencionado anteriormente.

• En las técnicas de primeros auxilios más importantes encontramos el torniquete. El objetivo es cortar la circulación para evitar que la víctima se desangre. Sin embargo, si no lo haces correctamente o si se deja demasiado tiempo, se puede propiciar una situación muy complicada, en la que la persona afectada podría perder el miembro o incluso llegar a desangrarse.
Es importante que, aunque tu intención sea la de aprender a hacer un torniquete, tengas claro que es una solución temporal y que se debe avisar siempre a los servicios médicos.

En otras palabras, no lo intenten así no más y acudan a gente especializada.

Ahora , antes de desaparecer hasta la próxima actualización les comparto algunos fanarts de Hero que me llegaron durante la semana y que, nana, ESTÁN HERMOSOS
Pd: porfis, si ven su dibujito háganme lo saber en los comentarios uwu
Pd2: si quieren enviarme algún fanart, de cualquiera de mis fics, mi Instagram es: msbutera28

Tomiko:


Yuki:


Una vez más ¡MUCHÍSISISIMAS GRACIAS CORAZONES! Están preciosos, todos y cada uno de ellos, los atesorare por siempre :"3💜💜

Sin más que decir, recuerden tomar agüita, usar cubre bocas (si van a salir) e higienizar sus manitos en todo momento uwu

Cuídense bbs, lxs amo💜

Adiós

Pd: las notas (☝☝) que encuentren al final de los capítulos, son viejas. No quise quitarlas por nostalgia, así que ignorenlas xd

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