La preocupación de Mezquive porque Sanem se queda en el bosque, hace que Leyla la llame a través de videollamada y sin darse cuenta no cuelga el móvil, los dos la oyen conversar.
-- Olvidalo-- dijo ella.
-- Por qué? Ella dice la verdad, y me cae bien. Deberías hacerle caso.
-- Siempre, lo hago.
En la noche, se desató la fiesta en el bosque. Estaba puesta la barbacoa y no faltaron ni comida y bebidas. La gente, iba llevándose los bocadillos a grandes cantidades, incluso ella tenía uno en sus manos sentada juntada junto al fuego. Las miraditas entre ellos con disimulo al que nadie se daba cuenta de eso. Sólo Aderen, se dio cuenta de lo que estaba pasando.
Después de aquella cena, Geygey les dio un trabajo que hacer para el momento del rodaje.
--A ver, chicos. Tened las piernas limpias. Os daré el libro de manualidades, y cuando los termineis me los entregais limpios y plegados. Supongo que no haya ninguna duda. Lo he explicado bien, ver?--Muy bien. Así, me gusta--Y tú, no acerques tanto algo al fuego, o te quemaras.
--Geygey.--interrumpió el.
--Sí. Sí, señor Can?
--Dónde está Sanem?
--Está allí. En aquella tienda.
--Allí?
--Sí.
--Hola, buenas noches. En que puedo ayudarle?--preguntó Musafer.
--Nos conocimos, en tu vecindario.
--No lo sé. No lo recuerdo. La última vez que le vi, estaba mojado y hay una gran diferencia entre la piel mojada, y la piel seca.
La piel mojada brilla y la seca es más mate. Un cuerpo mojado, no lo es tanto.
--Señor Can.--dijo ella saliendo de la tienda.--hola.
--Jajaja--rió él.
--Espere, espere--le paró, Musafer.
--Que pasa?
--No pasa nada. Es qué no puede entrar. Esto es propiedad privada, y esto sería una violación a su intimidad.
--Misifuz, pierdete.--le dijo ella.
--Aahh, me quedaré cerca. Recuerdelo.
--Jajaja--rió Ayham, cerrando la cremallera de la tienda.
--Qué pasa?
--Tienes un admirador.
--Uuff. Yo diría que tiene ahora, un trauma infantil.
--Sanem.
--Dime.
--Necesitas algo? No se...una manta...o, una almohada.
--Nos están mirando. Es que...despues de lo ha pasado en la playa...todo el mundo, nos están vigilando.
--Ya. Pues a mí, me da igual, que me miren. No importa. A ti, te importa?
--No.
--Bien. Damos, un paseo?
--Por supuesto.
--Aahh, aahh--gritó de pronto Aderen, saliendo corriendo de la tienda--aahh, ahh. Un bicho, un bicho. Hay un bicho.
--Qué pasa?--preguntó Geygey.
--Un bicho. Hay un bicho--seguía gritando Aderen--Can, hay un bicho enorme con unas patas peludas.
--Ve a ver que pasa. Nos vemos mañana-- dijo ella, mientras Aderen, seguía gritando. Hay un bicho enorme, ahí dentro.
--Haber. Dónde está?
--Está ahí. Es horrible.
--Aquí, no hay nada--dijo el, después de buscar.
--No lo sé. Quizás, se ha ido y ya no esté ahí dentro. Tenía unas patas negras, grandes y peludas y tenía alas.
--Tenía alas y salió volando, Aderen?
--Pero puede que haya ido con el susto. No lo recuerdo. No puedo, dormir aquí. Aahh.
--Estás exajerando. Es posible que haya sido un escarabajo, volando?
--Oohh, Can.
--Es asqueroso. No soy capaz, de dormir aquí.
--Oooaahh-- bostezo Ayham.
--Aaayyy!!--suspiró ella-- Ayham.
--Mm?
--No puedo dejar de pensar en ello.
--Ya lo sé, Sanem. No has hablado de otra cosa, en todo el día.
--Sí, es verdad.
--Tu madre quiere saber que también dormimos. No quiero, que me vea.
--Es Can. Me está, llamado--dijo ella levantándose para salir de la tienda.
--Sanem.--dijo Musafer, saliendo de la tienda.
--Que pasa?
--No te puedes dormir? A mí, me pasa lo mismo.
--No pasa nada. Sólo quiero hablar, por teléfono. Vete.
--Vale, pero quédate cerca. No te vayas por la oscuridad. No te vayas a perder.
--Misifuz, lárgate.
--Vale, pero cuidado. No te vayas a perder.
--Maldita sea--Cierra.
--Vale.
--Sanem.
--Hola...Can.
--No he querido molestarte. Pensé que, estabas dormida.
--No...no puedo dormir.
--Yo tampoco.
--He salido de la tienda. Pensé...si estabas por aquí. Dónde, te has metido?
--He encontrado una playa muy bonita, cerca de la zona donde hemos estado está mañana. Voy a pasar la noche aquí, hay mucha gente alrededor. No podemos, estar solos.
--Es verdad--dijo ella, mientras tropiezan con una de las sillas.
--Sólo te he llamado, para oír tu voz.
--Es la primera vez que tenemos una conversación romántica, por teléfono--dijo, tropezando de nuevo.--oye...tu voz me suena, un poco extraña. Es que tienes una voz, muy...muy profunda. Pero es, muy bonita. De verdad.
--Te gusta, mi voz.
--Pues sí. Me parece, que es...muy atractiva. Bueno, más vale que lo deje ya, porque creo que estoy diciendo muchas tonterías. Voy a colgar, vale?
--Vale.
--Bueno. Buenas noches.
--Felices sueños, Sanem.
--Igualmente--dijo ella, con una sonrisa, de oreja a oreja.
--Qué hacías?--preguntó de pronto, Musafer.
--Y a ti, qué más te da?
--Que qué, estabas haciendo, a estas horas?--preguntó otra vez, Musafer.
--Acuestate, ya--le dijo ella, empujandolo, hacia dentro.
--Vale.
Acuestate-- le dijo otra vez, mientras intentaba subir la cremallera de la tienda.
--Pero, tu también, eh?
--Te voy a dar, en la cabeza. Ooff.--No te extraña. Oye Ayham, despierta.
--Qué pasa?
--Calla. No hagas ruido. Me voy a ir con Can.
--El te lo ha dicho?
--Me lo ha puesto, en un mensaje.
--Adónde vas a ir, a estas horas?
--Quiero hacer...lo que me apetece. Voy a verle...y vuelvo.
--Está bien Sanem, haz lo que quieras. Anda, ve con él.
--Pero hay que idear, un plan. Tienes que decirle a Misifuz, que quieres hacer pipi. Seguro que me acompañará y aprovecharé para salir.
--Bueno, pues voy a ver a Misifuz--dijo Ayham.
--Yo estaré aquí. Haz una señal, cuando salgais.
--Disculpa--Musa...Musa, estas dormido?
--Qué pasa? Le ha pasado algo, a Sanem?-- preguntó asustado.--se ha perdido, en el bosque? Dios mío, sabía que ocurriría. Me va a dar algo. Sabía que se iba a perder.
--No digas tonterías, Musa. Oye...quiero hacer pipi, pero no me atrevo a ir sola por la noche en el bosque. Me quieres acompañar, verdad?
--Hacer pipi. Hacia diez años que no había oído esa expresión. Eres una niña pequeña? Augusta y portate como una adulta. Mañana--le dijo, de mala manera.
--Venga. No puedo hacer eso, por favor, por favor.
--Yo creía que le había pasado algo, a Sanem.
--Venga, vamos. Te dejo, y luego vuelvo-- le dijo Musafer.
--De acuerdo. No puedo ir rápido--dijo Ayham--cuanto más rápido, peor.
--Aaayyy. Ayham. Venga, Ayham. No hay que perder tiempo. Hemos dejado sola a Sanem en la tienda. Te advierto que como le pase algo malo, me enfado mucho contigo. Haz lo que tengas que hacer, y volvamos pronto a la tienda.
--No te preocupes. Seguro que Sanem, ya está dormida.--dijo Ayham.
--Eso que tiene que ver, de hacer pipi, en mitad de la noche, eh? No debes hacer pipi por la noche, porque eres mi couch personal. Como me vas a ayudar?
--Pero que tiene que ver mi trabajo, con hacer pipi Musa?
--Venga, venga. Date prisa. Lo único que hacer esta noche, es ser el vigilante de la tienda de Sanem. Es una tonta pérdida de tiempo, así que me da igual. Nunca cambiaré de opinión.
--Que dices? Que tiene que ver eso, con mis couchs, eh? Eres tú, el que tiene que cambiar. Porqué tengo que cambiar, eh? Ni siquiera has entendido eso.
--Vale, vale. Venga, haz tus necesidades, tu date prisa, por favor.
--Uuff.
--Sanem?
--Hola. Ah...me he pasado a verte, 5mn.
--Eres muy amable. Gracias.
--Bueno, ya te he visto. Ahora, me voy.
--No,no, no,no. No salgas corriendo, otra vez. No te vayas. Por favor, ya que estás aquí, quédate conmigo. Si a ti...te apetece. Aamm. Vamos a sentarnos. Tenemos que sentarnos al mismo tiempo, sino nos caeremos.
--Vale.
--Estás lista?
--1, 2...
--Ahora.
--Y me siento. Espero...que no esté molestando.
--No. Sólo que tengo miedo, de ti. Eres lo único que me da miedo, en toda esta vida.
--Qué me tienes, miedo? Porque?--preguntó ella, con extrañeza.
--No lo sé. Supongo que eres...eres como el viento. No puedo retenerle. Eres imprescindible. No puedo sujetarte con mis manos, quiero decirte lo que pienso, y temo que no lo entiendas. Salias corriendo, o me tiras...de la balla.
--Can, lamentó mucho, lo de aquel día.
--Que hemos dicho antes? Dejemos de discutir, y...cuestinarnos, nada. Dejaremos, que todo fluya.
--Muy bien.
--Estás cómoda? Quieres, tumbarte? Lo mismo así, estás mejor. Venga, tendente aquí.
--Venga, voy a intentarlo. Allá, voy. --Bravo! Así estamos, más cómodos. Las hamacas, son, una maravilla. Voy ha mecenos un poco, con los pies.
--Mira que estrellado, está el cielo. Y sabes? Cada noche que pasó a tu lado, es...
--Por favor. No pares, ahora. Si lo que estabas, pensando.
--Tú tienes alguna estrella? Quiero decir... alguna que hayas elegido, para ti?
--Pues lo cierto es que no. No tengo una estrella favorita, pero veo que tu, ya has elegido la tuya, verdad?
--Así es. Orión.
--Orión? Eso no es una estrella, es una constelación. La verdad es que te lleva.
--Tu sabes, su historia?
--Cuentamelo.
--De acuerdo. La bella Artemisa, era famosa por su habilidad con el arco.
--Genial. Una mujer arquera. Me encanta.
--Artemisa, se enamoró perdidamente de Orión. Era un cazador, muy valiente. Pero al hermano de Orión, no le gustaba verlos juntos y felices. Quería, lo que supone hermano tenía. Estaba celoso y lo ansiaba en secreto. Así que...preparo una trampa para Artemisa.
--En serio? Ven--dijo, mientras se la acercaba a él.--sigue, contandomelo.
--Obligó a Artemisa, a competir he hizo que lanzara una flecha en un punto muy lejano en el mar. De lejos, lo que ella veía, era un punto. Pero en realidad, se trataba de Orión. Que se quedó tumbado en el mar, para observar el cielo. Pero Artemisa, no lo sabía y le disparó al corazón de su amado. Entonces Orión, quedó gravemente herido y abandono a Artemisa. A su amada, y también a su hermano y ahora es como una señal de su eterno amor hacia él.
--Otra bonita y triste historia de amor. Dónde está, Orión? Podemos verla ahora mismo, desde aquí?
--Es la constelación más brillante de todas. Se ve desde todos los puntos de la tierra.
--Mmm!!
--Te la enseño--le dijo, señalando el cielo.
Tumbados en la hamaca, sus miradas de amor, se veía.
--Tengo, que irme--dijo, de pronto.
--5mn más, por favor.--le dijo él.--sólo 5mn. 5,5.
--Sí. 5mn.
Y los 5mn, se convirtieron en horas y llegó el día y seguían dormidos juntos en la hamaca.
--Buenos días--dijo el, al ver que se había despertado.
--Buenos días.
--Gracias por pasar la noche, conmigo.
--A solas?
--Mm?
--Can.
--Mm?
--Can, Can, Can es de día--dijo levantándose como un cohete.--hemos pasado toda la noche juntos. Como pasa, el tiempo. No lo entiendo.
--Espera. Te apetece, un te?
--Un te? Tienes, te? No, no hay tiempo para eso. Dije 5mn, y he estado toda la noche. Tengo un bolso. Dónde está mi...
--Aahh-- dijo él, al caerse de la hamaca con el balanceo.
--Oohh. Estás bien?
--Síii.
--Nos vamos, luego--dijo echando a correr.
--No te preocupes. Hasta luego.
--Hasta luego.
En el campamento del bosque, seguía el movimiento, y en ese momento, Geygey y Ayham, estaban sentados en el suelo hablando.
--Jajaja--reía Ayham.
--No lo recuerdas? Musa pisó un plátano y se cayó. Me reí, muchísimo--le dijo, Geygey.
--Sí. Yo también me reí muchísimo. La otra vez por culpa de un betún, verdad?
--Sii!
--Recuerdo esa historia, un millón de veces.
--Podíamos ir un día.
-- Vaya.
-- Sí. Aahh, que películas te gustan más? -- preguntó Geygey.
-- Las de animación, me encanta.
-- A mí, también.
-- Uuhh-- saltó Sanem por detrás para asustarlos.
-- Aahh-- gritaron los dos, al unísono.
-- Veo que estabais de buen humor.
-- Sanem--dijo Geygey, levantándose.-- dónde estabas? La señorita Aderen, no nos ha dejado con sus gritos y sus bichitos. No lo has oído?
-- Sí, claro. Los he oído. Por eso estoy de tan de buen humor. Venga chicos, va a llegar el equipo. Hay que, prepararse.
-- Venga, id preparandoros . -- dijo Geygey.
-- Qué pasó, anoche?
-- Ya te contaré. No es el momento. -- le dijo a Ayham.
-- Tus padres, han venido.
-- Qué?
-- Sí. Se han presentado, los dos.
-- Ve ha despertar a Misifuz, y al resto.
-- Musa...
Y la barbacoa seguía y seguía. Allí estaba todos trabajando. Osman, su hermana, Mezquive y Nihad, Musafer haciendo bocadillos para todos los que estaban allí. Ella fue a saludar a sus padres, y después, llegó él. Nihad se dió cuenta de que él la estaba mirando y avisó a Mezquive con disimulo. Musafer, no tenía muy buen humor que digamos. En vez de llenar el plato, lo tiraba al suelo.
-- Mira que desayuno, tenemos-- dijo Ayham-- tenemos, de todo. Mi hermano ha hecho la compra en el pueblo. Come, tiene vitaminas.
-- Sí, el zumo de naranja, y las tortitas de mí madre. Estoy, con muy contento y con mucha energía.
-- Sí. Con mucha energía. Del día, de las Galápagos.
--Sí. Ya veo. Esa energía se ve desde las Galápagos.
--Lo veo ahora, de otro modo. Cualquier cosa es posible. Algún día, lo haré en las Galápagos. Ya lo verás.
-- Jajajaja.
-- Hoy tenemos mucho trabajo. Tenemos que ser prácticos, rápidos y puntuales-- decía Aderen-- terminemos, lo antes posible. Pero bueno, parece que está todo listo. Perfecto. Pero en realidad...Geygey, todo va bien. Pero tienes que ver al vigilante nocturno para le entregarle todo el material.
-- Entendido -- dijo Geygey, asustado.-- ya está aquí, otra vez. Ya me estoy estresando.-- dijo al ver a Aylim.
-- Ya está aquí, Aylim-- dijo Gollit.
-- Yo no pienso dar ni un paso, a su agravesidad-- dijo Aderen.
Polet y Aylim, se habían presentado juntas y muy altaneras.
-- Buenos días-- saludó Polet.
-- Bienvenida-- le dijo a Aylim-- me preguntaba cuando íbamos ha disfrutar de tu presencia. Gracias a Dios, ya has llegado.
-- Yo también, te echado de menos. Hoy estoy tan contenta, que no puedes arruinar mí felicidad con el trabajo. Solo sentarme, y disfrutar del espectáculo.
-- No estés tan segura, de eso.
-- Buenos días, Polet.
-- Buenos días. Aahh, dónde está Can?
-- Pues estaba por aquí. Voy a buscarlo.
-- No te molestes. Me apaño, yo sola.
-- Aahh. Ahí está. Bueno, pues me voy con él. Le he echado de menos, porque anoche no vino a casa. Gracias, chao.
-- De nada.
-- Aahh, Sanem. Cuando hallas terminado, traeme un té.
-- Por supuesto.
-- Muchas gracias.
-- Polet!!
-- Can, que tal? Has dormido bien, esta noche?
-- Sí, y sabes que me encantan éstos paisajes.
-- Sí, claro.
-- Hoy hace mucho calor, sí te hubieras quedado en casa, pudieras descansar en la piscina.
-- Es qué...quería hablar contigo. Podemos hablar, antes de que empiece el rodaje?
-- Sí, como no. Vayamos, por ahí.
-- Vale.
-- Disculpe. La señorita Polet, no estaba por aquí? -- le preguntó ella a Aylim.
-- Lo estaba. Pero ahora, se ha ido con Can por allí. Esos dos están muy enamorados.
-- Voy ha llevarle su café, ahora.
-- No. No les lleves el café ahora. Ahora tienden un momento romántico. Ya me entiendes.
-- Por supuesto.
Aylim, disfrutaba con hacer daño.
--Verás, tengo que contarte algo--dijo Polet.
--Mm.
--Después de lo que hemos tenido durante tantos años de relación. Es importante, para ti?
--Por supuesto.
--A sí? Pues yo estoy...muy sorprendida, Can. Pues esa chica, Sanem, ande siempre y lo sabes. Lo he visto con mis propios ojos y es diferente y también el sitio de donde viene. En serio crees que esa chica de barrio, te conviene? Esta viviendo en ese barrio sucio. De verdad piensas, que te va a dar algún bien? Can, por el amor de Dios. Que estás haciendo? Crees que es la adecuada, para ti? Escuchame. Olvídate de ella. No te conviene ni por un rollo, esporádico. Lo entiendes, verdad? Además, acabarás ronpiendole el corazón. Lo lamentaras. Sólo es una chica de un barrio humilde.
--Déjame ya.--le dijo el.
--De acuerdo. Vale ya me cayó, pero quiero que hagas una cosa. Pasa con ella hasta mañana. Luego lo piensas y decides lo que quieras saber y mañana me dices, que has decidido. De acuerdo?
--Vale.
Lo ninguno de los dos sabían, es que ella lo había escuchado todo.
--No me supone ningún problema, pasar un poco de tiempo contigo. Podemos estar juntos, pero no vamos a hablar de ese tema. Quiero tener este punto cerrado y quiero...decirtelo por última vez. Se acabó. No tengo nada que pensar. Ya no. Si no puedes soportarlo, vete. No quiero hacerte daño.
--Señor Can, estamos todos listos para el rodaje--interrumpió, una empleada.
--Ya voy.
--De acuerdo. Me iré--dijo Polet.
--Jajaja. Hermano, mira esto--dijo Ayham.
--Sanem, que te pasa?-- le preguntó Osman, al ver su cara.
--Ya estoy harta. Esto es, la guerra.
--Que guerra? De que, estás hablando?-- preguntó Ayham.
--La guerra entre Sanem y Polet, ha comenzado.
--Te lo estás tomando, en serio? Dijiste que no te ibas a pelear con Polet.
--No. No quiero pelear con ella. Se que Can nunca será mío, pero si no es mío, tampoco será de Polet. Entiendes? Nunca.
--Bien vale--O...Osman. Empezaremos en un minuto, prepárate. Vale?--dijo Geygey.
--Muy bien.
--Hermano, y...que hacemos con Sanem?--preguntó Ayham.
--Y qué podemos hacer? Ella es libre, de hacer lo que quiera. Esta noche, hablaré con Leyla. A ver quien intenta detenerme?
--Ah. O...Osman espera. Aayy, madre mía.
--No corras. No te, precipites--decía a Gollit--fíjate en tu vestuario. Eres una chica de la Habana. Vas despacio, con elegir y sonriendo. No olvides, sonreír. De acuerdo? Sonriendo, siempre. Sonriendo, siempre. Como en la oficina. Así que aquí, también. Se natural, se natural. Se tú misma y relajate. De acuerdo?
-- Muchas gracias, señor Can.
-- Estás magnífico. Continúa así-- le dijo él a Osman.
-- Señor Divit. El no es guapo. Qué tiene el de magnífico? Sólo es un carnicero. Yo puedo hacerlo, mejor que él. Hasta cualquiera puede hacerlo mejor que él-- dijo Musafer.
-- Sshh. Calla. Le dijo Mezquive. -- siéntate.
-- Hacemos los últimos retoques, y empezamos.
Ella vio que Polet, se iba a sentar con él, pero Sanem, se adelantó y la miró.
--Oohh.-- hizo Polet.
-- Cómo estás? -- preguntó él
-- Muy bien, señor Can. Muchas gracias.
-- Qué está haciendo, Sanem? -- preguntó Geygey-- esa chica, se a vuelto completamente loca.
-- Puede que se haya vuelto loca. Pero me gusta, ese carácter -- dijo Gollit.
-- 3,2,1...
Osman abrió la botella, y sonrió, mientras que Musafer, le decía como tenía que hacerlo.
-- Te gusta, la camisa que llevo puesta? -- preguntó él.
-- Me encanta-- dijo ella,,mientras Polet, Aderen y Aylim, se quedaban mirándolos. -- este... tiene...decía, cuando le estaba poniendo bien el cuello de la camisa.
-- Can-- dijo Aderen.
--Cortamos. Hacemos, un descanso. Limpiarle la nariz, brilla demasiado. -- dijo él. --Ah...Gollit?
-- Quiere un poco de agua? --interrumpió ella.
-- Sí...claro...gracias.
-- Ya se la traigo.
-- No sé qué está haciendo. No es ético, estar que esté con el director. -- dijo Geygey.
-- Listos?
Ella trajo la botella de agua, y la abrió por detrás de Polet.
-- Bueno. Listos para el rodaje. Osman, levantala un poco más.
-- Sanem, ven. No puedes sentarte, al lado del director-- le dijo Geygey.
-- No. Suelteme. Déjame-- le decía, mientras le daba puñetazos.
-- Venga.
-- No,no. Déjame aquí. Tengo cosas, que hacer. -- dijo ella.
-- Osman, como puedes sujetar la botella, de esa forma tan ridicula-- dijo Musafer, levantándose --levantala, más. No te han dicho, que la levantes más? Vamos.
-- Baja de ahí-- le dijo Ayham.
-- Lo sentimos.
-- No tiene importancia. Todo sigue, igual.
-- Es qué no se ha visto bien. Ha dicho, que la sostenga más alta-- dijo Musafer.
-- Estate quieto, vale?-- le dijo, Nihad.
-- 3,2,1...
Y en el segundo intento, al abrir Osman la botella, se le cae encima
-- Cómo se puede ser tan patoso, hombre?-- le dijo Musafer, levantándose de nuevo. -- vas a estropear el vestuario.
Aderen, y Aylim, no sabían que hacer.
-- Geygey, comprueba que está bien. No quiero, que se haga daño-- le dijo.
-- Qué vergüenza, qué vergüenza. Porqué se comporta, así? -- preguntó Nihad.
-- Su madre, está loca y el también. Qué se le va a hacer? -- dijo Mezquive.
-- Oye.
-- Mm?
-- Cuando te dije que estuviéramos juntos, no solo me refería sólo físicamente.-- le dijo.
-- Me gusta estar así, de cerca.
-- Sí. A mí también, me gusta-- le dijo, mientras que Polet se levantó y se fue furiosa.
-- Mezquive.
-- Mm.
-- Osman, tiene muchas aptitudes. Verdad?
-- Mm. Pues fíjate, en las aptitudes de tu hija.
-- Qué, porqué? Qué le pasa, a mí hija?
-- Cogeremos, lo de ahí-- decía él.
-- Qué, pero si está mejor allí.
-- Mezquive.
-- Mm.
-- Por qué, Sanem está tan cerca de Can?
-- Ooohh, Nihad. Espero que no esté coladito por él.
-- Qué lo va a estar, mujer? Si lo estuviera estarían los juntos siempre. Mezquive, es que están juntos ya?
-- Ooohh, mí pobre niña. Fíjate, el no está interesado. Se va ha poner, en ridículo.
-- Aahh. Esperad un momento.
-- Es verdad. El no está interesado. Me llevaré a Sanem, de vuelta al barrio, Mezquive.
--Sí anda. Llevatela.
-- Sanem.
-- Papá, estoy trabajando.
-- Sí, ya lo sé. Pero ven conmigo, tenemos que hablar.
-- Qué, pasa?
-- Nada. Sólo quiero decirte, una cosa.
-- Estás bien?
-- Sí, estoy bien. Pero quiero hablar, contigo. Sanem, mira tengo el coche ahí mismo. Te vamos ha llevar a casa.
-- Papá, no puedo irme. Me tengo que quedar. Estoy haciendo, mí trabajo.
-- Vale. Haz tu trabajo, pero, no molestes. Tienes que dejar más espacio a las personas y relajarte.
-- No puede-- interrumpió Geygey--nuestro trabajo, está llena de acción.
-- No te preocupes hija, pero tómatelo con calma.
-- Tiene que estar atenta...para que a nadie le falte, el café.
-- Esa no es mi única función, Geygey.
-- Aahh. Muy bien dicho, Sanem-- interrumpió Musafer-- además, que tipo de negocio es éste? Geygey, explicamelo. Pasáis aquí las horas parados, sin poder dormir, os hacéis famosos y empezais ha beber cócteles extraños. Esto no es real. Nuestro barrio, si que es real. Esto especialmente un mundo falso.
-- Yo también soy de ese barrio, 3 nunca permitiré, que nadie ensucies mis raíces.
-- Quien ha ensuciando, tus raíces? -- intervino él.
-- Ya estamos, otra vez.--dijo Musafer.
-- El rodaje, ha salido bien.
--Muchas gracias, por su trabajo. Su comida, ha sido magnífica --Y tú autoservicio, ha sido magnífica. Hoy nos ha salvado la vida
--No hay qué de que agradecer.. Al fin y al cabo, es la comida que hacemos a diario.
--Sí sigues cocinando así, me voy a vivir a tu casa.
--Pues hagalo--dijo ella, sin pensar lo que había dicho.
--Ja, ja ja--río Geygey.
--Me gustaría que en el futuro...volvieramos a trabajar juntos. Bueno, vamos a recoger.
--Sí. Vamos a recoger--Adios, papá--Adiós mamá.
--Señor Can, me encargo de las tiendas.--dijo Geygey.
--Os quiero. Os veré luego, en casa. Hasta luego.
--Encantado de reconocerles--dijo Geygey--Ayham, Sanem, espera.
--Se ha equivocado. Que mal interpreta. Que va a ser, de ella--dijo Mezquive, preocupada.
--A ver Mezquive, tendrás que hablar con ella.--dijo Nihad--como padre...yo no puedo decirle nada. Pero observare las distintas, pero tendrás hablar con ella. De acuerdo?
--Pues claro, que lo haré.
--Bien.
--Vas a ir a casa, está noche?--preguntó Polet.
--Ah...no tengo que montar el anuncio. Es muy urgente.
--No vendrás a casa, en toda la noche?
--Exacto. No iré.
--Mañana viene, el fin de semana, así que puedes volver a casa, y descansar pasaremos, y lo, el tiempo juntos. Es mi cumpleaños.
--No es la semana, que viene?-- preguntó él.
--Ahh. Sí pero,cae entre semana. Así que he pensado, cebrarlo este fin de semana. Haría algo de comer. Lo hacemos, en casa?
--Es tu cumpleaños, Polet? Felicidades--dijo ella.
--Gracias, cielo. Gracias.-- dijo Polet, incómoda.
--Sanem, te dejaré en casa de camino. Vale?
"No intentes, ser educada--le dijo, la voz..."estás en tiempo de guerra. No lo dejes solo, ni un momento. Haz lo que puedas para evitarlo. Ánimo, Sanem.--Señor Can normalmente, no se lo diría, pero estoy muy cansada y me gustaría mucho que me dejara en casa y además también usted tiene que descansar. Tiene que montar anuncio y el montaje.
--Resumiendo. Te llevo a casa, verdad?
--Sí, sí. Por favor, llevame. Gracias.
--Vale.
-- Por cierto. Reduce la velocidad. No pase, de 50.--dijo señalando el cuenta kilómetros.
--Ah...si,si. Es verdad. Lo había olvidado. Es verdad. Creo que debo ir, más despacio.
--Bueno, tampoco...
--Sí, sí. Voy a ir, más despacio.
--Lo recordé, mientras estaban hablando.
--Gracias.
--En realidad, a mí me interesa mucho la física--interrumpió Polet--aunque, sólo tengo tiempo, para dedicarme los fines de semana. Nunca he tenido, tiempo libre. Siempre, me ha fastidiado. Desde pequeña.
--Para mí, la física, es una forma de vida--interrumpió Sanem--me interesa muchísimo.--dijo ella, con satisfacción.
-- Estupendo.
--Aún queda mucho camino. No tienes que salir ya. Aún hay, tiempo. Tranquila.
--Aamm, sí. Gracias, por traerme. Hasta mañana, señor Can.-- dijo ella, al dejarla en su casa.
--Hasta mañana y dales saludos a tu madre, de mí parte.
--No se preocupe. Lo haré.
--Estupendo, gracias.
Ha dicho que te verá mañana? Mañana, es sábado--dijo Polet.
--Está agotada. La habrá afectado el calor, estos días--dijo el.
--Sí. Es el calor.
--Últimamente tenemos temperaturas muy altas, en Estambul.--le dijo a Polet.--debe de tener, un golpe de calor.
--Sí. Debe ser, eso--dijo ella.
Los dos, se miraban, con complicidad.
--Can, nos vamos ya?--preguntó Polet.
-- Ah...sí...Ah...si tu madre hace otra vez, pimientos rellenos, llámame--le dijo.
--Lo haré.--dijo ella.--Hola Beit.--dijo con el teléfono-- Tenemos una fiesta sorpresa, de cumpleaños. El señor Can, quiere organizarme algo a Polet, pero ella no sabe nada. Nadie sabe nada. Invita, a toda la oficina. No, Can no me ha dicho nada? No sé. Alguien de la oficina. Como quieres que lo sepa? Hay mucha gente, trabajando allí. Mira, vamos a hacer una cosa. Mira, vamos a hacer lo siguiente. Alguien hace la llamada y luego se las ,pasan el mensaje unas a otras y vamos a la casa del señor Can a las 6. No, espera. Mejor a las 5 punto. Polet, ahora sí que estás acabada--se dijo y después, puso una cara de bruja malévola, después se le ocurrió una idea brillante y entró en la tienda de su padre.
--De acuerdo, Geygey. Eres una persona educada, eres un caballero--decía Ayham--pero esto es, demasiado. Deja que lleve algo yo también.
--No puedo. Imposible. Mis genes, no me lo permiten. Aunque quisiera hacerlo, no me lo permitiría. Es la tradición de pueblo. Allí sólo los hombres los que trabajan en el campo, y las mujeres y las mujeres se juntan en una cafetería a tomarse un late y sabes, porque? Porque los hombres tenemos fuerza muscula, por eso no permitimos que nuestras trabajen.
--Nuestras esposas?--preguntó Ayham, con mala cara.
--Esposas... hermanas... madres... amigas también... diavitables, como tú
--Y...donde, está, tú pueblo?
--Esta en...--Eh, que haces hombre? Has traído muchas cosas, y tu ni miras tú negocio. -dijo cambiado de tema.-qué acabamos de llegar? Toma y dame la fianza --le dijo entregandole un billete y gritándole.
-- Ssshhh-- le Ayham, al pobre muchacho.
-- Es que, ni dan el recibo. Es increíble. Cuando veo que no trabaja, es que me pone nervioso.-- decía Geygey--oye, no entiendo. Nadie, me entiende, a mí. Por ejemplo; estábamos en el bosque, y te dije que había avispas entre nosotros y luego me dices, que tocas a los perros y a los gatos. Qué quieres, que responda? No pude dormir anoche, oye. No sé, que me pasa. Son problemas, serios. Hemos tenido muchos problemas. Hemos tenido, un hacker. Nos roban, una campaña. Es que ya no se que decir, entiendes? Quiero decirte, que siento algo por ti, y no sé, como mostrartelo. Y no puedo dormir, Ayham. En serio. Me paso las noches en casa, pensando en ti. Al principio, creí, que no me entendias. Luego pensabas, que estabas actuando, y es que tú no me entiendes? Tú, no me entiendes?
-- Qué?
-- Me he enamorado, de ti-- dijo Geygey, por fin.
-- Enamorado? Como, de enamorado? Pero...mucho? A ver... como de enamorado, estás?
-- Sólo enamorado. Simple, enamorado. Siento algo especial, por ti.
-- Aahh...verás. Como siempre doy consejos como la vida, y el amor. Pero me lo has dicho, tan inesperadamente y me pillas, por sorpresa y me siento muy confundida
-- No, no. Lo he pensado mucho, y simplemente, me ha salido así. No,no, ha sido repentino. A...a lo mejor, he exagerado. En realidad, he querido decir que me gustas. Eso, me gustas y a lo mejor, yo te gusto, a ti. Qué, me dices?
-- Qué sí-- respondió Ayham-- probablemente, me gustes, pero probablemente, que no. Pero...Geygey, podemos hablarlo luego?
-- Claro. Lo hablamos luego. Necesitaba hablar contigo. Quiero librarme., de esta carga. De echo, me siento, más relajado. Me siento, más liberado. No puedo guardar, los secretos, de echo, me. siento, muy incómodo.
-- Geygey, ya hemos devuelto la fianza--interrumpió, el muchacho de antes.
-- No hay prisa. Venga que te de un abrazo. Ven aquí-- le dijo.-- No hay prisa, pero gracias por hacerlo, tan rápido. Jajajaja. Por cierto, perdona por haberte gritado antes. Es que estaba, estresado. Perdóname.
Ayham, se abanicaba, cómo podía.
-- Claro.
-- Me, perdonas?
-- Por supuesto.
-- Pues, dame un abrazo! Dame un abrazo. Aayy, seguro que tienes que lidiar siempre, con un grupo de personas antipáticas todos los días. Aayy, perdóname, por lo de antes. Jajaja. De verdad, que lo siento, adiós.
-- Bueno. Ya estás mejor--!dijo Ayham.
-- Sí. Ya estoy mejor.
-- Bueno. Como te decía, como tú guía viral, has expresado tus sentimientos. lo has hecho, muy bien. Chocala. Muy bien.
-- Voy ha respirar, un poco. Me siento, un poco... euforico. Hasta ahora. -- Esto es muy bonito, y le queda muy bien. Pero que muy bien. -- dijo con una sonrisa de oreja a oreja.