Luz En Tu Alma -Inazuma Eleven

By JikiariChan

122K 7.7K 3.3K

Suneya es considerada la mejor jugadora de futbol femenino juvenil de Japón pero ahora apunta mas alto al que... More

Capítulo I
Capítulo II
Capítulo III
Capítulo IV
Capítulo V
Capítulo VI
Capítulo VII
Capítulo VIII
Capítulo IX
Capítulo X
Capitulo XI
Capítulo XII
Capítulo XIII
Capítulo XIV
Capítulo XV
Capítulo XVI
Captulo XVII
Capitulo XVIII
Capítulo XIX
Capítulo XX
Capítulo XXI
Capítulo XXII
Capítulo XXIII
Capítulo XXIV
Capítulo XXV
Capítulo XXVI
Capítulo XXVII
Capitulo XXVIII
Capítulo XXIX
Capítulo XXX
Capitulo XXXI
Capitulo XXXII
Capitulo XXXIII
Capitulo XXXIV
Capítulo XXXV
Capítulo XXXVI
Capitulo XXXVIII
Capítulo XXXIX
Capitulo XL
Capitulo XLI
Capitulo XLII
Capítulo XLIII
Capítulo XLIV
Capitulo XLV
Capitulo XLVI
Capitulo XLVII
Capitulo XLVIII
Capítulo XLIX
Capítulo L
Capítulo LI

Capítulo XXXVII

2.2K 131 159
By JikiariChan

Kido

Recargado en la reja del campo de la playa, con los brazos cruzados y con mi atención al frente, veo como la jugadora patea el balón y una vez mas, falla en anotar en la portería. No sé qué busca, pero no creo que lo esté obteniendo.

— ¿Necesitas ayuda? — pregunto de nuevo, y en esta ocasión la chica ni siquiera voltea a verme para decrime que no. —¿Porqué eres tan necia y no te dejas ayudar? —

—No pedí tu ayuda —

—Y yo no espero que la rechaces tan fácilmente —

—No me agrada que tengas las mismas confianzas que Fudou-san — añade colocandose una vez más para patear el balón — Respondón —

—Terca sin remedio — atacó yo, una vez más falla. Normalmente no debería preocuparme, cualquiera que no esté acostumbrado a tirar a portería fallaría como ella lo hace, todo el tiempo que ha estado con nosotros ha jugado como defensa y algunos pocos partidos como centro. Pero no hay que olvidar que ella en realidad es libero. Debería estar acostumbrada a correr de un lado del campo al otro, acostumbrada a anotar y marcar. Además que en los partidos ella nunca se equivoca al momento de pasar el balón, siempre llega a su destino, gracias a la inmesidad de calculos que realiza, siempre sabe que dirección tendrá el balón, en dónde caerá y no dudo que sepa muchos más datos que están lejos de mi entendimiento.

La jugadora ha fallado en lo básico en los últimos entrenamientos. Después de que Fuyuka regresara del hospital totalmente recuperada, apareció una alianza entre ambas, con conversaciones que nadie mas parece interesarse, por ello pensé que todo estaba bien. Además que comencé a enfocarme en mi mismo, y deje de prestarle la debida atención a ella. Fue gracias a que todos estaban pendientes de mis fallos, que nadie se percató de los errores de la chica. Ni siquiera ella lo hizo visible, se enfocó en ayudarme a mí cuando ella seguía luchando.

No soy el único que se dio cuenta. Endo ha estado muy al pendiente de la jugadora y hoy después de la comida me preguntó como veía la actitud de la jugadora, si había algo que podamos hacer por ella. Ya todos entienden la importancia del próximo partido para la chica. Todos sabemos que el tema la esta estresando, en parte por nuestra culpa, en parte por lo que su padre significa, porque aunque nosotros no le hubiéramos dicho sobre enfrentar a su padre, en ella esta la decisión de hacerlo. El que esté entrenando aquí lo demuestra, es una disputa entre la jugadora y la hija, algo en dónde no podemos intervenir.

Atenea siempre ha estado para apoyarnos, cuando no sabíamos como avanzar en el campo como jugadores o incluso como personas, ella nos aconsejaba y ayudaba con todo lo que tenía, incluso en temas personales interfirió. Hace poco le mande mensaje a Haruna y me confirmó las veces que la misma gerente habló con jugadores para que pudieran crear o perfeccionar una súper técnica como Tachimukai, Kazemaru y Fubuki y solo Dios sabrá a que otros ayudó mandando a las personas que consideraba apropiadas para apoyar como el caso de Tobitaka y Toramaru.

Está más presente en nuestras vidas de lo que imaginábamos. Siempre en la sombra protegiéndonos y guiándonos, siempre velando por nosotros, siempre al pendiente de todos y preparada para intervenir cuando mas la necesitamos.

Pero ahora es diferente, porque lo que ella necesita, nosotros no podemos dárselo. Es irónico, lo que Atenea necesita es precisamente que alguien como ella le ayude, alguien que sepa ver el problema y que le ayude a efrentarlo. Ojalá tuvieramos otra Atenea para que nos ayude a ayudar a la chica que justo ahora no puede tirar a puerta porque no deja de pensar en otras cosas, además del partido de mañana y de su padre.

Una vez más, falla en su tiro y se recarga en sus rodillas cansada por el ejercicio, me acerco a la chica y le ofrezco una botella de agua que es aceptada casi al instante.

— Deberías descansar un poco y despejarte —

— No hay tiempo, el partido es mañana —

— Pero tampoco ayuda si te sobreesfuerzas — recojo el balón del suelo y le sonrío levemente. — Vamos a casa y mañana podrás practicar otro rato, ya casi oscurece —

— Solo unos minutos más —

Abrí la boca para apelar pero un ruido entre los arbustos me impidió hacerlo, ambos, la castaña y yo, giramos en esa dirección sin ver nada, volvimos a ponernos atención. Si. Los dos lo escuchamos. Le hice una seña para irnos de ahí, tenía un mal presentimiento y por la mirada que me devolvió, ella también.

Pero antes de que ninguno dijera algo, vi como un objeto brillante y pequeño se dirigía a la chica, en un instante me arrojé a la castaña callendo ambos al suelo, intentaba cubrir su cuerpo con el mío mientras veía en dirección donde había sido disparado aquel objeto.

— Tiempo …— susurró la chica debajo de mí y chasqueando los dedos sobre nuestras cabezas, la miré un instante, se veía asustada pero también concentrada y decidida en lo que iba a hacer — Celestial — esperé el momento en que dejaría de moverme, era la mejor opción, mientras ella estuviera a salvo no me importaba nada. Por un momento pensé que su técnica había fallado porque aún podía moverme y escuchaba su respiración, comencé a asustarme tratando de idear otra manera de poner a la chica a salvo hasta que ella habló — Debemos irnos, Kido-san —

Me levanté un poco desorientado y ayude a la castaña a hacer lo mismo. Podía moverme aunque las aves sobre nosotros no lo hacían, y aquel sujeto, también estaba inmóvil, como si al correr se le pusiera en pausa, con la vista enfocada en donde antes estaba recostada la chica, con una expresión fría y seca.

— Mi técnica no durará mucho — no necesitaba preguntar porqué. Al esttar ambos moviéndonos, su tiempo se reducía drásticamente, Afuro me lo explicó una vez, podía mantener la técnica para él unos cinco minutos, pero si incluía a alguien más solo lo podría hacer cerca de minuto y medio.

— ¿Cuánto tiempo tenemos? — pregunté sabiendo que, quizá, se aumente el tiempo al ser ella la creadora original de la técnica. Tomé su celular del bolso de entrenamiento y lo guarde en el bolsillo de mi pantalón mientras ella sacaba un objeto pequeño y brillante parecido a un labial color negro. No pregunté porqué era importante, si lo llevaba debía significar algo.

— Unos ocho minutos — la respuesta me sorprende aunque intento no demostrarlo, que increíble y sorprendente fuerza tiene la chica — pero si nos alejamos el perimetro que controlo tambien cambiará, se reducirá y nos alcanzará pronto.— Recorrí el lugar con la mirada y una idea alocada surco mi mente.

—Espero no te den miedo las alturas — dije tomando su mano comenzando a correr hasta la salida del campo directo al limite entre la orilla del barranco y el mar. Eran unos diez metros a lo mucho.

Creo que la chica grito mientras la obligaba a saltar conmigo, la verdad no lo sé con certeza porque el viento en mis oídos al caer y el sonido del oleaje me impedían escuchar bien lo que pasaba a mi alrededor. Solo sé que ambos saltamos, que rodie a la chica presionando su cabeza en mi pecho para poder sentir que ella estaba bien mientras ambos caíamos en picada sobre nuestras cabezas directo al mar. Aguanté la respiración unos segundos antes de hundirnos en el agua. Gracias a los lentes, pude ver lo que ocurría a mi alrededor, la chica seguía aferrada a mí y también contenía la respiración. Ambos nos soltamos y comenzamos a nadar lejos de la piedra de donde habíamos saltado por si aquel hombre nos quería seguir, estaba pendiente de que la chica siguiera junto a mí y cuando ninguno de los dos aguanto más sin aire, salimos a la suerficie tosiendo por la falta de oxígeno.

— ¿Estás bien? — acerque a la chica a mí mientras veía como asentía con la cabeza y la respiración entre cortada.  —Gracias al cielo — suspiré aliviado — Debemos llegar pronto a la sede, ¿puedes seguir?— la castaña asintió pero yo no estaba muy convencido, mucho menos cuando siguió flotando, aferrada a mí, sin la intención de moverse. Acune su cabeza una vez mas sobre mi hombro y esperé a que se calmara un poco mientras alzaba la vista a donde habíamos saltado. No había rastro de ese hombre.

⚽⚽⚽

De alguna forma, logramos llegar a la sede cuado ya había oscurecido. Cuando los chicos nos vieron llegar se lanzaron las peguntas, incluso Fudou intento bromear sobre porque llegábamos húmedos, pero al ver la cara de la castaña se detuvo y me volteo a ver para que le confirmara sus sospechas. Un asentimiento de cabeza lo hizo, mientras la chica se duchaba en su habitación con Aki como compañía, yo explique al equipo lo que había pasado. Todos se alarmaron pero se sitieron bien al saber que logramos ponernos a salvo. Acabado de contar la historia me fui a duchar y poco después nos llamaron para cenar.
  
Tobitaka, Toramaru y Hiikata le prepararon un postre a la chica que le devolvió un poco el color en el rostro además que tuvo una conversación en donde estaban la mayoría incluidos. Odio cuando hace eso. Aparenta que todo está bien, nos muestra su sonrisa tranquila y una confianza sobre humana para evitar que nos preocupemos. En mí, esa máscara ya no funciona. Y por la mirada que me lanzó, ella también lo sabe, pero ninguno de los dos dice algo durante la cena porque si ella así lo quiere, debe ser para no preocuparse después por nosotros.

Llegada la noche y con el pasillo en silencio camino en mi habitación pensando si debería ir a ver a la chica. Quizá cada minuto que pasa es una perdida de oportunidad, quizá ella esta luchando para dormir y si yo llego cuando casi lo logra me sentiría muy mal. Pero también quiero saber si ya lo logró.

Escucho un leve golpe en mi puerta y me apresuro a abrirla encontrándome esos hermosos ojos sin sus lentes. Trago saliva y la emoción me domina.

— ¿No puedes dormir? — la chica niega mientras yo le sedo el paso, cerrando la puerta a penas esta adentro — ¿Y qué esperas para acostarte? — ella sabía que no me refería a su cama, así que ni siquiera dijo algo. Se fue directo a mi cama y se acurrucó cerca de la pared viéndome con atención, invitandome a imitarla. Me quité los lentes y me recosté junto a la chica sin dejar de ver sus ojos. Debido a que hacía solo unas horas que se había duchado, su cabello estaba un poco húmedo y emanaba un olor delicioso.

— No pienses nada pervertido — aunque no había pensado en nada, no pude evitar sonrojarme.

—No pense en nada malo  — apelé con mucha más intensidad de la que tenía planeado. — Fuiste tú la que invadió mi cama y me seduce ahora con esa mirada tan hipnotizante que de seguro sabes cómo me encanta… — me callé de golpe y al instante ambos nos vimos a los ojos y nos sonrojamos apartando la mirada del otro — Mejor … mejor olvida lo que dije —

— Hipertimesia — susurró — no puedo olvidar nada, Ceo

—Oh si, lo olvidé, mejor duerme, todo estará bien mañana — ella suspiró y podría jurar que pensó lo mismo que yo: Ojalá sea así.

⚽⚽⚽

Por fin bajamos del autobús en el estadio donde jugaríamos contra Italia.

La emoción recorre a todos los jugadores. Es una sensación que hasta ahora no había experimentado. Estábamos a un partido de saber si clasificábamos para la última fase del Torneo. Estaba muy emocionado aunque aparentaba tener la calma que normalmente me caracteriza. Recorro a los chicos caminando detrás de ellos, todos parecen alegres y confiados en lo que viene a continuación. Mi sonrisa se extiende al ver a Endo saltar de la emoción y animando al asustadizo de Kabeyama y los jugadores mas jóvenes. Es así hasta que veo a la castaña.

Tiene la mirada perdida y aunque camina junto a las gerentes asintiendo a lo que dice Kino, se ve que no está poniendo atención a la platica y que los nervios la están dominando. Lo sé por la forma en que acomoda su cabello con la mano derecha, usa esa mano cuando esta nerviosa y preocupada.

Escucho el motor de un carro detrás de nosotros y al voltear la incomodidad me domina. Intercambio miradas con Endo y con Goenji. Esto es lo peor para la chica, pero si nos apresuramos a ir a los vestuarios, se vería como una falta de respeto para ellos.

Todos ven a la jugadora con precaución, pendientes de apoyarla de cualquier forma.

Endo se coloca enfrente de nosotros y saluda a Fidio y al portero italiano con su habitual entusiasmo. Pronto todo el equipo italiano saluda a Endo con emoción y afecto, algo que solo puede lograr nuestro portero. Rosetta baja de su autobús casi hasta el final y con su habitual sonrisa se dirige a nuestra jugadora, se apresura a todos y se lanza a los brazos de la chica como si no se hubieran visto desde hace años y s amistad fuera tan profunda y antigua.

— Sun Sun — la jugadora japonesa corresponde al abrazo y sonríe levemente a la chica que se separa poco después mientras comienza a hablar en italiano con una velocidad increíble.

— Ros — se acerca el portero italiano a las chicas y jala a la pequeña chica lejos de la castaña mas alta — No te lances así, quien sabe que te puede hacer —

—Ros es mi amiga, nunca la lastimaría — dice la castaña antes de que nadie interfiera. Ya había visto esa mirada de ella, llena de seguridad y valentía.

— Ros se confía de cada víbora que un día de estos terminara siendo mordida — su comentario e molesto, pero la jugadora no me dio tiempo de hablar al hacerlo ella:

— El veneno de unas víboras solo afecta a criaturas de poco valor, lo que los termina matando es el miedo inminente de morir, pero incluso estos animales se encariñan de quienes los tratan bien — el portero desvió la mirada unos segundos, no pudiendo mantener el contacto visual con la jugadora pero volviendo la mirada añadió:

— Eres su hija, — el portero tomo el hombro de Rosetta, pero viendo con determinación a nuestra jugadora — la traición esta en tu sangre, no me interesa conocer bajo que ideales se forjo tu educación —

—Para fortuna tuya y mía, — comienza a decir Atenea con un tono frio y viendo al portero con confianza y seguridad — no me interesa ser conocida por un portero que no puede ver mas allá de su nariz — ¿la jugadora siempre ha sido así? Tan intimidante y segura aunque la estén atacando, parece como si los comentarios no le afectaran en lo mas mínimo, como si por el contrario, le divirtieran. No nos necesitaba para defenderse de ese tipo de agresiones.

— Dejen de perder el tiempo — se escucho una voz gruesa que se aproximaba a nosotros, camino con la frente en alto hasta estar frente a su hija, trague saliva con fuerza y espere a ver como ocurría su reencuentro, la jugadora tenia la vista baja mientras Rosetta sostenía su mano — No tienes permiso para jugar en este partido, Suneya — siguió caminando un poco mas hasta que la voz de Atenea se escucho:

— El único que me da instrucciones para jugar o no un partido, es mi entrenador, ocúpese de sus jugadores, Señor K — Kagueyama no volteo, continuo caminando sin prestar atención a nadie.

— Que bonito teatro — soltó Gigi — ¿Cuánto tiempo tardas en mostrar tus verdaderas intenciones?—

Varios abrimos la boca para intervenir pero la sonrisa de la castaña nos detuvo. ¿Cómo hacia eso? Era obvio que el comentario le había lastimado, pero anteponía su orgullo ante todo, defendiendo y humillando al otro como si fuera para ella como respirar.

— Mucho mas rápido de lo que tardas en reaccionar frente al balón, lo que de todos modos, no es mucho —

Por primera vez al ver como sacaba su orgullo frente a alguien que no fuera del equipo para defenderse así misma, mostrando su orgullo y sacando sus garras para atacar a su adversario como la guerrera que es, sentí orgullo de escucharla y verla actuar así.

— Eres una … —

— ¡Gigi! — interviene Rosetta con su rostro rojo de la furia — Sun Sun es mi amiga —

— Pues como siempre confías en los que solo te lastimaran, debo hacer algo yo — la pequeña jugadora comenzó a lagrimear pero sin llorar abiertamente.

— ¿Y que derecho tienes tu sobre quienes son mis amigos? — soltó la chica haciendo que Atenea soltara su mano y mostrara una expresión de dolor — Perdón, no quise lastimarte, Sun Sun — tomo su mochila y se fue a los vestidores mientras Atenea sobaba su mano que adquiría un color rojizo.

— ¿No irán tras de ella? — pregunto la chica viéndolos con molestia.

— Ella puede cuidarse sola, aparentemente … — habló por primera vez uno de los delanteros de la selección italiana.

— Si para idiotas no se estudia — soltó la castaña y se dirigió donde minutos antes se había marchado la italiana. Creo que la actitud de las jugadoras es algo contagioso, esa valentía, ese orgullo y esa lealtad son algo admirables. Atenea es alguien admirable.

Viendo al equipo italiano, me doy cuenta como debimos ser nosotros cuando comenzamos a conocer a la jugadora. ¿Nos habremos visto así de idiotas? Quizá incluso más, con razón la chica terminó por alejarnos de ella, nos merecíamos todo eso, y ni siquiera nos merecemos estar en el mismo equipo que la chica, justo como el equipo italiano no merecen la vitalidad y el optimismo de Rosetta.

— ¿En serio dejan sola a su jugadora? — preguntó Goenji — ¿Y si van por ella? —

— ¿Quién irá por ella?— preguntó el mismo delantero de cabello oscuro y un poco largo — No tiene tantos fans como otras jugadoras — intercambié miradas con Endo. Al parecer no lo sabían, o la Federación paso por alto eso, o Rosetta es mas hábil ocultando información de lo que todos pensábamos.

—¿No lo saben? — empecé — De los sujetos que han atacado a las jugadoras desde comienzos del Torneo?— la mirada sorprendida de todo el equipo italiano me dio la respuesta. — Pues, verán … —

⚽⚽⚽

El mal rato queda dejado de lado en cuanto pisamos el campo de soccer. La emoción de los aficionados nos contagia y llena de vitalidad. Recorro al equipo con la mirada y compruebo que están preparados para el partido. Por inercia, veo al equipo italiano, donde los jugadores hacen un circulo entre ellos, mientras hablan con su jugadora y excluyendo a su entrenador.

— Suneya tenia razon — se acerca Fudou hasta estar junto a mí — La italiana tiene una mayor influncia en esa selección de lo que ellos mismos creen — asentí viendo como todos prestaban atención a lo que la pequeña chica decía. Parecía ser muy tímida y extremadamente sencible, pero también se veía lo mucho que la apreciaban y respetaban como jugadora, sin embargo también parecía que no se lo demostraban. Seguí avanzando la mirada hasta posarla en su entrenador.

— ¿Crees que seguirán a Kagueyama?— pregunté viendo al hombre sentado atrás de su selección, sin ser considerado por su equipo, mantenía los brazos cruzados sobre su pecho y veía al frente con la confianza que lo caraterizaba siempre.

— No creo que el equipo italiano lo siga, — empezó a decir el jugador de la cresta — pero Fidio y la pequeña chihuahua parecen dispuestos a seguirlo, es lo que están discutiendo justo ahora, el equipo está dividido — asentí viendo al equipo rival.

— Si es así, debemos aprovecharnos de eso mientras podamos, si Minerva tenía razón, que es lo más probable, habrán cambiado en sus movimientos, por lo menos un poco — el chico de la cresta asintió viendo al frente, analizando sus pensmientos.

—¿Cómo crees que este Suni? — no pasó desapercibido como la llamó, no usó su apellido o su nombre completo, sino ese diminutivo que usaban casi todos los del equipo para referirse a la chica, el ha usado pocas veces ese diminutivo, normalmente usa todo el nombre. Giré para verlo pero él no me prestaba atención a mí, veía a algún lugar detrás de mí. No hacía falta que yo también girara para saber que veía a la jugadora. Su expresión era única, la chica era la única persona a la que él veía de esa forma.

— Ella es fuerte, estará bien — gire un poco y me encontré a la chica, haciendo sus estiramientos en los brazos y con la mirada perdida.

— Yo sé que es fuerte, es la chica más ruda que he conocido, pero eso no significa que no se derrumbe en cualquier momento — pasé saliva tragandome el disgusto de verlo apreciar así a la chica, reconocía esa mirada y no me agradaba ni un poco.

— Estaremos ahí para cuando nos necesite, es cuestión de que ella decida avanzar —

— Vaya mierda — exhaló colocando una de sus manos en su nuca — Me gustaría decirle algo que le ayude a avanzar, pero no se que podría decirle, que podría ayudarle —

— Todos queremos ayudarle, por diferentes motivos, ¿cuáles son los tuyos?—

—No tengo porqué explicarte nada, Kido, no eres su novio y aunque lo fueras … — me mantuve callado porque tenía razón, por mucho que me doliera admitirlo — Ella fue la primera en confiar en mí en este equipo — empezó a decir viendo a la chica — además del capitán, no importaron las veces que la molestara o quisiera odiarla, ella no me dejó, cada vez que se defendía hacía que mis propósitos de llamar su atención fueran distintos a los iniciales, — suspiró viendo al suelo y después alzó la vista viendo a la chica — en un principio quise destruirla, incluso obligarla de alguna manera para abandonar el equipo y librarme de ella —

—¿Y que te hizo cambiar de idea?— dejó de ver a la jugadora y me vió a mí, parecía muy serio pero inseguro en hablarlo conmigo.

—¡Kido, Fudou, dejen de hablar y ponganse a calentar! — ordenó el entrenador Kudou con los brazos cruzados viendo al frente del campo.

— Tuve un sueño — concluyó Fudou antes de alejarse de mí para comenzar su calentamiento. Me extrañó su comentario pero intuí que era una más de sus bromas para molestarme así que lo dejé pasar y me enfoqué en mi propio calentamiento.   

Después de unos minutos el entrenador nos llamó a todos para dar la alineación: en la delantera estarán Someoka, Goenji y Hiroto; en el centro Sakuma, Kazemaru y yo; en la defensa Kabeyama, Fubuki y Tsunami y en la porteria estaría Endo. Atenea estaría en la defensa auxiliando pero debía subir si el equipo la necesitaba. El entrenador no dijo mucho sobre ese asunto pero parecía que él también esperaba que la jugadora resolviera sus asuntos pronto.

— Suni — se acercó Endo a la chica antes de salir al campo, cuando la mayoría ya estaba en sus posiciones, yo me quedé atrás intencionalmente para escuchar lo que el portero le diría a la chica, Endo siempre logra sacar lo mejor de todos, si alguien podía hacer que la chica saliera adelante, era él — Sé que te dije que quería ver todo tu potencial, pero sobre todo … — elevo su mano a la cabeza de la chica y le dió una palmadita — quiero que todos vean tu sonrisa original, esa luz en tus ojos cuando juegas al soccer y te diviertes, nosotros estamos aquí para apoyarte, así que usanos como sea la voluntad de la gran Diosa de la estrategia

— Capitán — susurró la chica — y si lo que estoy haciendo, ¿no es lo correcto? —

— Encontrarás la respuesta que busas en el campo, y justo como tú dices … — el portero extendió su sonrisa — Todo estará bien — la chica asintió pero no se veía muy convencida.

Ambos avanzamos hasta llegar a la posición de la jugadora.

— Estás muy lejos de tu posición, Kido-san — expresó la chica sin verme a mí, sino al campo frente a nosotros, con el equipo rival posicionandose en sus posiciones y nuestro equipo haciendo unos últimos ejercicios de calentamiento.

Mine — tome su mano y la aprete unos segundos — no olvides que estamos aquí, Yo, estoy aquí, junto a ti — la chica no dijo nada, pero su mirada seguía igual de nerviosa. Nunca la había visto así, la preocupación la dominaba, y por primera vez, esta dejando que sus emociones se reflejen mientras juega en un partido de soccer — No te dejaremos sola — la castaña abrió su boca un instante a punto de decir algo pero al final la volvió a cerrar viendo el suelo con impaciencia. Aspiró aire y lo soltó para después
verme y decir:

— El partido está por comenzar, no te preocupes por mí, solo enfocate en el partido y en lo chicos, yo … — mordió su labio sin verme, prestando su atención al frente del campo — yo no creo poderte ser de ayuda en este partido, lo siento — quise agregar algo, pero el árbitro mandó a todos a ir a sus posiciones, así que no me quedó otra alternativa que obedecer, de todos modos no sabía que podía decir.

Todo el equipo esta consiente de eso, hoy nuestra Atenea no tiene sus armas de lucha, esta oculta en una fortaleza que no nos deja llegar a ella y que solo la aleja de nosotros y quizá, la esta lastimando más.

El saque lo damos nosotros y comezamos a subir a la portería del rival, esquivamos al contrario hasta que Goenji tiene al frente a Fidio, después de una batalla por el balón el italiano logra hacerse con el esférico y avanza con ayuda de la jugadora italiana, pero cuando la chica se lo devuelve en mitad del campo y Fidio ordena una táctica que nombra "Contra ataque Catenaccio" veo la ruptura, su equipo no lo obedece  y eso ocasiona que pierdan el balón gracias a Kabeyama. 

Vuelvo mi vista a Mine para que ella me compruebe que el equipo italiano parece fracturado en su relación, pero no me esta viendo a mí, sino que ve con determinación a su padre, al entrenador de la  selección italiana mostrando una expresión que nunca había visto, parece realmente triste por ver a su padre como rival, pero también parece sorprendida, debe saber lo que esa táctica signifca, pero a como veo las cosas no creo que sea capaz de explicarme nada aunque la necesite.  Por primera vez, cuando la busco en el campo para comprobar algo o para pedir su ayuda no sucede, no me ve a mí ni a nadie del equipo, ahora no existimos para la chica. El otro equipo no se ha dado cuenta y espero que tarden en hacerlo, ahora solo seremos diez jugadores y si la chica comete un error y tiene consecuencias, se culpará y será aún más difícil para ella resolver su conflicto interno.

Lanzo un suspiro y en mi mente repaso la actitud de la chica cuando hace esta acción, ella siempre lo hace y le llena de fuerza y optimismo, así que lo haré en su nombre, en el de todos nosotros y por su bien. Dejo escapar un nuevo suspiro, más leve que el anterior y moviendo los labios sin apenas articular palabra, recito:

Dios de las jugadoras que necesitan el apoyo de las personas que las quieren, hazle ver a Mine que no está sola y conducela por el mejor camino.

Pido el balón a Kabeyama y en un instante ya tengo la pelota para avanzar a la portería rival pero me veo bloqueado por uno de los defensas y al buscar a quien pasarle el balon logro ver que, aunque el equipo italiano parece dividido entre los que apoyan a su entreador y los que no, siguen con una estratgia e impiden pasar el balón marcando a los delateros y la mayoría de los centros. Intento pensar en algo, yo no podré pasar a tres jugadores a la vez, quizá uno o dos, pero desconozco sus fintas y no cuento con mi respaldo, con la chica, ella normalmente es como un visor en la espalda, me indica lo que no puedo ver, pero ahora estoy solo en esto y no puedo perder el balón, quizá desde el aire podría tirar, aunque eso es riesgoso si su nivel de salto me supera, necesito a alguien veloz y ágil, que pase de la defensa a la portería en cuestion de segundos, pero también con una potencia de tiro única, el unico capaz de eso es …

— ¡Fubiki-san! — escucho que dice la chica detrás de mí y sé que en pocos segundos el defensa me alcanza, ni siquiera hace falta una orden, pateo el balón y en instantes el peliblanco toma el balón y se adelanta rompiendo la formación del equipo rival, liberando a Goenji y así ambos jugadores se adelantan mientras los centros los cubrimos y anotan el primer gol del partido.

La emoción de todos se manifiesta al escuchar el pitido del arbitro marcando nuestra anotación como la primera del partido, veo a todos saltar de la alegría y algunos corrieron hasta ellos para felicitarlos. Yo me limite a sonreír a los jugadores y caminé a mi lugar. La chica había dado una orden, quizá estaba avanzando más de lo que yo creía, así que aprovechando que ambos equipos se colocarían de nuevo en posiciones, fui rápidamente hasta la castaña.

Mine — mi llamado la sorprendió y cuando se dió cuenta que era yo desvió la mirada al suelo con una expresión de culpa — ¿Qué esta mal?—

— Lo siento — se disculpo agachando su cabeza, no me dio tiempo de preguntarle a que se refería cuando abrió la boca para continuar — Se supone que Fubuki-san era un respaldo para la defensa y solo subiría cuando fuera exclusivamente necesario, debí haber ido yo y reservar a Fubuki-san para por lo menos el segundo tiempo, cuando yo estuviese cansada y como factor sorpresa, no me pude mover, yo . . . — apretó su mandíbula con exasperación consigo misma — Lo siento, me equivoque —

— Gracias a ti obtuvimos un gol, tomaste la decisión correcta, siempre dices que no dudemos, no lo hagas ahora tú — no quise usar ese tono, pero es el que normalmente uso cuando alguien se equivoca, se que ella no querría que la trate diferente a los demás, nada de preferencias o podría ofenderla realmente, sin embargo quizá mi tono fue demasiado hostil, o al menos es lo que creo al ver el rostro de la chica que me veía con algo de molestia.

— Lo que menos necesito ahora es un reproche, Kido-san —

— Solo intento ayudar — expresé tratando de contener mi molestia ante la actitud de la jugadora.

— Pues deja de intentar y enfocate en el partido —

— No te dejaré sola — dije con el tono un poco mas alto pero manteniendo la conversación entre nosotros dos.

— ¿Porqué? ¿Temes que haga algo contra ustedes?— rodeé los ojos aunque ella no podía verme, comenzando a enojarme de verdad, ¿Por qué siempre relacionaba todo con su padre?

— No somos tan débiles como para caer en eso — mala idea, muy mala idea, pero, maldición, la chica me estaba poniendo furioso con su actitud — Si harás algo, mejor no esperes tanto, y de paso intenta patear el balón —

— Lo dirigiré a tu estúpida cara y te quedarás sin dientes —

— ¿Con la velocidad que usas? — apreté las muelas viendo a la chica.

— ¿Es un reto, Superman? — carajo, como odio cuando me dice así. Mi capa es para incrementar mi velocidad, no por que tenga una obsesión con el super héroe.

— Huiras antes de hacerlo, parece que no sabes hacer otra cosa —

— Vete a la mierda — escupió.

— Muestréame el camino —

— Chicos — se acerco Endo tratando que conciliarnos — Vamos, dejen de pelear —

— ¡No te metas Endo/capitán! — dijimos al mismo tiempo asustando al portero que elevó sus manos en señal de paz. La chica y yo nos vimos unos segundos y desviamos la vista molestos caminando a nuestras posiciones.

— Kido — se acerco Sakuma un poco preocupado pero a reservas de salir corriendo temiendo mi actitud — ¿Estás bien? —

— Yo si, pero la señorita "yo puedo hacer todo sola", está insoportable — Dios, que terca es esa mujer, demasiado testaruda para su propio bien.

— ¿Y no te mordiste la lengua? — sonrió Goenji pasando junto a nosotros. Sakuma solo aguantó la risa y después de darme una palmada en el hombro se fue a su lugar.

Voltee a ver a la chica una ultima vez y cuando descubrió que la veía desvió la mirada con una actitud de diva que solo me hizo enfurecer más. Necesito un kilo de paciencia en estos momentos.

— ¿Problemas en el paraíso? — preguntó Someoka frente a mí — apuesto mil Yenes a Suneya —

— Olvidalo, no apuesto donde no tengo ninguna oportunidad de ganar — soltó Goenji también frente a nosotros.

— A veces en verdad los odio chicos — solté conteniendo mi enojo a los delanteros intentando pensar de que forma podría parecer un accidente que ambos salieran del campo, quizá un balón mal dirigido.

El partido se reanudo con el saque del equipo italiano, deje a un lado mis pensamientos sobre la chica y me concentre en el movimiento del balón.

Cada vez que el equipo rival tenía la oportunidad de pasar el balón, evitaban pasarlo a Fidio y a Rosetta que seguía a su capitan y le apoyaba cuando el resto de su equipo no lo hacía.

Era una oportunidad. Atenea lo dijo, si están separados podemos aprovecharnos de eso mientras podamos.

Sakuma roba el balón mientras intentaban pasarlo y junto a mí, nos aseguramos de llevar el esférico al frente con una táctica que habíamos creado desde que comenzamos a jugar juntos, por lo que nuestros pases y fintas estaban perfecamente sincronizadas logrando avanzar superando a todos los jugadores del equipo italiano, intentamos tirar pero antes de que pudiermos hacerlo, llegó Fidio y desvió el tiro hacia la italiana, la pequeña castaña no perdió tiempo y comenzó a correr con el balón a una velocidad increíble, al mismo tiempo que esquivaba a todos los que se pusieran frente a ella. Junto a la jugadora y detrás de ella, comezaron a correr dos delantros de su equipo sirviéndole como una protección además de preparase para lo que, me di cuenta, sería un tiro.

Comencé a correr para intentar llegar a ellos pero tenían una gran ventaja. Visualice a los defensas y a los centros que estaban cerca, la más cercana era Atenea, por un momento me sentí aliviado, a ella nunca era necesario darle indicaciones, pero en el momento en que ví que no se movía y que dudaba que hacer, supe que no podía contar con ella, por último desvió la mirada a la banca italiana y en cuanto vio a su padre su rostro se contrajo un poco y cuando quiso moverse para detener a la italiana ella ya estaba lejos, pasándole el balón a uno de los delantero quién no perdió tiempo y aprovechando la distracción de todos, tomó por sorpresa a Endo y terminó anotando con una super técnica especial.

El silbato hizo eco en el campo indicándonos el empate que teníamos. Un gol del rival que se pudo haber evitado.

No quería hacerlo, pero si no movía mis fichas como me había indicado el entrenador ayer en la noche, terminaríamos perdiendo. Un asentimiento de Endo me indicó que el pensaba lo mismo, no estaba muy convencido pero eran ordenes del entrenador. Todos sabían de esta jugada, menos ella. Era una estrategia que usaríamos hasta que la chica estuviera bien para jugar.

El cambio en la formación era muy sútil, casi imerceptible, pero al ver que la chica no reaccionaba a algo que ella se daría cuenta de inmediato en sus mejores momentos, me indicó que esta era la mejor opción para nosotros, aunque dudaba que fuera lo mejor para ella. Necesitaba que estuviéramos con ella, apoyándola, pero también teníamos que ganar este partido o no habría otro más para nosotros.

Goenji sacó y comenzamos a avanzar, y como había pasado con el equipo italiano que evitaban a su capitán y jugaban entre ellos, nosotros empezamos a pasar el balon solo entre nosotros. Quizá al principio la chica no se dió cuenta, pero después de algunos minutos, y por la mirada que nos lanzó a todos, igual a la que nos daba en el partido contra Estados Unidos, supe que el cambio en la formación fue detectado por Atenea, para ser ella, tardó demasiado en detectarlo.

Seguimos avanzando y mientras ambos equipos robabamos el balón e intentábamos tirar, yo lanzaba miradas a la chica cada que podía, asegurándome de tenerla en mi radar para detectar cualquier cambio que me indicara que podía pasarle el balón a la chica una vez más. Me estaba impacientando, y por la mirada que le lanzaban todos los del equipo sin que ella se diera cuenta, sabía que no era el único. Quería jugar con ella como en los primeros partidos, confiando por completo en sus habildades.

Siempre fue así. Aún cuando no sabía si podía confiar en ella en la sede, temeroso de que intentara algo contra nosotros, pero en el campo, cuando la veía jugar, me hacía confiar en ella. Una mirada bastaba para querer pasarle el balón. No era casualidad, sino el recuerdo de los partidos antes de que empezara el mundial.

Cuando nos mandó a llamar el entrenador Hibiki yo suponía algo, el Torneo Futbol Frontra Inernacional estaba cerca y en otros países ya habían comenzado a formar sus fichajes, así que lo supuse. Investigando sobre el torneo leí la convocatoria a los países. Estaba señalado que cada selección debería tener una jugadora en su fichaje y que debería jugar todos los partidos por lo menos medio tiempo para hacer este Torneo algo mas global e inclusivo. Gracias al torneo nacional, sabía quienes podrían ser llamados y hasta quienes serían fichados de inmediato destacando a Endo y Goenji en es lista, pero no conocía practicamente nada de las que podrían ser llamadas para jugadora de la selección. En Japón no le dan tanta importancia al futbol femenil lo cual encuetro ilogico e injusto, como fuere,  comencé una investigación muy profunda de las mejores jugadoras del país. Busque en distintas páginas de internet, periódicos e incluso listas de aficionados. El orden de los nombres de las chicas variaban, en algunas listas encontré el mismo sobrenombre en repetidas ocasiones porque pocos sabían los nombres de las jugadoras, así de mal informado estaba el país sobre las jugadoras femeninas, pero había un mote que destacaba en todas las listas y que en su mayoría las encabezaba "Atenea, la diosa de la esrategia" en cuanto lo leí por primera vez espere grandes cosas porque era el único que no destacaba alguna facción de la chica como su mayor atributo. Destacaban su inteligencia como estratega de juego.

Así, mientras más buscaba, me apareció el partido que se llevaría a cabo para seleccionar a la jugadora. Fue un conjunto de pruebas físicas y al final un partido, y de nuevo destacaba su sobrenombre pero esta vez aparecía su imagen. En el partido no se podía apreciar demasiado, sólo una chica alta, delgada y de cabello castaño trenzado sobre su hombro y con un largo destacable.

Cuando se hizo oficial su nombramiento, espere a que sacaran su ficha, pero seguían sin colocar su nombre, sin embargo me ofreció información que aprecié. Había participado en otros torneos internacionales y en todos aquellos en donde jugaba, era su equipo el ganador, algo que no podía llamarse como suerte. Pero como había ocurrido con los partidos en Japón, al ser torneos femeninos, no habían tenido tanta relevancia, además que no había representado a Japón en ninguna ocasion, sino Corea. No había mucha información de esos partidos, pero si reseñas que hacían que me emocionara cada vez más conforme leía. En una de esas reseñas había una fotografía de la selección femenina coreana, con una definición aceptable que me dejaba apreciar mejor su rostro. Gracias al cabello castaño trenzado de igual manera que en el partido, supe quien era Atenea y me sorprendió lo bonita que se veía. Como había dicho antes, los motes que se le dan a las jugadoras, eran demasiado irrelevantes y superficiales, por eso cuando leí sobre su inteligencia y no sobre un aspecto físico, intuí que no seria agraciada, pero cuando ví su foto me quedé sin palabas. No puedo mentir, lo primero que vi fueron sus ojos y ese extraño color que veían a la cámara con una sútil sonrisa, que mostraban gracias a su mirada una increible seguridad, confianza y un toque de egocentrismo. Cuando ví la foto por primera vez, enfocando a la castaña, se detuvo mi corazón unos segundos, tanto que tarde un poco en despegar la mirada de la pantalla donde aparecía la imagen de aquella jugadora cuyo nombre desconocía y cuyo mote me llamó tanto la atención. El partido de selección solo me confirmó lo que todas las reseñas y opiniones decían.

Era una jugadora de talla mundial con una inteligencia a destacar por la sutilidad  que demostraba, y no porque no fuera linda, por que lo era.

Y luego, cuando fue nuestro partido de selección me sorprendió verla bajar al terminar el partido, no esperaba que fuera ahí, además que en ningún momento la detecté, algo que no suele pasar muy amenudo, paso desaparcebida aun con esos ojos y esa mirada.

Al estar frente a nosotros no pude evitar verla fijamente, impactandome con el color de sus ojos. Eran aún más impactantantes que en fotografías. Al descubrirme observándola no desvió la mirada, al contario, sostuvo la mirada poniéndome nervioso aunque quise aparentar lo contrario, de no ser porque el entrenador dijo mi nombre como seleccionado, no hubiera apartado la vista, porque aunque nervioso, me gustaba lo que veía en esa mirada, una especie de luz y desafio a nosotros. Al escuchar mi nombre como seleccionado la emocion me embriagó, y aunque una parte era por ser representante del país, me descubrí extrañado al entender que también se debía a que compartiría campo de juego con una chica como aquella. Mientras decían el nombre del resto de seleccionados me imaginé junto a la chica planeando estrategias y después llevándolas a cabo. Sería increíble porque tendría a mi lado a alguien que, como yo, haría estrategias y las llevaría a cabo, no solo alguien a quien dirigir, sino alguien con quién compartir el timón.

Los entrenadores la hicieron acercarse y entonces todos fueron consientes de ella. Su seguridad parecía haber aumentado junto a mis nervios al tenerla tan cerca.

— Wow — recuerdo que dijo en esa ocasion Kabeyama — Que ojos tan bonitos— en mi mente apareció una negativa al admitir que no solo sus ojos eran bonitos.

Las presentaciones gracias a Endo no se hicieron esperar al presentar a la chica como la representante de Japón. Escuchar su voz también produjo algo en mí, su voz era mucho más aguda de lo que pensé, pero seguía en ella esa seguridad que advertía peligro. La habia visto jugar en distintas posiciones lo que me llevo a pensar que era Libero, por eso se lo pregunté, después me arrepentí porque consideré que debía presentarme antes, pero la emoción me estaba dominando y quería saber más de ella ahora que la tenía enfrente de mí. Su respuesta me lo confirmó y aunque deseaba preguntarle más cosas, me contuve para no atosigarla, me dije que después tendría oportunidad de aclarar todo.

Pero entonces dijo su nombre, más específicamente, su apellido. Todos reacionaron igual, los ojos que antes parecían bellos de repente se tornaron como algo que podría atemorisar. Ni siquiera nos dió tiempo de decir algo cuando el entrenaor Hibiki se la llevo de ahí, al ver como la mirábamos con prejuicio. Endo fue quién le preguntó  al entrenador Kudou si tenía relación con el antiguo  entrenadr del Institito imperial, recuerdo la mirada que nos ofreció el hombre, como si ya se lo hubiera esperado pero exasperado porque ocurriera — Es su hija, ¿y qué? —

No dejaba de ver a la chica en los entrenamientos, se movía con una soltura increíble y su dominio con el balón tambien era increíble, pero lo que mas me sorprendió fue la forma en como veía todo, como si pudiera cuantificar las habilidades de los demás, colocando todo en datos que después le ayudaban a planear estrategias y de paso ayudarme a saber la situación a mi alrededor. Siempre segura. Siempre firme. Siempre un paso adelante de todos  nosostros. Siempre cuidandonos aunque no nos dieramos cuenta. Simpre siendo ella. Pero entonces, ¿dónde quedo aquella chica tan segura? ¿en qué parte de su corazón esta oculta? ¿a dónde fue esa luz en sus ojos que tanto me habían impactado antes? ¿Dónde estaba mi Mine? Porque esa chica oculta en la defensa no se parece en nada a ella.

—¡Contra ataque Catenaccio! — repite la orden Fidio y una vez más es ignorado por sus compañeros, el balón lo tiene uno de los centros hasta que Rosetta se da la vuelta dándonos la espalda a nosotros y poniendo sus manos en sus caderas:

— Pero bueno, ¿quieren ganar o no? —

—No seguiremos las ordenes de ese hombre, no importa lo que ustedes digan — soltó uno de los defensas.

— Si no lo hacemos no podremos ganar, ignorar a un compañero no sirve de nada, solo le das ventajas al rival —

—Pero, ¿cómo podemos confiar en el entrenador? — cuestionó el portero con impaciencia.

—Pues confía en mí entonces, — dió un paso al frente la jugadora — ¿cuándo los he defraudado? si confían en mí para confiar en Fidio, les aseguro que no se arrepentirán — Esa chica es más bajita que cualquiera del campo, pero su confianza en el equipo era mucho mayor a la de todos juntos. Era alguien admirable, aunque no dejaba de temblar al hablar.

—¡Sigan las indicaciones de Fidio por diez minutos! — ordenó el portero sin dejar de ver a la pequeña castaña — Veamos porqué motivo confías tan ciegamente en otros, Roo — cuando la chica giró lo hizo con una sonrisa enorme y llena de suficiencia. Tragué saliva y me prepare para cambiar de estrategia en cualquier momento. Pero nada me preparó para lo qe venía. Gracias a las inidaciones de Fidio llegaron hasta la portería y tiraron  obteniendo otro gol.

El partido se reanudo y en cuanto el balón pasó a Someoka, Fidio hizo que cambiaran de formaciones y todos nos vimos marcados impidiendo a Someoka tirar, orillandolo a donde los jugadores querían hasta llegar de nuevo a la portería, pero antes de que pudieran tirar, después de robarle el balon a Someoka, Kabeyama despejó sacando el balón del área.

La manera en cómo se movía Fidio se me hacía extrañamente familiar. No solo se movía por el campo según las necesidades de su equipo, sino que daba indicaciones para que su equipo se adaptara mejor entre ellos, pero sobre todo destacaban esas hablidades que podían ser aprovecadas y moldeadas según lo necesitase la situación.

— ¡Les prohibo que jueguen de esa manera! — gritó Kagueyama desde la banca rompiendo con su seriedad permanente, estaba distinto a como lo conocía. — ¡Ese es el juego del hombre que más odio en este mundo! —

Entonces era eso. Era el estilo de juego del padre de Kagueyama, tan libre, auténtico y perfecto que intimidaba con solo verlo, pero había algo mas.

—¡También es el estilo de juego de alguien a quien amas! — gritó Rosetta corriendo junto a su equipo, directo a Minerva — ¡No le impidas a tu hija algo que tanto ama!— pensé que sería otro gol, pero esta vez fue la misma Minerva quien corrió hacia Rosetta y esquivando a los delanteros que estaban protegiéndola, robó el balón y lo mandó a donde estaba Goenji, por poco y nuestro delantero  marca gol pero el portero italiano logró despejarlo. De vuelta mi atención a la japonesa, me doy cuena que incluso ella se ve asombrada por su movimiento. Defendió de forma instintiva.

— Que insoportable que unos niños sean los que me den lecciones a mí — se burló Kagueyama viendo al frente, a su equipo.

—Lo sabemos, entrenador, — inicio Fidio — que usted no odia el soccer, no se puede odiar algo que se juega con tanta pasión — sonreí instintivamente, sí que la castaña se parecía a su padre.

—  ¿Como hicieron para que esa luz que me daba el soccer regresara a mí cuando creí jamás volverla a ver?— continuó aquel hombre. — ¿Como lo averiguaron? —

— Fue gracias a Sun Sun — inició la italiana— Ella protege a los que la rodean y es una chica muy gentil, no podía creer que alguien tan malo pudiera criar a una chica como ella, así que supuse que usted no era del todo malo —

— ¿Y no pensaste que ella fuera alguien doble cara? — preguntó el hombre con seriedad, contrarrestada con la sonrisa de Rosetta.

—Ni una sola vez pasó ese pensamiento por mi cabeza — extendió su sonrisa aún más. — Esa misma luz que dice que no había visto en mucho tiempo, ha estado en cada una de sus jugadas, y sobre todo,  permanece en la mirada de Sun Sun —

Dirigí mi atención a la japonesa, la sombra de la preocupación aún esta presente en ella, pero Rosetta tiene razón. Antes de alejarme demasiado alcanzo a escuchar a Fidio decir:

— Queremos ganar el partido como usted. Cuando la voluntad del entrenador y del equipo es la misma, es como si fueran un organismo perfecto — sonrío internamente, es lo mismo que dice Atenea.
Camino a mi lugar pendiente de la posición de mis compañeros y entiendo porque el estilo de juego de Fidio me pareció tan familiar. Incluso Endo lo dijo una vez, juega igual que Minerva. No. Es muy posible que nuestra chica sea aun mas hábil porque ella rara vez juega con todo su potencial, Haru lo dijo una vez, aunque pensé en ese momento que era una broma, quizá era una verdad disfrazada. Una vez en mi posición, veo una última vez la banca del equipo italiano y observo como Kagueyama da indicaiones a su equipo, con una sonrisa que identifico como extraña, pero también auentica.

— Así que ese es el verdadero Reiji Kagueyama — se acerca Sakuma mientras hablo.

— Es raro verlo sonreír de esa manera — aclara pero sonriendo también. — Creo que conoceremos al Kagueyama que tanto ama Suneya-san —

— Eso parece — veo sobre mi hombro a la chica — Espero que también pueda avanzar ella — mi amigo me observa asintiendo con la cabeza — Quiero ver la luz de la mirada de Suneya—.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-
Heme aquí, después de un espantoso, largo y tedioso bloqueo, por ello sección de preguntas porque me encanta leerlos y quiero saber de ustedes agradeciendo por su paciencia:

1. ¿Que les parece lo del sueño de Fudou? se que algunos ya se lo esperaban pero había mas personitas que estaban inclinadas a la sospecha que fuera nuestro amado Yuuto, pero nel, en realidad es nuestro Akio Fudou pajaro loco mi amor. Momento #Akineya (no se me ocurria un mejor nombre para este shipp)

2. ¿Que opinan del aparente flechazo que recibio nuestro amado Kido en cuanto vio a Suni bb? momento #YuutSune

3. ¿Se dieron cuenta que, Kido siempre se ha preocupado por Suni pero como no sabe expresarse el todo tonto de Kido, Suni lo mal interpreta y terminan peleados? Si, cada vez que Kido la caga tiene buenas intenciones pero no se sabe expresar y Suni a veces saca conlusiones apresuradas. Se ha revelado un secreto secretoso que solo yo sabía.

4. Se que shippean a Neya con todo lo que se mueva, pero ¿Cuál es su shipp favorito (dentro de los que considero oficiales)?
#AkiNeya
#YuutSune
#HiroNeya (si, a ver si aún sobrevive este shipp)

(no puse a Toramaru porque él no ha hecho nada para ganarse a Sun, a no ser ustedes opinen lo contario)

Soooo

Gracias por su infinita paciencia, espero que haber escrito un capítulo más largo de lo normal lo compense un poco.
Si aun lo merezco,

Votad y comentar

Mattaa-nee nya

(*o*)

Seccion de memes (me esta gustando este apartado)

Jaja ni crean



Ni pasa en los animes, novelas, Doramas, etc.

A mí sí me gusta que me manden mensajes y comenten preguntando cuando actualizaré, significa que algo estoy haciendo bien

Es bien triste cuando pasa



Yo, con mi bloqueo de escritor en los últimos días


Alabado sea Satán

Continue Reading

You'll Also Like

521K 71K 44
Una sola noche. Dos mujeres lesbianas. ¿Un embarazo? ¡Imposible!
409K 38.4K 42
❝ ¡Devuélveme las gafas, Hirose! ¡Ya sabes que no veo nada sin ellas! ❞ ❱ 〔 スケート 〕 · 🏐 ⠀ ⠀ ↳ 𝗗𝗼𝗻𝗱𝗲 una joven promesa del p...
132K 19.1K 61
nacido en una familia llena de talentos aparece un miembro sin mucho que destacar siendo olvidado sin saber que ese niño puede elegir entre salvar o...
164K 21.4K 110
𝐅𝐀𝐊𝐄 𝐂𝐇𝐀𝐑𝐌 || 𝙴𝚕 𝚎𝚗𝚌𝚊𝚗𝚝𝚘 𝚎𝚜 𝚎𝚗𝚐𝚊ñ𝚘𝚜𝚘, 𝚢 𝚌𝚘𝚗 𝚜𝚞 𝚋𝚎𝚕𝚕𝚎𝚣𝚊 𝚑𝚊𝚛á 𝚚𝚞𝚎 𝚝𝚎 𝚊𝚛𝚛𝚎𝚙𝚒𝚎𝚗𝚝𝚊𝚜. Teen Wolf...