Capítulo III

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Suneya

¿Así de plano? ¿Simplemente no entrenar cuando el partido es pasado mañana?
La mayoría está encerrado en sus habitaciones. Desde que acabamos de comer he escuchado como el resto entrena en sus cuartos. No sé qué métodos utilicen, pero creo que es bueno entrenar en un espacio pequeño.
Pero no tan pequeño.
Probé con saltar de la cama a mi mesa con el balón rebotando por todo el cuarto evitando que me golpeara y atrapándolo cuando perdiera fuerza. Después corrí esquivando los pequeños muebles que hay en este cuarto.
Después me recosté viendo el techo razonando sobre los partidos, los entrenamientos y los tics que logré aprender de todo el equipo.
Lo memorice todo de todos. Incluso pude analizar posibles jugadas mientras corría, aunque disminuyera la velocidad un poco, aplicando lo que hice en los entrenamientos, utilizar mis otros sentidos además de la vista para saber qué me rodeaba.
Tambien vi el video que trajo Megane sobre las vacaciones de nuestros oponentes, quiza no tenian jugadas, pero me dice mucho sobre su personalidad y algunos rasgos como el nivel de salto o velocidad que mostraron mientas jugaban, el resto fue inutil.
También la información que consiguieron las gerentes, un equipo que usa técnicas relacionadas con el océano mientras entrena su cuerpo y mente con ayuda de las olas del mar. Poseedores de una de las defensas mas fuertes capaz de bloquear cualquier ataque. Eso fue interesante.
Pero ahora estoy aburrida.
Aunque no me llevo a la perfección con los otros, si puedo jugar con ellos. Parece como si olvidaran mi apellido y me convirtiera en una compañera más cuando estamos en el campo. Es agradable.
Pero encerrada aquí sin nada más que hacer provoca que recuerde todo lo malo y mi lado pesimista sale a la luz.
Estúpida estrategia del entrenador que no entiendo
Por la ventana se ve un excelente clima.
Ideal para entrenar.
O salir a caminar por la ciudad.
O cualquier cosa menos quedarse encerrado en una habitación de menos de 15 metros cuadrados.
Hace ya varias horas que abrí la ventana, pero es hasta ahora que puedo saborear la brisa que se escapa del exterior a mi cuarto. Me levanto de mi cama y me dirijo al marco de la ventana. Me siento en el respaldo aprovechando que es lo suficientemente ancho como para no lastimarme y así poder disfrutar de la brisa veraniega que sopla en el exterior. Respiro profundamente cerrando los ojos y me concentro en los sonidos a mi alrededor.
Aki está barriendo la entrada.
Se escuchan algunas aves cantando en árboles lejanos.
Algunos autos y sus llantas estan rozando el pavimento.
Balonazos en el cuarto de Kurimatsu.
Mi respiración.
Pronto logro despejar los ruidos que no son de la concentración y casi puedo ver los entrenamientos que hace el resto con ayuda del ruido que hacen. Todos son brillantes.
No podría decir que hace cada uno, pero si en qué consisten comparándolo. La mayoría se parecen. No sé puede hacer mucho en un espacio tan pequeño.
-¿Kageyama-san?- abro mis ojos y dirijo mi mirada a la puerta, ahí está Hiroto con una mano saludandome -Toque varias veces, perdón por entrar así... - me recorrió con la mirada y abrió sus ojos asustado -¿Qué estás haciendo?- tragó saliva y se acercó despacio -No pensarás...- dejó la oración sin terminar. Giré los ojos y redirigí mis vista al exterior.
-No soy suicida. Solo estoy disfrutando del viento - ya estaba junto a mí, no muy convencido viéndome con atención. Podía sentir su mirada. -¿Necesitas algo?-
-¿Qué?- giré mi cabeza y lo vi directamente. Sus ojos son bonitos. Pero me veía nervioso. Huía a mi mirada aunque la regresaba, el pobre no sabía a donde ver.
Incluso él me teme
Alcé mi ceja esperando que dejará sus dudas a un lado y me dijera la razón del porque estaba ahí.
O podría ser amable e intentar llevarme bien con él, para variar.
Relaje mi expresión y le sonreí un poco.
-Suneya a Kiyama-san, ¿Alguien me escucha?- simulé tener un teléfono en mi oreja con ayuda de mi mano, el me miró sorprendido pero poco a poco sonrío y se relajó.
-El entrenador Kudou quiere que bajes a la sala de reuniones-
-Esta bien, iré en un momento - sonreí al exterior aspirando una última vez el aire fresco. Antes de que bajara de la ventana vi al entrenador fuera de la concentración viendo hacía mí. Fue un intercambio de miradas rápidas antes de que él desapareciera dentro del campamento.
Al bajar del respaldo y girarme el pelirrojo seguía ahí.
-¿Todo bien?- el parecía indeciso y sus nervios lo dominaban nuevamente. ¿Porqué se pone así? Hasta donde yo sé, el no ha sido afectado por papá.
-¿Mañana, vendrá Sarutobi-kun?- lo miré extrañada por la pregunta.
-Pues... No lo sé - metió sus manos en los bolsillos de su pantalón y vio con atención sus zapatos.
- Sí te parece bien, ¿Mañana querrías desayunar con Midorikawa y conmigo?- sonreí feliz sin intentar ocultar mi alegría.
-Me gustaría mucho- él también sonrió sin retirar su vista del suelo y se fue por la puerta.
Dios de los jugadores amables y pelirrojos, gracias por mandarme un posible amigo.
Cerré mi ventana y me dirigí a la sala de reuniones. Pensé en pasar antes al comedor por algo para comer porque empezaba a tener hambre, pero creo que es mejor no hacer esperar al entrenador. No puedo imaginar que habré hecho ahora.
Al llegar a la sala toque para avisar que entraría y abrí la puerta.
-¿Está todo bien, entre...- dejé la frase en el aire al ver que en la habitación solo había otra persona, y no era el entrenador.
¿Que hace Kido aquí?
¿Que habré hecho en mi otra vida para que ésta me pague así?
El no se giró para verme. Siguió viendo a la pantalla que estaba frente a él.
Tragué saliva y me concentre en no perder ante mis nervios. Calmé mi respiración para enfrentar lo que viniese.
-El entrenador Kudou me dijo que viniera aquí, ¿Sabes dónde está?- es increíble lo confiada que me escucho cuando siento mi corazón latir con fuerza y unas ganas enormes de salir corriendo de ahí.
- Salió por un momento-
Si mandas llamar a alguien no te vas hasta que llegue, ¿No? Entonces, ¿Porque carajos el entrenador se va y me deja con el chico que más parece odiarme?
Dios del soccer, llévame ahora
-¿Sabes si tardará en regresar o dónde puedo encontrarlo?-
-No dijo nada, solo que volvería después-
Estoy jodida
Podría salir a buscar al entrenador, o esperarlo. Pero, si salgo y el regresa me regañará despues por no encontrarme. Sabía que tenía que hacer, pero aún así no era fácil.
Estoy doblemente jodida, y tengo hambre
-¿Está bien, si lo espero aquí?- vi como su espalda se tensaba a mi pregunta. Sentía que su respuesta estaba tardando milenios y mi ansiedad provocaba que mi corazón latiera muy rápido. No respondió con palabras. Solo asintió con la cabeza.
Solté el aire que no sabía que estaba reteniendo y pase a la cueva del lobo cerrando la puerta detrás de mí. No me acerque a ver que estaba haciendo, me senté en una mesa alejada de él y lo suficientemente cerca de la puerta por si me sentía llena de ansiedad.
Pensé que serían los minutos más eternos de mi vida, pero cuando me di cuenta de que Kido estaba revisando datos de los jugadores de nuestro equipo preste toda mi atención a sus anotaciones. Iban desde su velocidad, fuerza de patada y resistencia en el campo. Ya había llenado el de la mayoría, estaba completando la información de Kazemaru.
Escala del uno al cinco.
Orden alfabético
Lo que significaba que ya había llenado mis datos, quizá cuando yo llegué acababa de terminar.
Cuando llegó a su nombre lo salto hasta Hiroto, dejé que terminara de anotar su información para hablar.
-¿Porque no llenaste tu ficha?- una vez más su espalda se tensó pero aún así respondió mientras saltaba en la pantalla su ficha vacía.
-Yo no podría llenar mi propia ficha, necesito observar para analizar y después comparar- asentí entendiendo lo que decía.
Se giró a verme y dio un paso lejos del teclado invitándome a acercarme y llenar los datos.
No hablé mientras anotaba lo que ya había hecho en mi mente, solo que yo había usado una escala del uno al diez. Al acabar de anotar sus datos siguió la ficha de Kogure y en esta ocasión lo llenamos los dos, agregando datos que yo había considerado importantes como el nivel de salto, elasticidad y rapidez de reacción, para mi sorpresa él aceptó sin oponerse, al terminar llenamos los datos que faltaban de los que él hizo antes de que yo llegara hasta volver a mi nombre.
En la mayoría tenía un cinco. Incluso en los nuevos campos, menos en resistencia donde tenía un tres. No me sorprendió, la resistencia nunca ha sido mi fuerte, por eso no corro con todo mi potencial o disparo con toda mi fuerza. Pero es sorprendente que se haya dado cuenta con algunos entrenamientos.
Papá lo entrenó bien
-Tu padre te entrenó bien- dijo guardando los últimos datos de Kazemaru.
-El no me entrenó- respondí llenando los datos faltantes de Kido y después de Hiroto. El me veía con atención, analizando la información que le acaba de proporcionar.
-¿Porqué?- guardé los últimos datos. Yo y mi bocota
Me giré para verlo de frente y sostenerle la mirada, como lo esperé, no lo soportó y volteó a ver a la puerta.
-No está de acuerdo con que yo sea jugadora de soccer- di por terminada está charla. El entrenador no aparece y yo no quiero tener esta conversación, y menos con Kido. Estoy lo suficientemente cansada para eso. Me dirigí a la puerta pero algo me detuvo. La puerta tenía puesto el seguro por fuera.
Estoy triplemente jodida, con hambre y cansada. Maldita sea
-La puerta está cerrada- dije observando aún la puerta.
-¿Que?- se acercó mi compañero y comprobó lo que le había dicho-¿Que hiciste?- lo vi indignada
- ¿Cómo que 'qué hice'?- respondí molesta - ¿Cerrar la puerta por fuera con mis poderes psíquicos? - inquirí acomodando un mechón de cabello detrás de mi oreja. Esperé a que respondiera algo, cualquier cosa, pero eso no paso. Se alejó en silencio mientras yo miraba la puerta con furia, como si fuera ésta la que me ofendió. Suspiré presionando mi frente en la puerta -Dioses de las puertas que se cierran por fuera, no me hagan esto-
-¿Qué?- preguntó.
-¿Qué?-repetí al tiempo que giraba para ver a mi compañero confundido.
Mierda. Lo dije en voz alta. Yo y mi gran y estúpida bocota.
Finjo no entenderlo hasta que gira sobre sus talones ignorandome olímpicamente.
-¿No podrías marcarle a alguien del equipo?- pregunté cruzandome de brazos y apoyándome sobre mi pierna derecha.
-No traigo mi celular- lo mire incrédula. ¿Entonces para que coño quieres un celular? -¿Y tú?-
-Traigo mi celular, pero no tengo el número de ninguno del equipo - respondí sin verlo. No le iba a dar el gusto de ver lo sola que me sentía a través de mi mirada -¿No te sabes el número de alguien?-
-5555-6666-77- alcé mi ceja sin creerme que alguien tuviera un número de teléfono tan fácil -Todo el equipo se sabe el número de teléfono de Goenji- subió los hombros justificándose.
Marque el número y le pasé el teléfono a Kido. Él, de una forma mucho más formal de la que esperaba, le pidió a Goenji que viniera a la sala de reuniones para quitar el seguro. No tardó más de diez minutos en llegar. Al hacerlo y verme salir quedó sorprendido y dirigió una mirada llena de preguntas a Kido.
-El entrenador la mandó llamar para que juntos registraramos los datos del equipo - giré mi cabeza rápido a la explicación del estratega. Él me sostuvo la mirada unos segundos antes de redirigirse al delantero de fuego -Pero cuando acabamos la puerta estaba cerrada- no dejaba de ver al estratega con molestia. Es decir, sabía que debía hacer y que debía permanecer ahí. Sí me hubiera ido, el entrenador me habría regañado.
-Se lo tenían merecido - rió Kogure detrás de una columna atrayendo la atención de nosotros tres. Pequeño diablillo. Quizá la mirada que le lanzamos Kido y yo bastó para intimidarlo y que saliera corriendo.
-Gracias por la ayuda, Goenji-san- me incliné un poco y después salí de ahí hacia la cocina. Mi hambre no había hecho más que aumentar y no soportaría hasta la cena.
Después de hacer un sándwich de pavo con una ración de papas y devorar todo, me despedí de Fuyuka que estaba preparando la cena y me vió sorprendida mientras comía, me fui a la cama. Seguía cansada.
Ojalá lo jodida también se quitara tan fácil como el hambre o el cansancio.
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Luz En Tu Alma -Inazuma ElevenWhere stories live. Discover now