Capítulo XXXVII

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Kido

Recargado en la reja del campo de la playa, con los brazos cruzados y con mi atención al frente, veo como la jugadora patea el balón y una vez mas, falla en anotar en la portería. No sé qué busca, pero no creo que lo esté obteniendo.

— ¿Necesitas ayuda? — pregunto de nuevo, y en esta ocasión la chica ni siquiera voltea a verme para decrime que no. —¿Porqué eres tan necia y no te dejas ayudar? —

—No pedí tu ayuda —

—Y yo no espero que la rechaces tan fácilmente —

—No me agrada que tengas las mismas confianzas que Fudou-san — añade colocandose una vez más para patear el balón — Respondón —

—Terca sin remedio — atacó yo, una vez más falla. Normalmente no debería preocuparme, cualquiera que no esté acostumbrado a tirar a portería fallaría como ella lo hace, todo el tiempo que ha estado con nosotros ha jugado como defensa y algunos pocos partidos como centro. Pero no hay que olvidar que ella en realidad es libero. Debería estar acostumbrada a correr de un lado del campo al otro, acostumbrada a anotar y marcar. Además que en los partidos ella nunca se equivoca al momento de pasar el balón, siempre llega a su destino, gracias a la inmesidad de calculos que realiza, siempre sabe que dirección tendrá el balón, en dónde caerá y no dudo que sepa muchos más datos que están lejos de mi entendimiento.

La jugadora ha fallado en lo básico en los últimos entrenamientos. Después de que Fuyuka regresara del hospital totalmente recuperada, apareció una alianza entre ambas, con conversaciones que nadie mas parece interesarse, por ello pensé que todo estaba bien. Además que comencé a enfocarme en mi mismo, y deje de prestarle la debida atención a ella. Fue gracias a que todos estaban pendientes de mis fallos, que nadie se percató de los errores de la chica. Ni siquiera ella lo hizo visible, se enfocó en ayudarme a mí cuando ella seguía luchando.

No soy el único que se dio cuenta. Endo ha estado muy al pendiente de la jugadora y hoy después de la comida me preguntó como veía la actitud de la jugadora, si había algo que podamos hacer por ella. Ya todos entienden la importancia del próximo partido para la chica. Todos sabemos que el tema la esta estresando, en parte por nuestra culpa, en parte por lo que su padre significa, porque aunque nosotros no le hubiéramos dicho sobre enfrentar a su padre, en ella esta la decisión de hacerlo. El que esté entrenando aquí lo demuestra, es una disputa entre la jugadora y la hija, algo en dónde no podemos intervenir.

Atenea siempre ha estado para apoyarnos, cuando no sabíamos como avanzar en el campo como jugadores o incluso como personas, ella nos aconsejaba y ayudaba con todo lo que tenía, incluso en temas personales interfirió. Hace poco le mande mensaje a Haruna y me confirmó las veces que la misma gerente habló con jugadores para que pudieran crear o perfeccionar una súper técnica como Tachimukai, Kazemaru y Fubuki y solo Dios sabrá a que otros ayudó mandando a las personas que consideraba apropiadas para apoyar como el caso de Tobitaka y Toramaru.

Está más presente en nuestras vidas de lo que imaginábamos. Siempre en la sombra protegiéndonos y guiándonos, siempre velando por nosotros, siempre al pendiente de todos y preparada para intervenir cuando mas la necesitamos.

Pero ahora es diferente, porque lo que ella necesita, nosotros no podemos dárselo. Es irónico, lo que Atenea necesita es precisamente que alguien como ella le ayude, alguien que sepa ver el problema y que le ayude a efrentarlo. Ojalá tuvieramos otra Atenea para que nos ayude a ayudar a la chica que justo ahora no puede tirar a puerta porque no deja de pensar en otras cosas, además del partido de mañana y de su padre.

Una vez más, falla en su tiro y se recarga en sus rodillas cansada por el ejercicio, me acerco a la chica y le ofrezco una botella de agua que es aceptada casi al instante.

Luz En Tu Alma -Inazuma ElevenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora